Jihyo, Dahyun —sus otras dos amigas—, Mina y Nayeon se encontraban en la cafetería del instituto. Era el primer receso del día. Un martes por la mañana, donde podían escucharse las quejas y lloriqueos de los estudiantes al querer volver a las vacaciones.

Nayeon se encontraba sentado en el regazo de Mina, mientras esta última le daba de comer como si se tratara de un bebé, aunque para ella, lo era.

Jihyo y Dahyun conversaban entre sí, ya acostumbradas a que sus dos amigas actuaran de esa forma. De hecho, toda la secundaria lo estaba, aunque algunos —casi todos— aún así se mostraban ensimismados cuando interactuaban como una pareja. Como en ese momento, muchos estaban observándoles, aunque Nana y Mimi no se daban cuenta de ello, porque estaban en su propio mundo.

"¡Unnieeeee~!" Nayeon pataleó como una niña pequeña cuando aquella papita había hecho el amague de ir a su boquita, terminando en realidad en la de Mina.

"Tu Unnie también quiere comer." la pelinegra se defendió divertida, dándole un pequeño beso en la punta de su nariz, haciendo que Nayeon cerrase sus ojitos.

Mina agarró otra papita del plato, llevándola a la boca de Nayeon, quien la recibió gustoso.

"Mhm..." degustó, meciendo su cabecita y moviendo sus pies de adelante hacia atrás, los cuales no lograban tocar el suelo, estando sentada en el regazo de Mina. "Mimi, mamá quiere que vayas a casa a comer el sábado, ¿Puedes?" preguntó distraídamente, llevando una papita a la boca de la azabache, quien abrió la misma recibiéndola.

"Claro." aceptó Mina, masticando la papa. Segundos después, abrazó con fuerza la anatomía de su menor, quien le daba demasiada ternura y hacía que su tonto corazón latiese con rapidez.

"¡Nayeonnie!" gritó una voz conocida para ambas mejores amigas, quienes giraron a ver quién llamaba; Jennie.

Mina se limitó a rodar los ojos, y más a hacer un berrinche cuando Nayeon se levantó casi de un salto a correr a abrazar a Jenny.

No haría un berrinche. No haría un berrinche. No haría un...

Olvidenlo, ya golpeó el piso con el pie.

"¿Qué tienes?" preguntó Dahyun en medio de una risita, divertida.

"¿Esa no es la ex de Nay?" preguntó Jihyo, entrecerrando sus ojitos hacia Nayeon y Jennie, quienes hablaban alegremente en la entrada de la cafetería.

"Sí." afirmó Mina, sentándose derecha y comiendo sus papitas sin expresión alguna.

"¿Por qué habían roto?" Hyo se encontró preguntando con curiosidad.

"Porque Nayeon le dijo que no le quería más." contestó la pelinegra con simpleza, suspirando.

"¿En serio?" preguntó ahora Dahyun, riendo de por medio.

"Sí. Fue a eso de los trece años" Mina restó importancia, bebiendo de su juguito. "Hace cinco años." 

"Vienen hacia acá" avisó Jihyo. "Ya están acá." corrigió seguidamente. 

"¡Chicas!" Nayeon exclamó, queriendo llamar la atención de todas en su mesa.

Las tres amigas giraron a verla, viendo a Jennie a su lado. Nayeon quedaba como un minion en comparación.

"Hola." saludó amigablemente la castaña oscura, sacudiendo su mano en el aire.

Mina resopló, fingiendo una de sus mejores sonrisas.

Sería un largo desayuno.