"¡Por Dios! ¡Me desesperan!" gritó Seokjin, tirándose sin fuerza de sus cabellos en un acto impaciente.

"Lo sé, lo sé, pero cálmate." pidió Namjoon, pegando la cabeza contraria a su pecho mientras daba leves golpecitos a su mejilla, tratando de "tranquilizar" al castaño.

"Pero solo míralas, tan novias y aun siendo mejores amigas." lloriqueó Seokjin.

"Todos podemos verlo, y créeme, no entiendo cómo sus amigas no les dicen nada si-"

"¡Verdad que sí!" exclamó el mayor, interrumpiendo a Namjoon. "Si yo fuera Kim o Park ya hubiese hecho que se besaran. ¡Ya sabes! cuando estén hablando de frente, ¡saz! empujo sus cabezas y beso para que todos vean." sonrió, mirando al par de mejores amigas y, como siempre, Nayeon sentada en las piernas de Mina mientras comían el almuerzo.

"Estás loco." negó el menor luego de unos segundos de silencio donde procesaba lo que Seokjin había dicho.

"Loco por verlas juntas." lloriqueó nuevamente, ahora pegando él mismo su cabeza al pecho de Namjoon.

"¿Por qué no vas y les hablas?" preguntó, acariciando los suaves mechones que Seokjin poseía.

"¡Claro!" al mayor se le iluminó la cara, levantándose abruptamente de su asiento. "¡Ya sé! Haré como en los fanfics que leí." sonrió malicioso y empezó a caminar para ir a la mesa donde se encontraban las cuatro amigas.

"Oh no... esos libros son del diablo." murmuró Namjoon, levantándose y siguiendo a su amigo para, en cualquier caso, controlarlo.

Pronto el castaño estaba frente a la mesa, y como si fuera lo más casual y normal del mundo, se sentó al lado del par que tanto anhelaba como pareja, un poco más lejos para no incomodarlas y no interrumpir. Namjoon se mantuvo de pie a un lado de su amigo.

"¡Hola!" saludó alegremente, viendo a las cuatro chicas quienes lo miraban con curiosidad.

"¡Hola!" Nayeon no dudó en saludarlo con la misma efusión.

Seokjin quiso llorar, ¿por qué siempre Nayeon debía ser tan linda y tierna? ¡Quería comérsela a besos!

"¿Eres Seokjin, cierto?" preguntó la castañita, levantándose del regazo de la mayor, acercándose al castaño para verla más de cerca, sentándose a su lado. Siempre le pareció alucinante la belleza que Seokjin poseía.

"Oh, sí. Que emoción, me conoces." sonrió el mayor, apretujando las mejillas de la menor cuanto lo vio cerca, sí, siempre quiso hacer aquello.

"Uh, está bien, eh..." interrumpió Mina y luego tosió, deslizándose un poco por su asiento y acercándose a Nayeon, pasando uno de sus brazos por la cintura de esta y acercándola a sí, logrando que el castaño dejara sus mejillas.

Seokjin quiso gritar. ¡Estaba viviendo aquello en primera persona! ¡En vivo!

"Esperen, me va a sangrar la nariz." murmuró más para sí mismo mientras con sus manos se daba algo de viento en el rostro.

"¿Qué? ¿Por qué? ¿Estás bien?" una preocupada Nayeon sorprendió al mayor, este analizaba el rostro de Seokjin, ¡No quería que le sangrara la nariz!

"Creo que voy a llorar" asintió. "Es una expresión, no me sangrará la nariz," sonrió "creo." completó, sin dejar de sonreír.

"¿Puedo llamarte Seokjin Oppa?" cuestionó Nay, ladeando la cabeza.

"Oye, si no te la comes tú, lo haré yo." aclaró con seriedad, mirando a la pelinegra detrás de la menor, quien frunció el ceño. "¡Sí! ¡Claro que puedes!" cambió su mirar a Nayeon, tocando su nariz de un ¡pup! La menor sonrió levemente.

Nayeon iba a hablar, mas fue interrumpida al ser cargada por Mina, quien la sentó nuevamente en su regazo y la abrazó desde la cintura, dejándole un pequeño beso en el costado derecho de su cabeza.

A Seokjin le faltó el aire por un momento.

"Ya. Ahora es la parte donde se besan." dijo por impulso con una sonrisa. Ella realmente quería ver aquello, aunque sabía que no pasaría porque "mejores amigas".

Nayeon se sonrojó notablemente. ¿Acaso Seokjin Oppa sabía que ellas se daban besitos de vez en cuando?

Y el mayor creyó sentir algo líquido saliendo de su nariz cuando vio a Mina sostener los cachetes de Nayeon con una mano, dejándole un suave beso en la comisura de sus labios.