"Sí mamá." asintió la castañita a través de la línea de llamada.

"¿Y Mina? ¿Está ahí contigo?" preguntó ella.

"Hola, señora Im." saludó la azabache con una sonrisa, quien sostenía a Nayeon de la cintura mientras la mencionada estaba sentada en sus piernas, meciendo sus piecitos de atrás hacia delante.

"Bueno, ahora estoy más tranquila. Deberías haberme avisado que no vendrías a casa directo después del colegio, Nayeon-ah."

La menor cabeceó en arrepentimiento, asintiendo levemente aunque su madre no pudiera verla.

"Lo siento, pero-"

Mina le interrumpió, sin embargo. "Usted sabe que igualmente nunca dejaría ir sola a Nayeon, así que no se preocupe que yo la cuidaré siempre." aseguró altanera.

La señora Im suspiró con inconfundible alivio.

"Sí, bueno, eso ya lo sabía." Nayeon supo que su madre estaba sonriendo. "Bueno, las veo luego, no vengan demasiado tarde." advirtió "Pásenla bien."

"Adiós, suegra." Mina se animó a decir, sonriente.

Nayeon se sonrojó.

"Mimi~" una queja surgió de sus labios, dejando relucir sus dientecitos al sonreír. "Adiós, mami." despidió, recibiendo una risita de su madre antes de colgar.

"Eres hermosa, ¿lo sabías?" preguntó la mayor susurrando en su oído, ganándose un suave puño en el pecho por parte de Nayeon antes de que tapase su carita sonrojada.

"Mimi hace que me avergüence." abultó su labio inferior, aún ruborizada.

Un silencio se instaló entre ambas, hasta que Mina habló en alto.

"¿Es normal que quiera besarte todo el tiempo desde la primera vez, amor?"

Nayeon destapó su carita al instante tras escuchar aquello, mirando ahora a la pelinegra.

"Hazlo." cedió Nayeon, asintiendo con convicción.

No iba a mentir, ella también quería besarla otra vez y mucho.

"¿Segura?" preguntó Mina, relamiendo su labio inferior y afianzando el agarre que tenía en la cintura contraria.

Nayeon asintió.

"Si no quieres no hace falta."

"Pero sí quiero, Mimi." aseguró.

"No quiero que te sientas presionada." volvió a decir, algo apenada.

Nayeon negó efusivamente. "No me siento así."

"Pero-"

El habla de Mina fue interrumpida por el suave agarre de Nayeon en sus mejillas, para luego sentir unos labios presionarse contra los suyos.

También era una buena forma para callarla.