"¡Unnie!" gritó una emocionada castañita, corriendo y saltando al cuerpo de Mina, enrollando sus piernitas en la cadera de su Unnie. No se habían visto hacía semanas, cuando Nayeon se fue de viaje con su familia. Eran vacaciones en ese entonces. Finalmente, era lunes, primer día de clases.

"Nayeonnie~" sonrió la mayor, abrazando el cuerpo de su pequeña con cariño.

Nayeon apoyó el perfil derecho de su rostro en el hombro de la contraria, aferrándose a ella como si de un koala se tratase.

"Unnie... La extrañé mucho." murmuró, y con sus labios creó un tierno puchero.

"¿Mucho, mucho?" cuestionó Mina, bajando a su menor con cuidado, haciendo que quedasen cara a cara.

"Mucho, mucho, Unnie." asintió la castañita, mirando hacia arriba por la notable diferencia de altura, para luego elevar la comisura de sus labios en aquella sonrisa de conejito tan bonita que portaba.

Cualquier persona que viera aquella escena siendo nuevo en el instituto, creería que se trataba de una adorable pareja, sin embargo, no eran nada más que mejores amigas desde jardín de niños, unas muy cariñosas.

Nayeon se cruzó de brazos. "¿Acaso está más altita, Unnie?" preguntó en observación.

Mina sonrió.

"O será que tú estás más baja." burló la mayor, inclinándose hasta quedar a la altura del rostro de Nayeon.

La menor frunció el ceño, golpeando con su piecito el suelo en forma de berrinche.

"¡Eres una bolita de ternura!" chilló Mina sin contenerse, desordenando los cabellos castaños de su Dongsaeng con cariño. Esta se los ordenó de manera exagerada y rápida, aún con su ceño fruncido.

"Bueno ya, Mimi" puchereó, dándole ternura a todo aquel que le viera. "¿Cómo estuvieron tus vacaciones?" preguntó, entrelazando sus dedos con los contrarios, caminando con el objetivo de ir a su salón de clases.

"Mis vacaciones..." meditó unos segundos en silencio. "No fueron lo mismo cuando te fuiste, ¿sabes?" dramatizó, fingiendo llorar, llevándose una mano al pecho. Nayeon rió tontamente, así que ella también lo hizo segundos después. "Estuvieron bien, pero te extrañé mucho." frunció sus labios, bajando la comisura de estos.

Nayeon asintió en acuerdo. La había pasado genial con su familia, pero definitivamente había extrañado a su pinguina grandulona. Iba a decir algo a cambio, pero sus palabras no salieron cuando de imprevisto Mina la volteó y rodeó su cintura, alzándola en el aire fácilmente, abrazándola con todas sus fuerzas. Sus risas resonaron en casi todo el pasillo. Las miradas no se hicieron de esperar, y todos allí mantuvieron la esperanza de que por fin estuviesen juntas.

Aunque ellas pensaban que estaba bien ser mejores amigas, y no decirse sus sentimientos pensando que no serían correspondidos.

⭒ alteración de edades.
⭒ alteraciones físicas.
⭒ muy soft, fluff, romance.