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'Cuando estás allí de pie en tu ropa interior y mi camiseta de la noche anterior, con tu cabello revuelto y los pies todavía descalzos, ¿te importaría cerrar la puerta del dormitorio?'

'por favor no marque al 911 estos gritos son de placer '

Tal vez las últimas semanas en la vida de Mina no habían sido perfectas, aunque sí estuvieron bastante cerca de serlo.

En general, no había hecho nada, o más bien, nada fuera de lo común o de su rutina. Si bien, probablemente el único acontecimiento importante había sido que ya había iniciado una relación con Nayeon, cosa que la tenía completamente feliz y satisfecha con la vida y el universo en general.

¿Saben? De esas pocas veces en la vida que te sientes bien contigo misma y con tu entorno, Mina sabía que esta clase de balance era muy raro de alcanzar, así que se sentía bastante afortunada.

Por supuesto que tenía sus problemas cotidianos y esas cosas como sus exámenes y tareas que la tenían agobiada algunas veces, y esas pequeñas discusiones que tenía con Nayeon de vez en cuando sobre lavar los platos, sacar la basura, alimentar a Lupito... Aunque al final del día todo entre ellas era tremendamente doméstico y le encantaba.

También estuvieron discutiendo un poco sobre si deberían mudarse a otro departamento, a uno que tuviera una sola recámara, ya que bueno, no había forma de que siguieran durmiendo en habitaciones diferentes, y sería un poco un desperdicio tener dos habitaciones cuando solo se iba a ocupar una.

Puesto que en estas últimas semanas habían estado durmiendo en la habitación de Nayeon, dado que era más espaciosa y tenía una mejor iluminación, y también porque la cama de la mayor era un poco más grande que la de Mina.

Aunque el closet era super pequeño y no cabían las ropas de las dos ahí y a veces también era un poco un desastre con todos los cables, cámaras, parlantes y demás cosas que Mina dejaba por ahí, tanto desorden de pronto ponía a Nayeon de nervios, pero nada que los besos, las promesas de ser más ordenada y limpiar más a menudo por parte de Mina no pudieran solucionar.

—Así que... ¿Estos son los famosos fanfics? —pregunto curioso Nayeon mientras revisaba algo en su celular, aparentemente estaba leyendo fanfics.

—¿Sigues leyendo eso? —pregunto Mina medio distraída sentada a su lado en el sofá feo que tenían.

Hacía apenas unas horas que grabaron un video reaccionando a los fanfics que escribían de ellas, y al parecer Nayeon aún no los superaba.

Por su parte, Mina estaba haciendo un trabajo y estaba editando un vídeo, dos cosas que requerían mucho de su esfuerzo y atención, aun así, Mina se las ingeniaba para escuchar y prestarle algo de atención a su novia, y no solamente hacerle un gesto vago o contestarle cosas como "umm" y "aja".

Como sea, igualmente termino por extender el brazo en el respaldo del sofá, una silenciosa invitación para que Nayeon apoyara su cabeza en su hombro, invitación que la de ahora cabello rubio, por supuesto que tomo.

Mina sabía que en esta posición sería medio incómoda volver a usar su mano, pero estaba bien, igual podía hacer su tarea y editar el video solo con la otra.

—Sigo sin entender por qué hacen algo como esto... ¿Es un poco absurdo, no? —hizo una pequeña pausa. —¿Y por qué el ochenta por ciento del contenido aquí es porno? —pregunto de pronto con una sonrisa divertida.

—No sé, no me gusta juzgar lo que la gente haga en su tiempo libre en internet. —murmuró por lo bajo —Y bueno... Honestamente, la mayoría del contenido en internet es porno en estos, así que... —se encogió en hombros. —De todas formas, ¿por qué sigues leyendo eso?

—Es entretenido... —murmuró.

—¿Estás leyendo porno? —pregunto inquisitiva.

—Pfft, noo...

—Unnie, puede ver desde aquí lo que estás leyendo... —la estaba mirando de reojo, antes de que Nayeon se pusiera nerviosa y bloqueara su celular.

—Está bien si, ¿puedes juzgarme? Está bien escrito y ya leí dieciocho largos capítulos de angustia, tengo que saber como termina... —volvió a leer, Mina solamente se rio por lo bajo antes de volver su atención a su laptop.

Se quedaron en pacífico silencio por algunos minutos, Mina seguía batallando en hacer las cosas con una sola mano, pero por supuesto, no había forma que sacara la mano de los sedosos cabellos de su Unnie, así que no, no se estaba quejando... Aunque también estaba empezando a sentir un calambre en su brazo...

—Ugh, la historia no está finalizada. —soltó Nayeon con desgano. —Odio a este fandom.

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