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después lo edito (en caso de errores)

Mina se despertó como normalmente lo hacía todos los demás días.

En su colchón mullido y con la luz del sol golpeándole en la cara, en general, siempre le molestaba, sobre todo cuando se desvelaba haciendo tareas y proyectos o jugando videojuegos, esta vez la luz del sol era especialmente más molesta y terrible para Mina, sobre todo porque estaba amaneciendo con una tremenda resaca.

La japonesa se retorció un poco en la cama, comenzando a entreabrir los párpados en lo que sus ojos se acostumbrarán a la luz del exterior. Lo primero que pudo distinguir tan pronto medio abrió los ojos era la imagen de su Unnie cerca, muy cerca de ella, o bueno, ahora que lo notaba, estaba más bien encima de su regazo, eso explicaba el repentino peso de más que sentía sobre sus caderas...

Mina volvió a revolverse entre las sábanas y tallarse la cara porque la molesta luz del sol seguía lastimando sus sensibles ojos.

Nayeon de repente se inclinó y estiro un poco su mano para darle pequeñas palmadas en la cara a la menor para que ya despertara de una buena vez.

—Mina, despierta, tenemos que hablar. —demandó.

La nombrada soltó un gruñido lastimero por los golpes, la luz y la voz de Nayeon que ahora sonaba más ruidosa de lo normal para ella.

—Ugh, Unnie... ¿Por qué me despiertas tan temprano? —se quejó, pero ya estaba medio adaptándose a la luz.

—Son las doce del mediodía, ya te dejé dormir suficiente y además ¿crees que eres la única que puede despertarme a mí de mi sueño? ¡Anoche me desperté a las tres de la mañana por ti, Idiota!

Mina entonces se levantó un poquito para poder mirar mejor a su Unnie, ahora estaba haciendo esa pequeña y bonita mueca de cuando algo le molestaba o estaba enojada, aunque Mina pudo ver que no había enojo real en los ojos de su Unnie, no pregunten por qué, ella solo lo sabía.

Mina suspiro y recapituló lo que paso anoche, y, por supuesto, que recuerda todas las cosas que sucedieron, es decir, había estado borracha anoche, pero Mina no era una idiota, por supuesto que se acordaba de todo.

Recordaba todo desde que dejo a Dahyun y Chaeyoung en aquel bar, recuerda haber vomitado en la puerta del departamento de sus Unnies, recuerda haber grabado ese vídeo y enviárselo a Nayeon, recuerda haber estado coqueteando descaradamente con su Unnie en las escaleras...

Lo que no se explica es porque razón hizo lo del video, de todas las malditas cosas que pudo hacer, de todas las malditas formas decentes que había para confesarle a Nayeon que estaba un poquito enamorada de ella, va y le envía un video masturbándose...

El romance estaba muerto.

Nayeon la miro sin expresión todo el rato esperando a que por fin pudieran hablar, Mina carraspeo.

—Quiero preguntar... ¿Estás molesta conmigo por el video que te mande o porque te desperté a las tres de la mañana?

—Estoy molesta contigo porque preferiste masturbarte en el baño de alguien más antes de venir aquí y acostarte conmigo de verdad, idiota. —contestó con obviedad.

Mina se pasmó por un segundo, tal vez más, sintiendo un nerviosismo empezar a recorrer por su cuerpo.

—Oh...

—Oh... —Nayeon le arremetió y se burló un poco de su tono de voz.

—¿Soy una idiota, cierto? —soltó una risita nerviosa, haciendo a Nayeon sonreír.

—Lo eres, pero quizá también yo lo sea, quiero decir, me gustas después de todo. —se encogió en hombros comenzando a reír.

La menor subió sus manos hasta la cintura de su Unnie haciendo que esta se recostara un poco sobre su pecho.

—Debí decirte que me gustabas desde hace mucho antes, ¿no?

—Hmm, tal vez, pero yo también pude haberte dicho algo. —Nayeon se inclinó un poco para repartir suaves besos por la mandíbula de la menor, sus mejillas hasta llegar a sus pómulos y sus ojos, porque Mina aún seguía medio adormilada. —No puedo creer que las personas en redes sociales nos hayan hecho llegar a esto. —finalizó dándole por darle un pico en los labios.

—Yo no les daría tanto crédito. —se estiró para que su Unnie volviera a darle un pequeño beso. —La gente shippea todo lo que ve hoy en día. Aunque ahora me siento mejor de no tener que fingir más, ya que vamos a ser una pareja de verdad.

Nayeon se separó del beso por un segundo para sonreírle de esa forma que hacía que brillará más que la luz del sol, Mina la miró medio embobada por un segundo antes de volver a besarla por completo, esta vez más animadamente que antes y de forma más necesitada.

Mina deslizó una de sus manos para sostener una de las piernas de Nayeon, al sentir la piel lisa y suave bajo su tacto cayó en a cuenta de que su Unnie estaba en bragas... En bragas y encima de ella...

La menor se preguntó por un segundo si esto era la realidad, ¿o tal vez era un sueño? Porque ¿honestamente? ¿Su Unnie en bragas encima de ella y besándola? Sonaba a algo con lo que fantasearía.

Pero Mina pronto se dio cuenta de que esto era de hecho muy real, cuando sintió una pequeña punzada de excitación sobre su miembro, cuando sintió el movimiento de caderas descarado y adrede por parte de Nayeon, haciendo que su trasero se rozara contra la erección matutina de Mina.

La menor soltó un jadeo en la boca de la mayor, a lo que este sonrió complacida, Nayeon siguió moviendo sus caderas en círculos por un largo rato, consiguiendo que se frotara con la entre pierna de la menor cada vez.

—Mmm, Unnie...

—¿Hmm?

—Por mucho que me encante eso que estás haciendo, ah, —y para hacer énfasis en sus palabras, simuló unas pequeñas embestidas al compás de los movimientos de Nayeon. —Mmm... No tengo lubricante, así que...

—Ah, no te preocupes por eso ya he hecho esa parte por ti antes. —jadeo contra su boca antes de morder el labio de Mina con fuerza.

La menor arqueó las cejas en grata sorpresa, y para comprobar lo que Nayeon le había dicho, simplemente en un movimiento rápido le bajo las bragas a la mayor, dejando al descubierto su trasero, y con toda la delicadeza y cuidado que su impaciencia le permitió, deslizó uno de sus dedos en la apretada entrada de la mayor para comprobar que de hecho sí, ya estaba mojada con lubricante y algo suelto.

—Maldita sea, ¿Quieres matarme? —jadeo con una sonrisa socarrona, curvando sus dedos en el interior de Nayeon para poder llegar a su punto dulce.

La mayor soltó un jadeo apagado contra la boca de Mina, quien había encontrado su punto dulce relativamente rápido, tal vez era porque sus dedos eran de todas maneras largos ¿Quién sabe?

—¿Y qué querías que hi-hiciera ah después de que me mandaste ese video? ¿Hmm?

—¿Así que te estuviste toqueteando, pensando en mí, Unnie? ¿Es así? —la azabache murmuro contra su oreja, metiendo un segundo dedo dentro del apretado calor de Nayeon, haciendo movimientos más rápidos, al mismo ritmo de las caderas de la coreana.

—Joder, sí, sí, —asintió frenéticamente. —Estuve pensando en eso toda la noche...

Y es que, Mina estaba tan acabada con la idea, con la simple idea de imaginarse a Nayeon deslizando sus bonitos dedos a través de su apretado agujero mientras veía aquel video que le había enviado.

—Definitivamente, quieres matarme. —gruño con una sonrisa, comenzando a quitar la sabana que las separaba, Nayeon apoyo sus rodillas en el colchón para que a Mina le fuera más fácil quitar las sábanas.

Si la menor hubiera tenido las fuerzas suficientes, seguramente habría terminado por voltear a Nayeon contra el colchón, pero aún seguía con la resaca y estaba un poco débil por el dolor de cabeza.

—Espera, espera, no te muevas, déjame hacer esto por ti, bebé. —pidió Nayeon, separándose brevemente de los labios de Mina, y comenzó a bajarle los pantalones de chándal antes de quitarse sus boxers. —Quiero estar arriba. —le guiño el ojo y se posicionó.

La castaña primero se aseguró de colocar el condón que había tenido preparado en el miembro de Mina, luego alineó la punta del miembro de la menor hasta su entrada, metiéndose solo unos pocos centímetros antes de volverla a sacar, riéndose un poco de la expresión frustrada y ansiosa de Mina cuando lo hizo un par de veces más, fue hasta que finalmente Mina la tomo con fuerza de las caderas haciendo que terminara por meterse su miembro por completo de una estocada.

Nayeon soltó un alarido entre dolor y sorpresa, pero se recuperó casi de inmediato, volviendo poco a poco llevar el ritmo de los movimientos.

Mina por un momento pensó que esto era tan injusto, ella todavía se sentía un poco débil y le dolía la cabeza, apenas tenía fuerza para moverse correctamente, mientras que Nayeon estaba felizmente montando su polla. No es que Mina se quejara por eso, de hecho, la vista que tenía enfrente de ella era maravillosa...

Mirando embobada y sin aliento a la expresión completamente pecaminosa de Nayeon, antes de bajar la vista para ver su miembro entrar y salir del apretado calor de su Unnie.

Lo estaba tomando tan jodidamente bien...

Pero Nayeon parecía quererle molestar el día de hoy, al tenerla al borde del orgasmo en varias ocasiones, pero sin dejarlo acabar volviendo a ralentizar sus movimientos solo para frustrar a Mina.

—¿Q-quieres correrte, Minari? —preguntó, comenzando a sentir las gotas de sudor descender en su espalda y en su cuello. —¿Quieres c-correrte?

—Joder, sí, sí, sí... —contesto sin aliento. —Por favor, Unnie Ah...

Nayeon sonrió satisfecha, apoyando sus manos en el pecho de la menor para impulsarse y follarse mejor con la polla de Mina.

No pasaron más de unos segundos antes de que Nayeon terminara por correrse, sintiendo todo su cuerpo estremecerse y sufriendo algunos pequeños espasmos que le hicieron apretar más deliciosamente la polla de Mina mientras la montaba hasta que la menor termino corriéndose tan duro, gritando su nombre y algunas maldiciones.

En unos segundos más, la coreana termino por desvanecerse contra el pecho de la menor, besándose perezosamente y riendo débilmente, antes de que las dos cayeran dormidas.