008. Es tu decisión, Ry.
"Te haría saber que siempre eres bienvenida para que así nunca te fueras"
— I Would.
20 de Diciembre, 2008.
—¡Mamá, solo es Ry! —Chilló Justin desde el otro lado de la pantalla. Pattie lo había avergonzado con preguntas sobre una chica que no comprendí muy bien su nombre, a lo que fruncí el ceño ligeramente. Hasta que el le aclaro que solo era yo en Skype.
—¡Hola Riley! Me da mucho gusto verte, ¿como han estado? — Saludó Pattie con aquella sonrisa maternal que tanto la caracterizaba.
—Muy bien tía Pattie, justo le estaba diciendo a Justin que vamos a viajar mañana para las fiestas.
—¡Eso es genial Ry! Me alegra saberlo, bueno... Tu madre ya sabe, ustedes pueden pasar las fiestas con nosotros como todos los años, no hay problema.
—Se lo diré, aunque estoy segura que no había ningún cambio de plan, tradiciones son tradiciones. — Reí recordando todas las navidades que había disfrutado con Justin, quizás no eran regalos demasiado costosos los que obteníamos, pero ambos sabíamos como disfrutarlos y pasar un buen tiempo juntos.
— Bueno, te dejo... Tu no te das cuenta, pero Justin me esta mirando algo feo, esta ahogado por contarte todas las noticias de aquí, ¡y vaya que noticias! — Exclamó.
—Mamá... - Balbuceo Justin.
—De acuerdo, entiendo. —Alzó sus manos. — Adiós Riley, tengan un buen viaje y por cierto, me he enterado que te esta yendo bien por allá, hemos visto la entrevista el otro día por Internet, incluso la grabamos, me alegro muchísimo por ti.
—Gracias tia Patt, mientras mejor me vaya aquí mas pronto estaré en Canadá para ir a controlar a Justin. — Pattie rió e hizo un gesto de despedida con su mano mientras se retiraba de la vista de la cámara.
—Por fin, una vez que mamá entra a la conversación es difícil que salga. — Solté una carcajada. —Estoy emocionado por estas fiestas, creí que seria la primera vez que no la pasaríamos juntos, incluso ya estaba haciéndome la idea y había estado creando un plan para ir a visitarte, pero me temo que eso ya no es necesario y lo guardare para la próxima vez.
— ¿Qué plan? — Pregunte interesada.
—Lo siento, no puedo compartir esos datos contigo, pero hay cien por ciento de probabilidades que funcione si lo pongo en marcha.
— Justin... — Reí. —Cuéntame sobre ti, escuche a Pattie mencionar a una chica. — Alce mis cejas de arriba hacia abajo. —¿Estas viéndote con alguien y no me lo has dicho?
—¡No! - Alzo la voz. —No estoy saliendo con alguien... No es nada... Ya sabes como a mamá le gusta exagerar las cosas, solo es una compañera de curso que vino el otro día por una tarea, pero nada mas. — Explicó rápidamente, donde pude notar cierto nerviosismo en su voz.
—¿Seguro? ¿No estarás mintiéndome Justin Drew? — Entrecerré mis ojos.
— Lo prometo Ry, sabes que eres la única. — Reí con mis mejillas levemente rosas. — ¿Y tu como vas con el chicle rubio?
— ¿Christian? —Justin asintió del otro lado de la pantalla con un semblante serio. —No lo llames así. —Regañé. — Somos amigos, nos llevamos mejor de esa forma. — Alce mis hombros restandole importancia. — Realmente no me gustaba mucho, probablemente fue el hecho de que era el primer chico que se me acercaba y no me veía como una niña con quien jugar a hacer fuerza de brazo sólo para ganar porqué tengo menos fuerza y esas cosas que suelen hacer ustedes conmigo, que llamó mi atención.
— Yo no te veo como la chica con quien solo juego a fuerza de brazo para ganar. — Frunció el ceño. — Digo, eres linda...
— Pero me ves solo como tu amiga. — Solté y Justin asintió dándome la razón segundos mas tarde. — ¿Ves? A lo que voy es que Christian era el primer chico que se había acercado a mi con otras intenciones.
—Ya veo. —Y el silencio inundo el ambiente. ¿Por qué cada vez que hablábamos acerca de estos temas, sentía que había algo mas? Si tan solo pudiera leer la mente de Justin.
—Entonces, ¿que vas a querer para Navidad? —Cambie de tema antes de que el silencio se hiciera más incomodo aún.
—No lo se, creo que nada, con que estés aquí es un regalo suficiente.
— Eres tan lindo... — Alagué su forma de ser conmigo y pude ver como se avergonzaba levemente. Era bueno saber que podía devolverle ese afecto que el causaba en mí cuando decía cosas lindas. —De todas formas te llevaré algún regalo.
—Está bien... Yo ya tengo el tuyo.
—¡¿Qué es? — Grite entusiasmada.
— No te lo diré Ry, es sorpresa pero estoy seguro que te encantara.
—¡Justin no me hagas esto! Sabes lo histérica que me pongo cuando se trata de sorpresas y esas cosas. — Lo escuche reír mientras sus hoyuelos se marcaban a ambos lados de su boca.
— Lo se y es divertido ver tu sufrimiento.
—Te odio. —Le dije mientras me cruzaba de brazos fingiendo molestia.
—No es cierto, me amas.
—Sí y te odio por eso. — Respondí y ambos reímos luego. El timbre de el departamento donde me hospedaba sonó y seguí con la mirada a mamá mientras abría, en el umbral de la puerta apareció Scooter y supe que era el fin de la video llamada. — Justin, ha llegado Scooter, de seguro tiene noticias así que tengo que irme.
—Está bien Ry, me cuentas luego ¿sí? — Asentí con mi cabeza. — Te quiero, nos vemos pronto.
— También yo Justin, adiós. —Me despedí y cerré sesión. Vi como Scooter se acercaba a mí y me saludo mirando curioso la pantalla de mi computador. —Estaba hablando con Justin, le estaba contando que viajaríamos mañana para las vacaciones y que muy pronto estaremos de vuelta viviendo en Canadá.
— ¿Justin tu amigo, que es más como el novio? —Preguntó Scooter y supe que lo hacía solo para molestarme. Desde la primera vez que vino que él y Ryan no habían dejado de generar preguntas y bromas sobre él, otro motivo más para que lo de Christian y yo no funcionara. —No te molestes Ry, pero es la verdad, cualquiera que no supiera que son amigos hace años pensaría lo mismo que yo.
— Somos sobre-protectores el uno con el otro, es todo.
—Pero él lo es mucho más. —Rodé los ojos. —Está bien, ya no digo nada más. — Alzó sus manos. —He venido porqué hay algo que debo plantearles y no es algo fácil...
—¿Qué ha sucedido? —Mamá se sentó a mi lado tomando mi mano entre las suyas, mientras ambas mirábamos con atención a Scooter. — ¿Ha pasado algo malo?
—No Kath, tranquila, de hecho tengo buenas noticias... A la disquera le han fascinado los demo que hemos enviado y quieren que comencemos a grabar el disco de Ry apenas terminen las fiestas. — Anunció mi manager con una sonrisa contagiando a mamá y a mi. No podía creerlo. Habíamos esperado por una respuesta hace algunos días y había perdido la esperanza de que fuera una positiva debido al tiempo que tardaron en dar un veredicto.
— ¿De ver-verdad?
— ¡SÍ! Están contentos con tu voz Ry, apenas te escucharon les encanto. —Mamá sonrió dándome un abrazo. Aún estaba perpleja, ni siquiera podía dejar de sonreír. —Y bueno, debido a eso... Estuve en conversaciones con los gerentes y ahora que viajaran a Canadá por unos días, creo que es el momento justo para que lo piensen bien. —Fruncí el ceño ante su cambió de tono, de uno entusiasmado a uno completamente nulo. — Se que les dije que viajar aquí era temporal y que luego podrían regresar a Canadá si Riley tiene el éxito que esperamos, pero la gente que trabaja tras Island Def Jam ha recomendado que si quieres tener más oportunidades para lograr una carrera consolidada, lo mejor es que se vengan a vivir definitivamente a Atlanta.
—¿Vivir aquí? ¿Estas hablando enserio? —Murmure incrédula.
—Se que es difícil Riley, por lo mismo no quise dar una decisión hasta hablarlo con ustedes, se lo mucho que significa Canadá para ti, allí está toda la gente que quieres pero a veces se deben hacer sacrificios para lograr tus objetivos.
— Yo... Ni siquiera se que hacer... ¿Mamá? — Miré a mi mamá quien estaba mirando un punto equis de la habitación. Cuando la llamé, sus ojos me miraron con atención.
—Es tu decisión Ry, sabes que te apoyare en lo que decidas. — Eso no ayudaba de mucho, pero no quise decirlo.
—Lo mismo que tú mamá, Riley. Lo que decidas estará bien, sin presiones. —Scooter apoyo su mano en mi hombro en señal de soporte. — Lo único que querré siempre es que tu estés segura y cómoda con las decisiones que tomes.
—Pero...
—Ry, no te empujes a tomar una decisión ahora, ve a Canadá y tomate tu tiempo... Se que no quieres dejar a la gente que quieres atrás, podrás ir a visitarlos en tus semanas libres, incluso podemos traer a Justin aquí cuando esté de vacaciones... Hay solución pero quiero que lo pienses.
Estaba dividida. Si me quedaba aquí podría conseguir lo que tanto había costado, pero eso me mantendría lejos de mi familia, de Justin... Le había hecho una promesa y no quería decepcionarlo.
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