Alex, ¿Por qué carajos estas cortando MI cabello? – replico muy molesta Lessa.

Para que cuando los científicos del futuro, clonen gente estúpida, clonarlas a ustedes - sonreí maliciosamente y carcajee.

Hay Alex – negó con la cabeza Leah y esbozo una sonrisa.

Jajaja si fuera gente estúpida tendrías que clonar a toda la clase – dijo Nat.

No lo haría Nat – se burló Lessa.

¿Quién dice? – replique molesta.

Yo – me desafío ella.

Una apuesta que a que lo hago – respondí.

Perfecto – sonrió de costado y yo a ella así se finalizó el trato. Tendría que recolectar un mechón de cada chico de mi clase.

¿Cómo lo piensas hacer? – pregunto Leah.

No lo sé pero de que lo hago lo hago – respondí.

Tienes 5 días y el reloj ya empezó a correr – se burló Lessa.

Si, si claro - reí.

***

Tercer día

Prepárate para perder Lessa - le dije.

Si, si claro – se burló.

Solo me faltan 5 mechones y acabo – respondí.

Ella me miro muy sorprendida y casi escupe la comida que tiene en la boca pero recupera la cordura y se la traga provocando un sonido molesto. 

¿De quiénes? – pregunta Leah emocionada.

De Max, Josh, Noé, Sasha y el chico nuevo – respondí sin importancia.

Mira allá esta – lo apunto Nat ya que iba entrando al salón.

Me pare y me acerque.

Hey, hola, ¿Me das un poco de tu cabello? – pregunte tranquila. El me miro extrañado.

No – respondió.

¿Por qué no? – le volví a preguntar mientras él se sentaba en su asiento.

Porque no – me volvió a responder.

Por favor – le pedí haciendo la cara más tierna que me saliera, bueno que tenía a mi alcance.

NO – me respondió riendo y negando con la cabeza.

No sabes en lo que te has metido –le dije intimidante.

¿A qué te refieres? – pregunto notablemente asustado, trago saliva y le sonreí cínicamente.

Ya verás – extendí la sonrisa y me fui donde mis amigas.

Jajajaja, yo no veo un mechón- se burló Lessa.

Cállate, no quiso pero no sabe en  lo que se ha metido – apreté la mandíbula molesta y mis tres buenas amigas se burlaron de mí.

La profesora de biología entro, hablamos de los tejidos animales, realmente no tomo nada de atención en ninguna clase, así que porque hacerlo en esta.

El timbre sonó y con ello toda la clase salió corriendo excepción de mis amigas, yo y el chico nuevo con su amigo de carpeta, Josh.

Chicas vallan yendo yo tengo que hacer algo – les comunique ellas asintieron y se fueron.

Me acerque hasta ellos me posicione justo en frente de su carpeta y capte la atención de ambos.

Hola chicos – dije sonriéndoles.

Hola Alex – me saludo Josh mientras su amigo continuo guardando sus cosas.

¿Me podrías dar un poco de tu cabello, Josh? – le pregunte.

¿Por qué? – me devolvió la pregunta.

No lo sé, estoy loca – me encogí de hombros y el cogió las tijeras y se cortó un pequeño mechón de su cabello rizado.

Gracias- le agradecí y desvié mi vista hacia su amigo el cual se percató.

¿Qué? – me pregunto. Bufe molesta por su actitud.

Es tu última oportunidad, si no me das un pequeño mechón, veras de lo que soy capaz.

Mejor dale el cabello – le aconsejo Josh – te ira mal.

Pues no le tengo miedo – respondió. Volví a bufar y me fui.

Me dirigí al laboratorio, entro y me percato de que no hubiera nadie, me acerco a los estantes de botánica y encuentro lo que busco, lo saque, lo metí  en mi casaca con cuidado y salgo a la cafetería.

Alex ¿Qué traes en ese sobre? – me pregunto Lessa cuando llego a su lado.

Es una planta que produce que se te hinche la mano y te de alergia – respondo entusiasmada.

¿Quién es la victima ahora? – pregunto Leah.

Porque siempre tiene que haber victimas – contesto herida, Leah me mira obvia.

Está bien…- dije fustada – el chico nuevo no me quiere dar un mechón de cabello. Ellas solo rieron.

Si quieres actuar te quedan – Nat miro su reloj – 7 minutos – asentí, me pare y me dirigí al salón.

Entre y esparcí la planta en su mochila porque la dejo abierta, tonto, el timbre sonó y me fui corriendo a mi asiento, todos entraban de poco en poco hasta que entro el profesor y cerró la puerta.

Bueno alumnos saquen su cuaderno y copien lo que yo escriba en la pizarra – la mayoría asintió y sacamos los cuadernos.

Polinomios, escribe en el pizarrón de título.

Mierda – se escuchó un grito. El profesor volteo alarmado y miro de quien provino el grito – profesor me pican las manos – dice con una mueca de dolor.

Pero que le paso, no importa, venga – lo paro y se lo llevo un poco más corriendo a enfermería.

Todo está muy callado como por 5 minutos y ahí vuelve a entrar el profesor muy molesto.

¿Quién fue? – pregunto muy enfadado fulminando a todos con la mirada.

Nadie respondió.

A su compañero lo han llevado de emergencia así que ¿Quién fue? – volvió a preguntar.

Yo vi a Alexandra entrar antes de que tocara la campana – hablo Sasha, agh estúpida.

Sí, pero eso no quiere decir que fuese yo – respondí molesta.

Sasha se acercó a mi sitio, rebusco entre mis cosas y saco el sobre donde había guardado la ortiga, mierda.

Señorita White como usted entenderá…- empezó a hablar.

Si, si solo deme la hoja de castigo – lo corte.

Cuarto día

¿Ahora si me vas a dar un mechón? – le pregunte cansada a Dylan, el chico nuevo.

Ya te dije que no, ¿Para qué lo quieres? – me pregunto fastidiado.

Para nada en especial – le respondí.

Entonces, NO – se paró y se empezó a ir.

Está bien, si lo quieres así – susurre.

Tome impulso y me tire a su espalda, provocando que él se callera y se golpeara la cabeza.

Leah pásame unas tijeras – le grite para que me escuchara.

Ella asintió y me las pasó, le corte un pequeño mechón, sonreí autosuficiente y me pare.

Gracias – le dije dejándolo tirado y con todas las miradas posadas en él.

Ok, solo me falta un mechón y termino – le dije sentándome en la mesa junto con mis amigas.

Agh – bufo Lessa a lo que le sonreí.

Quinto día

No me toques – chillaba sasha mientras la acorralaba en el piso para cortarle un mechón.

Deja de chillar me vas a dejar sorda – le grite.

¡Auxilio! Alguien ayúdeme, esta estúpida me quiere hacer daño – empezó a gritar.

Saque las tijeras de mi bolsillo y le corte un pequeño mechón rubio.

¿Qué está pasando aquí? – pregunto el profesor de literatura, genial.

Esta, digo ella va a ser brujería conmigo  – chillo Sasha, mentirosa. Bufe, no me iría mejor si decía la verdad así que mejor quedare callada.

Si, lo sé a detención – rodé los ojos y me fui a la sala de detención, ya que era hora de salida.

Entre y me di cuenta de que solo estaba ahí un chico al cual nunca había visto y yo, la hora transcurrió silenciosa y tranquila.

Ya se pueden ir – anuncio la profesora de francés, una buena mujer con la cual no tenía problemas.

Me levante, y me dirigí al portón de la escuela no sin antes pasara por la cafetería donde deje mis cosas tiradas por el incidente que paso con Sasha.

Hey, hola – me saludo Daniel  antes de que saliera.

Hola – le respondí.

 ¿Por qué recolectabas mechones de cabello?- me pregunto curioso.

La verdad… no lo sé, pues porque supongo que estoy loca – respondí quitándole importancia.

Se acercó más a mí, me sujeto del mentón provocando que yo subiera la mirada y me encontrara con la suya.

De una buena manera, eres diferente y eso es bueno – me solté de su agarre y me fui corriendo como alma que lleva el diablo.