El hermoso cabello de Taeyeon estaba siendo acariciado por su novio, mientras ella le sonreía dulcemente.

Baekhyun y ella, eran la pareja más popular de la universidad. Causaban envidia de cualquier persona, puesto que había muchas chicas enamoradas de él y apostaban a qué chicos igual. De la misma manera hombres y mujeres admiraban la increíble belleza de Taeyeon, entre esos admiradores se encontraba Do Kyungsoo.

Cosa que quedó muy en claro a varios de los estudiantes justo cuando dejó la carta en el casillero de la rubia que, casualmente, era su vecina o al menos hasta ese día.

Do Kyungsoo no se cansaba de admirar la sonrisa de la mujer, su hermosa voz y lo preciosa que era. Y eso se atrevió a decírselo el día que se mudó, sólo que lo hizo por medio de una carta.

Cuando Taeyeon llegó a su hogar, se despidió de un beso en la boca de su novio y entró. Tuvieron una pequeña discusión cuando el joven se enteró que había un chico rondando a su novia. Cosa que dejó pasar cuando su chica le dijo que no tenía nada de qué preocuparse.

Al llegar a su habitación se acostó en la cama y miró el techo de su habitación, pensando en que diría la carta que Do Kyungsoo le dejó en el casillero. No la leyó, se la entregó a su novio totalmente sellada.

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Baekhyun es el chico más dulce, inteligente y guapo de toda la universidad. Su amabilidad no es fingida como la de otros chicos populares, era por eso que todos querían ser su amigo.

Al entrar a su habitación miró la carta que Do Kyungsoo le dejó a su novia. Ahora entiende porque todo el tiempo lo miraba mal cuando estaba a su lado. También le queda claro el porque nunca quiso ser su amigo y lo ignoró las veces que lo saludo, era obvio, estaba enamorado de su novia.

Abrió la carta y empezó a leer mientras el reproductor de su teléfono sonaba aleatoriamente.

"Querida Taeyeon…

Tal vez estés confundida por está carta. No somos amigos, solamente éramos compañeros y vecinos, de eso que nunca se saludan.

Tengo algo que confesarte y no quería irme hasta que lo supieras, pues siempre que te veía lo pensaba y los sentimientos me estaban ahogando"

—Bastardo —murmuró el chico tratando de controlar su furia. Respiró hondo y continúo.

"Amo la manera en que tu cabello se mueve con el viento, también la manera en que es increíblemente largo y rubio. Me gusta la manera en la que sonríes y cuando tus ojos se hacen chiquitos por ello.

No es que sea un acosador, pero da la casualidad que siempre te vi con tu novio cuando estaban sentados en la puerta de tu casa. Ustedes se daban besitos en la nariz y yo siempre quise hacer eso.

¿Sabes? Me gusta como hueles, la vez que tuvimos un trabajo en equipo siempre olías a vainilla, es realmente embriagante ese olor. ¿Qué perfume usas? Por raro que suene, quisiera usarlo.

Tengo otras dudas, unas más grandes que otras. Empezaré con la que más me intriga.

¿Qué tipo de brillo labial usas? Él se veía encantado de probarlo cada vez que te lo ponías.

¿Qué tipo de música escuchas? Él compartía audífonos contigo y lucía tan sonriente.

¿Cuál es tu comida favorita? Él siempre llevaba algo en una bolsa y quería saber que era.

¿Por qué no puedo dejar de pensar en lo que sabrán tus labios?

Realmente sí tengo respuesta a esa pregunta."

Para este punto Baekhyun quería correr a buscarlo y darle una paliza, ¿había besado a su novia?

Estaba dispuesto a mostrarle un lado de él que nadie vió. Sin embargo, la línea siguiente hizo sentarse y quedarse en shock.

"No puedo dejar de pensar en tus labios porque seguro saben a él…

En este punto debes estar algo confundida, pero realmente estaba interesado en ti porque me hubiera gustado lucir y ser más como tú. Tal vez, así se fijaría en mí.

Me siento terrible por confesarte esto de la siguiente manera, pero necesitaba hacerlo para dejar de sentirme culpable.

Cuando él acariciaba tu cabello y veía tú sonrisa coqueta, me imaginaba su tacto. Sus manos lucen mágicas, dime ¿se sienten así?

Soy una persona horrible por hacerte estás preguntas, pero no puedo evitarlo.

Me gusta pensar en que hice lo correcto al no atravesarme con ustedes, sobre todo sabiendo que tu novio, bueno, no solo ha tenido novias. Pero… ¿por qué me siento tan destrozado?

¿Te puedo pedir algo?

Sigue siendo tan increíble como eres porque él se ve tan feliz a tu lado y mientras él sonría sabré que hice lo correcto".

Baekhyun sintió un nudo en su garganta al terminar de leer aquella carta. No era una confesión para Taeyeon, era una confesión para él.

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La vida pasó muy rápido para todos, incluyendo para Do Kyungsoo que ahora estaba a nada de terminar otro doctorado en leyes. El tiempo hizo su trabajo y ahora con 28 años lucía aún más apuesto que nunca. Aún se ríe cuando pensó que un cabello rubio y una apariencia femenina atraería al hombre del cual estaba enamorado en ese entonces.

Tomaba su café en su lugar favorito mientras veía a la gente pasar de un lado a otro, sin embargo, el sonido de la campana del establecimiento lo hizo salirse de esos pensamientos que le sacaban una sonrisa.

—¿Kyungsoo? —La aterciopelada voz lo hizo girar. Allí frente a él, se encontraba la misma cabellera larga y rubia que tanto envidiaba—. ¿Me recuerdas? Soy Taeyeon.

—Claro que te recuerdo.

—Oh —la mujer contestó con un sonrojo y una sonrisa tímida—. No creí que fueras a reconocerme.

—Nunca podría olvidarte —Kyungsoo sabía exactamente por qué decía eso, de lo que no estaba seguro era de la timidez de la mujer. Esperaba algún tipo de resentimiento o algo así—. ¿Gustas un café?

—¿No molesto a tu pareja?

Kyungsoo sonrió—. Para nada.

La plática entre los dos adultos fue muy amena. Compartieron cosas de su vida y a Kyungsoo le encantó saber cómo aquella mujer estaba siendo tan exitosa en el mundo de los negocios. Le contó acerca de algunos ex compañeros y el hombre no pudo evitar hacer la pregunta.

—Y…. ¿Sabes algo de Baekhyun? —Hace tanto que no pronunciaba ese nombre.

—Después de la carta él y yo terminamos —dijo tímidamente—. Pero seguimos siendo buenos amigos.

—Lamento ser el causante.

—No fue fácil para él saber lo que sentías por mí, supongo.

Kyungsoo se sintió confundido—. ¿No leíste la carta? —La mujer negó— ¿Él…?

—¿Kyungsoo? —No era cualquier voz, era esa voz que amaba escuchar a lo lejos, esa voz que le decía te amo a la preciosa mujer de enfrente.

—Baek —respondió la mujer a pesar de que no fue la mencionada—. Estaba esperándote, sólo que tardaste y me acerque a Kyungsoo cuando lo reconocí.

Pasaron años, tantos años y aún así, el imponente Do Kyungsoo sentía que las piernas le temblaban. Aquel hombre sabía su verdad.

—Yo… tengo que irme —Con nerviosismo el abogado se levantó de la mesa y con reverencias torpes se despidió—. Un gusto verlos.

Salió de lugar de manera rápida, pero no contaba con que el hombre que lo tomó de la mano fuera más rápido.

—Espera…

—Yo —estaba sonrojado, realmente no quería verlo a la cara. Moría de vergüenza—. Tengo que irme.

—¿Aún quieres besarla? —preguntó Baekhyun, quien no estaba dispuesto a soltar hasta obtener respuesta.

—Fue una estupidez de jóvenes ¿Podemos dejarlo pasar? —Baekhyun sacó su teléfono y se lo entregó a Kyungsoo dejándolo confundido—. ¿Qué quieres que haga con esto?

—Apunta tu número, quisiera que saliéramos algún día.

—¿Qué? —Se sentía un poco mareado por la situación, ni en sus peores pesadillas creyó encontrarse con su crush de joven.

—Kyungsoo, tus letras se quedaron grabadas en lo más profundo de mí por estos años. Me gustaría conocerte y que me conozcas.

—Baekhyun…

—Y espero que sigas queriendo saber a qué saben mis labios, pero no por medio de ella.

Kyungsoo sonrió. Tuvo un enamoramiento por Taeyeon, pero no de esos románticos, era una admiración tan indescriptible sólo por estar hipnotizado por el hombre que ahora tenía frente a él.

Apuntó su número y Baekhyun le dio un pequeño beso en la mejilla, además de la promesa que le marcaría para que salieran.

Odia admitirlo, pero el corazón se le acelera y está seguro que nada lo calmara.