Día 271:

Olor a pintura combinado con el de la humedad. Una explosión de colores sobre un viejo delantal. Magníficos girasoles otorgándole vida a una deprimente pared. Una paleta asquerosa de fresa y... un café intenso... un café con tintes amarillos y verdosos.

Una maravilla.

Los mismos ojos que me observaban bajo el roble.

La misma incertidumbre camuflada bajo infinitas capas de plenitud.

Brezo...

He encontrado a la creadora de los girasoles, que muchas veces me atrapo a mi mismo observando fijamente por lo que me parecen horas, y ni siquiera soy capaz de escribir su nombre.

No estoy seguro de si me alegra tal improviso.

¿Quería que el misterio dejará de ser un misterio?

Si...

No...

NO LO SÉ.

Se acabó el preguntarme qué hay detrás de una persona que crea maravillas en rincones prohibidos de una universidad. O sí que puedo seguir preguntándomelo.

Mi cabeza duele ahora mismo. Demasiados sucesos en un día.

¡Jodido Foster! Me ha arruinado el regalo de Mila Rose, aunque, me ha llevado a un caótico encuentro... y tal vez, no saber no esté bien.

—Wander.

Aquí Saúl reportándose.

Que tengan un bonito dia/noche. Se merecen el cielo y todo lo lindo del mundo 🌻💛