🌻;; 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟼
❝ Sólo te pido una cosa: Mira las estrellas, son como obras de arte, flotando sobre el suelo... Tú me recuerdas a ellas. ❞
⋰✨╞═╛🌻╘═╡✨⋱
𝙻𝚞𝚗𝚎𝚜
Era lunes por la mañana, estaba totalmente casado de caminar hasta la cafetería con ese girasol dentro de mi chaqueta y con esa característica nota que dejaba siempre. Después de lo que pasó con mi moto, traté todo el fin de semana de buscar una manera de ganar dinero.
Pensé siendo niñero del bebé de mi vecina, la señora morza. Pésima idea, me pagó 20 rings. ¡Necesito una forma de ganar dinero más rápido!
─ ¿Y si repartes el periódico? ─ Me hablaba Silver que caminaba a mi lado junto con Tails.
─ ¿Periódico? Piensa algo mejor. ─ Le reclamé al albino masajeando suavemente mis sienes con mis manos por el estrés que ahora estaba impregnado en mí.
─ Oye, ¿Y si trabajas con Knuckles? ─ Propuso el zorro de 19 años, llamando nuestra atención.
─ ¿Por qué con él?
─ Silver, recuerda que Knuckles es dueño del gimnasio más reconocido de Green Hills, y aún no tiene ayudantes que lo apoyen.
─ Creo que entiendo. ─ Hablé con mi mano en mi mentón.
─ Además, recuerda que eras parte del club de atletismo en la universidad junto con Knux y Sonic. Tienes experiencia en esta clase de cosas.
─ ¿Sabes, Shadow? Tails tiene razón. ¡Puedes hacerlo! Además, recuerda que es por tu motocicleta.
Asentí con una leve sonrisa. Podría enviarle un mensaje a Knuckles para decirle la idea y ver que me dice. Era mi única opción.
Mi atención fue mucha cuando ví a esa eriza entrar a la cafetería que estaba a unos dos metros de nosotros. Mi corazón empezó a correr por tan sólo verla.
─ Y ya lo perdimos. ─ Comentó Silver por ver mi rostro sonriente por la felicidad que me causaba esa eriza amarilla.
─ Bueno, como sea, voy a desayunar. Los veo después.
Me despedí de ellos con un ademán de mano, acelerando el paso hasta entrar a "Cherry Bomb", percibiendo ese olor a café recién hecho por la mañana. Mi vista fue hacia la mesa donde estaba ese jarrón con unos cuatro girasoles, los cuales había dejado hace varios días.
Me acerqué para dejar ese nuevo girasol en él, acomodando la nota que tenía en el tallo. Al cumplir mi tarea me encaminé a una mesa y pude ver que estaba María tecleando en su teléfono.
─ Hola, Linda. ¿Cómo te encuentras? ─ La saludé amable, viendo que ella me sonreía y dejaba su teléfono en la mesa.
─ Hola, Shady. ─ Mi respiración se aceleró por oír ese apodo que ella me puso. Ella es sin duda alguna la chica más adorable que ví.
─ Oye, ¿Y qué haces aquí sentada? ─ Inicié la conversación, esperando que ella me dijera.
─ Estoy esperando a Tikal, Cream no pudo venir porque está ocupada haciendo algo de la universidad. Un trabajo importante.
─ Oh, entiendo. ─ Giré mi rostro hacia la barra dónde se encontraba la máquina de hacer café. ─ ¿Eso no estaba en la cocina?
─ Sí. Pero convencí a mi jefe de que se colocara aquí. ¿Quieres café?
─ Oye, ¿Y si lo hago yo? ─ Ella bajó una de sus orejas por mi comentario, haciendo que riera por su expresión.
María aún me insistía en que estaba bien en que ella podía hacerlo, pero yo me ofrecí de todas maneras. Terminé haciendo un café negro, al cual le agregué leche y un ligero toque de canela. Eran dos tazas, y las llevé hasta la mesa donde estábamos sentados.
─ Aquí tienes, un café especial para una chica especial. ─ Pude ver su sonrisa y sus mejillas rosadas por mi comentario.
─ Ella miraba la taza con su contenido, volviendo a mirarme y después a la taza, atreviéndose a beber un poco de café. ─ ¡Wow, sabe delicioso!
─ Je, de nada. Es el café que mi madre solía hacer. Siempre me gustaba beberlo con mi hermana y ella.
─ Eso es lindo. ¿Y sólo agregaste leche y canela? ─ Asentí a su pregunta. ─ Vaya, debería intentarlo.
─ Tal vez puedas agregarlo al menú.
─ Quizás y lo haga.
Pasaba un agradable momento con ella, como pensaba desde que la ví por primera vez. Nunca pensé que podría sentirme tan agusto con una persona en toda mi vida.
Ella era la respuesta a ese pensamiento.
Pasamos la siguiente hora hablando y bromeando, algo que no suelo hacer con cualquiera que no sea Amy. Fue hasta que Tikal llegó y nos vio juntos de esa manera, viéndose en su rostro una sonrisa pícara. Una sonrisa que ruborizó el rostro de María, y que hizo que yo desviara mi mirada.
─ Perdón por interrumpir su agradable charla pero, tenemos que abrir ya. Hablas con "Shady" en un rato.
─ ¡Tikal! ─ Chilló con vergüenza la eriza frente a mi, y verla avergonzada me llenaba de ternura por su reacción.
─ Jeje me da mucha gracia verte así, María. Pero será mejor que vaya a cambiarme, y te doy más tiempo a solas con tu erizo. ─ Seguía bromeando la equidna de anaranjadas púas, avergonzando más a mi acompañante.
La observé atentamente apreciando la bella imagen que tenía ante mí. Una hermosa eriza de púas amarillas se cubría el rostro con sus manos, tratando de esconder ese color rojo delator de la pena que exponía.
Una sonrisa se escapó de mis labios.
─ Hey, tranquila. ─ Hablé con suavidad, viendo que ella retiraba de a poco sus manos para colocarlas en sus mejillas. ─ No le hagas caso. Sólo quiere molestarte.
─ A-Am... E-Está bien. ─ Hablaba apenada pero dejando aparecer una sonrisa en su rostro. Una sonrisa que derretía mi corazón.
─ ¡Robotnik! ─ Ese grito fue de un tigre usando un traje formal, mirando desde un pasillo a la eriza que me acompañaba con sus ojos color mora con intensidad.
─ E-Eh... ¿Si, Señor Tiger? ─ Se levantaba de la mesa con nerviosismo y temor, dándose la vuelta para poder verlo. Me hace pensar que su jefe es alguien difícil de tratar.
─ Te necesito de inmediato. Asunto importante. ─ Comandó cruzando sus brazos, observando como la pequeña rubia se estremecía bajo sus palabras.
─ C-Claro, Señor. P-Pero en este momento ne-necesito...-
─ Sí, sí, haz lo que tengas que hacer. Después de terminar vienes a mi oficina. ─ Se dió la vuelta pero sin moverse. ─ Y otra cosa.
─ ¿Q-Qué cosa, Señor Tiger? ─ Hablaba aún nerviosa, bajando ligeramente sus orejas.
─ El horario de trabajo es sólo para eso, trabajo. Si quieres socializar hazlo en otro lugar.
Tras decir esa frase desapareció de muestra vista, y yo me levanté para observar a María, notando su expresión de tristeza.
─ ¿Mari? ─ La llamé colocando mis manos en sus hombros, eso hizo que ella se relajara.
─ Lo odio...
─ Eso puedo verlo pero... ¿Por qué es así? ─ Ella alzó su mirada, haciendo que yo recapacitara de mis palabras. ─ O mejor no me digas jeje... Creo que no debí-
─ No pasa nada. ─ Ella sonrió con disimulo. ─ En realidad es el hermano de mi jefe actual.
─ ¡Ah, eso lo explica! ─ Ella empezó a reír por mi comentario. ─ Pero, ¿Qué hace un hombre de negocios en una cafetería?
─ Omar se encuentra en el extranjero arreglando unos asuntos personales. Dejó a su hermano a cargo hasta que vuelva.
─ ¿Omar?, ¿Es el nombre de tu jefe?
─ Sí. Él es más flexible y amable. Es como un amigo para mí. Su hermano, Eddie, es más autoritario y controlador.
─ Ya me di cuenta. ─ Le dí un abrazo a María con la intención de animarla.
─ Je, bueno , por algo es jefe de la empresa de electrodomésticos más reconocida de Green Hills. ─ Me habló correspondiendo a mi abrazo.
─ Sólo escúchame una cosa: no dejes que nadie te baje tu estado de ánimo. Eres una de las personas más alegres que conozco, y quiero que apesar de todo tengas esa hermosa sonrisa en tu rostro. ─ Por mis palabras pude observar que ella hacía lo que le dije, sonreír.
Permanecimos así unos minutos antes de separar nos y ver que la eriza me daba un beso en la mejilla y se retiraba por el mismo pasillo por donde se fue su jefe.
⋰✨╞═╛🌻╘═╡✨⋱
─ ¿Quieres ayudarme en mi gimnasio? ─ Me preguntaba el equidna que estaba mirando a los jóvenes entrenar.
─ Exacto. Recibes buena paga por eso, y yo necesito recuperar mi moto antes de que acabe la semana.
─ ¿Y qué pasa con G.U.N.?, qué yo sepa trabajas ahí. ─ Me hablaba sin comprender a qué quería llegar.
─ G.U.N. no funciona así. Después de cada misión exitosa recibimos muestra paga, y aún no he podido resolver el asunto de Scourge y Eggman. Así que hasta entonces no tengo dinero suficiente para pagar mi moto.
─ Entiendo... Así que, en resumen, ¿Quieres que te contrate para que trabajes en mi gimnasio y tengas el dinero para recuperar tu motocicleta?
─ ¡Sí! ─ Grité con desespero.
El equidna tenía una expresión pensativa, tratando de ver si puede hacerme este gran favor que necesito.
─ Ok, si puedes. ─ mi expresión de molestia y angustia de convirtió en una de gran alegría y alivio.
─ Gracias, Knux. Jamás podré pagarte lo. ─ "En realidad, no, ya que ganas dinero para mí" Me habló burlón, haciendo que mi mirada fría volviera por su pésima broma.
─ Me miraba con algo de miedo por mi mirada sobre él, por lo que fingió toser para cambiar el tema. ─ Bueno, iré a buscar el contrato. ¡Vuelvo en un momento! ─ Dijo rápidamente, casi escapando.
Me quedé cruzado de brazos y mirando lo que sería mi nuevo espacio de trabajo. Era así hasta que sentí una vibración en el bolsillo de mi chaqueta. Era mi teléfono, el cual saqué del bolsillo de dicha prenda para encender la pantalla. Un mensaje de Espio.
"Necesito que vengas a las instalaciones de G.U.N. rápido. Creo que tenemos un problema, y estoy seguro que no te gustará."
Ese mensaje me hizo poner internamente nervioso por lo que sea que sucedió. ¿Algún cambio en la misión?, ¿Otra petición del Comandante?, ¿Acaso...?
¡No, todo menos eso! No quiero imaginarme la posibilidad de que eso suceda justamente hoy.
─ Tendré que averiguarlo al llegar allá.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro