La hermosa brisa de la noche me da la bienvenida, el cielo está estrellado y la luna a su máximo esplendor, un escenario de película, mire hacia abajo, las personas parecen pequeñas hormigas y las luces de la ciudad parecen pequeñas lámparas.

"Esto es hermoso"

Dije para mí mismo en un susurro, mi madre siempre me dijo que si iba a morir, que me asegurara de que fuera en un lugar bonito, y bueno, aquí estoy, en el último piso de un gran edificio que me recibía con hermosas vistas, decidí sentarme en el borde, disfrutando del aire fresco, mis últimos respiros, revise mi celular por un pequeño sonido que esté produjo, tenía un montón de llamadas perdidas de diferentes personas, mi madre, mi padre, mi hermana, entre más personas, pero entre todas ellas destacaba un solo nombre, Loto.

Mi gran amigo Loto, o Jordán como realmente se llama, de los únicos que realmente se dieron cuenta del estado de mi mente y mis pensamientos, de los únicos a quienes realmente quiero, de los únicos a quienes realmente voy a extrañar, una pequeña y débil sonrisa surco por mi rostro, como quería a ese idiota, sería lindo decirle que en lo último que pensé antes de morir fue en el, estoy seguro que en cuanto se lo digiera me abrazaría mientras ríe con esa hermosa sonrisa que tanto amo.

Una llamada me saco de mis pensamientos, mire el nombre del contacto, viendo que la llamada era de aquel que fue mi primer amigo y a su vez mi primer amor, me decidí a contestar, por lo menos escucharía su voz por una última vez.

"Oh dios mío oh dios mío, ¡Si contestaste!, ¿¡Adam!? ¿¡Adam donde estas!?, Adam por favor, sabes que está no es la mejor manera de afrontar los problemas, siempre hay otra solución, no lo hagas"

Lo escuché gritar a través del teléfono, y aunque no podía ver su cara, sabía que estaba empapada en lágrimas, su tono de voz lo delataba.

"...Lo siento"

Fue lo único a lo que atiné a decir, me sentía culpable, culpable de hacer llorar a mi amado, pero ya no había vuelta atrás.

"No hagas esto Adam, te lo pido....por favor"

Jordán decía con la voz entrecortada, ahogándose en sus propias lágrimas, por un momento me llegó una punzada de arrepentimiento, pero decidí ignorarla.

"Jordán, por favor no llores, yo....yo te amo, te amo desdé hace como 3 años, y se que esté no es el mejor momento para decírtelo, pero no quería guardarme mis sentimientos por ti, te amo y te amare hasta mi final, perdón por no cumplir con mi promesa"

Trate de decir, pero me era difícil, mi voz se quebró y quería llorar, pero resistí las lágrimas, aún si sentía que me ardían los ojos y que quería vomitar por el nudo en mi garganta.

"...Girasol"

Tras escuchar esa palabra decidí colgar la llamada, un par de lágrimas traicioneras bajaban por mis ojos llegando hasta la comisura de mis labios, donde una sonrisa triste se formó en mi rostro.

"Te amo Loto"

Susurré mirando al cielo, el viento soplo llevándose mis palabras con el, la luna y las estrellas siendo las únicas testigos de mis palabras y de mi final parecieron brillar más, como si intentarán consolarme.

Voltee la mirada un segundo hacia atrás, las palabras de Jordán pasaron por mi mente una y otra vez, y entonces, me deje caer al vacío.

Sentía como todo a mi alrededor pasaba en cámara lenta, por un momento me sentí como "Miles Morales" cuando por fin perdió su miedo y se lanzó del edificio, la diferencia es que yo no voy a poder sacar una telaraña de mis muñecas para poder evitar que mi cuerpo choque contra el pavimento, y aunque pudiera no lo haría.

Mientras caía, un millón de pensamientos inundaron mi cabeza, mis ojos vacíos jamás podrían mostrar el como todas mis emociones me carcomen por dentro, y con ellas llegaron los recuerdos, sentí mi vida pasar frente a mis ojos, lo bueno y lo malo.

El viento golpeaba mi cara de una manera relajante e inevitablemente me termine sumergiendo en mis pensamientos y recuerdos, supongo que fue una bonita vida, que lamentable que no supe cómo llevarla, cerré mis ojos dejándome llevar por mi mente.

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