Pasaron tres meses desde que Giorno derrotó a Diavolo y se convirtiera en el jefe de Passione.

Mista era la mano derecha de Giorno en esta familia, Giorno confiaba en él como en ninguna otra persona de Passione, ni con Trish se comportaba así, abierto y confiado. A veces le dejaba proteger la flecha y de la tortuga con Polnareff.

Un día soleado, por la tarde, Mista tocó la puerta de Giorno, estaba en su habitación de la "casa" (un edificio constituido por la familia Passione). La habitación estaba bien decorada, con cuadros, una estantería llena de libros y un acuario para la tortuga, había junto a esta una caja de madera de pino, con un cerrojo y el paradero de la llave era desconocido.

-Adelante, puedes pasar. -Se ve que Giorno estaba sentado en la ventana, observando Nápoles. Mista al oír esto entra y cierra la puerta al estar adentro de la habitación Giorno se gira para observar quién es.

-Buenas tardes querido jefe.

-Mista, ya te dije que no hace falta que me llames jefe, puedes llamarme Giorno. -Ríe ligeramente, vuelve la vista a el atardecer por el fondo de las vistas, se levanta y mira a Mista.

-Oh cierto, ¿pero no sonaría raro delante de los demás?

-Pues entonces solo dilo cuando estemos solos. -Dijo Giorno con una sonrisa. Esa sonrisa junto a lo que dijo Giorno, hizo que a Mista se le acelerara el corazón, era algo que Mista jamás había sentido por otra persona. Aunque era un sentimiento de cariño y aprecio, o al menos eso quería que fuera Mista.

-De acuerdo jef... Quiero decir, Giorno.

-Mista, ¿qué te trajo hasta aquí?

-Solo, sentía la necesidad de verte... -Giorno se rió un poco al escuchar eso. -¿Qué tiene de gracioso eso? -Se sobresaltó Mista un poco ante la risa, aunque era una risa algo leve y nada burlona.

-Que eso es algo adorable viniendo de ti Mista. -Mista se sentó en uno de los sillones del cuarto, cruzando las piernas algo molesto.

-Tampoco es tan raro que venga de mí, es solo que me aburro. -Mista mentía, aunque Giorno no lo notó.

-Bueno, bueno, tampoco te pongas así, era solo una broma. -Se puso enfrente de Mista, apoyándose en la mesa. -Oye, seguramente no podamos hablar mucho ahora, te gustaría que hablemos más esta noche, aquí de nuevo claro.

-Sí, ¿a qué hora te gustaría?

-Once de la noche.

-¿¡Tan tarde!? -Exageró un poco a propósito.

-¿Te viene mal?

-No, me viene bien, ¿pero no es un poco tarde para andar por aquí?

-Para nada, tú ven aquí a esa hora y llama.

La puerta volvió a sonar, aunque no esperó el que llamó a que le dijeran "adelante" o "pase" . Era Trish.

-Buenas tardes Trish. -Dijeron Mista y Giorno a la vez.

-Buenas tardes chicos. Giorno, unos capos quieren verte, ¿quieres que pasen?

-Claro, díselo. -Mista al oír esto se levantó y se fue, dejando pasar a dos capos.

-Trish, ¿tienes hambre? ¿Comemos algo juntos? -Preguntó Mista saliendo de la sala con Trish detrás cerrando la puerta-

-Sí, venga vamos. -Sonrió un poco y empezaron a andar los dos.

En el restaurante charlaban. Mista puso comida para sus Pistols y charló con Trish, aunque solo podía pensar en Giorno en ese momento, en su risa, su sonrisa, Mista se preguntaba por qué de ese sentimiento que jamás había aparecido hasta ahora, ¿qué estaba pasando?

TO BE CONTINUED...