#NOVIERNEHDEYINYEH
El día escolar pasó bastante rápido, entre todos juntaron dinero y compraron cosas (y con cosas me refiero a comida chatarra) para celebrar mi cumpleaños. Claro que tomaban aquella celebración de excusa para perder un par de horas de clase, pero no los culpaba, me había hecho bien despejarme un rato. Lena había estado con nosotras desde que regresamos de Italia y los días se hacían incluso más agradables.
—¡Bebé, aquí! —llamó Nana tocando el claxon mientras me acercaba rápidamente al auto.
—Abuela, no tienes que llamarme bebé frente a todos mis compañeros.
—Que te he dicho de llamarme de esa forma.
—Pues si me llamas bebé, te llamaré abuela.
—Sube antes de que te agarre a trompadas —gruñó mirándome mientras reía y me sentaba en el asiento contiguo.
—Hola, sí, ¿qué tal tu día? —preguntó mamá mientras tocaba mi hombro con un solo dedo rápidamente.
—Hola mamá, bien, ¿y el tuyo?
—Hola.
Giré a ver y sonreí al verla.
—Hola Jess.
—Te diré feliz cumpleaños en cuanto salga del auto y pueda abrazarte.
—¿Dónde estabas por la mañana?
—Arreglando unos tramites.
—¿A las siete de la mañana?
—Eran trámites importantes, niña.
—Como sea, vamos a casa de una vez. Tengo tanta hambre que me comería un caballo.
—No vamos a comer en casa —mencionó la abuela saliendo del estacionamiento.
Entonces Nana nos llevó a un lindo restaurante que estaba dentro de un hotel que se me hacía bastante familiar.
Y con familiar me refería a que era "Rizzo Hotel", especificarlo aun más sería dañino para mi salud.
—¿Teníamos que venir aquí? —susurré parada cerca a la puerta del hotel. Y es que luego del escandaloso saludo de Jess por mi cumpleaños, me había quedado parada como una boba frente al gran lugar.
—El día aún es joven, todo puede suceder —advirtió mamá indicando prever algo que yo claramente no sabía.
—Estuve leyendo Dating Who, mamá.
—¿Ya lo terminaste? —preguntó asombrada y yo reí negando.
—No mamá, ¿cómo crees?
—Oh, creí que...
—Voy por la mitad.
—¡Ginger!
—¿Qué?
—¿No prestaste atención en clases?
—Mamá, hoy casi no hubo clases. Estuvieron intentando celebrar mi cumpleaños en cada hora escolar.
—Hey, ancianas, ¿van entrar o no? —preguntó Nana asomando la cabeza en la puerta giratoria.
—Vamos, mamá se va a enojar —mencionó mi madre tomando mi mano.
Hey, al parecer sí había alguien que sabía controlar a Bonnie—mamá—leona—Huff.
Nunca había entrado a ese hotel y mucho menos al restaurante, sin duda era uno de los mejores lugares en los que había estado dentro de Counterville.
—Antes que digas algo, yo no tenía idea de que este lugar era de la familia de tu novio, yo solo reservé el lugar y tu madre me lo dijo luego.
—Está bien, Nana. Es muy bonito —hablé emocionada mirando cada detalle del lugar.
—Bienvenidas, señoritas. Mi nombre es Joe y estaré a sus ordenes durante su estadía, tratando de que sea lo más amena posible, ¿desean ordenar ya? —habló el chico que había estado discutiendo con otra chica hace un rato. Al parecer habían estado peleando por quien nos atendería, y... Ya sabemos quién ganó.
Ordenamos la comida y el chico se alejó para volver a su graciosa discusión con su compañera. Me sentía como una chismosa, pero mi lado fangirl los unía desde el fondo de mi corazón.
—¿Qué dices, G? —preguntó Jess y yo giré a verla algo fuera de orbita.
—Disculpa, no te escuché. ¿Qué decías?
—Que ya que tu abuela organizó la fiesta, deberíamos ir a comprar un vestido para hoy.
—No voy a aceptar comprar un vestido para una sola vez, creo que ya he dicho esto muchas veces, Jess.
—Lo sé, y como sabía que no ibas a aceptar... Feliz cumpleaños —chilló entregándome una bolsa de regalos bastante grande.
—No puedes con tu genio, tía.
—Espero que ese "tía" haya sido una expresión de adolescente y no me hayas llamado de esa forma, pequeña pelirroja.
—Afrontelo, tú eres mi tía, tú eres mi abuela, y tú mi madre —les saqué la lengua mientras las tres unían fuerzas mirándome de la forma más maternal del mundo.
Sálvenme.
—Abre tu regalo antes de que me de un ataque de histeria —mencionó Jess golpeando la mesa con sus dedos rítmicamente, yo reí negando y lo abrí.
Sí, era un vestido.
Sí, habían tacones.
Sí, había un sobre con dinero.
No, no había chocolate.
—Realmente no era necesario, Jess, pero muchas gracias —La abracé haciendo que ella me devuelva el abrazo.
—Sabes que te quiero mucho y voy a hacer hasta lo imposible para verte feliz. Eres como la hermanita que nunca tuve.
—Bueno, en eso estamos igual. Tú eres la hermana mayor que nunca tuve.
—Mayor, ¡¡mayor!! —golpeó la mesa— ¿Tenías que mencionar el "mayor"? —Yo solté una carcajada y me negué.
—Solo falta papá aquí.
—Estaba esperando que digas eso —sonrió mamá tomando su teléfono.
—Feliz cumpleaños, bombón —saludó papá emocionado. No podía verlo, pero sentía su emoción.
—Gracias papi, te extraño.
—Yo también, hija. Sé que dije que iría pero...
—Espera, quería decirte algo, te hice prometer que vendrías por mi cumpleaños... Pero no te preocupes, ¿sí? Falta muy poco para que me gradúe, así que ya podrás estar aquí.
—¿Estás segura, bombón?
—Sí, además Nana ha preparado una... Fiesta para mí en su casa —sonreí a mi abuela y él empezó a reírse. De reía de mí.
—¿Tu abuela está organizando una fiesta para ti? Bombón, tu fiesta será apoteósica. La suegra terminará invitando a sus amigas las estafadoras.
—Voy a golpearte.
—También te amo —sonreí y giré al ver que Joe se acercaba con un carrito que llevaba nuestra comida.
—Oye, ya traen la comida... ¿Nos vemos?
—Iré en cuanto pueda, ¿sí? Saluda a todas de mi parte y espero que te diviertas en... Esa fiesta —habló burlón nuevamente y reí bajito golpeándome la frente.
—Percibo cierto tono socarrón que será motivo de un par de golpes para ti.
—Tiemblo de miedo.
—Ya no quiero hablar contigo.
—Yo tampoco, me caes mal.
—Y tú a mí.
—Adiós.
—Adiós.
—Te amo.
—Y yo a ti —sonreí para luego colgar.
—Gracias, Joseph —asintió Nana mientras el chico sonreía alejándose.
Y volviendo a pelear con esa chica, ellos tenían que gustarse, estaba segura de eso.
—Gracias Padre, por los alimentos que nos das el día de hoy. Por la gran compañía que me regalas el día de hoy, por la vida de Ginger que acaba de dar un nuevo paso al escalón de la vida. Por mi hija y su linda cuñada, por cada día que nos levantamos y podemos decir "buenos días", en tu nombre todos decimos, amén —habló Nana mientras nosotras automáticamente habíamos cerrado los ojos— Felicidades mi niña, hoy cumples dieciocho años y nunca podría olvidar el día que llegaste al mundo, eras literalmente una bolita colorada, estoy, y creo en realidad hablar por todas, muy orgullosa de ti y lo que estás logrando como persona. Sé que todo lo que vayas a hacer en el futuro será lo que tu quieras hacer.
—Gracias Nana, en realidad no tengo idea de lo que quiero hacer de grande, a pesar de que voy a terminar la escuela en un mes, pero hey... Supongo que ya lo sabré.
—Y nosotras te ayudaremos siempre —sonrió mamá tomando mi mano.
—Gracias, má.
—¿Qué tal si comemos antes de que se enfríe la comida? —comentó Nana haciendo que todas empecemos a comer.
Entre risas y comida, dos horas habían pasado y el momento de enfrentar esa "fiesta" se acercaba.
—Ya me puse esto —señalé el vestido y me pegué más a la pared— no voy a usar maquillaje.
—Ginger, por favor —Jess se quejó acercándose con una cosa que yo lamentablemente no sabía identificar.
—¡No!
—Bien, no hagas nada. Está bien. No hay problema, de todos modos no te importa mi felicidad después de todo.
—¿Estás chantajeándome emocionalmente?
—De ninguna manera —habló Jess girando la cabeza dramáticamente.
Tomé aire y bufé sentándome en la cama de mi abuela.
—Bien, haz lo que quieras. Pero si me veo como un payaso será tú culpa.
—Ni siquiera notarás que tienes maquillaje —sonrió emocionada tomando una brocha.
Cuando por fin termino de rayarme la cara con todo lo que tenía, fui libre.
Yo no sé qué tanto hacían en el primer piso de la casa, pero por fin bajaría a averiguar.
Iba tan elegante con mi vestido y las viejas y sucias zapatillas, porque claramente no iba a ponerme tacones hasta que empezara eso.
—Madre mía —hablé asombrada.
¡¿Dónde había quedado la casa de mi abuela?! Los viejos sillones habían sido reemplazados por bonitos asientos, la decoración variaba entre blanco y negro. La comida estaba de un lado y fuera de casa había una parrilla para servir hamburguesas.
Habían globos de helio en el techo y casi caigo de cara al toparme con "el sitio para dejar los regalos de Ginger".
—¿Cómo decías? —preguntó abuela soplando sus sobre sus dedos para luego fingir que sacaba brillo en la blusa.
—Abuela mía.
—Tú quieres un par de puñetes.
—Perdón, Nana mía —reí rodeando su hombro—. Eres increíble.
—Ya lo sabía —mencionó mirando sus uñas— Ahora ve y pontes zapatos decentes antes de que me dé algo.
Amenazó y reí corriendo hacia arriba en cuanto lo dijo.
Muchos compañeros empezaron a llegar y al parecer Kim les había dicho que se portaran bien en casa de mi abuela, porque incluso podía decir que estaba comportando como personas y todo.
—Feliz cumple, G. Qué linda estás —saludó Lena recién llegando.
—Gracias, hasta me veo más alta —bromeé mientras Kim se acercaba a nosotras. Y es que si no lo había mencionado, Lena media un metro setenta y muchos.
—Estás preciosa, debo hablar con Jess para que me cuente que hizo para que la dejaras maquillarte.
—Bueno, tampoco es que caminara todo el día a cara lavada.
—Es así —mencionaron en unísono haciéndome reír.
—Como sea —Le saqué la lengua y mi teléfono sonó— ¿Hola?
—Uno, dos, tres... ¡Feliz cumpleaños Ginger! —oí gritar a parte de la familia Collins —con niños incluidos— en conjunto.
—Gracias —sonreí alejándome un poco del ruido de la música.
—Sé que estuvieron hoy en el hotel, ¿por qué no me avisaste? —preguntó Abby y giré a ver a la gente que bailaba en medio del living.
—Fue todo bastante improvisado, yo no sabía que Nana tenía eso preparado... Pero no te preocupes de todos modos.
—Por supuesto que sí, mañana estaremos dejando tu regalo por la tarde, ¿sí?
—No tendrían que molestarse en hacer eso —hablé avergonzada.
—No es molestia, hemos llegado a tomarte mucho cariño durante estos meses.
—Y yo a ustedes, son una familia genial.
—¿Theo ya te llamó, verdad?
—Uhm, no. Él... Creo que solo lo olvidó.
—No creo que Theo lo haya olvidado, ¿no han hablado en todo el día?
—No hablo con él desde que llegué de Italia.
—¡Silencio por favor! —oí una vocecilla bastante conocida para mí en medio de la fiesta— ¡¡Cállense!! —volvió a hablar usando ahora su voz de camionera.
—Uhm, Abby... Lamento que corte así, pero Kim acaba de detener la musica y cada vez que hace eso sucede alguna cosa extraña —Abby rio ante mi dramática preocupación.
—Está bien, hablamos mañana, diviertete.
—Gracias, nos vemos —colgué acercándome confundida entre el tumulto con dirección a mi mejor amiga, que había conseguido un megáfono. ¿Cómo?
Miedo a preguntarle.
—En nombre de Ginger y su familia, queremos agradecer por estar aquí y celebrar los dieciocho años de mi pequeña pelirroja. Muchos de ustedes la conocen como la loca que estrelló la cabeza de Theo Collins contra el césped del campo de la escuela, o propiamente como su novia. Tal vez como la madrina y testigo del amor entre el osito y yo. O simplemente como la pelirroja que se dedicaba a devorar libros en una esquina y solía estar como una gruñona por los pasillos. Mi mejor amiga ha estado aquí para mí durante muchos años, sé que a veces no soy reciproca en cuanto a consejos... Pero lo soy con mucho amor, aunque ella diga que desayuno azúcar con dinamita, sé que me quiere. Hace dos años, pasaba por una librería pensando en qué regalarle a esta chica por su cumpleaños. La portada del libro que le compré, me llamó la atención porque era de colores. Y que colores, eh. Hoy me levanté con ganas de dar unas palabras a la persona que más ha podido soportar mis tonterías.
Jake fingió toser exageradamente y todos reímos al verlo.
—Es cierto —sonrió mi mejor amigo tomando mi mano.
—Como decía, en cuanto Nana me dijo que quería organizar una fiesta para ti, no dudé un segundo en ayudar. Sé que te mentí diciendo que no sabía nada, pero si decía algo esa señora bajita podía hacerme daño —señaló a mi abuelo y todos empezaron a reír— Te quiero mucho, amiga. Gracias por cada momento y por todos los que vendrán.
—Yo también te quiero, tonta —sonreí abrazándola mientras llorábamos como todas unas perdedoras.
Todos empezaron a aplaudir, y no sabía si era la emoción, o porque le tenían miedo a Kim.
—¡Que siga la fiesta! —grité provocando vitoreos y la música volvió a sonar.
Pero se volvió a detener.
—¡Aún no acabó! —gritó Kim y todos volvieron al silencio.
—Hay una sorpresa para ti ahora mismo —dijo Jake abriendo la puerta.
Me tapé la boca y chillé abrazándolo con todas mis fuerzas mientras volvía a llorar, y por supuesto arruinaba el maquillaje con todo el gusto del mundo.
—¡Dijiste que no vendrías!
—Estoy aquí desde las siete de la mañana, bombón.
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Jejejejejeje.
Como verán, este ha sido un capítulo más largo.
"Bombón" VOLVIÓ DEAN-GASES-HUFF :')
Si quieren evitarse de tremenda cursilería que voy a escribir, no lo lean.
Hoy más que nada, quería subir este capitulo porque aparte del cumple de Ginger, también es cumpleaños de una amiga que conocí hace casi tres años ya.
Muchas de ustedes la conocen porque prácticamente la menciono en todos lados.
Aksiocandise, Glay, Glaychu, la SAS, la blankita (no pregunten), la loca fangirl de todo lo que se mueva, Sasusaku shipper, la diccionario con piernas, mi abogada, diseñadora gráfica de portadas y trailers personal, mi representante, la que me obliga a shippear personas que no conozco; para mi mamá "la que se parece a su amiga", para mi papá "la titánica" mil y un formas de llamarla y contando.
Sé que es muy posible que me va a escribir por twitter explicando su reacción al leer esto, y se va a poner a llorar porque para lloronas, están mi mamá y ella.
Porque ella es básicamente la definición de "mejor amiga virtual".
Realmente tenemos muchísimas cosas en común, y no es casualidad haber nacido a solo dos días de diferencia (y tres años *cof*).
Parece mentira que ya serán casi tres años desde el día en prácticamente la acose a punta de mensajes en un foro porque me había gustado bastante su forma de escribir.
Literalmente fue como "Esta chica me cae bien, seré su amiga" (sueno a acosadora, ahora que lo pienso).
Sus chistes malos, sus juegos de palabras, ese sarcasmo por el cual me cae bien la gente. Es difícil encontrar amigos así, ¿saben?
Hace un tiempo descubrí la palabra "desvirtualizar" y me imagino conociéndola, y haciendo que nuestras mamás sean amigas, porque encima de eso, nuestras mamás también se parecen bastante. Yo sé que esta chica va a llegar muy lejos, ya sea en Alemania o en cualquier parte del mundo, porque es muy talentosa y lo merece. Agradezco a Dios porque literalmente apareció en un momento bastante... "Malo" de mi vida.
No ahondaré más en el tema, el punto es que hoy es su cumpleaños y de las pocas cosas que puedo hacer por ahora, es dedicarte este capitulo y espero algún día celebrarlo estando "desvirtualizadas" en Disney París, el "Partner SAS" y todo lo demás. You know.
Y NO LLORES PORQUE TE PEGO.
Te quiero 5 ever guananei, monga, feliz cumple.
Gracias por leer, chicos. Gracias por soportar mis chistes malos, las tonterías que pongo, los tweets de "estornudé", gracias por todo.
Espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos el viernes (?).
PASADO MAÑANA ES MI CUMPLEAÑOS, DIOH MÍO.
Baaaaaaai✌
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