quince.
—Minho ¿Estás seguro que no caerás?—Preguntó Jisung asustado
Minho se encontraba sentado en una rama del árbol en el jardín, el nido de una mamá ave cayó junto con sus pequeñas crías y el castaño se ofreció a subir al árbol y colocar el nido en una buena rama y ajustarlo para que no volviera a caer.
—No tengas miedo Sunggie, solía trepar éste árbol cuando era pequeño así que no hay que tener miedo—Minho hablo despreocupado mientras balanceaba sus piernas
—Minho siempre caía de ese árbol pero después de muchas caídas y raspones logró escalar hasta las ramas más altas—Junho recordó los momentos en que su hijo salía lastimado a causa del árbol, recibía moretones y raspones que lo dejaban adolorido por días
—¡Papá! ¿Has visto los árboles de la señora Kim? Su jardinero les dio formas de animales y lucen geniales. ¡Hagamos lo mismo!
—¿Qué hay de malo con el nuestro? Me gusta la forma que tiene nuestro árbol
—Hagámoslo nosotros mismos...—Minho interrumpió
—Es muy peligroso para ti Sunggie, podrías lastimarte y nuestro...—Minho abrió los ojos y se interrumpió al darse cuenta que estaba por decir el secreto que guardaban desde hace varios dias
—¿Nuestro...?—Junho frunció el ceño mirando a su hijo, Minho miraba a Jisung en busca de ayuda y Jisung soltó una pequeña risa incómoda
—Nuestros planes para la boda se verían arruinados—Jisung se apresuró a decir antes de que la mente del señor Lee empezara a hacer preguntas
—Su forma es muy bonita ¿Porque dañarlo?—Rodó los ojos—Solamente cortemos las ramas secas y listo—Junho regresó al interior de la casa dejando a la pareja en el jardín
—¡Estoy de acuerdo! Ahora baja de ese árbol Min—Los nervios de Jisung aparecieron desde que Minho subió al árbol, tenía miedo de que alguna rama se quebrara al no soportar el peso y se lastime
El castaño se lavantó y se sostuvo de las ramas bajando con sumo cuidado pero fallando al brincar hacia el pasto, cayó sobre su espalda dando algunas volteretas e inmediatamente se ganó algunos regaños de su prometido.
—El desayuno está listo chicos—Colocó dos platos de huevos fritos en la mesa y tomó su maletin—Tengo una reunión con un cliente así que me iré primero—Se acercó a su hijo y acomodó sus cabellos despeinados—Ten más cuidado cariño
—¿Regresaras para la cena?—El castaño detuvo a su padre abrazándolo por la espalda
—Claro que si, un poco tarde pero llegare para cenar con ustedes chicos—Junho se dió la vuelta y abrazó a su hijo, hacía tiempo que no se abrazaban, era un abrazo muy cálido
—Lo esperaremos aquí señor Lee—Jisung tomó asiento frente a su plato
—Minho tengo que irme ahora—Rió al sentir que el castaño apretó el abrazo—Llegaré tarde al trabajo y no habrá pancakes para tu cumpleaños Lee Minho
—Bien—Deshizo el abrazo y levantó las manos—Ya te solté, pero quiero esos pancakes para mi cumpleaños o recibirás un ataque de cosquillas
Junho rió, recordó a su pequeño hijo de ocho años creyendo que si no asistía al trabajo no traería un pastel para su cumpleaños, después de varios años se había convertido en un niño otra vez.
—Los veo en la cena chicos, el deber llama—Corrió hacia la puerta principal para subir a su auto y encaminarse al trabajo
—Hoy es el día Min—El castaño tomó asiento junto a su prometido y tomó su mano besándo sus nudillos
—Estoy tan emocionado Sunggie, mi papá no tiene idea de la maravillosa noticia que le daremos
—Tener un integrante más en nuestra pequeña familia lo hará feliz—Suspiró
—Jisung, estoy seguro que tus padres también estarían felices y emocionados con la llegada de nuestro pequeño bebé—El pelinegro sonrió nostálgico
—Mi padre no se perdería ningún momento del embarazo, él estaría feliz de ver que estoy realizando mi vida normalmente y que tengo a alguien cuidando de mi—Volvió a suspirar, comió un bocado de su huevo frito y bebió de su vaso con leche
Comenzaron a desayunar entre risas y miradas felices con un poco de nerviosismo. Después de una semana Jisung asistió a su primera cita con el médico donde le dieron algunos tips para pasar su embarazo de una manera sana.
El teléfono de Minho sonó, a falta de su camioneta que requirió de más tiempo en ser arreglada varios clientes asistían a recoger sus productos a la casa de los Lee así que los últimos días había estado contestando varias llamadas de los clientes.
—Iré de inmediato, muchas gracias—El castaño colgó la llamada y comió el último bocado
—¿Algún problema?—Minho negó
—El mecánico llamó, dijo que la camioneta está lista y puedo ir por ella ahora mismo—Se levantó y dejó los trastes sucios en el lavatrastes—Debo ir por la camioneta, hay mucho trabajo que hacer
—¿Me dejaras sólo?—Formó un puchero—Llévame contigo
—Solo recogeré la camioneta además iré en transporte, podría ser cansado será mejor que esperes Sunggie—Besó la mejilla de su prometido
—Bien, nuestro bebé y yo esperaremos por ti para una tarde de películas—Jisung dió suaves caricias a su vientre y escuchó a su prometido asentir
Jisung caminó junto a su prometido hacia la entrada para despedirlo, después de varios minutos de besos y caricias en el vientre de Jisung, Minho decidió emprender camino al centro de Gimpo donde se encontraba su camioneta de trabajo y personal.
—Regresaré en una hora—Besó al pelinegro,—Te amo Sunggie
—Te esperare con un delicioso bote de helado de limón—Le mostró la lengua al castaño y rieron
Jisung caminaba al rededor de la sala de estar, habían pasado tres horas desde que Minho se había ido y no regresaba aún. Pensó en que tal vez estaba atorado en el tráfico pero si fuera así contestaría el teléfono o habría recibido un mensaje pero no contestó ninguna llamada ni tenía mensajes en la bandeja.
La angustia y preocupación invadieron a Jisung, miles de ideas abundaron en su mente pero eligió no creer en ninguna no quería atraer malas vibras.
Realizó nuevamente una llamada y después de algunos segundos por fin fue respondida.
—¡Lee Minho! ¿Porqué no respondías mis llamadas? No sabes lo preocupado que estaba...—Jisung fue interrumpido por la voz de una mujer
—Buenas tardes Señor...—Jisung miró la pantalla de su teléfono asegurándose de haber llamado al número correcto—Hablamos del Hospital Universitario de Gimpo ¿Usted es familiar de Lee Minho?—La piel de Jisung se erizó inmediatamente
—Si... Soy su prometido—Su voz sonó inestable esperando alguna respuesta de la mujer al otro lado de la linea—¿Él está bien?
—El joven Lee está en estado crítico, necesita realizarse una operación de emergencia o de lo contrario podría...
—¿En qué hospital se encuentra?
El cuerpo de Jisung comenzó a temblar de una manera en la que no podía controlarse, su mundo se estaría viniendo abajo si algo bastante malo sucediera con su prometido, el amor de su vida.
—Hospital Universitario de Gimpo—El pelinegro colgó la llamada y guardó su teléfono en su pantalón
Tomó su sudadera y cambió sus pantuflas por los zapatos, detuvo el primer taxi que encontró emprendiendo el camino hacia el Hospital donde Minho se encontraba.
Jisung no pudo evitarlo más y dejó caer algunas lágrimas, le pidió al taxista ir más de prisa, cada segundo el miedo se apoderaba de él, el miedo de perder a alguien más en su vida, el miedo de quedarse sólo nuevamente.
Al llegar al Hospital, Jisung corrió hacia la recepción en busca de la mujer que había contestado su llamada, necesitaba alguna información de su prometido, necesitaba saber que él estaba bien.
—¡Señorita! Busco a Lee Minho ¿Donde se encuentra? ¿Quién lo atiende?—El pelinegro habló con un tono desesperado y agitado
—¿Es usted su familiar?—Jisung reconoció esa voz, era la misma mujer que respondió la llamada del teléfono de Minho
—Soy Jisung, hable con usted hace unos minutos—La mujer asintió recordando al chico que había llamado al teléfono de su prometido
—Lee Minho es su prometido ¿Cierto?—Tecleó en su computadora en busca de información del chico recién ingresado. Jisung asintió
—¿Qué sucedió? ¿Porqué mi prometido esta en un estado crítico?—Preguntó Jisung al borde de las lágrimas
—El autobús donde viajaba su prometido se volcó, el conductor perdió el control haciendo que el autobús rodara y estuviera al borde de un peligro más grave
El pelinegro soltó el aire que había estado reteniendo desde que llegó al Hospital, limpió sus lágrimas y volvió a enfocar su vista en la mujer.
—Lee Minho necesita someterse a una cirugía de emergencia, no podemos esperar más, cada segundo cuenta—Un médico se acercó a él, su semblante serio lo hacía sentir más asustado
—Quiero verlo, quiero ver a mi prometido—Suplicó Jisung, dentro de él había algo que lo inquietaba y le pedía ver a su prometido antes de entrar a cirugía
—No podemos esperar, es ahora...—El médico fue interrumpido por un enfermero quien había llegado corriendo
—Doctor Do el paciente de la cama seis se niega a recibir el tratamiento, aunque esté bastante mal sigue siendo más fuerte de lo que pensaba—El Doctor bufó y miró al joven frente a él
—Primero firme el permiso de cirugía, si tardamos más tiempo ésto puede acabar mal—Jisung asintió y tomó la pluma que la mujer en la recepción le ofreció
—Él estará bien, él estará bien—Se repetía una y otra vez mientras llenaba los papeles con la información del castaño, su llanto disminuyó hasta quedar en sollozos
Cuando terminó el papeleo el Doctor lo dirigió hacia la cama donde se encontraba Minho. El corazón de Jisung se comprimió al ver a su prometido con varios cables conectados a su cuerpo, tenía un collarín y raspones qué ya habían sido atendidos.
—¡Minho!—Jisung corrió hacia su prometido con sumo cuidado—Estarás bien Minho, la operación saldrá bien. Deja que los médicos hagan su trabajo
—Sunggie—La voz de Minho salió muy débilmente, el castaño movió su manos con mucha dificultad pero logró sostener la mano de Jisung—Nuestro bebé...
Minho sabía que algo iba mal con él, había llegado inconsciente al hospital y recobró la conciencia hacía pocos minutos pero todo su cuerpo dolía demasiado y no tenía la suficiente fuerza para moverse, conforme pasaron los minutos su respiración comenzó a ser lenta.
—Sunggie escucha—El pelinegro asintió envolviendo la mano de Minho entre las suyas—Te amo demasiado cariño—Minho soltó algunas lágrimas, el miedo se había apoderado de él—Por favor, continúa con tu vida y... cuida de nuestro bebé
Jisung comenzó a llorar mientras negaba ante la petición de su prometido, ambos chicos tenían miedo de lo que sucedería.
—No Minho, estarás bien—Sollozó fuertemente—Nuestro bebé y yo estaremos esperando por ti Min
—Jisung...—Su corazón dolía mucho, su cuerpo perdió más fuerza y sus párpados comenzaron a sentirse pesados
Las máquinas emitieron un sonido alarmante y las enfermeras acudieron atender al castaño, el médico retiró del área a un Jisung desesperado para brindarle primeros auxilios a Minho.
Jisung era sostenido por un enfermero que empleaba toda su fuerza para sacar al pelinegro de aquel lugar y llevarlo a sala de espera.
Un par de minutos fueron suficientes para que Jisung perdiera la paciencia, sólo pasaron un par de minutos cuando el médico salió en busca del prometido del castaño.
—¡Doctor!—Jisung levantó la mano para llamar la atención del médico—¿Cómo está Minho? ¡Debo verlo!
—Joven Han, tiene que guardar la calma por favor—Ajustó sus lentes y soltó un suspiro, Jisung guardo silencio e hizo puños con sus manos ocultando su nerviosismo—Lee Minho acaba de fallecer
Esa pequeña frase resonó en la mente de Jisung, su cuerpo se volvió débil y las lágrimas comenzaron a salir.
—Debe haber un error Doctor, Mi.. Minho no está muerto—Sollozó—¡No puede morir!
El cuerpo de Jisung no resistió más y se derrumbó, apoyo las manos en el piso y dejó salir las lágrimas, el Doctor hizo una reverencia y se retiró dejando a una enfermera a cargo del pelinegro en caso de que se presente algún problema con el chico.
Mientras que a unos metros de Jisung, el padre de su prometido trataba de asimilar la terrible noticia sobre su hijo.
¡Bienvenidxs a un nuevo capítulo!
¿Cómo estuvo?
Tuvimos una triste noticia
¿Cómo lo enfrentará Jisung?
No olviden votar si les gustó, pueden
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saber que les agradó el capítulo.
¡Gracias por leer!
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