doce.
—¿Cuándo pensabas decirnos que te vas a casar Lee Minho?—Felix se cruzó de brazos y frunció el ceño
—¡Lo siento chicos! De verdad no estaba planeado, sólo quería comprar un dije pero el anillo llamó mi atención—Minho habló con la mirada baja
—¡Pudimos haberte ayudado con la sorpresa! Una propuesta es muy importante y especial para ambos
—Tranquilo Felix, Minho hizo algo muy romántico—Hyunjin tomó asiento al lado del castaño pasando un brazo por los hombros de su amigo—Le pidió matrimonio en París
—¡A Jisung le encantó!—El pecoso rodó los ojos
—¿Donde está Jisung?—Preguntó Seungmin saliendo de la cocina con un vaso de agua
—Fue a una visita con su psicóloga —Minho cruzó la piernas—Me pidió que lo esperara en casa para la cena—Todos los chicos suspiraron y bebieron de su vaso
Después de descansar y acostumbrarse al horario en Corea, Minho y Jisung regresaron a sus vidas normales.
Como era de esperarse, los amigos de Minho felicitaron a la pareja por su compromiso después de haber dado su merecido regaño al castaño por la sorpresa que había planeado sin ellos.
Jisung tuvo unas pequeñas reuniones con las personas que frecuentaba últimamente para entregarles los lindos souvenirs que compró, ese día asistiría a una cita con su psicóloga para conversar sobre su viaje, fue grande la sorpresa cuando la señorita Kim se presentó en el consultorio de la señorita Park al terminar la cita.
—Buenas tardes señorita Kim—Jisung hizo una reverencia
—Hola Jisung, creí que tus citas con la señorita Park ya habían terminado—El pelinegro asintió balanceando su cuerpo de enfrente hacia atrás
—Si, terminaron hace unas semanas pero vine a una cita especial para hablar sobre mi viaje con Minho a París—La sonrisa de Jisung mostraba felicidad y emoción
—Espero que hayas disfrutado del maravilloso viaje Jisung y que hayas recibido mi regalo de cumpleaños—El pelinegro asintió con emoción
Taeyeon había enviado su regalo de cumpleaños para Jisung días antes del viaje para que pudiera recibirlo cuando llegara de París, el trabajo la mantenía demasiado ocupada viajando de un lugar a otro que le era imposible reunirse con el pelinegro para felicitarlo.
—El paquete llegó mientras Minho y yo estábamos de viaje pero lo recibió el señor Lee—Jisung sacó del bolsillo de su pantalón el manojo de llaves qué había recibido de la señorita Kim
—Puedes regresar cuando quieras, ahora es tu casa—Suspiró y colocó una mano en el hombro de Jisung—Sería genial si te mudaras con Minho
—Muchas gracias señorita Kim pero...—Hizo un puchero pensativo—Soy feliz viviendo con Minho en Gimpo, además he formado una nueva vida aquí, encontraré algún uso a la casa que mi padre me dejó
—Esta bien Jisung, eres mayor de edad ahora, no te obligaré a hacer algo que no quieras, eres libre de vivir donde quieras
El teléfono de Jisung recibió una llamada del señor Lee que atendió rápidamente haciendo una señal de espera hacia la señorita Kim.
—¿Señor Lee?
—Jisung ¿Aún tardas en llegar?, tenemos un pequeño problema en casa—A través de la línea se escucharon algunos quejidos
—Estoy en camino Señor Lee, ¿Que sucede?—El rostro del pelinegro cambio de uno feliz a uno preocupado
—Cuando llegues a casa lo verás, te espero—Colgó la llamada y Jisung guardó su teléfono después de ver la hora
—Tengo que irme Señorita Kim, fue un gusto volver a verla, pero antes de irme...—Jisung sacó una pequeña caja de la bolsa qué traía consigo y se lo entregó a Taeyeon—Ésto es para usted, un pequeño regalo de París—Sonrió y caminó hacia la salida del consultorio
Jisung se apresuró a llegar a su casa, después de la llamada del señor Lee no pudo calmar su preocupación creyendo que algo malo había pasado.
Tan pronto como abrió la puerta y la cerró después de entrar a la casa corrió hacia la cocina gritando el nombre del Minho y su papá.
—¡Arriba Jisung!—El pelinegro escuchó el grito de Junho desde las habitaciones, cuando Jisung fue visible para el señor Lee éste hizo un movimiento de cabeza para que subiera
—¿Qué sucede? ¿Minho está bien?—Preguntó el pelinegro llegando hacia Junho
Jisung miró con preocupación hacia la habitación de Minho esperando lo peor, en cambio se encontró con Minho durmiendo en el piso con sábanas que su papá había traído para cubrirlo del frío.
—¿Minho?
—Se cayó de la cama—Junho rió al recordar el momento cuando el castaño se dió la vuelta y cayó al piso, sin darle importancia Minho volvió a dormir
—¿Bebiste con tus amigos Min?—Jisung se acercó a su prometido y se puso en cuclillas, notó que Minho balbuceaba algunas palabras que no logró entender
—Sunggie—Habló Minho al oler el delicioso aroma del perfume de su amado que compró en su viaje a París—Mi precioso Sunggie—El castaño sonrió—Te amo tanto mi pequeña ardilla—El alcohol aún no había desaparecido de su sistema haciendo que comenzara a decir algunas cosas sin sentido
—Yo te amo mucho más
Jisung ayudó a su prometido a levantarse del piso para recostarlo nuevamente en la suave cama, el pelinegro tomó las sábanas y cubrió a su prometido con ellas.
—Tu resistencia al alcohol es muy débil Min, deberías dejar el alcohol a un lado—Dijo Jisung mientras tomaba asiento en la orilla junto a Minho—Descansa amor—Jisung se levantó para caminar hacia la puerta pero Minho lo detuvo
—No te vayas Sunggie—Con la pocas fuerzas que tenía, Minho jaló a Jisung hacia él haciendo que chocara con la cama y cayera entre sus brazos—Quédate conmigo
Jisung rió y se acostó junto a su prometido rodeando el cuerpo de Minho con un brazo y escondió su rostro en el pecho del castaño.
—Te amo—Susurró Jisung, suspiró y cerró sus ojos sintiendo la comodidad que Minho le daba al estar cerca de él
En cuestión de minutos la pareja quedó completamente dormida sin preocupaciones sobre ellos, durmieron cómodamente abrazados bajo la mirada del señor Lee quien observó todo desde el momento en que Jisung entró a la habitación.
—Eso es todo señorita Jeong—Jisung sonrió contando las cajas de verdura qué se encontraban frente a él—Hemos recibido su pago, gracias por su preferencia
—Ustedes no decepcionan chicos, sus productos son muy deliciosos—La señorita Jeong sacó dos barras de chocolate y se las entregó al pelinegro—Toma ésto como una muestra de agradecimiento a ambos
—Muchas gracias señorita Jeong—Agradeció Jisung tomando las barras de chocolate—Estaremos pendientes para su siguiente compra
—Muchas gracias señorita Jeong—Minho salió de la casa de la señorita Jeong entregando el vaso que usó para beber un poco de agua—Su abuelo me dijo que quería los mejores productos para comenzar una pequeña huerta
—Así es, una pequeña huerta que mi hijo quiere cuidar—Rodó los ojos—No sé de dónde obtuvo esa idea—Ri
—Tener su propia huerta puede ayudarlo a ser más responsable, tiene un hijo muy inteligente señorita Jeong—Mencionó Minho
—Muchas gracias Minho, tengan un buen viaje de regreso—Se despidió. Minho y Jisung subieron a la camioneta
—Tener una huerta no es tan fácil señorita Jeong, le deseo suerte a usted y a su hijo—Minho puso en marcha la camioneta después de despedirse
—Parece que el hijo de la señorita Jeong quiere seguir los pasos de su abuelo—Jisung rió abriendo un paquete de chocolate
—Yo hice lo mismo a su edad—El pelinegro le ofreció un pedazo de chocolate a su prometido—Mi abuelo solía cembrar algunas semillas y yo disfrutaba ver cuánto crecían, amaba ir a casa de mi abuelo sólo para ver crecer las semillas
—Tienes un gran don Minho—Besó la mejilla del castaño
Cuando Jisung terminó de masticar el último pedazo de chocolate sintió un malestar en su estómago incitándolo a regresar lo que acababa de comer, creyó que ese malestar de náuseas había pasado pero se intensificó cuando comió otro pedazo de chocolate.
—Minho, detén el auto—Jisung bajó la ventana de la camioneta y aspiró fuertemente tratando de no vomitar
—¿Qué pasa?—La preocupación creció en Minho. El pelinegro comenzó a dar golpes en el brazo de su prometido para que se detuviera
—¡Detente Minho!—El castaño se detuvo a orillas de la carretera y Jisung salió de la camioneta corriendo varios metros
Jisung se inclinó y dejó salir lo que había ingerido horas atrás, Minho salió de la camioneta y corrió hacia su prometido dando leve palmadas en su espalda.
—¿Te sientes mejor?—El castaño le ofreció un poco de papel para limpiar su boca y lágrimas. Jisung asintió mientras tosía
—No sé que es lo que pasó—Volvió a toser y limpió sus lagrimas—El chocolate no me hizo bien—Jisung abrazó su estómago y formó un puchero
—Tal vez ingeriste algo en mal estado—Minho se acercó a Jisung y lo abrazó dando suaves palmadas en su espalda
—Eso creo—El pelinegro tomó una bocanada de aire y lo soltó comenzando a sentirse mejor—Regresemos a la camioneta, aún debemos entregar esa planta a la señora Son
—¿Te sientes seguro de continuar con el trabajo? Puedo llamar a los clientes de hoy entregarles mañana y regresar...—Jisung lo interrumpió
—No Minho, no es necesario
—Pero si...—Minho recibió una mirada amenazadora de su prometido y guardo silencio sin seguir insistiendo—Continuemos
Regresaron a la camioneta para continuar con el trabajo, Minho preguntaba constantemente a su prometido sobre su estado a lo que Jisung respondía con la verdad, se sentía mejor, las náuseas fueron repentinas, ningún síntoma volvió a presentarse durante el día.
—¡El desayuno esta listo chicos!—Junho gritó apresurado mientras tomaba su maletin y su saco de la silla
—¡Gracias papá!—Gritó Minho bajando las escaleras estando detrás de él un Jisung con cabellos revueltos y ojos hinchados
—Buenos días señor Lee que...—Jisung detuvo su hablar al ver que Junho corría por toda la sala—¿Qué busca señor Lee?
—Mi teléfono, lo dejé en algún lugar en la sala—Movió uno de los sofás y hecho un vistazo, al no encontrar nada lo regresó a su lugar y movió otro sofá—¡Bingo!—Su teléfono yacía sobre el piso debajo del sofá, se estiró hacia el piso para tomar su teléfono y regresó el sofá a su lugar
—¿Como llegó ahí?—Minho frunció el ceño
—Debía haberse resbalado—Junho tomó las llaves de su auto y corrió hacia la puerta—Debo irme al trabajo, estaré fuera unas semanas hasta que el juicio del señor Park termine, si necesitan ayuda con algo de suma importancia encuentrenme en Daegu, estaré en el hotel “Dalgi”
Minho y Jisung asintieron y vieron al señor Lee salir de la casa y dirigirse a su auto a toda prisa, el viaje hacia Daegu sería un poco largo, Junho quería llegar temprano a Daegu para tener una cena con los abogados y discutir temas triviales.
Jisung rascó su cabeza y terminó de bajar las escaleras para caminar hacia la cocina, Minho caminó detrás de él y lo abrazó por la espalda.
—Sunggie—Besó la mejilla del pelinegro—Hoy no tenemos trabajo
—¿Cancelaste las entregas de hoy y las agendaste para mañana?—El castaño frunció el ceño y negó colocándose frente a Jisung
—Hoy tenemos el día libre, no hice ningún arreglo en la agenda y mañana tenemos una sola entrega—Habló felizmente robando un beso de su prometido
—¿De verdad?—Minho asintió con una gran sonrisa
—Tengamos una cita en casa, veamos películas con palomitas—Ladeó su cabeza y cerró sus ojos sin dejar de sonreír—La última vez que tuvimos una cita en casa fue hace dos meses
Jisung aceptó tener una cita en casa, no sólo verían películas y comerían palomitas, también jugarían juegos de mesa en los que Minho siempre suele perder pero ambos disfrutan el tiempo juntos sin importar quien gane.
¡Bienvenidxs a un nuevo capítulo!
¿Cómo estuvo?
Sólo diré que el final está cerca
¿Alguna predicción?
No olviden votar si les gustó, pueden
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saber que les agradó el capítulo.
¡Gracias por leer!
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