🐾 XVII
N/a
— ¿Estás bien? —preguntó el alfa peliblanco.
Jimin lucía hasta cierto punto, bastante ansioso, incómodo. Mirando atento a través de la ventanilla del auto. Y es que se sentía algo fuera de lugar en aquel asunto, además de que él no conocía a ninguno de sus amigos. Acababan de aparcar fuera de la casa de ese otro omega amigo de YoonGi. Una casa hermosa sin duda, grande y de arquitectura moderna. Jimin imaginó con sólo ver la zona y el suburbio en el que se encontraban, que el dueño de esa casa debía ser igual de elegante y de belleza más allá de lo creíble. Aunque tal vez solo estaba exagerando y dejando de lado su autoestima con sus inseguridades. YoonGi ya le había dicho y repetido en más de una ocasión que ese omega era como su hermano mayor. Pero vamos, era imposible gobernar ese pequeño instinto de su omega al temer por que robaran lo suyo a tan poco tiempo de haberse enlazado. Jimin se obligó a dejar esos pensamientos al oír la voz de YoonGi.
— Si, perdón. Me distraje. —se excusó.
— Vamos. —le dijo, con una media sonrisa, apretando su mano suavemente antes de abrir la puerta.
Ambos salieron del taxi, dirigiéndose hacia la entrada de la casa. YoonGi tomándole la mano y casi teniendo que halar un poco de Jimin hasta la puerta. El pálido alfa rió y lo atrajo hasta su lado como si se tratase de un pequeño cachorro desorientado antes de tocar el timbre. Ahora mismo no parecía el omega seguro de sí. La puerta se abrió y YoonGi se sorprendió un poco al ver quien estaba del otro lado.
— ¿Taehyung? ¿Que...? —iba a preguntar qué hacía allí, pero la voz de Seokjin se escuchó venir antes de que pudiera formular la pregunta.
— YoonGi-Ssi... —dijo llegando a la entrada y envolviendo sus brazos alrededor del alfa peliblanco.
YoonGi correspondió el muy corto abrazo de solo unos cuantos segundos. Aunque para el omega tras su espalda parecieron durar horas pegados. Jimin apretó su mano mirando con recelo al alto omega pelinegro. Realmente esperaba equivocarse pero ahora que lo veía esta convencido. Ese omega era hermoso. Unos ojos grandes, unos labios más voluminosos que los suyos, una piel más clara y cuidada y su cabello negro (natural) lucía tan sedoso. Sí, Jimin podría decir que se sentía bastante menos frente alguien así. Frunció el ceño y se sobresaltó cuando los ojos del otro omega se posaron sobre él con atención e interés.
— Oh, ¿quién es tu amigo? —preguntó, sin embargo reaccionó antes que YoonGi contestase. — Disculpa, que maleducado de mi parte, pasen, pasen...
Seokjin se apartó a un lado para que entraran y así lo hicieron. Cruzaron un corto pasillo que divide la entrada de la puerta hacia una amplia e iluminada sala de techos altos realmente hermosa. Jimin miraba curioso el lugar. Allí mismo se encontraba otro alfa en uno de los sofás, quien se levantó de inmediato a saludar al verlos.
— Yoon... —se acercó a darle un corto abrazo. — Oh, hola... —dijo él al ver a Jimin.
El omega se achicó un poco más ante la presencia del pelinaranja y alto alfa. Que, a pesar de verse gentil con esos hoyuelos, también tenía una esencia bastante dominante y almizclada. YoonGi rodeó con su brazo a Jimin para hacerlo parte del saludo.
— Nam, él es Park Jimin. Jimin, él es Kim Namjoon, un buen amigo. —les presentó.
— Encantado. —le dijo, Namjoon, extendiendo su mano. Jimin miró su mano y saludó también.
— Él es Kim Seokjin, y, Kim Taehyung. —siguió presentando a los presentes.
— Mucho gusto. —respondió amable hacia todos.
— El gusto es nuestro, querido. —le dijo Seokjin con una sonrisa y acariciándole la mejilla. Jimin notó de inmediato un instinto amoroso de parte del omega mayor. — Tomen asiento por favor. ¿Les apetece algo calentito de beber? ¿Un café o chocolate? Iré por el.
— Gracias.
— Yo te ayudo. —se ofreció al instante, Taehyung. Seokjin le sonrió amable, posando su mano en su espalda aceptando su ayuda. Ambos salieron de la estancia un momento, dejando a, Nam, YoonGi y Jimin en la sala.
— ¿Han sabido algo? —preguntó YoonGi apenas el otro omega no estaba para escuchar.
No quería tocar el tema tan directamente. Seokjin parecía estar luchando por mantener la calma, y eso lo sabía, porque lo conocía muy bien. Frente a la gente, él podría ser la persona más fuerte, educada y con determinación. Había tenido que soportar muchas críticas por su próspero y llamativo negocio. “¿Quien en su sano juicio pondría a un alfa al servicio de un omega como prostitutos”. Decían algunos. Seokjin era un blanco, una falta de respeto ante el estatus de muchos alfas empresarios e incluso en el gobierno local. Sin embargo, ninguno de ellos había encontrado un solo hilo negro para obligarlo a deshacerse de su empresa.
— Nada. Al parecer no ha utilizado las tarjetas de su padre. Es obvio con la cantidad de efectivo. Seokjin dijo que también le faltan varios papeles importantes como las licencias de la empresa. —comentó, Namjoon algo preocupado.
YoonGi definitivamente no podía creer que Jungkook fuese capaz de hacer todo eso, por más adolescencia y problemas de incomprensión con su padre, él no era de actuar así. El pelinaranja notó sus manos entrelazadas y de inmediato la curiosidad le ganó.
— Y... ¿Qué hay de ustedes? ¿Están saliendo? —preguntó directo y sin rodeos. YoonGi miró al coloradito omega a su lado con una sonrisa.
— Mejor que eso... —mencionó mirándole. Subió sus manos y besó el dorso de la mano de Jimin. — Jimin es mi omega. Vamos a casarnos. —añadió. Namjoon no pudo evitar conmocionarse.
— ¡¿Casarse?! ¿Tú? —exclamó incrédulo. — Di-disculpa, Jimin, es que es raro escuchar esto. —se disculpó con el rubio. Jimin sonrió ladinamente de acuerdo. YoonGi era de esos que gritaban: ¡bendita soltería! En cada gesto y acción de su personalidad.
— Es en serio. —le dijo, sintiéndose ofendido.
— No te creo. —debatió.
...
Ambos alfas siguieron charlando, tan solo unos minutos más tarde, Taehyung y Seokjin volvieron con un par de bandejas con tazas de chocolate calentito y galletas que pusieron en la mesita del centro. Cada quien tomó su taza agradecidos, el clima era tan idóneo para ese tipo de bebida. Lástima que a YoonGi, no le encantaba precisamente el chocolate, pero para Jimin estaba más que genial.
— Muchas gracias. —agradeció a Seokjin.
— No hay de qué, es un placer. —le dijo con una sonrisa dulce. Seokjin sintió de pronto un pequeño deja vu. — ¿Nos habíamos visto antes? —preguntó al rubio.
Jimin movió la cabeza, negando. Si hubiera visto a ese otro omega tan bello, sin duda lo recordaría. Pero Seokjin si lo había visto antes, o más bien, había visto su rostro en algún lugar, solo que no lo recordaba.
— No lo creo. —susurró, mientras bebía de su taza. Seokjin lo dejó pasar. Tal vez lo recordaría más tarde.
— No te preocupes. Seguro me confundí. —comentó, apretando el puente de su nariz con algo de cansancio, pero dándole una pequeña sonrisa.
— Jin... —le llamó, YoonGi. El omega pelinegro le miró. Sabía que no demorarían en tocar el tema principal de aquella reunión. — ¿Qué sucedió? —preguntó serio.
Seokjin guardó silencio unos segundos, antes de suspirar y empezar a hablar.
— No aparece aún, YoonGi. Ya fui a todas las comisarías, a los hospitales... Incluso, hasta la morgue. Se lo tragó la tierra. No sé dónde está. Pregunté con sus compañeros pero nadie sabe nada. —contó decaído.
— ¿Qué hay de esos amigos? —preguntó.
— No son de su colegio. Pregunté, y nadie los conoce. Me contaron que Jungkook los veía a la salida desde hace tres semanas. El mismo tiempo, en que ha cambiado su personalidad. Tuvo más de cinco reportes desde entonces por faltarle al respeto a los maestros y saltar sus clases. —Seokjin suspiró profundo. YoonGi puso su mano en su hombro.
— Necesito que me respondas algo para ayudar, ¿de acuerdo? —le dijo. Seokjin le miró algo confundido, pero asintió. — ¿Tienes enemigos? —le preguntó.
— ¿Enemigos?
— Si. ¿Alguna vez te han amenazado? —inquirió serio.
Jimin y Namjoon escuchaban ligeramente distantes pero atentos a ellos. Seokjin miró a YoonGi guardando silencio, y extrañamente, Taehyung, el silencioso de aquella escena le lanzó una mirada al omega. Seokjin y él se miraron sospechosamente.
— Digale. —murmuró, Taehyung.
— ¿Que cosa? —preguntó el peliblanco, mirando a ambos. Seokjin frotó su nuca algo reticente.
— Pues... Es obvio que muchas personas están inconformes con mi pensar. —el omega se levantó despacio del sofá, caminó hacia un mueble cercano, abrió un cajón y sacó un sobre amarillo, el cual vertió en el sofá entre ellos. — Recibo uno de estos cada semana desde que empecé.
YoonGi y Namjoon miraron el contenido. Decenas de hojas.
— ¿Cartas? —preguntó YoonGi, tomando una hoja para leerla.
— Advertencias. Invitaciones a comprarme las acciones de mi empresa. Me han pedido dejarlo muchas veces. —contó.
— ¿Por qué nunca me dijiste de esto? —indagó el pálido.
— Siempre han habido idiotas así. No habría hecho ninguna diferencia.
— Disculpa, pero incluso, Taehyung sabía de esto y nosotros no. ¿Por qué? —inquirió Namjoon algo indignado.
— Taehyunggie es bueno escuchando en el bar. Si hablaran más con él se darían cuenta. —les dijo, aunque parecía más un regaño.
Bien era cierto que no platicaban mucho con él más de lo que era necesario, en especial, YoonGi. Ambos estaban ligeramente apenados por eso.
— Como sea, debiste decirlo. Esto es importante. Es un acoso. Y esto puede ser parte de lo que está pasando ahora mismo. —exclamó.
— ¿De qué hablas? —preguntó sin entender.
— Namjoon me dijo que Jungkook se llevó papeles importantes además del dinero. —le dijo. Seokjin guardó silencio. — Las personas que te han enviado esto, pueden ser las mismas responsables de todo esto. ¿Qué pasaría si Jungkook no los robó? Él podría estar secuestrado y tu no le has dicho nada a la policía. Deben saberlo Jinnie.
El rostro de Seokjin estaba llenándose de preocupación. ¿Podría ser aquello factible? Su único hijo, ¿podría estar secuestrado? ¿Él podría estar en peligro por su culpa? ¿Él debió haber hecho caso a las amenazas que le habían hecho hace tanto? Ahora, lo estaba perdiendo todo. El sentimiento lo abrumó en un mar de emociones. El omega pelinegro cubrió su rostro lleno de miedos y frustraciones. ¿Que haría? ¿Que haría si algo le pasaba a su hijo? Se moriría. Él preferiría tirar su empresa y sus acciones a la basura si era necesario, todo con tal de recuperar a su hijo.
Namjoon se acercó a abrazarle, brindándole su apoyo, al igual que, YoonGi. Ellos estaban allí para ayudarle. Incluso, Jimin, que no los conocía, estaba conmovido por la situación tan angustiada del otro omega. El simple hecho de pensar, que le arrebatasen a uno de sus hijos de sus brazos le parecía una tragedia.
— No perdamos más tiempo, Jinnie. Debes dar una declaración completa. —le dijo. Seokjin le miró con lágrimas en los ojos y asintió.
— Vayamos a poner una denuncia contra quien resulte responsable. Aquí tenemos mucha evidencia. —añadió Namjoon, juntando las hojas y anónimos.
Todos se levantaron dispuestos a salir directo a la comisaría sin embargo, cierto omega prefirió volver a casa que estorbar.
— Tomaré un taxi al departamento, ve con él, ¿si?—le dijo a, YoonGi. Jimin estaba ahora seguro de que Seokjin era una buena persona, y todos sus celos irracionales se habían esfumado.
— ¿Estarás bien solo? Puedes venir con nosotros... —quiso saber preocupado. Él no quería dejar a su manzanita solo el primer día en su departamento.
— Estaré bien. Te necesita. Vayan. —le dijo. Dándole un pequeñito y casto pico. Taehyung que también ya se iba y escuchó, pronto murmuró.
— Si gustan... Yo puedo acompañarlo. Mi edificio está de paso. —se ofreció amable.
Jimin apenas notó al muchacho y eso le informaba que éste era un beta. No había mucho problema, al contrario, le pareció buena idea, así no iría solo. YoonGi le dio las llaves del departamento a Jimin, ya después se encargaría de hacer copias idénticas para ambos. Le dio otro beso para el camino y cada uno tomó una dirección distinta. Jimin y Taehyung salieron con rumbo a su hogar, mientras Seokjin, Namjoon y YoonGi, se encargarían de poner en marcha la posible ayuda para el joven, Jungkook.
¿Sabían que votando ayudan a que el ecosistema creativo de mi cerebro se expanda? :D
Picale a la estrellita
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MIN∆BRIL
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