—...entonces le dije que desapareciera de mi vista, tengo demasiado drama en mi vida como para sumarle otro más... —Minhyuk se metió un trozo de pastel a la boca y miró a su mejor amigo que, por supuesto, no le estaba prestando atención.

HyungWon se rascó la cabeza y mordió la punta de la lapicera.

—¿Cómo se llama cuando sientes pasión por algo? —preguntó con aire pensativo.

—Mal amigo —respondió Minhyuk resoplando—. En serio, estoy contándote un problema que tuve y tú lo único que haces es escribir.

HyungWon se mordió los labios y dejó la lapicera.

—Cuando mi libro sea un best seller y pueda viajar a Europa para comprarme un par de botas no te quejarás.

—No uso botas.

—Porque tienes un pésimo gusto para vestirte.

Minhyuk frunció la boca y se inclinó hacia adelante.

—Me lo dice alguien que usa una boina que tiene 300 años —dijo riendo a la vez que estiraba una mano para quitársela de cabeza. HyungWon no tuvo los reflejos suficientes para impedirlo.

—Devuélvemela.

MinHyuk miró la boina con una mueca de disgusto. —En serio, esto es espantoso.

—Es una reliquia, sonso. Para tu información, esa boina perteneció...

—Si si, a tu tatara tatara tío, bla, bla. Eso no quita que sea horrible.

—Tú eres horrible.

MinHyuk revoleó los ojos.

—Eso no lo crees ni tú. —Su amigo le lanzó la boina y HyungWon la atrapó en el aire para volver a encasquetársela en la cabeza—. Pero en serio, ¿cuánto tiempo más vas a seguir escribiendo sobre ese antepasado misterioso?

HyungWon suspiró y se acodó en la mesa.

—No lo sé. Me faltan tantas cosas por averiguar. Mira —dijo mostrándole el cuaderno negro donde solía escribir— solo tengo algunos datos sueltos. Aparte recién lo empiezo.

—Llevas al menos medio año parloteando sobre ese sujeto.

—Podrías ayudarme... —sugirió HyungWon tomándole la mano a su amigo.

—Oh, no. Ni lo sueñes...

—¿Ahora quién es el mal amigo? —HyungWon hizo un puchero y se cruzó de brazos.

—Sigues siendo tú. Además, ¿en qué te podría ayudar? No entiendo nada.

—Solo digo que si tu me ayudas terminaría más rápido.

MinHyuk lo pensó un rato aunque sabía que tarde o temprano iba a terminar aceptando. Conocía a HyungWon desde que ambos estaban en el vientre de sus madres. Ellas habían sido mejores amigas y por lo tanto, su amistad, estaba prácticamente destinada.

—Bien, sé que me arrepentiré más tarde pero dame —dijo moviendo la mano con impaciencia—, dame esa lapicera y una hoja.

HyungWon sonrió triunfante y le pasó lo que le pedía.

—Entonces, ¿qué tenemos? Sabemos que se llamaba igual que tú—. HyungWon asintió—¿Y qué edad tenía cuando murió?

—Creo que veintidós.

—¿Y murió en...?

—1917.

MinHyuk iba anotando todo lo que su amigo le iba diciendo.

—Ok, entonces sabemos que nació más o menos por 1895. ¿Has probado buscar en los archivos de la biblioteca o en la hemeroteca?

HyungWon sacudió la cabeza.

—No...

—Ah, podríamos empezar por ahí. Supongo que has intentando averiguar con tu familia.

—Si, pero no saben nada. O no quieren decirme.

—¿Y cómo supiste de él?

—Bueno, cuando la abuela murió tuvimos que ir a sacar algunas cosas de su casa y encontré algunas cartas. Pero eran apenas legibles. La tinta estaba algo deteriorada y hablaba de él y de un teatro.

—¿Un teatro? —Min miró a su amigo, curioso.

—Bueno, la carta decía algo de una obra y nombraba un teatro.

—Oh, eso es interesante. ¿Te acuerdas el nombre del teatro?

—The blue letter —dijo HyungWon.

—¡Oh, qué romántico! —Minhyuk soltó un suspiro enamorado.

—Si, pero hay un problema. —MinHyuk lo miró—. El teatro no existe más.

—¿Cómo que no existe? —el entusiasmo de MinHyuk se evaporó tan rápido como había llegado.

—O sea, existir si existe, pero está abandonado. Se nota que hace por lo menos un siglo que nadie pasa por allí.

MinHyuk sonrió entrecerrando los ojos.

—Podríamos escabullirnos...

HyungWon negó con la cabeza.

—No, no. ¿Por que siempre todo lo que propones roza la ilegalidad?

—Porque así es más divertido. Bueno, no importa, luego planearemos cómo entrar al teatro. Ahora vayamos a la biblioteca.

La biblioteca del lugar estaba repleta de estudiantes a esa hora, pero los amigos no tuvieron dificultad en encontrar los archiveros.

—¿Y esto cómo se usa? —preguntó Min a su amigo que miraba la máquina como si se tratara de un cohete espacial.

—Tú ve a preguntar, yo veré si logro descifrar esto.

Se sentó y pronto pudo manejarla sin problemas. Cuando su amigo volvió, HyungWon ya estaba buscando los archivos por años.

—Busca en la sección de espectáculos...

Estuvieron poco más de media hora cuando por fin dieron con algo.

Un pequeño recorte de periódico.

'Con su porte aristocrático, su altura ideal y su aire gallardo, el joven actor, Chae HyungWon es perfecto para el papel del detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes en esta nueva puesta en escena...'

Y una foto.

MinHyuk apretó el brazo de su amigo.

—¡Dios mío! —susurró— podría haberte sacado esa foto hoy... Es...

—Lo sé —dijo HyungWon casi tan sorprendido como su amigo.

—¿Nunca habías visto una foto suya?

HyungWon sacudió la cabeza, aturdido.

—N... No... Yo... En mi casa no hay fotos tan antiguas...

MinHyuk movió la perilla de la máquina para pasar los archivos y seguir buscando algo más.

—Mira —HyungWon se acercó más a la pantalla.

'...el joven actor murió en misteriosas circunstancias a sus veintitrés años de edad. Su persona se ha visto envuelta en algunos escándalos que dieron mucho de qué hablar... Pronto iba a estrenarse la obra que lo tenía como protagonista absoluto...'

La foto que adornaba la nota hizo que ambos amigos se estremecieran.

—Me da mucha impresión —dijo MinHyuk mirando a su amigo—. Es increíble y algo espeluznante si te pones a pensar. Eres como su doble exacto.

HyungWon estaba mudo de la impresión. Era como mirarse en un espejo del tiempo.

—La nota menciona escándalos... —dijo tomando nota—. ¿Qué crees que haya pasado?

—No lo sé, pero tenemos que averiguarlo. Ahora yo necesito saber qué le pasó a tu antepasado. Tenemos que entrar en ese teatro.