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•Sacando conclusiones

HyungWon le echaba miradas furtivas a Hoseok que conversaba con Kihyun a un costado del escenario. Se sentía como una de las heroínas románticas de sus libros. Sentía que le ardían las mejillas y andaba la mitad del tiempo soñando despierto.

—¿Te sientes bien? —le preguntó Chang apoyándole una mano en el hombro y visiblemente preocupado.

—Oh, sí. ¿Por qué lo preguntas? —se llevó una mano a la mejilla y parpadeó distraído.

—Estás un poco colorado... —acto seguido le apoyó una mano en la frente para chequear su temperatura.

—Oye...

—Si te sientes mal, dile a Kihyun que te deje descansar. El enano puede ser un tirano a veces —dijo moviendo la cabeza resignado. Se giró y levantó una mano—. ¡Kiki! Wonnie no se siente bien.

Todos hicieron silencio y HyungWon le apretó el brazo.

—No, yo estoy bien...

—Tomate un descanso —sugirió Kihyun moviendo la mano, apremiándolo a bajar del escenario— puedes recostarte un rato si lo necesitas. Ve a la oficina de Hoseok y toma una siesta.

HyungWon quiso replicar, pero Chang lo tomó por el codo y lo obligó a bajar. Hoseok se acercó a él y le tocó la cara.

—Estás algo caliente.

HyungWon quería decirle que él era el culpable de su deplorable estado por estarse paseando con esos pantalones ajustados y esas camisas que dejaban entrever sus clavículas, pero luego decidió que podía soportar un poco de mimos y se dejó llevar por Hoseok que echó una mirada a Chang que hizo que este sonriera pícaramente y farfullara una excusa para escapar hacia otro lado.

Cuando Hoseok cerró la puerta tras de sí, se acercó y le tomó la cara entre sus manos para darle un beso que le quitó el poco aliento que le quedaba y que hizo que sus piernas casi cedieran a su peso.

—¿Te sientes muy mal, amor?

Amor. Hoseok lo estaba llamando a amor. Y si antes pensó que sus mejillas estaban al rojo vivo ahora podía afirmar que estaba sufriendo una combustión espontánea. Sonrió tontamente y negó con la cabeza.

—Estoy bien, no te preocupes...

Hoseok lo miró como a un niño que merece una reprimenda, pero luego sonrió y lo besó otra vez.

—Yo cuidaré de ti. Tú recuéstate.

HyungWon hizo un puchero porque quería seguir siendo besado, pero hizo caso y se recostó. Desde la noche anterior en lo único que pensaba era en besar a Hoseok. Todo el tiempo. Andaba distraído y ya había derramado la leche que iba destinada a su cereal matutino, había quemado los huevos revueltos —aunque eso era algo que hacía seguido y probablemente Hoseok no tenía nada que ver con eso—, respondía con monosílabos y su torpeza innata se había potenciado a niveles preocupantes, según MinHyuk que lo tuvo que sacudir varias veces para que le prestara atención.

—¿Quieres un té? —ofreció Hoseok llevándole un analgésico.

—Quiero agua... y si no es mucha molestia, ¿podría también pedir un beso?

Hoseok se rio por lo bajo y se inclinó hacia él

—Todos los que quieras. De hecho, besarte se convirtió en mi pasatiempo favorito. Así que mis besos son todos tuyos, puedes usarlos cuando quieras.

HyungWon rio halagado y le echó los brazos al cuello atrayéndolo a su cuerpo.

—JeonWoo me ha mandado un mensaje
—dijo HyungWon acariciándole el cabello a Hoseok que tenía los ojos cerrados— y preguntó si podríamos juntarnos este jueves. Dice que encontró algunas cosas.

Hoseok asentía, perdido en el tacto de la mano de Wonnie. Podría acostumbrarse a sus caricias sin problema.

—¿Entonces, qué dices? ¿Iremos?

Hoseok abrió los ojos algo reticente y suspiró, dejando un beso sobre los dedos largos.

—Si, yo también necesito saber qué pasó con HyungWon. Se siente rarísimo estar hablando de él contigo.

Wonnie alzó las cejas y frunció la frente.

—¿Si? —preguntó perdido en los ojos contrarios.

—Bueno, él es igual a ti, y se llaman igual también... cuando miraba sus fotos y luego te veía a ti, no podía evitar estremecerme.

—¿Acaso me tienes miedo?

Hoseok le dio un beso.

—No. Pero te confieso que por momentos pensé que estaba perdiendo la cabeza.

—¿Por qué?

—Bueno, leía su diario y luego te veía a ti... y hubo momentos en que me confundía. No te rías con lo que voy a decirte, pero creo que también me enamoré un poquito del HyungWon del pasado.

HyungWon se mordió los labios para no reír.

—¿Y ahora? ¿Sigues enamorado de él? ¿Debo sentir celos de un fantasma? Porque no podría competir con eso.

Hoseok se echó a reír.

—Tú no tienes que competir con nadie. Porque tú eres infinitamente mejor.

—¿Cómo soy mejor qué él?

—Porque eres real. Y puedo tocarte —dijo paseando los dedos por el rostro sonrojado de Wonnie—, y a ti puedo besarte —se inclinó hacia adelante y lo besó con pasión. Cuando el beso se cortó HyungWon abrió los ojos y suspiró.

—Más, por favor.

—Hey, ¿cómo es que una personita que nunca había besado a nadie ahora es un monstruo codicioso de besos?

HyungWon se encogió de hombros.

—Es tu culpa. Oye, si hubiera sabido que esto de besar era tan genial no hubiera perdido tanto el tiempo.

Hoseok se cruzó de brazos.

—¡Hey!

HyungWon soltó una carcajada y se incorporó para abrazarlo y besar toda su cara.

—Estoy bromeando, tonto. Me alegro haber esperado por ti. Me gustas todo entero.

—No sé si creerte... —Hoseok hizo un puchero, pero se dejó besar dócilmente.

—En serio. Me gusta tu sonrisa, tus ojitos de luna —Hoseok pestañeó haciendo ojitos y Wonnie rio divertido—, me gustan tus labios —Hoseok entonces hizo un puchero que HyungWon atacó sin piedad—, me gustan tus brazos —Hoseok alzó un brazo y lo flexionó. Wonnie exclamó un ¡Wow!— y me gusta mucho tu... —Wonnie se sonrojó violentamente— tu... tu personalidad...

Hoseok alzó las cejas.

—¿Mi personalidad? ¿Por qué te sonrojaste? ¿Acaso ibas a acotar algo más a la lista de cosas que te gustan de mí?

—Bueno, podría sumarle una o dos cositas más... me gusta tu trasero —susurró por lo bajo.

—¿Dijiste algo?

—Bueno, ya. Me gusta tu trasero —dijo y escondió la cara en sus manos.

Hoseok lo agarró por la cintura y lo sentó en su regazo.

—Me alegra mucho saber que te gusto. Y con respecto a lo último... Podría hacer una excepción contigo y dejar que me toques un poquito.

—Oh, ¿puedo? —preguntó abriendo los ojos como platos— eso sería... Bueno...

Hoseok le dio un beso más y le hizo cosquillas. Las risas de ambos llenaron el espacio y no escucharon la puerta abrirse.

—¿No era que te sentías mal? —Min los miraba desde la puerta con los brazos cruzados y una media sonrisa divertida en la cara—. No sabía que el teatro ofrecía servicio de enfermería personalizado.

HyungWon se levantó de un salto y comenzó a acomodarse el cabello.

—Min, yo... él...

—Ay, basta. Deja de fingir. Te gusta el grandote. A él le gustas tú. Quiéranse, bésense, toquetéense, hagan el frutidelicioso por los rincones —los ojos de Wonnie casi se salen de sus órbitas al escuchar a su amigo mientras Hoseok se echaba a reír—, pero luego del ensayo. Kiki me mandó a preguntar si ya te sentías mejor... y a juzgar por lo que vi, creo que el tratamiento del enfermero surtió efecto.

—¡Qué dices! Dios mío... —Wonnie se pasó las manos por la cara y se irguió poniéndose serio—. Y tú no viste nada, ¿si?

—Sí, mi general. Ahora bajen sus traseros si no quieren a Kiki merodeando aquí en la oficina.

Salió del lugar dejando a la feliz pareja solos. Entonces Hoseok se acercó y lo arrinconó contra la pared para besarlo ansiosamente.

—Vamos. Pero luego serás todo mío... —dijo dándose la vuelta para irse, momento que Wonnie aprovechó para darle un chirlo en una nalga. Hoseok lo miró sorprendido.

—¿Y eso por qué fue?

—Bueno, tú dijiste que podía. Ahora te aguantas.

—¿Dónde quedó el Wonnie tímido y qué hiciste con él?

HyungWon pasó por su lado y ya en la puerta lo miró por encima del hombro.

—Es todo tu culpa. No puedes verte así y esperar que no quiera tocarte...

Y salió corriendo por el pasillo.

Min bajó del auto de Hoseok ansioso por la tarde que tendrían. HyungWon se afirmó la boina y esperó a que Hoseok cerrara el auto para luego agarrar su mano y caminar hacia la cafetería dónde los había citado JeonWoo. Este estaba leyendo un cuaderno de tapas negras ajadas cuando los tres entraron.

—Hola, chicos... —dijo estirando la mano. Miró a Min y este se apresuró a palmearle el hombro, emocionado.

—Soy Min. ¿Así que tú también tienes parte en esta historia? ¡Eso es genial!

Conversaron un rato sobre cosas sin relevancia hasta que todos sacaron las cosas que tenían. Las cartas, el diario y Min sacó el programa de la obra que iba a protagonizar HyungWon antes de morir.

—Ordenamos las cartas por fechas —dijo Hoseok sacando un pequeño anotador—.  Tenemos a Jooheon que era hijo de Lee Jung Do. HyungWon gozaba de cierta popularidad por haber interpretado a Sherlock Holmes... —Min le pasó el recorte del periódico— en el teatro del señor Kim. En... Septiembre de 1915. En diciembre de ese año conoce a Jooheon...

—Que según lo que dice el diario fue a visitar el teatro del señor Kim porque su padre era amigo suyo. El señor Kim le pide a HyungWon que le muestre el teatro a Jooheon y ahí empiezan a frecuentarse, avísenme si estoy omitiendo algún detalle... —pidió Wonnie repasando las fechas que tenía anotadas. Todos asintieron—.  Tenemos entonces que el señor Lee quiere que el señor Kim monte una obra en su teatro y por eso nace The Muse —Min le pasó el programa de la obra—. Kim Moon Taeil. Así se llamaba el director.

—JeonWoo, ¿qué tienes? —preguntó Hoseok.

El chico abrió el diario de su pariente y leyó:

'TaeHyung ha amenazado con ir a la policía. Pero yo ví como seguían molestando a HyungWon. ¡Esos idiotas! No pude resistir el coraje y me abalancé sobre su cuerpo. Quiero ver qué hará mañana cuando tenga que explicar el labio partido y el ojo morado. He hablado con HyungWon y le aconsejé que debería presentar una queja, pero él se niega. Dice que no quiere tener problemas con el señor Kim y con el señor Lee. Me da pena ver cómo sigue buscando excusas. Es un buen chico, pero también sé que el teatro es su vida y su padre lo obligaría a dejarlo si se enterara de lo que dicen de él...'

Hubo un corto silencio en dónde todos cruzaron miradas. Min agarró una carta y suspiró con tristeza.

—¿Qué fecha dice en ese día? —preguntó a JeonWoo.

—Septiembre de 1916.

—Bueno para Julio de ese año HyungWon ya se quejaba de que ese tal Taehyung y un tal... Kwangsoo ya lo molestaban. Puso '...sus palabras no me son desconocidas, mi padre las pronuncia contra mí cada ocasión que se le presenta...'

JeonWoo los miró.

—Sus palabras no me son desconocidas —repitió—. ¿Es lo que yo creo que es?

Hoseok asintió.

—Si. Su padre lo llamaba sodomita. Así que supongo que esos eran los rumores que se corrían y por eso Joo decidió alejarse. Para protegerlo de su padre.

—Deberíamos intentar averiguar algo sobre estos dos idiotas. Taehyung y Kwangsoo..

Sodomita: El sodomita era considerado como una criatura de lujuria, como un esclavo de los apetitos sexuales. Durante largo tiempo uno de los modos en el que eran nombrados los homosexuales era con el término 'sodomita', un vocablo que se utilizó sobre todo durante la Edad Media y que específicamente era para referirse a aquellos hombres que practicaban el coito anal entre ellos.

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