•Misterio
Lo había admitido. Había admitido que le gustaba Wonnie. Y el resto de la noche siguió cayendo bajo los encantos de ese chico sencillo y amable. Habían ordenado algunas bebidas y alquilado una sala grande de karaoke porque eran un grupo numeroso. Min había tenido la maravillosa idea —porque era maravillosa— de sentar a Wonnie a su lado en la sala y como había varias personas, estaban sentados casi encima uno del otro.
—¡Yo quiero ir primero! —exclamó Min agitando el control de la pantalla—. ¿Algún pedido especial?
Todos apludieron y de a uno empezaron a gritar nombres de canciones. Al final, el rubio se decidió por una canción de Queen, que por supuesto, todos conocían. Claro que al tratarse de Min, la canción iba incluída con show y el muchacho no dejó pasar la oportunidad de mostrar que, además de un buen cantante, también era un excelente showman. Wonnie se descostillaba de risa y Hoseok no pudo menos que sonreír ante las carcajadas exageradas y desafinadas del chico. Era simplemente adorable.
—¿Siempre fue así? —le preguntó acercándose un poco para que Wonnie lo escuchara por encima de la música. Este giró la cara y asintió. Estaba un poco achispado por el soju y tenía la nariz y las mejillas levemente coloreadas de carmín.
—Desde que empezó a hablar —respondió el alto—. Es muy divertido aunque a veces es algo exagerado. ¿Tú cantas también?
Hoseok hizo una mueca divertida y se rascó la sien.
—No soy Min, eso está claro, pero me defiendo. ¿Ya sabes qué canción vas a interpretar?
HyungWon agarró la carpeta plastificada repasando la lista de canciones.
—No lo sé... Soy bastante torpe y tímido. Empezaré a tartamudear apenas agarre el micrófono —dijo sonriendo con timidez.
Hoseok le pellizcó la mejilla con delicadeza.
—¡Qué dices! Ahora eres actor, ¿lo olvidaste? Piensa que eres un cantante y listo.
HungWon rió por la ocurrencia.
—Sí, claro. Tú lo dices porque es fácil para ti estar frente a muchas personas. Y porque además eres un actor excelente.
Hoseok le agradeció el cumplido, pero luego pasó un buen rato alentándolo para que se animara a cantar. Cuando finalmente casi todos en la sala habían cantado, Kihyun tomó el micrófono para decir una palabras.
—Quiero agradecerles a todos por el duro trabajo que están haciendo para darle vida a este proyecto. Sin ustedes, esto no sería posible y sólo sería un sueño más que archivo. Por otro lado, quiero agradecerle a Wonnie por la maravillosa interpretación que nos regaló el día de hoy —HyungWon abrió mucho los ojos y se encogió en su lugar muerto de vergüenza—. Eres el DongSuk que siempre soñé y supiste superar cada una de tus inseguridades...
—Hoseok lo ayudó mucho —interrumpió Min. Y hubo algunos silbidos y aplausos.
Kihyun alzó su vaso de soju y sonrió.
—Bueno, todos pudimos ver la química que tenían sobre el escenario...
Hoseok se levantó e hizo una reverencia teatrezca para luego volver a tomar asiento.
—Como sea —prosiguió Kihyun— gracias a todos. Ahora Wonnie, ¡ven aquí! Es tu turno de cantar.
HyungWon comenzó a farfullar excusas, pero entre Chang y Min lograron casi arrastrarlo hasta el centro de la sala.
—Ay —se quejó acomodando su cabello rebelde— es que yo no sé cantar...
—¡Pero si eres el mejor cantante de ducha que hay! —dijo Min y todos festejaron el chiste. HyungWon paseó la mirada por todos sus compañeros esperando que alguno se apiadara y lo salvara de hacer el ridículo, pero no hubo más que palabras de aliento. Finalmente eligió una canción romántica de algún drama y se aclaró la garganta. Cuando empezó a cantar todos se callaron y Hoseok tuvo la excusa perfecta para mirarlo sin tapujos.
'Now, now that I found you...'
Para alegría de Wonnie todos se sabían el estribillo y cantaron con él y su interpretación fue vitoreada por todos. Cuando volvió a su asiento, Hoseok le palmeó los hombros.
—Y tú diciendo que no sabes cantar... —dijo riendo. HyungWon hizo un mohín gracioso con los labios y resopló haciendo volar el cabello que había caído sobre sus ojos.
—Eres demasiado amable conmigo —dijo entonces— y realmente no sé si soy tan bueno como dices. Pero agradezco tus palabras. Eres un buen amigo.
Amigo. Ouch. Hoseok sintió esa palabra como si fuera a desgarrarlo por dentro. ¿Debía hacer algo para cambiar eso? De lo que si estaba seguro es de que quería volver a besarlo. Ya no le alcanzaba solo con los ensayos.
—¡Hoho, deja de coquetear y trae ese trasero duro al frente! —gritó Kihyun agitando la lista de temas—. Es tu turno.
Hoseok insultó a su amigo por lo bajo y se levantó a regañadientes, molesto por tener que separarse de Wonnie.
Para cuando terminó de cantar, Wonnie estaba demasiado alegre por todo el alcohol que habia ingerido y al que no estaba acostumbrado y Hoseok tuvo que cargarlo en su espalda hasta el auto. Los brazos largos le cruzaban el pecho y podía sentir el aliento tibio del chico en su oreja.
—Hueles... Hueles lindo —dijo Wonnie entre risitas— podría quedarme a dormir aquí... es tan, tan cómodo...
Hoseok intentó alejar todos los pensamientos que estaban cruzando su cabeza en ese momento y concentrarse en el camino y en que debía dejar a ambos chicos sanos y salvos en su apartamento.
—Gracias por traernos, Hoseok —le dijo Min mientras lo guiaba hasta la habitación de Wonnie para poder dejarlo sobre la cama—. Mañana no se acordará de nada —acotó mirando a su amigo que dormía despatarrado.
Hoseok sonrió.
—Que descanse, mañana no hay ensayos así que déjalo dormir, no deberías haberlo dejado tomar tanto.
Min se cruzó de brazos.
—Oye, no soy su padre. Y se divirtió bastante. Si hubiera sido por él no hubiera salido a ningún lado y estaría encerrado aquí dentro mirando sus películas románticas o escribiendo en su diario...
Escribiendo en su diario. Hoseok no podía dejar de pensar en esa frase. ¿Wonnie también llevaría un diario como HyungWon?
Una vez en su apartamento y después de darse una ducha, se recostó en su cama y sacó una de las fotos de la cajita. HyungWon y Wonnie. No podía ser una casualidad que fueran tan parecidos. Tomó una de las cartas del pilón y sacó una.
'Jagi:
quiero pedirte perdón por haber estado algo distante. Créeme que no es de mi agrado, pero creo que mi padre ha estado sospechando de mi 'excesivo interés en el teatro'. No quiero que tengas problemas por mi comportamiento. La obra se estrenará en algunos meses y no quiero darle motivos que puedan ponerla en riesgo. Te extraño. Dios es testigo de cuánto lo hago. Pero creo que he encontrado la forma de que podamos estar algún tiempo a solas. Aún no te diré nada porque quiero que sea una sorpresa... Te veías fantástico sobre el escenario...'
Hoseok intentó imaginar lo difícil que habría sido en aquella época el haber estado enamorado de otro hombre. Jooheon se había quitado la vida luego de la muerte de HyungWon y eso era algo que, por alguna razón, le dolía.
Dejó el sobre a un lado y abrió el diario. Las anotaciones eran cada vez más espaciadas. Había notas dispersas, fechas, tachones y manchas de tinta. Hasta que cayó en el día 24 de julio de 1916.
HyungWon había hecho un dibujo de un corazón roto.
'Hoy esos dos idiotas de Kwangsoo y TaeHyung han estado molestándome de nuevo. Ya no entiendo qué quieren de mí. Intenté alejarme de Joo, pero eso no parece ser suficiente para esos dos energúmenos. Sus palabras no me son desconocidas, mi padre las pronuncia contra mí cada ocasión que se le presenta, pero temo por Joo y los problemas que esos rumores puedan traerle con su familia. Su padre es un hombre muy respetado y ha estado algo cortante en su trato hacia mí. No estoy seguro sobre quién ha esparcido tales rumores malintencionados, pero no puedo seguir acercándome a Joo sin que los demás hagan todo un escándalo. Una vez que termine la obra, me iré lejos de aquí...'
Hoseok pasó a la hoja siguiente.
'Aún me duele un poco el costado. Tengo un feo moretón de un color violeta espantoso. He tenido que mantener mi postura toda la comida y mi padre me ha regañado aunque ya no recuerdo sobre qué. Mis padres han discutido hoy por mi culpa y aunque mi abuelita intente negarlo para hacerme sentir mejor yo sé que ellos estarían más felices sin mi presencia en la casa. JongHyun regresará en algunos días. Lo he extrañado mucho...'
'La vida en el teatro ya no se me hace tan divertida. Sólo quiero que todo esto termine de una vez. JongIn me anima a seguir, siempre está intentando hacerme reír y ha peleado con Taehyung por mí. Incluso han llegado a los golpes. El ambiente ya no es tan amigable para mí...'
Hoseok cerró el diario e intentó no pensar demasiado en lo que acababa de leer aunque sabía que eso no iba a ser posible. Estaba demasiado metido en la historia y necesitaba saber más sobre lo que había sucedido con HyungWon un siglo atrás. Con esos pensamientos dando vueltas por la cabeza, Hsoeok se durmió.
HyungWon arrastró los pies por el pasillo y caminó hasta la cocina. La cabeza le dolía horrores y no sabía cómo había llegado a su casa. Min estaba sentado a la mesa con un montón de papeles alrededor.
—¿Qué haces? —preguntó abriendo la nevera para sacar un cartón de zumo de naranja.
—Tienes que leer esto... —respondió su amigo sin siquiera mirarlo.
—Oye, ¿cómo llegamos anoche? No recuerdo nada.
—Oh, Hoseok nos trajo. Incluso te acostó y te arropó. ¿No crees que es tierno? Con el tamaño que tiene uno pensaría que sería todo rudo y...
—¿¡Qué!? —Wonnie lo sacudió por los hombros.
—Hey, ¿qué te pasa?
—¿Cómo que Hoseok me... me arropó?
Un leve rubor coloreó sus mejillas y se dejó caer sobre una silla, derrotado y avergonzado.
—Pues estabas borracho y yo no podía cargarte. Peso casi lo mismo que tú. Hoseok te cargó en su espalda y luego nos trajo hasta aquí.
HyungWon apoyó la frente en la mesa.
—¿Cómo permitiste que me viera en ese estado? Dios mío, ¿cómo lo miraré a la cara ahora?
Min se echó a reír.
—Pues no parecía muy desanimado. Dijo que te veías lindo...
HyungWon levantó la cabeza, se paró y suspiró, claramente mortificado de que el hombre que le gustaba lo hubiera visto haciendo un papel tan deplorable.
—Iré a suicidarme al baño...
—Ve luego, ahora siéntate que quiero mostrarte algo.
HyungWon entonces miró los papeles que había sobre la mesa. Eran las cartas que HyungWon le había escrito a su amante secreto.
—¿Por qué empezaste a leerlas sin mí?
Min hizo una gesto con la mano como ahuyentando un mosquito.
—Porque tú dormías como un tronco. Pero he descubierto algo interesante. Mira —le pasó una carta fechada en Octubre de 1916.
'He ido al médico como tú me pediste, pero tampoco supieron darme una respuesta. Habrá de ser algún virus estomacal o han de ser los nervios por las funciones. La noticia de que la obra sería llevada a otras ciudades me ha tenido en un estado de excitación poco normal. De todas maneras me cuidaré. Te lo prometo. Lo único bueno de todo esto es que mi abuelita me da una ración extra de mimos. Ha sido una buena idea el quedarme en su casa. Mis padres no han venido a verme. Por supuesto no me extraña, aunque tenía la pequeña esperanza de que al menos mi madre viniera... Te extraño, Joo y me gustaría verte...'
HyungWon miró a su amigo.
—Mira la fecha, HyungWon murió en 1917, y ¿si ese virus estomacal fue el que lo mató?
HyungWon hizo una mueca.
—¿Tú crees?
Min resopló y tomó otra carta.
—Escucha esto: '...debo decir que me alegro que no hayas venido a la función de hoy. Tengo un aspecto terrible y Daehyun ha tenido que ponerme demasiado maquillaje para tapar las sombras bajo mis ojos. Incluso el idiota de Taehyun se ha preocupado por mí y me ha servido té...' —leyó Min—. La fecha es de enero de 1917.
HyungWon releyó el párrafo.
—Estaba enfermo —dijo con cierta tristeza en la voz.
—¿Recuerdas que en el recorte de ese periódico decía que había habido ciertos rumores sobre él? —HyungWon asintió y vio como su amigo buscaba entre las cartas hasta que sacó una y se la pasó.
'...no puedes imaginarte el miedo que sentí cuando mi padre me llamó a su despacho. Me ha dicho que soy una desgracia para su familia y que jamás hubiera esperado tener un hijo sodomita. No entiendo de dónde ha sacado eso, pero no pude negárselo. Por supuesto me ha golpeado y me ha prohibido acercarme al teatro...'
—¡Pobrecito! —exclamó Wonnie— Min, ¿crees que murió solo?
—No lo sé, pero debemos averiguar qué pasó. No tendré paz hasta que lo sepamos...
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