Hoseok seguía sin poder creer que había besado a Wonnie. Y había sido perfecto. Esos labios suaves eran una tentación y pensándolo en frío, quizás se había excedido un poco en el entusiasmo. Cuando se separaron la cara de Wonnie estaba totalmente colorada y ya no pudieron seguir ensayando. Si a eso se le podía llamar ensayo. Wonnie se había levantado del piso y había farfullado un par de excusas para luego salir casi corriendo de su oficina.

¿Qué debía hacer ahora? ¿Cómo debía actuar en adelante cuando lo viera? Porque estaba totalmente seguro de que ya no podría mirarlo de la misma manera que antes. Porque definitivamente quería seguir besándolo. Quería volver a abrazarlo y no iba a tener corazón para verlo besar a JungWoo. ¿Cómo iba a soportarlo? 

Salió de su oficina y cerró el teatro. Todo el camino a su casa pensó en ese momento único que había compartido con su 'estudiante'. No podía parar de sonreír como un idiota.

Se quitó los zapatos y puso a calentar un pote de ramen. Mientras aprovechó para ducharse y luego se sentó a comer frente a la televisión. Pero nada de lo que hacía lo hacía olvidar de Wonnie. Su cabeza volvía a él una y otra vez.

Finalmente, resignado, se levantó y se fue a su cama. Agarró la caja y sacó las cartas.

'A veces me pregunto qué hice para merecer tu amor, para merecer tus besos, tus sonrisas. Cada día se hace más pesado separarme de ti, mi Jagi. Tengo una sorpresa para darte, una que nos hará muy felices a ambos. Sé que estás un poco preocupado por el estreno de Sherlock, pero también sé que nadie lo hará mejor que tú. Eres el actor más increíble que haya pisado el escenario alguna vez. Me gustaría que te vieras a través de mis ojos así verías lo maravilloso que eres...'

Hoseok miró las fecha de la carta. Mayo de 1916. Miró el sobre y un recorte de periódico cayó sobre el acolchado. Lo abrió con cuidado de no romperlo ya que era un papel muy antiguo y estaba algo ajado en los bordes. El recorte era del periódico The Korea Times y se podía ver una foto de HyungWon vestido como el personaje de Conan Doyle.

'Con su porte aristocrático, su altura ideal y su aire gallardo, el joven actor, Chae HyungWon es perfecto para el papel del detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes en esta nueva puesta en escena...'

Observó la foto por un largo tiempo hasta que decidió pasar al diario. Había establecido una suerte de rutina. Llegar a su casa, darse un baño y comer algo y luego irse a la cama con la caja y el diario para leer un poco antes de dormir. Y por supuesto también pensar en Wonnie. Era inevitable hacer la conexión porque el chico era el vivo retrato del actor del siglo pasado. Cuando leía el diario se imaginaba a Wonnie a su lado leyéndole lo que escribía. Se avergonzó un poco al imaginarse lo que Wonnie pensaría si supiera lo que hacía noche tras noche. Riendo de su propia locura abrió el diario. Había marcado la página del beso para poder seguir la historia donde la había dejado.

'He tenido que cortarme el cabello para los afiches promocionales de The Blue Letter. ¿No es un nombre bonito? Pienso que es muy romántico. El señor Kim ha escrito una obra maravillosa. Es una historia de amor llena de tragedias. Confieso que me encantan las historias de amor así que esta obra me llena de entusiasmo...'

—¿Te gustan las historias de amor?
—Quizá más de lo conveniente.

'Mi abuelita siempre dice que soy un romántico sin remedio...'

HyungWon dudó en entrar al teatro. No sabía cómo iba a mirar a Hoseok de nuevo después de lo que había pasado en su oficina. 'Sé profesional, HyungWon —se dijo en voz alta— fue un ensayo. Sólo un ensayo. No te propuso matrimonio. Entra y saluda como el adulto que eres. '

—¿Y ahora qué bicho te picó? —le preguntó Min llegando a su lado con una botellita de bebida para la resaca.

—¿Seguiste tomando cerveza anoche? —le preguntó adoptando una actitud un tanto maternal.

—Tú te dormiste y estaba aburrido. Como sea, ¿qué pasa que no entras? Ah, tienes miedo de ver a tu galán besuquero —hizo un piquito con los labios y soltó unos besos al aire.

HyungWon miró hacia ambos lados y agarró a su amigo del brazo.

—Juro que no te cuento nunca más nada.

Su amigo se echó a reír y ambos entraron empujándose. Cuando entraron al anfiteatro ya algunos de sus compañeros estaban ensayando otras escenas y Chang caminaba de un lado a otro con disfraces y pelucas.

—...podríamos ir el sábado a comer al lugar ese nuevo que inauguraron en el centro —decía Min a Wonnie cuando un grito de frustración llenó el lugar y todos hicieron silencio.

Hoseok entró apurado y todos lo miraron. Se encogió de hombros y miró hacia los palcos buscando el origen del grito. Kihyun estaba parado con el teléfono pegado a su oreja.

—¿Qué? ¿Pero qué se supone que haga yo ahora?

Todos miraron hacia arriba y esperaron a que terminara de hablar.

—Uy, se deschavetó el enano —le susurró Min al oído. HyungWon le dio un codazo, pero se tapó la boca para no echarse a reír.

—Hoseok, Chang —dijo Kihyun apoyando ambas manos en la baranda del palco y les hizo una seña para que se reunieran con él.
—Tenemos un problema.

Hoseok miró a Chang y luego sus ojos se posaron en HyungWon que se ruborizó al instante y miró hacia otro lado.

—Ustedes sigan con los ensayos, chicos —dijo antes de salir del lugar seguido por Chang.

—¿Qué creen que haya pasado? —preguntó la mujer que hacía de la madre de Wonnie en la obra.

—Ni idea —respondió otro muchacho que estaba sentado en el sofá de ultilería— pero Kihyun enojado da miedo.

—¿Solo enojado? Da miedo de todas formas...

Algunos rieron, aunque en realidad estaban todos algo expectantes por la situación que se desarrollaba en el piso de arriba.

—Oye —Min le golpeó el brazo para llamar su atención— ¿quieres ir después a husmear un poco más en el depósito? Si ayer encontramos las cartas, piensa en todo lo que pasamos por alto. No pensé que iba a disfrutar esto de andar revisando cosas polvorientas, pero debo admitir que tiene su encanto. ¿No lo crees?

HyungWon asintió con vaguedad, absorto en el guión... y en el beso de la noche anterior. Para colmo de males, Hoseok lucía especialmente divino ese día. Le iba a costar mucho enfocarse en la obra si ese hombre iba a pasearse luciendo así por el lugar.

—¿Estás escuchándome?

—¿Mmhh?

—Estaba diciendo que los chicos van a ir a comer algo luego de los ensayos y que deberíamos ir...

En ese momento Kihyun, Hoseok y Chang entraron al anfiteatro y todos hicieron silencio.

Kihyun suspiró y se dejó caer en una de las butacas.

—Surgió un problema —dijo llevándose ambas manos a la cabeza— JungWoo tuvo que hacer un viaje de emergencia y no podrá seguir con la obra.

Hubo algunos murmullos entre los actores y una chica levantó la mano.

—¿Tenemos algún reemplazo o se abrirán nuevas audiciones?

—Eso atrasaría todo —dijo Chang sentándose de un salto en el borde del escenario— el chico debería aprenderse el guión, deberíamos probar la química con Wonnie...

Entonces Min se puso de pie de un salto y todos lo miraron.

—Bueno, ¿y si Hoseok lo reemplaza?

Kihyun se sentó derecho y lo miró.

—¿Hoseok?

Min asintió.

—Sería un buen Demian. Sabe todas sus líneas y estuvo ayudando a Wonnie con su papel las últimas semanas.

HyungWon palideció y miró a su amigo como si acabara de cometer un asesinato en masa.

—¡Oh, eso es verdad! —exclamó Chang aplaudiendo— y además pareces más un soldado que JungWoo.

—Y no tendríamos que posponer el estreno —Kihyun saltó de su silla y se paró frente a Hoseok tomándolo por los hombros—. Vamos, amigo, no puedes fallarme en esto...

Hoseok miró a todos y luego a HyungWon que tenía la mirada fija en el piso.

—Yo... No lo sé.

—Has hecho esto infinidad de veces, Hoho —dijo Kihyun intentando convencerlo— sé que no querías estar en el escenario esta vez, pero es un caso urgente. Y Wonnie te conoce y no tendría que ensayar con un extraño...

HyungWon levantó la mirada cuando escuchó su nombre y sus ojos se encontraron con los de Hoseok.

Este pareció pensarlo unos segundos y finalmente asintió.

—Wonnie, ¿tú estás de acuerdo con que yo sea Demian?

Todas las cabezas se giraron hacia él y vio fugazmente como su mejor amigo sonreía maliciosamente.

—Yo... yo creo que sería lo mejor —dijo entonces.

Todos estallaron en aplausos y Kihyun abrazó a su amigo.

—¡Esta noche yo invito los tragos! —dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

—Ay, amiguito —le susurró Min a su lado— ¿qué harías sin mí?