•Ayuda
—¿Lo dices en serio? —Min dio un salto para sentarse sobre la mesada de la cocina.
HyungWon estaba sentado a la mesa rodeado de papeles arrugados y manchados de tinta. La expresión que tenía en la cara era de absoluto desconcierto.
—Si, Min. Kihyun puso todo su esfuerzo en esta obra. No quiero ser yo quién la arruine.
Min abrió una alacena y agarró un paquete de galletas de limón.
—¿No crees que estás exagerando? —HyungWon se apoyó sobre una mano y resopló, volándose el cabello que caía sobre su rostro—. He visto los ensayos y no lo haces tan mal.
—Ese es exactamente el problema. No puedo hacer un papel a medias. Tiene que salir perfecto. Y yo no lo soy.
Min suspiró apoyando la cabeza sobre la puerta de la alacena.
—Mira, no seas tan dramático. O si, selo, pero en el escenario. Habla con Kiki o con Chang. Ellos sabrán cómo ayudarte.
—No, no insistas. Me da pena. Cuando estoy leyendo mis líneas, puedo ver en los ojos de Kiki el momento exacto en que se arrepintió de haberme dado el papel.
—Pero… ¿Y el libro? —Min inclinó el cuerpo hacia adelante, balanceando las piernas.
Eso era lo que más pena le daba a HyungWon. Si dejaba la obra ya no iba a tener excusas para husmear por el teatro. Pero él no era actor y no quería arruinar la obra para todos. Prefería resignar su libro a que los demás lo odiaran por fallar.
—No lo seguiré.
Min dejó el paquete sobre la mesada y bajó para agarrar a su amigo por los hombros y sacudirlo.
—Mira, estás inseguro. No es nada grave. Sabes que Kiki no te presionará si le dices que tienes miedo. Tú puedes hacerlo.
—¿Por qué todos piensan que lo haré bien? Tú, Jung Woo, Chang, Hoseok…
—¡Ves! Somos cuatro contra dos. Oye, hablando de Hoseok, vi que tuvieron un 'momento' —dijo haciendo comillas con los dedos en la palabra momento y levantando las cejas en modo pícaro.
HyungWon tomó un bollo de papel y se lo lanzó a la cara.
—¿Qué te dije sobre inventar cosas en tu cabeza?
—Oh, a mi no puedes engañarme. No puedes negar que es atractivo. Además te tenía agarrado como si fueras el último salvavidas del Titanic.
HyungWon se ruborizó.
—Estás desvariando. Yo tropecé con él. Eso es todo. Se agarró a mí porque sino se caía.
—Si, sí, Rose, lo que tu digas, pero ese Jack estaba embobado mientras te comía con la mirada.
—Basta. No voy a escuchar tus delirios. Mañana me acompañarás y le diré a Kihyun que busque otro DongSuk.
22 de Diciembre. 1915
Mi madre me ha regañado. Otra vez. Mi padre ha salido de la habitación diciendo que era una vergüenza. Me lo dice cada vez que tiene oportunidad. Duele como la primera vez, pero llorar tampoco soluciona nada. Lo único bueno es que hoy tenemos ensayos. Sé que él estará ahí. Él es el único que me hace sonreír de verdad. Me ha dicho que viajará para visitar a unos parientes para navidad. Eso significa que no lo veré por algunos días. El señor Kim pidió que hiciéramos los ensayos con el vestuario y confieso que me hace mucha ilusión. Estuve practicando mucho mis líneas y me siento muy orgulloso decir que ya me sé el papel del derecho al revés. La abuela me ha dicho que irá el día del estreno. Sé que le duele que mis padres no me apoyen en esto que amo, pero a veces le digo pequeñas mentiras, como que mamá me ha preguntado por la obra, para que no se sienta mal. Al menos está JooHyun para hacerlos felices.
Una sensación de malestar lo invadió por completo. Entendía que HyungWon había vivido en otra época pero, a medida que iba leyendo el diario podía sentir cómo la simpatía por el chico iba creciendo y le molestaba profundamente que hubiera tenido una vida triste. Cerró el diario, lo dejó sobre su escritorio y sacó una carta al azar.
La caligrafía de Jooheon era diferente a la de HyungWon. Por la forma en que se expresaba podía adivinar que el muchacho, había sido alguien muy impulsivo y alegre. Todo lo contrario al actor que se notaba una cierta melancolía en la forma de escribir.
Mi Jagi:
Verte caminar por el escenario pone mi corazón a bailar. Me encanta escucharte reír. Tienes una risa preciosa, aunque supongo que ya te lo habrán dicho antes. Se que he estado algo alejado del teatro estos últimos días, pero no quiero que mi padre sospeche nada. Sabes que es un hombre un poco antiguo y no estoy seguro de cómo podría reaccionar si nota cómo te miro. Sabes, el romance no es algo a lo que le haya dado importancia antes, pero todo eso cambió cuando me sonreíste. En serio. Hay días en los que sería capaz de matar por una sonrisa tuya.
Un suave golpe en la puerta lo hizo sobresaltar.
—Si, adelante —gritó.
Una rostro sonriente se asomó y Hoseok se puso derecho y guardó las cosas en la caja.
—Wonnie, adelante... ¿Está todo en orden?
El chico entró a la oficina y cerró la puerta. Vestía una camisa suelta y unos pantalones negros anchos. El cabello brillante y oscuro le caía hasta el mentón. Se veía muy bien.
—Si... Em, Kihyun aún no ha llegado...
Hoseok asintió y le indicó una butaca frente al escritorio donde podía sentarse.
—Oh, ya debe estar por llegar. ¿Pasó algo? Nunca subes a la oficina.
—Si, bueno... He estado pensándolo bien y creo que no sirvo para esto.
Hoseok ladeó la cabeza, confundido.
—Y entonces... No quiero arruinar las cosas. Ustedes trabajaron mucho para esto y estoy seguro de que habrá muchas personas dispuestas a ocupar mi lugar.
Hoseok levantó una mano.
—Espera, espera. Wonnie, ¿de qué hablas?
—Voy a dejar la obra.
A Hoseok le tomó algunos segundos asimilar las palabras que el chico le decía.
—¿Tú... Tú te irás?
HyungWon asintió.
—Sí. Sé que ustedes tienen fe de que puedo hacerlo, pero no logro hacerlo bien y no quiero arruinar la obra. Por eso quería pedirte si tú podrías hablar con Kihyun...
Hoseok se puso de pie y rodeó el escritorio, apoyándose sobre este al lado de HyungWon.
—Escucha, piénsalo un poco mejor. No hubiéramos insistido si no creyéramos que eres ideal para el papel.
—Pero...
—Sólo tienes que ganar un poco más de confianza. Hagamos algo, yo prometí ayudarte y eso voy a hacer. Vamos a quedarnos todos los días una hora más y yo te ayudaré con el guión. Practicaremos y pronto verás cómo el papel sale solo. Ten confianza.
HyungWon no estaba muy seguro de aceptar la idea de Hoseok, pero también sabía que no quería decepcionar a nadie.
—¿En serio me ayudarás?
—Si me lo permites, sí. Yo haré de Demian y podré ayudarte a corregir tus fallas. Conmigo no debes sentir vergüenza. Al principio, cuando empecé a estudiar teatro, a mí también me costaba soltarme al leer. No sabía cómo decir las cosas o cómo moverme en el escenario. Sé que quizás Kihyun fue un poco impulsivo al pedirte que interpretes el papel protagónico sin tener experiencia, pero yo también creo que eres ideal para el papel.
HyungWon no sabía qué decir. Hoseok estaba siendo muy amable al apartar un poco de su tiempo para ayudarlo.
—Gracias, Hoseok. Te agradezco que quieras ayudarme, pero el quedarte una hora más todos los días, ¿no alterará tu rutina?
Hoseok se cruzó de brazos.
—Tú no te preocupes por eso. Juntos haremos de esta obra, un éxito.
HyungWon se levantó y le agradeció de nuevo con una pequeña reverencia.
—¿Entonces, cuándo quieres empezar?
—Emm... Cuando tú lo creas conveniente. Yo no tengo mucho que hacer estos días...
—HyungWon se rascó la nuca con aire distraído.
—Perfecto. Entonces si quieres, una vez que terminen los ensayos de hoy, sube y empezaremos con las clases. ¿Está bien?
—Está bien. Esta tarde entonces.
HyungWon salió de la oficina y Hoseok se quedó mirando la puerta cerrada un rato largo. Estaba sonriendo.
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