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⁰¹ ˑ 𝘵𝘰 𝘯𝘦𝘸 𝘣𝘦𝘨𝘪𝘯𝘯𝘪𝘯𝘨𝘴

𝗴𝗵𝗼𝘀𝘁𝗯𝘂𝘀𝘁𝗲𝗿 !
⁰¹ ˑ "to new beginnings"



Empezar una nueva etapa nunca fue fácil, mucho menos cuando te expulsan a ti y a tu hermano mellizo un par de semanas después de empezar el curso.

Pero en su defensa, habían pintarrajeado y pinchado las ruedas del coche del profesor porque él se había propasado con una chica, lo que no tenía pruebas suficientes para demostrarlo, por lo que la chica optó por tomarse la justicia por sus propios medios... y su hermano acabo siendo arrastrado.

—Nunca me cansaré de decir que los uniformes de aquí son mucho mejor que los del Aoba Johsai.

—Deja de mirarle el culo a esa pobre chica, Rai.

—Es que tiene un culo genial. Mis felicitaciones a sus padres.

—No sé como te he aguantado durante todo este tiempo —rueda los ojos la pelinegra. Saca su espejo y se asegura de que su labial esté intacto, al igual que su fleco de color rojo.

—Porque soy extremadamente guapo y encantador —se burla de su hermana. —Y porque eres la mayor.

—Muérete —se queja la chica.

—¡Hola! —los saluda una chica de pelo rosado, como pastel bastante apagado, con una sonrisa de oreja a oreja. —Vosotros debéis de ser los nuevos, ¿verdad? Me ha pedido el profe que sea vuestra guía. Estamos en el grupo 4 de los de primero. Es esta planta. Yo me llamo Seiren y podéis contar conmigo para lo que querais.

—Pero que chica tan encantadora —comenta el pelinegro. —Y un nombre precioso. Le queda genial a una chica tan linda como tú.

—Rai, vas a asustar a la niña fresita —se burla su hermana.

—¿Fresita?

—No le hagas caso, preciosa. Yo me llamo Raiden, aunque tú puedes enseñarme todo lo que quieras.

—Hola, Ren —la saluda una chica de pelo negro, pero con mechas de color violetas. —¿Te vienes a comer después o vas a irte con las animadoras?

—Hola Zomi —la saluda con una sonrisa. —Voy a quedarme con las animadoras otra vez. ¿No te molesta, verdad?

Sí que le molestaba un poco, o más bien estaba decepcionada, pero parecía que quería ignorarlo y fingir que no pasaba nada.

—Claro. Pásalo bien.

Y con la misma se da la vuelta para entrar en su clase sin decir nada más.

—¿Zomi? —pregunta el chico a su lado.

—¿Te refieres a Nozomi? —pregunta la de pelo rosado. —Es mi mejor amiga de la infancia.

—¿Y a tu mejor amiga de la infancia la dejas sola por estar con un grupo de animadoras estúpidas? —pregunta esta vez la chica, cruzándose de brazos y alzando una ceja mientras la cuestiona.

La pelirosa se queda callada, analizando lo que acababa de decir.

—Esto... yo...

—¡Muévete, Yamaguchi!

—Este pringado, tiene suerte de que Tsukishima sea su mejor amigo, que si no.

—Eso, eso. Venga, apártate moco verde.

Y justo empujan al chico hacia donde se encontraban esos tres, haciéndole chocar con nada más y nada menos que la chica nueva: Kaizumi.

La chica había dado un par de pasos, pero se gira para asegurarse de matar a la persona que la había empujado, y justo cuando se gira, se encuentra con unos ojos verdes oscuros, como oliva, un pelo verdoso y un rastro de pecas en la cara de un chico que la mira muy preocupado.

—¡Lo siento mucho! ¿Te encuentras bien? —y no pasan más de dos segundos cuando al pobre chico se le enrojecen las mejillas y empieza a hacer variar reverencias. —Lo siento, lo siento, lo siento. Madre mía. Lo siento mucho.

La chica deja de mirarle para ver como un grupo que estaba a varios pasos alejados de él se reían, diciendo que era un estúpido y que qué mala suerte tenía.

Vaya... ya entendía la situación y solo necesitaba saber una cosa: ¿debería usar sus cartas en esta situación?

Ladea la cabeza mirando esta vez al chico, que no se había levantado de su última reverencia. ¿Qué debía hacer?

—Mírame a la cara.

Y maldijo con todo su ser que lo hiciera, que la obedeciera. Pero ante el tono tan autoritario que había usado con él, Yamaguchi no lo pensó dos veces cuando la obedeció. Él alzó la cabeza y la miró, más no se incorporó. La forma en la que la miraba, culpable sin tener la culpa, preocupado por haberle hecho algo a ella cuando le habían empujado a él, y... lo avergonzado y tímido que se veía. La inocencia, la pureza, buena voluntad... todo lo contrario a lo que ella era.

Pero aún así la obedeció y la miró, como un...

—Buen chico —le sonríe ella encantadora, maravillada al verla, pero esa sonrisa solo la usaba cuando deseaba algo, o alguien, con todo su ser.

—Oh, oh, creo que mi hermanita acaba de encontrar a su nuevo juguetito —canturrea Rai.

—¿Qué ocurre aquí? ¿Yamaguchi? ¿Quién es esta?

Kai alzó una ceja al oír como se refería a ella como "esta". ¿Quién se creía que era ese rubio de mierda de mas de metro ochenta que la miraba como basura?

—Ahí vino el novio a defenderle —se vuelven a burlar el grupito que se habían metido con el chico de pecas.

Sí, ya habían tomado una decisión.

—Hola, me llamo Kaizumi, pero puedes llamarme Kai —extiende la mano al pelo verde para presentarse, con una sonrisa encantadora. —¿Y tú como te llamas, pequitas?

—¿Y a ti que te importa?

La sonrisa encantadora y personalidad risueña de la chica cambió en cuanto oyó al rubio meterse donde no le llamaban.

—¿Y a ti quien te ha incluido en la conversación, mierdesilla?

—Yamaguchi, soy Yamaguchi —interviene el chico, pero sin darle la mano a la chica, para evitar que su mejor amigo empezara un conflicto.

—¡Oh! Encantada, Yamaguchi. Aunque voy a llamarte pequitas.

Y el grupo que seguía ahí empieza a reírse muy poco disimulado y la cara de la chica vuelve a cambiar drásticamente.

—¿Me disculpas un momento?

—Ay, la va a liar —niega con la cabeza Rai, viendo como la chica se acerca al grupo de chicos, deduciendo quien era el líder, seduciéndole para que no se de cuenta de que su propósito era que colocara la mano en la ventana abierta para ella cerrarla de golpe.

Los gritos del chico llenaron el pasillo, por lo que la chica empezó a fingir su llanto para convencer a todo el mundo de que ella no había hecho nada malo y salirse con la suya.

Como siempre.

O bueno, como casi siempre.

Al terminar su teatro, la chica se vuelve a acercar a Yamaguchi con una sonrisa encantadora.

—Avísame si te vuelven a molestar ¿vale, Yamaguchi?

—Ahh ¿vale? —dijo algo aterrado.

La chica ladea la cabeza y sonríe.

—Ya te buscaré. Bueno, fresita, ¿me enseñas esto?


◦     ◦     ◦

Los mellizos Iwazaki recibieron miradas extrañas por parte de sus compañeros cuando, al presentarse dijeron que habían sido trasladados desde el Aoba Johsai.

¿Quién de traslada semanas después de empezar el curso y de una de las mejores preparatorias de Miyagi?

Raiden se preguntaba cuanto tiempo tardaría en correrse los rumores... sobre todo después de que su hermana le pillara la mano a un chico contra la ventana por mera diversión.

—Ey, Iwazaki.

Los mellizos levantaron la cabeza al oír su apellido, aunque era obvio que al acercarse chicos hasta Raiden, le hablaban a él.

—Podéis llamarme Rai.

—Mola que te cagas —dice uno de los chicos. —Tío, ¿tienes ya un club o practicas algún deporte?

—Suelo jugar al fútbol —se encoge de hombros el chico, como si no fuese la gran cosa e intentara ser misterioso. Su hermana le mira arrugando la frente.

Cómo le gustaba llamar la atención de la gente a ese niño.

—¡Sí! ¡Es de los nuestros!

—No como esas maricas de voleibol.

—Oye, Kaizumi, ¿te puedo llamar Zumi?

—Es Kai. Aunque preferiría que no me llamaras en absoluto —responde la chica sin ni siquiera mirar a la persona que le hablaba. Le daba igual. Ella no paraba de mirar la puerta para ver si veía pasar al peliverde de pecas.

También quería saber más de él.

—Pero Kai suena a tío, y tú eres una chica preciosa.

—Lo sé, lo veo cada vez que me miro en el espejo. Pero mi hermano es más guapo, por si te interesa.

Y entonces el chico se pone colorado de la vergüenza y rabia cuando los chicos, incluido el nuevo, se ríen de su comentario.

—No te conviene acercarte a mi hermana —le advierte al chico. —Tiene la muy mala costumbre de destrozar todo lo que toca. Me da pena ese pobre chico.

—Mmmh, ¡fresita! —la llama la chica, ignorando al comentario de su mellizo. La chica se levanta y se dirige a donde están la de pelo rosado y la otra chica de antes. La otra chica parecía venir de otra clase, pero estaban dentro de esta hablando la una con la otra cerca de una mesa. La pelinegra se sienta sobre la mesa y cruza una pierna sobre la otra, mostrando bastante piel de sus piernas y muslos.

Parecía que no le importaba en absoluto.

—¡Hola Kai! —dice la chica sonriendo amablemente. —¿Necesitas ayuda con algo?

—Ya que lo preguntas... —comenta ella, dándose golpes en el labio con el dedo índice. —¿Qué sabes del chico tan mono que vimos antes? El peliverde de pecas.

—¿Yamaguchi? —se ríe ella. —Bueno... no mucho —empieza a decir la chica ladeando la cabeza. —Pero Zomi está en el mismo grupo que él.

—¡Ren! —se queja la chica, frunciendo el ceño.

—¿Tú eres Zomi? —la chica asiente, un poco avergonzada. Kai la mira llevándose la mano a la barbilla, como si la estuviera inspeccionando. Era evidente que se trataba de la clase de chica que no tenia amigos y que pasaba muy desapercibida. —Tú y yo vamos a ser íntimas amigas a partir de ahora, hmmmm... tengo que pensar en un mote para ti.

La chica de pelo rosado no puede evitar escapársele una pequeña carcajada al ver su mejor amiga de la infancia había sido atrapada por lo que parecía ser la chica nueva busca pleitos.

Seiren siempre había intentado que su mejor amiga Nozomi hiciera amigas, que formara parte de un grupo, pero esta siempre se negaba. Ella era la extrovertida y Zomi la introvertida. Así que ahora resultaba que alguien quisiera ser su amiga a la fuerza. Iba a ser muy divertido verlo.

—¿Por qué no acompañamos a Zomi a su clase? —pregunta la pelirosa.

—¡Qué idea tan buena! ¡Pero que lista eres fresita! —la pelinegra se pone en pie con mucha energía y toma a las dos chicas del brazo, entrelazando con los de ella para quedar en el centro de las dos. —Vamos, ultravioleta, ¿qué clase de amigas seríamos si te dejáramos ir solas a tu clase?

—Pero... pero...

—¡Nada de peros!

Y la verdad es que las puertas de ambas clases estaban una al lado de la otra. No tenían pérdida ninguna.

La de pelo rosado sabía perfectamente donde se sentaba su amiga, por lo que también tiró de la chica nueva para acercarse a la mesa donde solo Kai se sentó, volviendo a repetir lo mismo que había hecho minutos antes en su clase.

Pero, para su sorpresa, se encontró con que su chico de pecas no solo estaba con el come mierda del rubio, sino también con una chica.

La cara de Kai era un poema y eso hizo reír a la pelirosada.

—Esa esa Sakura, una de segundo.

—¿Y si es de segundo por qué está aquí? —la chica se cruza de brazos.

—Porque ella y sus dos hermanas son muy amigas del equipo de voleibol y con el tiempo, ella se ha hecho buena amiga de Tsukishima, el rubio altísimo. A la pobre la han echado injustamente del club de ciencias y ahora se meten con ella porque no les deja usar sus proyectos para la Expo de ciencias —la pelirosa se sorprende al oír a su mejor amiga hacer una frase de más de cinco palabras a una persona que no conocía, pero prefirió no decir nada y ver cómo iba desenvolviéndose al conocer a una nueva persona.

—¿Club de ciencias?

—Sí, yo estoy en él. Ella es superdotada. Es brillante y tienen el coeficiente intelectual más alto de esta escuela, pero la pobre sufre de ansiedad y ataques de pánico.

—¿Tú estás en el club de ciencias?

—Sí, mi padre quiere que estudie algo relacionado a las ciencias o medicina —rueda los ojos ella, molesta. Kai se da cuenta y se cruza de brazos.

—¿Pero a ti qué te gusta?

—Bueno... no lo sé.

Kaizumi se queda mirando a ese par de tres intentando resolver un puzzle, pero ellos no parecían salir de su pequeña burbuja. El rubio tenía cara de amargado, pero a veces se le escapaba una pequeña sonrisa cuando Sakura no se daba cuenta y creía que nadie le miraba. La chica parecía muy seria, pero de vez en cuando reía y el chico pecoso no mostraba signo de ningún tipo de timidez por estar con esos dos.

Al menos no hasta que se dio cuenta de la intensa mirada de la chica.

Ahí sí que apartó la mirada rápido y se puso nervioso. Temblaba como un flan y se le habían subido los colores por las mejillas hasta llegar a las orejas.

Eso hizo a la chica sonreír.

—Aquí estás, novata —canturrea una chica, acercándose a la de pelo rosado. —Ten, encárgate de esto. Lo quiero para mañana.

—Pero... Himeko...

—Sch, sch, sch, no quiero quejas ninguna, novatas —le advierte la de pelo de naranja pastel. —Y si no lo haces, ya sabes lo que pasará.

Y con la misma se larga sin decir nada más y dejando sobre la mesa de una de las chicas varias hojas de papel.

—¿Qué demonios ha sido eso? —pregunta Kai.

—¡No es nada! —dijeron las dos a la vez, intentando quitarle importancia. Pero Kai no se lo creía en absoluto y pronto averiguaría qué estaba pasando.





◦ ◦ ◦



Habían pasado varios días y Kai no había parado de observar desde lejos al pequeño grupo de primero del equipo de voleibol. Al parecer solo habían cuatro de su año: Tsukishima el come mierda, Hinata la zanahoria, Kageyama el del pelo metido por el culo y Yamaguchi pecoso.

Y por supuesto, las supernenas: Sakura, Umiko y Akira.

Si esas tres no tuviesen tanto protagonismo seguramente ella ya habría sido la comidilla de la escuela superior.

Al parecer, los chicos del voleibol eran populares entre las chicas y ni ellos mismos lo sabían, eso era lo que hacía cabrear muchos de los chicos... que los envidiaban. Pero este era normal: desde el punto de vista de Kai, esos chicos eran todos unos caballeros en comparación a los animalitos salvajes que eran los de futbol, por ejemplo, club al que su mellizo se había unido nada más pisar la escuela el primer día, ya que Raiden era igualito a todos ellos: un idiota mujeriego que le gustaba fingir que era un chico encantador pero era más malo que robarle el bastón a un anciano.

—Les vas a echar mal de ojo como les sigas mirando así.

Zomi estaba sentada con la pelinegra durante el almuerzo porque, extrañamente, encajaban bien. La actitud introvertida de Zomi y el aura problemático que irradiaba Kai alejando a todo el mundo se compenetraban bien.

—Oye, ¿esa tal Yui no es la capitana del equipo de las animadoras?

Zomi levanta la cabeza y mira en la misma dirección para ver a la rubia que estaba sentada junto con los de vóley.

—Sí, pero Ren dice que últimamente no pasa mucho tiempo con las animadoras salvo para entrenar. La verdad es que a ella tampoco le gusta porque son un poco... enfermizas, pero como está en primero, no quiere que la tomen con ella y hace lo que sea para mantenerlas contentas.

—Y supongo que tú la ayudas a ella... ¿verdad? Con los deberes, por ejemplo —quiere saber.

—No sé de qué me hablas.

—Hmmmm —asintió. No se la creía ni de lejos. —Se lleva muy bien con esa otra rubia del grupo. Es Umiko ¿verdad?

—Sí. Aunque últimamente las dos se meten en mucho líos. Se están volviendo bastante problemáticas.

—Para mí eso es sinónimo de divertido —sonríe la chica.

—Tienes cara de que quieres hacer alguna maldad.

—Mi nivel de maldad está bajo... de momento, aunque... —la pelinegra guardó silencio cuando vio como la rubita de Umiko cogía unas tijeras y se cortaba el pelo sin dudar. —¿Se acaba de cortar el pelo con unas tijeras de mierda?

Sí, se había cortado el pelo y seguía cortándolo hasta que dejó las tijeras y se llevó todos sus mechones cortados para tirarlos en una papelera.

Tanto Kai como Zomi pensaron que era lo más guay que había hecho nadie nunca.

—Tenemos que hacernos amiga de esa chica —sentencia Kai, poniéndose de pie y tirando del brazo de la chica.

—¿Qué? ¡No! ¡Qué vergüenza!

—¡Vergüenza ninguna, ultravioleta! —tira más de ella. —¡Es mi oportunidad perfecta para acercarme a los de voleibol sin parecer una loca!

—¡Pero si eres una loca! —dice ella, mientras la chica tira de su brazo.

—¡Eso ellos no lo saben!

Y entonces, entre tanto forcejeo, la pobre Zomi termina empujando a alguien, a la cual le cae un batido por encima de su uniforme.

—¿Serás una increíble pedazo de idiota de mierda?

—Yo... lo, lo siento —le dice Zomi, haciendo varias reverencias a modo de disculpa.

—Estúpida novata de mierda.

—Himeko, fue sin querer —interviene la de pelo rosado, poniéndose delante de su amiga. —Tengo un cambio que te puedo prestar y yo mismo te lavo el uniforme y...

Pero la chica se quedó callada cuando Himeko cogió el batido de una de las otras animadoras, lo abrió y lo empezó a vaciar sobre las cabezas de Seiren y Nozomi, riéndose junto con las demás del grupo de las animadoras.

—Estúpidas y patéticas novatas de primero —se sigue riendo la del pelo de melocotón.

Los de tercero de voleibol iban a intervenir junto con Yui, que había visto lo que había pasado porque el grito de Himeko la había parado y hecho mirar. Pero antes de que pudieran hacer algo, algo dentro de Kaizumi se había encendido por completo y su nivel de maldad había desbordado los controles de su ser.

—Tú debes de ser la reina abeja —comenta la chica. en cuestión de segundos, había cerrado su mano en un puño y golpeó a Himeko en la cara, provocando los chillidos de la chica. —¿No querías batido? —le pregunta la pelinegra, cogiendo el que tenía Seiren en la mano. Le agarra del pelo a Himeko y empieza a vaciar en contenido en toda su cara. —Pues aquí tienes batido, puta loca.

Y cuando lo termina, se acerca a las demás animadoras, soltando a la chica y cogiendo otro batido.

—¡Kai, van a venir los profes! —Seiren se acerca a ella para pararla, pero como está llena de batido y no quiere mancharla, no la toca.

—¡OTRA NENA GUAPA AGRESIVA! ¡ME LA PIDO!

—A partir de ahora, para meteros con esas dos, vais a tener que pasar por encima de mí, putas zorras —y lo abre para empezar a manchar de batido el uniforme y pelos de las demás, y cuando ve de lejos que se acercan adultos, se acerca a sus dos amigas, vaciando lo que queda de batido sobre su pelo y uniforme.

—¿Qué haces? —pregunta Seiren.

—Poneos a llorar —dice sin más.

—¿Qué?

—Yo no lloro —sentencia Zomi. Pero con la misma, Kai le da un bofetón, luego a Seiren y dos a sí misma. Encontes, cuando llega un profesor, empieza su teatro.

—¿Qué está pasando aquí?

—¡Profe! —llora la pelinegra. —No habíamos hecho nada y lesas chicas han venido a llenarnos de batido y a pegarnos.

—Creo que me he enamorado de verdad.

—¿Tú no estabas enamorado de Shimizu? —pregunta Akira, frunciendo el ceño al ver a Tanaka dando saltos junto a Nishinoya al ver el espectáculo. La verdad es que hasta ella esta impresionada.

—¡ES MÍA!

—Empezaron a acosarme porque dicen que soy la nueva y dicen que soy rarita —sigue gimoteando la pelinegra. —Y ahora que he hecho amigas se meten con ellas también y las obligan a hacerles tareas y recados por mi culpa. ¡Mire sus mejillas del golpe!

—¡ESO NO ES VERDAD! ¡ES NIÑATA ME HA DADO UN PUÑETAZO!

—Qué pena, tendrán que operarte de nuevo —comenta Yui por lo bajo, riéndose.

—¿Le ha dado un puñetazo?

—¡Ha sido en defensa propia! Todas intentaban agarrarnos y pegarnos y yo solo quería proteger a mis amigas —sigue llorando la chica.

—Dicen la verdad profe —interviene Yui. —Yo misma me iba a acercar para ayudarlas en cuanto me di cuenta que mis chicas estaban haciendo algo tan feo.

—¡Serás puta mentirosa!

—¡Señorita Shirogane! ¿Qué lenguaje es ese? ¡Vosotras cinco os venís conmigo inmediatamente a hablar con el director! —las chicas se empezaron a quejar hasta que el profesor las miró amenazante. —Yui, ¿te puedes encargar de ellas tres?

—Claro, será un placer —dice la rubia.

Kai mira como el profesor se lleva a las chicas y cuando estas la miran y la pelinegra sabe que el profesor no la ve, deja de fingir el llanto y sonríe maliciosamente a las chicas, despidiéndose con los dedos de la mano.

Zomi se inclina un poco para hacerle una pregunta a la pelinegra que solo ella podía oír.

—¿Esto es lo que tenías en mente para llamar la atención de los de voleibol?

—Nope —responde ella, asegurándose de que solo ella la oyera. —La verdad es que perdí el control.

—¿Qué demonios Ren? —se acerca Yui a la pelirosada papeles. —¿Por qué no me habías contado que ese grupito se estaba metiendo contigo?

—Es que... —la chica siempre alegre y risueña parecía que estaba teniendo problemas para poder responderle a su capitana. —Lo siento mucho, no quería causar ningún problema.

—Mira que eres fresita, Ren —rueda los ojos Kai.

—¡Ese puñetazo ha sido muy certero, balanceado y con buena técnica! ¿Cómo lo has hecho? ¿Practicar algún deporte? ¿Sabes pelear? ¿Luchas?

—Y después dicen estas chicas que no se parecen en absoluto aunque sean adoptadas —niega con la cabeza Sawamura cuando ve a su mejor amiga ponerse intensa con la chica nueva. —Yui, si queréis podemos dejaros toallas del cuarto de voleibol y cambios de uniforme, siempre tenemos de sobra.

La rubia le mira de reojo y no dice nada más.

—Hago boxeo —le responde Kai a Akira.

—¡Yo hacía artes marciales!

—¿Y quieres que te felicite? —le pregunta arrugando la cabeza.

—No seas tan borde, Kai —le pide Ren.

—¡A mí no me importa que seas borde! ¡Sé borde y cásate conmigo!

—Te has confundido con alguien que no tiene gusto en absoluto —le responde ella, arrugando la nariz.

—¿Te encuentra bien, Zomi? —le pregunta la pelirroja, acercándole una toalla a las chicas que había ido a buscar para mojarlas y ayudarlas con el pelo.

—Sí, muchas gracias, Sakura. No tenías por qué molestarte.

—¿Zomi? —pregunta Akira, olvidándose por un momento de su intensa charla de deportes agresivos. —¿Es esa chica de primero que entró en el club de ciencias del que me hablaste?

—La misma —responde ella. —Está en la clase Tsuki y Yamaguchi.

—Oye, Ren. ¿Quién es tu nueva amiga?

—Es Kaizumi Iwaizaki. Está en mi clase.

—¿Iwaizaki? —pregunta la rubia con cara de asco.

—Esa cara me demuestra que has conocido a mi mellizo ¿me equivoco?

—Por desgracia.

—Todas dicen eso al principio, pero después lloran por él —se encoge de hombros la chica.

—¿Cómo es que sois hermanos? —pregunta la rubia, frunciendo más el ceño.

—Bueno, pues porque cuando nuestros padres follaron, dos espermatozoides de mi padre fecundaron a los dos óvulos de mi madre por separado y salimos 8 meses después. Salimos antes porque evidentemente no iba a soportar estar ahí dentro con el idiota de mi hermano.

—Eres la hermana mayor.

—Exacto. ¿Y tú la superdotada de tus hermanas adoptadas, no?

—¡Kai! ¡No puedes hacer esas preguntas tan a la ligera!

—Fresita, tranquilízate que la gente no suele morder. A no ser que quieras.

—¿Eh?

—Eso es materia avanzada para ella —le murmura Zomi a la pelinegra.

—¿En serio? —sonríe con malicia la pelinegra al mirar a la pelirosada que ya no tenía rastros de batido aunque sí el pelo húmedo y oliendo a él. —¡Qué divertido va a ser cuando...!

—Ni se te ocurra, porque le dan pesadillas —le advierte Zomi.

—¿Por qué siento que estoy viviendo un dejavú? —pregunta Sawamura cruzándose de brazos.

—¿Se puede saber qué demonios has hecho ahora, hermanita? Mira que te dejo con las más aburridas de nuestra clase y aún así consigues meterte en líos.

—¿Yo? ¡Qué me dices de ti, pedazo de cerdo! ¿Qué has estado haciendo por ahí a las chicas? ¿Quieres que vuelva a usarte como saco de boxeo?

—Yo no he hecho nada —dice alzando las manos en forma de rendición.

—Los cojones.

—Los que tengo, hermanita.

Kai alza las manos para hacer gestos como para querer estrangularle antes de que unos chicos lo llamen y se vayan con él.

—Qué puto asco da tu hermano.

—Lo sé —le confirma a Akira.

—Encima se junta con los del futbol, que son de lo peor —añade Yui.

—También lo sé —pero esta vez lo dice sonriendo con malicia.

—Ren, a partir de ahora me aseguraré que esas arpías no te hagan nada.

—Los nuestros de primero pueden echarles un ojo —le habla Sawamura a Yui, pero nuevamente ella le ignora.

—¿Qué? ¿Y por qué nosotros?

—Tú cállate, Tsukishima —le advierte Tanaka. —Vais a cuidar de estas tres chicas tan monas y punto.

—¡Pero si ni siquiera estamos en el mismo grupo! —se queja Hinata, rascándose la cabeza.

—Eso mismo —asiente Kageyama.

—Eso es por que sois tontos del culo los dos —les pica Tsukishima.

—Y Yamaguchi no es como para que esté defendiendo a nadie con lo tímido y medica que es, siempre escondiéndose detrás del rubito —se burla Nishinoya.

—Jaja, qué gracioso, Noya —se queja el peliverde.

Pero Nishinoya dejó de reírse cuando cierta pelinegra le miraba con cara de querer asesinarle.

—Yo que tú no me reiría mucho de él —murmura Zomi. —No mientras esta esté delante. Podría perder el control otra vez.

—Cálmate, Kai, que ellos son amigos y no tengo ganas de cubrirte de nuevo para que metas estiércol en las mochilas de nadie otra vez.

—Espera ¿qué? —pregunta el rubio. —¿Lo de todas las mochilas de primero con estiércol...fuiste tú?

—Debo reconocer que eso sí que fue divertido —se ríe Zomi.

—¡Zomi! —se queja la pelirosa. —¡Eso estuvo muy mal!

—Bueno, se lo merecían —se encoge de hombros Zomi. —No paraban de burlarse de Yamaguchi cada vez que Tsukishima le dejaba solo cinco minutos.

—¿Y tú por qué no me has dicho nada? —se queja el rubio, mirando a su amigo con el ceño fruncido.

—Porque, esto, no es nada.

—No te preocupes, pequitas, yo cuidaré de ti. Soy una cazadora de fantasmas profesional —le mira la chica con una sonrisa encantadora.

—¿En qué universo el flojo de Yamaguchi consigue una fan loca y preciosa antes que yo novia? —se empieza a quejar Nishinoya, llevándose las manos a la cabeza.

—Con las pintas que traes, en cualquiera —le responde ella.

Soldado caído.

Ren niega con la cabeza.

—Tienes que ser más amable con la gente, Kai, no puedes ser tan... así.

—O tú menos fresa, fresita.


𝑡𝑜 𝑏𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑒𝑑 ...

holiwis vvs

aquí estamos con el spin off/ova oficial. BIENVENIDAS AL UNIVERSO DE (MAL)SKYE.

hemos conocido a cuatro protagonistas de la historia y no sé a quien amo mas pero...

KAIIIIIIII>>>>

yo le rezo

como ven, habrán apariciones esporádicas de personajes de las supernenas y las historia están conectadas entre sí, por eso recomiendo que lean primero aquella, aunque siempre habrán pequeños spoiler de la trama porque están conectadas

os gustó el capi??????

qué creen que pasará en el siguiente??

os leo bbs <3

os amo hasta el infinito y más allá <3<3

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ghostbusters !
━━ 𝘩𝑎𝑖𝑘𝑦𝑢𝑢! 〙
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