Narra Anya.

Proyecto Viuda Fantasma.
Exitoso.

Sujeto: Anastasia Romanova.
Sexo: feminino.
Nacimiento: 15 de julio de 1996.
Familia: Natalia Alianovna Romanova.

Le extraimos los óvulos  fértiles a su madre para introducírcelo en un vientre en alquiler, permitiéndole nacer.
Esto lo hicimos para evitar retrasar el entrenamiento de Natalia.

Estado: viva.
Fue vista por última vez el 4 de agosto de 2014.

Le extraeremos sangre para el proyecto de clonación de personas.

Cerré la carpeta de golpe, fuí solamente un juguete, y lo peor de todo fue que MI mamá estaba enterada de todo, solo nací para destruir y ser clonada en el proceso.

No noté que estaba metida en mis pensamientos hasta escuchar pequeños ruidos haciéndome desviar la vista de un punto muerto del Yet.
Era una rata, caminando por los extremos de la pequeña habitación ¿Cómo mierda pudo entrar una está aquí?

Con la ira recorriendo mis venas agarré el arma, y sin pensarlo disparé, escuchando su chillido como resultado de la acción.
Volví a disparar un par de veces más que no me dí cuenta que alguien me miraba hasta que la desvíe, encontrándome con ella.

- ¿Estás bien?
- si bien te refieres a saber que fui solo un maldito juego desde que nací, entonces sí - hablé con odio aún recorriendo cada parte de mi cuerpo.
- te enterarías tarde o temprano - se me fue acercando lentamente mientras que yo solo retrocedía, tratando de llegar al cuarto de baño - pero sabes que te amo.

- me amaste solo para manipularme, para que pudieran clonarme - agarré el picaporte de la puerta a mis espaldas mientras lágrimas amenazaban por salir, pero no me veré débil ante ella, no desde hoy - déjame tranquila - abrí la puerta he ingresé rápidamente cerrando la puerta con llave, permitiéndome llorar.

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- eres el futuro de la KGB y de Rusia, Anya - mi instructora me mira orgullosa - tu y tus hermanos lo son.
- soy especial ¿No? - asintió a mi palabras - quiero solo una cosa antes de hacer la ceremonia de graduación.

- ¿Que quieres? - cambió su semblante a uno serio.
- una marca - alzó una ceja - quiero una marca que me representante, que los demás sepan que no soy frágil, ni débil - ella mira a otro punto de la sala pensativa - me verán por lo que en verdad soy....

- bien - hizo un movimiento de manos, dejando que un hombre apareciera por la puerta principal con un bisturí en su mano - haga lo que ella le diga - el asintió antes de guiarme a un silla, para hacer su trabajo....

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“нет места в мире для таких, как я”

Se podía leer claramente en mi muslo izquierdo, al principio solo eran pequeñas marcas pero ahora se veían en grande.

El bisturí calló de mis manos cubiertas de sangre produciendo un pequeño sonido al tener el contacto con el suelo.
Para los que no saben que significan estás palabras se los traduciré.

“no hay lugar en el mundo para alguien como yo”

Agarré unas vendas y me las coloqué en la zona afectada en un intento de que la sangre se detuviera y el dolor cesara.
Esta no soy yo, yo no soy una chica débil, frágil o delicada, soy Anastasia Lagugtik, la mejor espía y asesina rusa desde que tengo uso de razón.

Me coloco nuevamente el traje hasta la mitad de mi cintura, dejando mi camisa de tirantes negra expuesta al igual que mis cicatrices, me lavo la cara limpiando cualquier rastro de emociones y termino de quitar la toalla enredada en mi cabeza, dejando caer mi cabello mojado y rojo. Si, así es, me lo desteñí.

Salí del baño encontrándome con Yelena con la mirada en suelo, se levantó de un salto acercándose a mí rápidamente.

- ¿Estás bien? - me inspeccionó con la mirada.
- si Yelena, estoy bien - ella asintió - ¿Dónde están los demás?
- se están preparando para bajar - suelta un suspiro - Nat me contó lo que pasó - asentí - ¿Quieres hablarlo?
- no, estoy bien, no te preocupes - caminé como pude a la sala de comando, observando que ya estaban listos.

¿Saben? Ahora que lo pienso, el gobierno no nos ha buscado o enviando a alguien a por nosotras, en parte en bueno pero ¿Qué carajos estarán planeando?

El dolor se incrementaba a cada paso que daba, llamando la atención de Melina y Aleksey.

- ¿Estás bien? - preguntó Alek, llamando la atención de mi “mamá”.
- si solo, tengo una herida en la pierna, pero sanará.
- en casa tengo un botiquín, lo podremos utilizar - me apoyé en la pelinegra he ignorando a Natasha, salimos de ahí, dejando que el viento chocara en mi rostro.

Era una linda cabaña escondida, se veía acojedora.
Entramos. Era de madera oscura, con muebles llenos de libros y adornos. Muy bonito.
- ahora vuelvo, debe estar aquí todavía - se fue murmurando mientras Yelena, Melina, Natasha y yo nos sentábamos en la mesa que había.

Subí mi pierna afectada a la mesa, llamando la atención de todas, me arremangué el traje y de manera lenta me fuí quitando el vendaje.
La sangre y la piel seca se pegaba en la tela de la venda, haciéndome sacar un quejido de dolor. Estaba levemente hinchado y algo rojo, pero se podía leer las letras escritas en ruso mientras que pequeños rastros de sangre bajaban de algunas.

- ¿Quién te hizo eso?
- ¿Crees que te lo voy a decir? - me cruzé de brazos aguantándome las lágrimas que querían salir por el dolor - porque no va a pasar - solté un pequeño grito ahogado al sentir como el alcohol pasaba por cada una de las marcas.

Escuchamos un sonido al final del pasillo, fijamos nuestras vistas en el causante de la acción, mostrando a Aleksey Lebedev con su traje de Capitán Rusia.

El suelta un suspiro.

- aún me queda - hizo una pose antes de de acercarse y sentarse en la punta de mesa, sacándose el casco y dejándolo aún lado - Familia

- miró a las tres chicas - juntos otra vez - posó su mirada en mi - bienvenida a la familia - sonreí sin mostrar los dientes, tratando de no ser grosera.

- engordaste - murmuró la pelinegra mientras que él desviaba su vista, posándola en Natasha y yo, ella con una sonrisa burlona sin mostrar los dientes mientras que yo solo evitaba soltar una risa.

- ¿Cómo me disculpo con ella? - ok, acabo de escuchar el pensamiento de Nat, eso es raro....a menos...

Seguramente los efectos del piquete están pasando, dándome aparte un efecto secundario, seguramente por un corto tiempo.
Bueno, ahora solo había que esperar lo inesperado ¿No?

Feliz año nuevo 2020 :)