Narra Anya.

Sentí unas caricias por mí cabello, abrí mis ojos para encontrarme a mi madre acariciándome el cabello.

- buenos días - me regaló una sonrisa.
- buenos días mamá - me levanté con cuidado por el terrible dolor que tenía en la espalda, esto lleva pasándome desde hace 1 año. Hice una mueca.

- ¿Estás bien? - me intentó tocar la espalda pero de un rápido movimiento la alejé sorprendiéndola.
- si, solo es un dolor que me sucede desde el años pasado - le sonreí falsamente.
- déjame verte - intentó volverme a tocar la espalda pero me levanté mirándola seriamente - no estás bien. Déjame ayudarte.

Rendida asentí y me di vuelta para quitarme la camisa quedando en brasier deportivo y dejando a la vista mis nuevas marcas que ahora adornaban mi espalda.
 

Retrocedió unos pasos con las manos en la boca y los ojos cristalizados, la miré seriamente.
- me lo hicieron en la base de HYDRA cuando me llevaron, era un juguete para ellos.
Me violaban, golpeaban, insultaban, hacían cualquier cosa - mis palabras no expresaban sentimientos - tal vez estén cicatrizando pero suele como mil demonios.

- deja que te revise Tony, el te ayudará - negué repetidas veces, no me gusta que sepan de mi pasado, y menos que lo vean con sus ojos. Me volví a colocar la camisa.

- voy a la sala - y salí sin esperar respuesta, en el camino choqué con Visión.
- Anya, que sorpresa tenerla aquí, ¿Se encuentra mejor? - su voz me tranquilizaba.
- mucho mejor Vis, gracias - hizo una mueca confusa.

- ¿qué es Vis? - me reí de su inocencia.
- Vis es la abreviatura de tu nombre, Visión.
- entonces Anya es la abreviatura de Anastasia - asentí y el me sonrió.
- voy a la sala, ¿Quieres venir? - se lo pensó un segundo para luego asentir.

El dolor en la espalda se incrementaba con cada paso, la verdad no sé porqué me sucede ahora sí las tengo desde hace 1 año.
Me contuve las ganas de llorar y me senté en el sillón con Vis al lado, solté un pequeño quejido.
- ¿Estás bien? - asentí repetidas veces - mentir no es bueno Anya, déjame ayudarte - suspiré cansada, pero igual acepté su ayuda y me volví a levantar la camisa - ¿Como te sucedió eso?

Me quito la camisa completamente, no me importaba si me veía en brasier. Miré a un punto fijo pensando en cada marca, cada una fue hecha por diversión, sus asquerosas sonrisas llenas de satisfacción y perversidad no dejaban mi mente, sus horribles palabras hacían eco en mi cerebro, era un simple juguete para ellos.

- HYDRA - respondí a su pregunta, no podía decir nada más, la voz se me quebró.
- Anya - volteo al escuchar sus voces hablar al unísono - ¿Estás bien? - me reí sin gracia para posar mi mirada en la gran ventana que daba vista a un gran jardín.

- todos me preguntan lo mismo siempre, y siempre respondo lo mismo - Pietro llegó a mis espaldas con su hipervelocidad con un paño húmedo en sus manos, me miró como pidiendo permiso, asentí y lo colocó en mi espalda.
Al tener contacto con mi piel no pude evitar sacar un pequeño grito ahogado mientras las lágrimas amenazaban con salir.

- ahora estás a salvo Anya - volteo para ver si Visión, sus ojos son azules robóticos que nunca me cansaría de verlos, ¿Qué estoy diciendo?

- Wanda, ayúdame a llegar a mi habitación - ella asiente y pone uno de mis brazos en su hombro para caminar dejando a Pietro y Visión en la sala. Miro sobre mis hombros - gracias Vis - el asiente con una sonrisa sin mostrar los dientes.

Wanda abre la puerta de mi nueva habitación y me ayuda a sentarme.
- te quería agradecer - la miro confundida - salvaste a mi hermano de morir, gracias - le sonrío y palmeo a mi lado, ella entiende y se sienta.
- eso hacen las hermanas mayores - sus ojos tenían un brillo y la sonrisa en su rostro demostraba felicidad.

En el bolsillo de mi pantalón se encontraba un papel doblado.
Lo desdoblo y se lo muestro.

Nombre(s): Wanda y Pietro Maximoff.
Edad: 19
Huérfanos desde los 10 años.

Yo, Anastasia Ashley Lagugtik (Romanoff), me hago responsable de los gemelos Maximoff para convertirme legalmente en su hermana mayor.

Recibido
Aceptado.

Wanda levanta su cabeza para mirarme con sus ojos llenos de lágrimas.
La sonrío mientras siento mis ojos humedecerse.
- desde ahora son mi familia - se abalanzó sobre mí abrazándome fuertemente. La espalda me dolía, pero no dejaré que eso detenga el abrazo.

Escucho sus sollozos en mi hombro a lo que yo la aprieto más a mí.
- gracias - se separa para sonreírme.
- de nada - me limpio las lágrimas al igual que ella.
Me miró pícara.

- ¿Te gusta Visión? - esa pregunta me tomó por sorpresa, la verdad no sé. Le dí la espalda al notar como mis mejillas se sonrrojaban.
- tal vez. El es un androide lindo, inteligente, inocente, se preocupa por los demás, y su voz......- de pronto me recuerdo que no estoy sola en la habitación y volteo a ver a Wanda que tenía una sonrisa de oreja a oreja.

- eso Anya, se llama estar enamorada - se levantó para dar pequeños saltitos como una niña pequeña a lo que yo solo reí.

Tal vez si esté enamorada de Visión, nunca me he enamorado........
Supongo que ésta vez será la primera.....