Len se encontraba recorriendo los pasillos de la escuela la gente que pasaba por ahí seguía derecho ignorándolo, - ¡que aburrido!- dijo- me largo a casa- dijo y tomo sus cosas para irse, la escuela ya había terminado, Rin y Miku habían quedado de ir a casa de la peliturqueza para hacer el trabajo en equipos, ya estaba anocheciendo y faltaba poco para terminar.

-solo falta agregar lo que pidió el maestro- dijo la más alta y busco entre su mochila la libreta- ¡no la encuentro!- le dijo a la rubia- ¿Qué?- lo que escuchaste olvide la libreta en el salón- ¡¿estás loca?! ¿Y cómo se supone que lo terminemos sin eso?- le grito la rubia.

-podríamos volver al salón y traerla- pero la escuela ya está cerrada- solo saltaríamos la barda, no es nada del otro mundo- pero...ya es noche- ¿yo? ¿Acaso tienes miedo?- claro que no Rin Kagamine no le teme a nada- entonces no te quejes y ya vámonos- ambas salieron de la casa.

Rin ayudo a Miku a saltar la barda y después ella ayudo a la rubia- menos mal que es un edificio público- dijo Rin-sino nos demandarían por violación a propiedad privada- dijo- cállate y ayúdame a abrir la puerta- pero con un solo empujes la puerta se abrió.

Caminaron por los pasillos desolados hasta su salón, una vez ahí Miku corrió a su lugar y busco el libro, hasta que lo encontró- ¡listo!- grito y la puerta se azoto detrás suyo- ¿Qué hiciste Rin?- le dijo tratando de abrir- yo no fui- se excusó.

Mientras intentaban abrir la puerta el pizarrón rechino como si lo estuvieran arañando- ¡deja de hacer eso Rin!- suplico Miku- yo no soy- las bancas comenzaron a sacudirse y de pronto Rin estaba sobre los aires- ¡Miikuuu!- gritaba, la mencionada corrió para bajarla pero no podía.

Los libros y todo lo demás que aun permanecía en el salón al igual que Rin flotaron el sonido del rasguño sobre el pizarrón no cesaba. En un abrir y cerrar de ojos todo se detuvo, Rin cayó sobre el suelo- ¡suficiente!- grito Rin ya arte y pateo la puerta ambas salieron despavoridas de ahí.

Aun gritaban por las calles la rubia se encerró en su casa y Miku corrió a la suya, al llegar azoto la puerta y se tumbó de espaldas contra ella soltando un suspiro con los ojos cerrados- Miku- ¡Vete!- le grito y se lanzó contra la persona- Miku ¡soy Kaito!- dijo tratando de cubrirse de los golpes- lo...lo siento- ¿Qué paso?- l pregunto sobándose.

Miku se lo explico todo- ¿¡en verdad crees en fantasmas?!- se reía a carajadas- ¡tú no lo entiendes!- le lanzo una almohada- como eres nuevo aquí no conoces la historia- ¿Cuál historia?- sobre el estudiante de tercer grado que falleció...ocurrió hace un año, fue una muerte lamentable, el director y los maestros nos pidieron no hablar de eso- ¿Qué le paso?- no lo sabemos. Ni tampoco conocemos el nombre del chico- dijo- es por eso que tenemos miedo de ir de noche- se escaso para no sonar tan tonta.

Las semanas pasaban, Kaito y Len salían todos los fines de semana, al parque de diversiones, al cine, a comer o simplemente a pasear, Kaito era feliz al lado del rubio que lo alegraba con su sonrisa pero Len nunca lo dejaba pasar más allá de la puerta.

-¡¡KAITOO!- le gritaba Miku mientras el peli azul salía corriendo de la casa, estaba lloviendo, corrió hasta cansarse, agitado se sentó sobre la acera mojada, recordó lo que paso hace algunos minutos, se sentía impotente y furioso, no había sido su culpa, sin darse cuenta comenzó a llorar, se llevó las manos a los ojos y lloro.

Las gotas caían sobre su cabeza, pero de pronto dejo de sentirlas, se voltio y vio a Len con una sombrilla- no crees que no es momento para un paseo- dijo y sonrió- Len- se arrojó a sus brazos lo abrazo con fuerza, haciendo que el rubio soltara el paraguas- ¿oye que te pasa?- le grito- ¿Kaito?- lo llamo el rubio pero no respondió solo lo abrazo con más fuerzas, Len correspondió al abrazo.

Después de un tiempo Kaito se separó de el- lo siento- se disculpó y se secó las lágrimas- no importa- tomo la sombrilla- ¿ibas a alguna parte?- le pregunto el peli azul- sí, iba de vuelta a casa- te acompaño- ¿seguro?- sí, no tengo prisa por volver a mi casa- acompaño al rubio sin decir nada más.

-gracias por acompañarme- le dijo- no es nada...perdón por mi culpa te mojaste- no importa- metió la llave y abrió la puerta- Kaito- ¿sí?- ¿quieres entrar?- le dijo- tú no tienes prisa por volver a tu casa y mis padres aun no regresan me siento algo solo- claro- le dijo y entro.

La casa se sentía muy vacía, - ¿quieres algo de tomar?- le ofreció- café está bien- le dijo, Len asintió y se fue a la cocina, mientras Kaito recordaba todos los días que paso al lado de Len, la primera vez que lo conoció, su primera salida, la primera vez que se tomaron de las manos, ahora que lo pensaba nunca dejaba de pensar en Len, ya fuera de día o de noche ese pequeño robaba todo su pensamiento y sus sueños.

-con que es así- se dijo con la mirada baja, unos minutos después Len apareció con las tazas, se la entregó a Kaito- Kaito... ¿Por qué estabas llorando?- le pregunto- tuve problemas con mis tíos- qué clase de problemas?- bien te contare-

NARRA KAITO

Mis padres se divorciaron hace poco, pero cuando se separaron ninguno de los dos quería quedarse conmigo ¨yo no quiero quedarme con tu hijo¨ ¨pues no sé cómo le hagas porque yo tampoco lo quiero¨ escuche todo eso, además de que crecí con los insultos y los reproches.

Mi tío se quedó conmigo pero hoy me reclamo todo- ¿por mi comes, por mi tienes donde pasar la noche, date de santos que mi hermano es tu padre porque si no estarías aquí de recogido porque eso eres un RECOGIDO!- me grito- ¡YO NO TE PEDI QUE LO HICIERAS! ¡YO NO TENGO LA CULPA DE LO QUE PASO!- ESO YA LO SE PERO ERES UN ESTORBO ERES UN IMBECIL- me grito y Salí corriendo de la casa, desde que mis padres se divorciaron no he vuelto a verlos

NARRADOR NORMAL.

-ay Kaito- dijo Len y lo abrazo, el peli azul le correspondió y soltó un poco más de lágrimas- ¡ya no quiero vivir así! ¡Quiero salir de mi cascara!-Len lo siguió consolando- gracias- le dijo aun abrazándolo- no es nada- Len se levantó para dejar las tazas pero Kaito lo sujeto del brazo y le pidió que se sentara un poco más.

-sé que va a sonar algo raro viniendo de mi parte pero...últimamente me ha gustado mucho estar contigo- y a mí también- sonrió- si pero...sé que sonara raro pero...tu...tú me gustas Len- le dijo- sé que somos hombres y es bastante raro pero es lo que siento y quería saber si tu... ¿quieres ser mi novio?- le dijo con todos los colores en el rostro.

Len no pudo responder la propuesta lo tomo por sorpresa -no...No sé- susurro- ¿Qué?- no...No sé si me gustas Kaito...de-déjame pensarlo por favor- está bien...supongo que fue algo repentino ¿no?- dijo con una sonrisa nerviosa- ¿eh? Si- le devolvió otra sonrisa igual.

El celular de Kaito sonó, miro el numero he hiso una mueca- ¿novas a responder?- le dijo, resignado contesto- hola- bufo- ¿Kaito hijo que bueno que estas bien!- grito su tía tan alto que hasta Len pudo oírla- ¡NOS TENIAS PREOCUPADOS... ¿Dónde ESTAS? DINOS Y TU TIO IRA POR TI- no se preocupen estoy con...un amigo- dijo dudoso- regresa a casa por favor, lamentamos mucho lo que te dijimos- lo pensare tía- pero- ¡dije que lo pensare!- le grito y colgó.

-¿iras?- no lo sé...aún estoy algo molesto- mira tan siquiera un tienes a alguien que se preocupa por ti, tu tía y tu prima te quieren mucho, y quizás tu tío estaba molesto...a veces decimos muchas estupideces cuando estamos molestos- quizás pero...- mira inténtalo- Kaito suspiro y se dirigió a la puerta, le dio un último beso a Len y salió.

Al llegar a casa Miku lo abrazo y no lo soltaba su tía lo lleno de besos mientras su tío se acercaba a el- lo siento hijo- dijo- tú no tienes la culpa de nada...es solo que hace poco llame a tu padre y me dijo que no quería saber más de ti, eso me molesto al igual que la situación económica y pues me altere lo siento- le le dijo, Kaito razono sus palabras y lo que Len le dijo suspiro- está bien tío- le dijo y se reconciliaron.

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continuara♦♦♦