Capítulo 3.
Jeongin bailaba de forma delicada, pero sumamente intensa a la vista.
Le habían dado un solo, un solo que en realidad era un dúo, pero su pareja era propia únicamente de la imaginación: el baile contaba una historia hermosa y trágica, un enamorado que había perdido el amor de su vida y soñaba con bailar con su pareja, que ya no estaba, la canción era emotiva, era una balada de rock en inglés, no mucho su estilo y considerando que el baile era contemporáneo, le daba una mezcla extraña, era definitivamente algo nuevo y que destacaría.
En secreto, a Jeongin le parecía una broma de mal gusto.
En el último verso de la canción, el protagonista del solo, aceptaba que su amor ya no estaba y dejaba una caricia en la nada para después abrazarse a sí mismo, una treatalidad que a Jeongin no le salía nunca y su profesor de baile decía que se quedaba como un tonto con expresión de drogado.
Jeongin ya estaba cansado de practicar la misma coreografía una y otra vez, y eso se notaba en su baile también.
Su profesor, claro que se dio cuenta de eso y luego de dedicarle unas palabras bruscas, de que debería poner un poco más de empeño, porque tenía talento y una gran oportunidad de hacerse notar entre los bailarines de la muestra, que no lograban conseguir un solo y que debería valorarlo; le dijo que mejor estire bien, vaya a descansar, comiera algo y a dormir.
Jeongin respondió con un asentimiento y le hizo caso.
Fue un rato después, donde había recuperado algo el aliento, que escuchó suaves pasos acercarse y alzó la vista hacia Minho, quien le extendió una botella de botella.
一Lo estás haciendo muy bien, Jeongin.
El menor negó.
一No, en verdad...
一No fue tu mejor día, quizás.
一Últimamente... No tengo buenos días.
Minho no respondió y se sentó frente a él, mirándolo estirar sus piernas sin decir mucho.
一En verdad bailas muy hermoso. 一murmuró, luego de un largo rato en silencio, ganándose una mirada curiosa por parte del menor一. Y parece que siempre bailas mejor que el día anterior, pero todo es igual de magnífico.
Jeongin sonrió complacido.
一Minho, ¿Te has puesto sentimental?
一Sólo te estoy diciendo lo bueno que eres en lo que amas, por sí se te olvida... Eres genial, Jeongin.
Jeongin se detuvo un momento, mirando los ojos gatunos de su exnovio, volviendo a sentir lo mismo de siempre. Sonrió y sus mejillas se encendieron.
一Sí, definitivamente estás sentimental. 一dijo, se levantó luego de tomar la mitad de la botella en pocos segundos, antes de marchar a la salida de la sala de ensayo.
Minho no lo siguió, se quedó allí, solo, pensando que había quedado como el idiota enamorado que era, que aún era.
Y estaba casi seguro de que su amor por Jeongin era lo único que lo mantenía allí.
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