—¡Feliz Cumpleaños, Rosie~!

La casa se llenó de aplausos y victores, Rosé sonrió complacida, mientras su amiga Seulgi lanzaba confeti sobre ella, Jennie sacaba fotos y Joohyun le gritaba a la segunda mayor por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Lisa reía por tanto caos y tanto griterío, a pesar que eran ellas cuatro de invitados, cinco con Rosé.

Seis con Jisoo.

—Rosé, tengo tu primer regalo en tus veinticuatro años. —murmuró Lisa cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora a la rubia, quien la miró con ojos expectantes.

La menor sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

Seulgi gritó como colegiala, Jennie alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Irene comenzó a decir que dejara a la niña en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

Jisoo bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso se había acabado, lo primero que hizo Rosé fue mirar hacia ella, con temor de que Jisoo estuviera herida por aquello.

La castaña negó, sonrió de forma honesta.

—Es la indicada. —dijo, y Rosé pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde las cuatro se sentaron a esperar en los sillones de la sala a que Rosé terminara de cortar el pastel.

—¿Alguna habló con Nayeon? —preguntó Jennie, con lo que las otras dos mayores negaron.

—No volví a hablar con ella desde lo de Jisoo. —dijo Seulgi, directamente.

—Shhh —lo cayó Joohyun—. Rosé se la está pasando muy bien y ahora tenemos a esta chica para distraerla, no arruinen esta noche —palmeó el muslo de Lisa, se sorprendió por lo dura que estaba—. ¿Cuánto ejercitas? —preguntó.

Lisa se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendida por ser considerada una "distracción", no sentía ser eso.

—¿Qué?

—Oh, no, no —Seulgi negó, agitando su mano—. No te lo tomes personal —añadió, sonriendo—. Es que ... Rosé ha estado muy mal al respecto y como no estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

Lisa se detuvo unos segundos a pensar pero terminó negando.

—La verdad, no estoy entendiendo, ¿quién es Jisoo? ¿qué pasó?

Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Rosé, sabiendo que había escuchado.

La rubia levantó el plato con las manos temblorosas, rió de forma nerviosa y dijo un "Está bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

Sintió a Jisoo abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, la castaña ajustó el abrazo, haciendo que Rosé se tranquilizara un poco más.

—¿Rosé? —alzó la vista hacia Lisa, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada—. Lo siento, ¿estás bien?

Rosé asintió sin más.

—Jisoo es mí exnovia —dijo, hablando para Lisa pero sin mirarla directamente—. Hace un año, vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Nayeon, quién en algún momento fue mi amiga pero estábamos muy alejadas para entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en lo de sus padres por una noche.

>> Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeado.

>> Jisoo fue la primera en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor.

>> Nayeon había querido tirarse, Jisoo la salvó, pero terminó cayendo ella... Y cuando llegué fue solo para ver lo peor.

Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas, en la sala, Jennie, Joohyun y Seulgi discutían en lo bajo que deberían haberle contado a Lisa antes de venir para evitar darle un mal rato a Rosé, y que eran todas unas estúpidas.

Lisa tomó un par de servilletas y se acercó a Rosé con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

—Rosé, lo siento muchísimo —dijo la menor, haciendo que Rosé llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema—. Estoy segura que Jisoo te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegida. —acarició sus mejillas y Rosé sonrió mínimamente.

Lisa dejo un beso en su frente.

—Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sóla, ¿lo sabes, no? —Rosé asintió—. Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mí también —la abrazó y Rosé se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

Jisoo sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz que de su Rosé, pudiera ser feliz con alguien, alguien que estaba viva y podía vivir con ella.

Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Lisa, haciendo que un escalofrío la recorriera.

—Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida. —susurró en su oído, y los ojos de Lisa se abrieron ampliamente.