Nicole Doyle

No paso por alto la mirada que me da la chica del servicio que me ayuda a vestirme cuando ve mis cicatrices arruinando la piel de mi espalda. Al parecer em hermoso vestido colocado a la perfección en el maniquí frente a mi  no está diseñado para alguien con una espalda como la mía.

—El velo las cubrirá —Es todo lo que digo deteniendome desnuda frente al espejo que cubría toda una pared.

No miento cuando digo que soy atractiva, soy bastante consiente de que mi cuerpo está perfectamente proporcionado para seducir, que además de mis cicatrices nadie podría encontrar algún otro defecto físico en mi. Pero no me siento así cuando miro mi futuro.

No ve veo siendo amada o alguna ridiculez rosa de ese tipo, no porque no crea en el amor, sino porque no creo en mí, es tan sencillo como eso, no me veo siendo tratada con delicadeza con adoración porque solo he.conocido la rudeza porque en el mundo en que vivo eso es lo que hay para mujeres como yo.

Me veo en el espejo mientras arreglan mi cabello y siento pena por Arno, ha hecho demasiado por conseguir a una rosa, y aún no se da cuenta que cogío a la rosa marchita del jardín.

Colocarse la máscara de mujer poderosa, de Fénix es relativamente fácil, lo difícil es creérselo sentirlo, pero por él, la usaré, se lo debo, me sacó de ese infierno y me ofrece los medios para vengarme.

Una sonrisa se dibuja en mis labios mientras colacan la corona con el velo en mi cabello recogido a la perfección dejándome unos mechones sueltos que solo consiguen aumentar la belleza externa.

Puede que esté rosta, destruida en mi interior , pero me encargaré de que cada persona que rompió un pedazo de mi se rompa en mil pedazos diferentes.

Las chicas del servicio me pasan las ropa interior de encaje blanco que no deja demasiado a la imaginación y resalta mis atributos , una lástima se ddsperdiciará porque dudo que este falso matrimonio sea consumado.

El encaje de las mangas del vestido comienza a acaricar mis manos mientras las chicas me visten, me cuidan y arreglan como una muñeca, después de todo para eso es que nacemos las rosas para ser las muñecas de las familias más poderosas, esas que visten y desvisten, que les permiten jugar con si cabello pero también somos esas que matan.

Porque cariño, las muñecas matan.

Quedo totalmente transformada frente al espejo, mis ojos azules resltando entre lo blanco del vestido,vestido absolutamente precioso que tiene un sexy escote delantero lleno de encaje , que nl luce para nada vulgar, todo lo contrario, mi espalda está más que cubierta por el vestido y el velo y llevo una falda amplia enorme con una cola que indican que varios niños tendrán que cargarla.

Un vestido de tul y encaje perfecto.

El maquillaje es lijero , no esconde mis pecas y resalta mis ojos y cabello, sencillamente estoy divina.

Salgo de la habitación seguida por un grupo de chicas que ni conozco, bueno solamente a Victoria, quienes llevan vestidos rosa pálido, la loca pelinegra se acerca mirándome  ligeramente sorprendida  y me entrega un ramo de rosas rojas  y rosadas, solo cuatro son rojas , cuatro como las hermanas que perdí, quienes debían estar tras de mi en estos momentos.

—Lindo ramo — Declaro tomándolo en mis manos —Poético.

—Que te puedo decir Arno tiene una lado sentimentalista —Su cabello recogido en una  trenza se mueve mientras camina con gracia hacia la lumusina que nos espera.

Las que se supone son mis damas de compañía llevan todas vestidos rosas claros, de tu y encaje también absolutamente hermosos con pequeños brillos en la falda todo está tan perfecto que diera la impresión que la boda fue organizada por Breanna, quien era demasiado perfeccionista y atenta para reconocer mis gustos sin preguntarmelos.

Suspiré y miré las rosas con agradecimiento, por lo menos simbólicamente estaban conmigo.

Un joven todo de unigorme que me recordaba a los que usaban los militares en las ceremonias o los pilotos me esperaban con la puerta de la limusina abierta. Delgado, alto, bastante atractivo si son sincera y con una sonrisa encantadora.

—Buenos días señorita Doyle —Me saludó quitando su gorra —Mi nombre es Markos Santineli y seré su guarsa espaldas personal.

—Un regalo de bodas supongo—Suaurré algonaturdida al darme cuenta que poco a poco estaba entrando en una jaula de oro y no era la limusina .

Victoria entró junto a mi mientras que el resto de las chicas entró en la otra , más pequeña, sus oscuros me acosaban desde su asiento frente al mío.

—¿Se puede saber que quieres ? —Pregunto cansads de sus miraditas.

—Solo espero a que comiences a llorar y soltar estupideces.

—No pienso darte el gusto —Me cruzo de brazos —No pienso darle el gusto a nadie más.

Aparto la mirada hacia el cristal blindado de la ventanilla, solo veo hierbas y árboles pero definitivamente son más interesantes que mirar a la víbora que tengo en frente. Ella se pone a teclear en su teléfono y a mi solo me queda hundirme en mi mente en una donde solo hay lugar para recuerdos y para venganza.

Afortunadamente llegamos al lugar antes de que yo terminara enloqueciendo .

La puerta es abierta frente a mi y el suave sonido de una voz angelical llega a mi , miro a mi alrededor y todo lo que veo es la hierva tan alta como yo y para mi sorpresa me gusta, al parecer será una boda sencilla.

—Tan silvestre como siempre —Escuché a mi lado la voz de Victoria pero su comentario no me molestó en lo absoluto, a mi me gustaba el estilo de todo.

Markos me señalo con la cabeza un camino de piedra entre las hierbas y asentí inhalando para luego exhalar  mientras sujeto con fuerzas el ramo.

¿Por qué estoy tan nerviosa ?

Levanto la mirada encontrándome con una hermosa iglesia en ruinas, un lugar donde la naturales lucha por recuperar su espacio , está hecha de piedra y no tiene techo, las paredes que apenas se mantienen en pie están llenas de enredaderas.

Es como la boda que soñaba de niña y por alguna loca razón siento mi corazón acelerarse cuando doy el primer paso , soy yo quien lleva el ramo pero siento que en estos momentos el me sostiene a mi. Como si las desconocidas que vienen tras de mi, fueran ellas, mis hermanas.

Incluso tengo un pequeño momento cuando entro a la iglesia y miro a todos esos invitados que en mi vida he visto de pie mirándome con fascinación, cuando veo de reojo junto a una columna el rostro de Breanna mirándome con lágrimas en los ojos. Pero este desaparece cuando parpadeo.

Vuelvo la vista al frente y sonrío están conmigo, siempre lo van a estar.

Mis ojos caen sobre los de Arno, vestido totalmente de negro , de traje y corbata , absolutamente atractivo ,ni siquiera el traje es capaz de ocultar sus formados músculos , sus ojos grises me observan con tanta intensidad que siento mi piel arder. Reconozco la mirada de deseo en los hombres y él en estos momentos me mira así, pero nunca antes ninguna ha acelerado mi pecho como la suya.

—Linda boda —Susurro llegando hasta él —Un pequeño detalle son cinco rosas , no cuatro.

Me muestra la rosa en su traje con una media sonrisa.

—La quinta es mía.

El padre se aclara la garganta y salgo de mi burbuja personal mirando al que se supone nos casará, no imaginé que sería una boda religiosa, en este mindo en que vivimos dios está demasiado lejos como para pensar en estar a su lado.

Los presentes toman asiento y tengo una rara sensación de ssntirme observada lo curioso es que todos me miran en este momento pero aún así, me siento rara.Llevo la vista hacia las columnas pero no hay nadie allí.

El padre comienza a hablar en el momento en que Arno toma mis manos y yo vuelvo a perderme en sus ojos, no escucho nada de lo que el cura dice, nada me interesa porque he aquí mis votos mis promesa de por vida para este hombre :

—Fuiste quien me sacó del hoyo en  el que estaba destinada a morir, me das armas, me das alas, no tengo nada que ofrecerte solo a mi—El cura me mira sorprendio por la interrupción —¿En la salud ?¿En la enfermedad? ¿En la riqueza ?¿Pobreza ?Eso son nimiedades, soy quien va a estar a tu lado, quien va a subir contigo escalón por escalón. No voy a ser tu esposa, voy a ser tu comoañera tu aliada, el filo del cuchillo con el que pongas de rodillas al mundo.

Desde mi posición veo sus pupilas diltarse y una peligrosa sonrisa aparecer en sus gruesos labios.

—Espero que entiendas el poder de tus palabras Foxie , porque he aquí las mías , no seré quien te ponga de rodillas al mundo, eso puedes hacerlo tú sola perfectamente, solo te mostraré tus armas , no te quiero en una jaula de oro, te quiero en el día a dia a mi lado, en medio del fuego,demoestrando las espinas con la que nacistes porque he aquí mi epifanía...No tengo a la rosa restante, tengo a la mejor rosa del jardín y ella misma lo va a demostrar. Serás mi esposa compañera , serás mia de la misma forma en que seré tuyo , seremos un equipo,y nos sentaremos en el mismo trono, juntos.

Creo que se me olvidó como se respira mientras veo sus ojos con intensidad, mi vista baja a sus labios y no revuerdo en el momento en que sus manos llegaron a mi cintura, solo sé que siento si calor sobre mi piel, siento que ardo y sus labios se ven como el agua para apagar mi fuego

—Muy bien... supongo que esos son sus votos —Habla el cura —¿Los anillos?

Anton ser acerca a nostros con una cajita roja vino cubierta con terciopelo dónde se supone van los anillos.

La abre y con las manos temblorosas coloco el anillo en el dedo anular de Arno, es de oro blanco sin ningún dibujo, pero en sus gruesas manos se ve que fue hecho para él.

El coloca el anillo en la mía, dos anillos de hecho uno que tiene un hermoso diamante rojo pequeño , pero hrrmoso y la alianza de oro blanco con un zorro grabado en él.

Sus dedos se entrelazan con los míos y ni siquiera tengo tiempo de reaccionar o el cura de hablar cuando mi cuerpones estrechado con el de él y sus labios toman los míos.

Sabía que iba a tener que besarlo pero no me esperaba esto.No me esperaba la explosión de adrenalina , el cúmulo de sensaciones recorriendo mi cuerpo mientras su lengua lo hace en mi boca, esperaba un beso frío y metódico, no uno que me llegara hasta el alma.

Jamás he sentido algo diferente al asco dando un beso , así que supongo que este es mi primer beso verdadero.

Libero mis manos y lo agarro del cuello, acercándome más, profundizando aún más el beso , sus fuertes manos se anclan a mi culo sobre la falda y siento mia vellos ponerse de punta.

Y simplemente todo ha desaprecido, el mundo , los desconocidos, solo estamos él y yo y el infierno que despierta en mi interior.

Hello!

No sé si quede alguien leyendo esta historia. Pero  me gustaría pedir disculpas por la tardanza. Pues pasé un tiempo en que había decidido dejar de escribir tras sufrir una crítica absolutamente destructiva sobre una de mis historias. Así que bueno espero hallan disfrutado y no olviden darle a la estrellita.