Ya se encontraban todos en la casa de Jungkook y Jimin, las horas pasaban entre risas, anécdotas, fotos del pasado y mensajes. Habían formado una hermosa y verdadera amistad entre los ocho. Una amistad que duraría para siempre. Incluso después de la muerte.

-Entonces estabamoss en este túnel de flores y justo cuándo dije algo MUY importante BAM Jimin no estaba-- Empieza a contar Jungkook riendo ahora que el momento de desesperación había pasado, realmente no podía creer que esto estaba pasando tenía más tiempo con Jimin, con su Jimin. Estaba más que feliz-- Y cuándo comenzaba a creer que había desaparecido traspasa las flores diciendo "Encontré un conejo"--Todos empezaron a reír imaginando semejante situación.

-Es que era muy lindo el conejo-- Comenta el fantasma.

-Todos los conejos son lindos Jimin te entiendo-- Le contesta Yongsun quién se había integrado al grupo por completo y justo ahora se encontraba tomando la mano de Jin. Jimin realmente fue cupido.

-Oh ¿Que era lo que dijiste en el túnel?-- Pregunto el fantasma mirando con una hermosa sonrisa al chico que amaba.

-Así que no lo escuchaste-- El fantasma niega con la cabeza-- Yo no quiero presionarte Jiminnie. Pero quiero decirlo. No se cuándo puedas desaparecer. Y no me quiero arrepentir de nada cuándo lo hagas por eso-

-Solo decilo Jungkookie-- Le interrumpe Jimin riendo.

-Te amo Park Jimin. Te dije que te amo y lo vuelvo a decir. Te amo

Y ahí fue cuando Jimin lo recordó... recordó esas palabras que se pasaron por su cabeza los últimos segundos que estuvo con vida, las últimas palabras que resonaron en su cabeza junto a su última respiración. Junto a su último latido.

<Desearía que alguien me ame tanto que sonría con solo decir mi nombre. Y desearía poder amarlo de la misma manera. Con la misma intensidad. Porfavor>

Y por fortuna o desgracia ese deseo se cumplió.

Paso todo en segundos que para Jungkook parecieron una eternidad. Que para todos en esa habitación parecieron una eternidad.

De pronto todos podía apreciar a la octava persona en esa habitación, su cuerpo traslúcido su enorme y brillante sonrisa. Su cabello azabache. 

-¿Chim? ¿Qué esta pasando?

-Chicos. Gracias por ser mis amigos. Gracias por confiar en mi existencia. Gracias por ayudarme-- Jimin sabía que no tenía tiempo. Sabía que tenía que apurarse.

De pronto se volvía cada vez más invisible. Jungkook sabía lo que estaba pasando. Lo presentía.

-Jungkookie...

-No Jiminnie porfavor.

-Gracias por decir que esta era nuestra casa. Gracias por cumplir cada uno de mis deseos. Gracias por ser mi amigo. Gracias por verme cuándo nadie más lo hacía.

-Jiminnie porfavor esto no esta pasando decime que es mentira Jimi-

-Gracias por enamorarme por completo Jungkook. Por enseñarme lo que realmente es el amor. Pero sobretodo gracias por cumplir mi mayor deseo...Gracias por amarme. Te amo Jeon Jungkook. Siempre te voy a amar...

-¡JIMIN!

Jungkook intento abrazar inesperadamente el cuerpo de Jimin mientras sus lágrimas caían en picada una tras otra como un mar en plena tormenta. No lo logro a tiempo. El cuerpo del fantasma se había desvanecido en el aire con unos brillos hermosos. Y todos en esa habitación lo supieron al instante. Las lágrimas de todos llegaron al mismo tiempo. Los sollozos de dolor inundaron el lugar donde hace solo segundos solo se escuchaban risas.

Park Jimin había renacido.

Y Jeon Jungkook se sintió morir por dentro. Sentía como su alma era desgarrada de su cuerpo. Cómo si alguién le estuviera rasguñando internamente llevándose una parte suya consigo. Pero percibía a Jimin más vivo que nunca.

Entonces sonrió...el definitivamente no se arrepentía de nada. Y el definitivamente iba a seguir viviendo.

Porque solo de esa manera podía seguir amando a Park Jimin. Por que solo de esa manera iba a ser consciente de que en alguna parte el amor de su vida estaba sonriendo mientras cumplía sus sueños.