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Capítulo 3

_Aclaremos esto, ¿te acordaste y terminaste en la escena del crímen? - interrogó Mina.

_Sí, mientras hacía una entrega. Vi el lugar de mi accidente y mis recuerdos me llevaron a esa casa.

Mina sentía que todo eso era muy extraño.

_¿Qué viste exactamente en tus recuerdos? - lo anotaba todo en su laptop.

_Había una chica en el suelo.

_Y ella era Lisa Manobal, ¿viste a alguien más?

_Sí...

_¿Creés que es el sospechoso? - la miraba con duda.

_Probablemente. Recuerdo que me perseguían.

_Describe cómo es el sospechoso.

_No lo sé - esto le pareció más extraño a Mina, haciendo que detenga sus apuntes y la mirase con una pisca de sospecha.

_¿Por qué estabas en la casa de Lisa Manobal?

Jennie no supo qué responder, giró a ver a Lisa en busca de ayuda, lo que confundió a Mina por tener un comportamiento tan extraño, parecía que miraba a alguien.

_Bueno, hago envíos - respondió no tan segura.

_¿Qué entrega fue? - siguió con las preguntas, poniendo más nerviosa a la castaña.

_Yo...no recuerdo...- bajó la mirada.

Mina suspiró pesadamente, dejando su laptop a un lado.

_Es difícil hacer una declaración de esto. Llámame si tus recuerdos se aclaran. Lo investigaremos también.

La castaña asintió.

"Si viste al sospechoso, puede que te ande buscando. Ten cuidado" recordaba las palabras de Mina.

Apenas iba saliendo de la estación de policía. La pelinegra de sus recuerdos la vigilaba detrás de una de las paredes. Suspiró con frustración al saber que la policía la estaba interrogando, eso solo causaría un gran problema.

De regreso a su puesto de trabajo, Jennie investigaba sobre el paquete que fue a entregar a casa de Lisa, pero no encontraba aquella información en la lista de envíos.

_Jefe - llamó Jennie, el mayor se encontraba a un lado en su propio escritorio - creo que hay un error en mi registro, faltan entregas después de la cuatro, en el día veintisiete.

_¿En serio? - preguntó con extrañeza. Se acercó a su lado y revisó de igual manera, quedando pensativo. Hasta que rió al recordar la razón - Oye, te fuiste temprano ese día, idiota - regresó a su escritorio, aún riendo por la poca memoria de su empleada.

Jennie y Lisa cruzaron miradas, la castaña estaba confundida.

_Salí temprano, lo que significa que no hice entregas - ambas caminaban de manera tranquila y pensante al borde del río de la ciudad - eso es extraño. ¿Por qué estaba allí? Mis recuerdos no están completamente en blancos, pero tampoco son claros - comenzaba a frustrarse - me estoy volviendo loca.

_No te preocupes, no estás involucrada - respondió Lisa - eres solo un testigo - Jennie la miró extrañada.

_Sabes porqué estaba en tu casa, ¿verdad? - Lisa desvío su mirada - ¿No puedes decírmelo?

_¿De verdad...quieres saberlo? - se notaba nerviosa. La castaña asintió - entonces házme un favor.

Jennie volvió a asentir, cuando Lisa comenzó a acercarse a ella, lentamente. La castaña la miró confundida, retrocedía a cada paso que Lisa daba y no parecía querer detenerse.

Jennie miró a sus espaldas y estaba cerca del borde del río. Volvió a mirar con total confusión a Lisa, hasta que se obligó a detenerse cuando casi cae hacia atrás, teniendo a la pelimarrón demasiado cerca, poniéndose nerviosa.

_¡Para! - ordenó, Lisa obedeció, mirándola tranquila - ¿Estás jugando? ¿Acaso quieres que me caiga?

_Este es mi favor, pensé que querías recordar.

_¿Quieres que entre al río? - preguntó incrédula.

_Sí.

_No es mala idea - sonrió nerviosa - suicidarme solucionaría todo pero busquemos otra forma, ¿sí?

_Creo que esta es la mejor idea - sonrió.

_¡¿ESTÁS IDIOTA?! - suspiró profundamente, tratando de tranquilizarse - quiero vivir - tragó nerviosa.

_La gente no muere tan fácilmente - opinó Lisa.

_¿Se supone que eso me hará sentir mejor? - regañó.

Lisa suspiró.

_Si no puedes entrar sola, bien. Te ayudaré - la castaña no había entendido, hasta que vió a Lisa retroceder de espaldas para tomar más fuerza al correr - no te muevas.

_L-lisa...¿q-qué haces? Oye, deja de bromear - pidió - ¡Para!

Un vagabundo logró escuchar el grito. Giró a sus espaldas, y notó con extrañeza como una castaña se lanzaba de espaldas al río. El mayor viró los ojos y decidió ignorarla, poniéndose a dormir.

Jennie salió a flote rápidamente, estando desesperada por salir.

_¡No sé nadar! - luchaba por no hundirse - ¡No sé nadar!

_Sabes nadar.

_¡¿Cómo...- estaba tragando demasiada agua -...lo sabes?!

_Te haz lanzado al agua antes.

El cuerpo de Jennie volvió a hundirse, pero fue en ese instante que un nuevo recuerdo llegó a ella, donde Lisa tomaba su mano debajo del agua.

Fue tomando el control de su cuerpo, como si en verdad supiera nadar. Sus ojos se abrieron debajo del agua, viendo la silueta de Lisa aún de pie en borde del río, volviendo a subir a la superficie.

Flashback

En el borde de aquel rió, debajo del puente, Lisa recordaba con tristeza a su padre, hace solo meses se había suicidado por problemas personales, dejándola completamente sola.

Limpiaba las lágrimas de su mejilla, cuando inconscientemente observó a una chica a solo unos metros de ella (Jennie) también miraba el río, pensativa.

Para su sorpresa, la castaña se dejó caer al río, tenía la intención de suicidarse.

Su cuerpo se iba hundiendo lentamente, dejándose llevar a la profundidad. Mantenía los ojos cerrados, cuando sintió que tomaron su mano.

Abrió los ojos, notando a linda chica tratando se llevarla a la superficie, pero le era difícil al ver que la castaña se negaba a subir. A pesar de aquello, Lisa se negaba a dejarla, aguantó tanto la respiración, que lentamente quedó inconsciente por falta de aire. Eso alertó a Jennie.

Lisa despertó entre una fuerte tos, producto por tragar mucha agua. Se halló fuera del río, estaba recostada lejos del borde. Aún con tos, buscó con la mirada a la castaña, encontrándose a su lado, inconsciente.

_Ey - se acercó a gatas - despierta - la removió.

Pegó su oído a su pecho, notando su corazón acelerado, una clara señal de que no estaba inconsciente. Al menos estaba viva, pero igualmente que le lanzara al agua la hizo enfadar.

_¿tienes vergüenza de verme a la cara? Entonces, ¡¿por qué hacer algo tan vergonzoso?! - regañó - ¡Eres una adulta! ¡¿Qué te hizo el río Han?! ¡No lo contamines! - la castaña seguía fingiendo estar desmayada.

Lisa notó los pétalos de la flores sobre el pantalón de la castaña, haciendo que sus ojos se cristalizaran al recordar lo que había hecho su padre igualmente.

_¿qué le pasa a la gente? - su voz se quebró - ¿están pensando sólo en ellos mismos? ¿No les importa los que quedan detrás? - viendo que seguía ignorandola, se puso de pie, aún más molesta - me debes tu vida, así que no mueras por tu cuenta, ¡¿Me oíste, idiota?! ¡Consigue una vida! - se alejó a pasos fuertes, sacudiendo el agua que goteaba de su ropa.

La castaña levantó lentamente la cabeza, mirándola con disimulo. Lisa giró rápidamente, haciendo que Jennie se golpeé cuando regresó su cabeza al suelo. Pero soportó el dolor con tal de seguir fingiendo.

Fin del Flashback

_Desde ese día en que te conocí, me preguntaba si estabas bien. Me preocupaba de que lo hayas vuelto a intentar. Pero cuando abrí mi floristería y repartía flores a cada tienda vecina, fue cuando volví a verte. Estabas allí, en tu motocicleta.

_Repartiendo paquetes.

_Sí, te arreglabas el cabello y esperabas tranquila. Eso...me hizo sonreír realmente, verte me hizo felíz. Me acerqué a tí para darte una rosa, pero simplemente me miraste confundida. Al principio pensé que no te gustaban las flores, pero luego lo entendí, no me reconocías.

_Creo...que sí te reconocía.

_¿Por qué lo dices?

_Recuerdo, verte repartiendo flores. También me veo a mí, acercándome frente a la tienda en la que estabas. Creo...que me estacioné con toda la intensión de que me veas. Pero, ¿por qué? - estaba pensativa.

_Eso explicaría porqué te caíste de la moto cuando giré a verte otra vez, te atrapé mirándome.

_Oye, no soy tan torpe.

Lisa sonrió.

_¿Lo entiendes ahora? ¿Cómo es posible que no me reconozcas? - Lisa parecía indignada - esta linda chica te salvó la vida - se señaló. Jennie sonrió ante esto, le causaba gracia que se ofenda tanto cuando ella fue quien la sacó del agua.

Pero su sonrisa fue disminuyendo lentamente al notar a Lisa mirándola, parecía...estar apreciando aquél momento.

_¿Pasa algo? - preguntó con duda.

_Dame otra sonrisa...te ves hermosa cuando sonríes - las mejillas de Jennie se sonrojaron, pero asintió, mostrando una nueva sonrisa tímida - me gustaba cuando sonreía así - sonrió con tristeza - es lo que más me gustaba de tí...

La sonrisa de Jennie volvió a desaparecer, quedando confundida ante lo dicho.

_Lisa...

_Querías saber por qué estabas en mi casa, ¿verdad? - desvío la mirada - yo...te invité.

_¿Por qué...? - tenía un idea en mente, pero para ella, era muy absurdo.

_Porque...me gustabas - confesó.

Hubo un corto silencio entre ambas, Jennie no sabía cómo reaccionar.

_¿Por qué no me lo dijiste desde el principio...?

_Esperaba que lo recordaras antes de decírtelo yo misma. Porque esperaba que me reconocieras...

Al llegar a casa de Jennie, la situación se volvió un poco incómoda al entrar. No se atrevían a mirarse y solo estaban allí, de pie en la entrada sin saber qué decir.

_Yo...- Jennie se rascaba el cuello, nerviosa - tengo sed, iré por agua - caminó de inmediato a la pequeña refrigeradora.

Lisa llegó detrás de ella, viendo ambas las bebidas.

_Tomemos esas - Lisa señaló las botellas con alcohol.

A las pocos minutos, Jennie veía extrañada a una ebria Lisa, no dejaba de beber. Estaban sentadas en sus propias piernas, al lado de la mesita del centro.

Jennie bebía de a poco su bebida, cuando vió con preocupación a Lisa golpear su cabeza contra la mesa, al parecer se había quedado dormida.

_¿Lisa? - se acercó con cuidado a ella, ¿en serio se había dormido? Acercó su rostro más de cerca, viendo extrañada que en realidad dormía - ¿los fantasmas en verdad se emborrachan? - se preguntó confundida.

Lisa abrió los ojos, teniendo el rostro de Jennie a solo unos centímetros, la castaña se paralizó de los nervios, que no pensó en retirarse.

_¿En verdad pensaste eso? No estoy borracha - sonrió levemente sin levantar su cabeza de la mesa, para después admirar el lindo rostro de la castaña al tenerla así de cerca - Jennie...- dudaba en decirlo, pero los sentimientos eran más fuertes - ¿quieres...ser mi novia?

Esto volvió a sorprender a la castaña, pero de igual manera, no se apartaba.

_C-creo q-que sí e-estás borracha - tartamudeó.

Lisa por fin se enderezó. Apoyo su rostro en sus manos y sonrió a ella, estando aún de cerca.

_Yo no soy alguien mala, y puedo sentir que también te gusto. Solo tú puedes verme o tocarme. Así que...¿Por qué no tener una aventura? - torpemente, Jennie salió huyendo hacía la puerta - ¿A dónde vas?

La castaña apoyó su espalda en la puerta al momento de cerrarla. Su corazón estaba acelerado y su respiración agitada.

_Cálmate - cerró los ojos con fuerza - Jennie, cálmate - suspiró profundamente, abriendo los ojos - no te puede gustar un fantasma. Es un efecto secundario del accidente, eso debe ser. No te debe gustar...- pronunció, dándose cuenta que lo que decía era una gran mentira - no puede gustarme...- comentó con tristeza - ella...se irá en cualquier momento.





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