A las afueras de la funeraria, Lisa se encontraba sentada contra la pared en el suelo, mientras escuchaba la nerviosa voz de la castaña parada junto a ella.

_¿Por eso viniste a mí? ¿Quieres justicia? ¿Quieres que encuentre al asesino? - preguntaba impaciente - ¿O quieres venganza?

_Si puedes, eso sería genial - sonrió en forma sarcástica.

Jennie tenso la mandíbula por su juego.

_Si no es eso...¡¿POR QUÉ DEMONIOS ME PERSIGUES?! - gritó en un berrinche.

En cuanto notó la mirada de todos sobre ella, se cubrió con disimulo y bajó la mirada, avergonzada.

_Tengo mis razones - Jennie jadeó del susto cuando apareció frente a ella - hay una buena razón cuando los muertos visitan a los vivos.

_Entonces dímelo - exigió, pero se sintió intimidada por la mirada dura de Lisa - por favor...

_¿Por qué tengo que decírtelo? Descúbrelo por tí misma mientras recuperas tus recuerdos - sonrió, comenzando a tomar el camino a casa.

_¿Por qué... haría lo que me dices? - preguntó con duda, logrando que Lisa detenga su paso y giré a verla.

_Por que si no lo haces, estarás atrapada conmigo para siempre.

Esto asustó demasiado a Jennie, no quería vivir por siempre con un fantasma.

En tan solo minutos, se encontraban en una compañia de teléfonos, esperando a uno de los empleados. Habían llevado el celular de Jennie que había sido aplastado por el auto el día del accidente. Tratarían de recuperar toda información.

_El teléfono te dirá quienes eran tus amigos, tus familiares o...incluso una novia - Lisa giraba con diversión en una de las sillas giratorias - toda la información está dentro del teléfono.

_No me importa - murmuró Jennie con disimulo, pero Lisa logró escucharla.

_Entonces que no te importe - se recostó sobre su hombro, poniendo nerviosa a la castaña - estaré justo a tu lado todo el tiempo.

_El daño del teléfono es grave - llegaba el joven trabajador - por lo que no podemos restaurar la información a este nuevo teléfono.

Lisa suspiró, negando.

_Pobrecita, el teléfono también perdió la memoria.

_Puedes usar el nuevo teléfono de inmediato, ya tiene su mismo número. Y después del primer pago, puede cambiar los servicios adicionales a su voluntad.

Apenas Jennie encendió el celular y una llamada entró de inmediato, habiendo muchas notificaciones de llamadas perdidas del mismo número. Dudosa, respondió, llevando el teléfono a su oído.

_¡Jennie Kim! ¡¿Dónde demonios estás?!

_¡¿Por qué apagaste tu teléfono?! - su jefe era quien la había llamado tantas veces. Se notaba molesto - ¡¿La mensajería es una broma para tí?! ¡Los paquetes se deben entregar puntuales y nos falta personal! ¡Uno está de vacaciones y tú ausente sin previo aviso! - Jennie veía todo a su al rededor, curioso por el lugar en donde trabaja - llama a Jisoo para que cancele sus vacaciones y regrese aquí - ordenó con voz dura, cuando recibió una llamada - ¿Hola? Sí, ahora voy - se apresuró a salir de la oficina.

_¿Jisoo? - pronunció Jennie para sí misma.

_Esta chica es Jisoo - avisó Lisa. Jennie caminó a ella, viendo un afiche pegado en la pared, con cada uno de los trabajadores - es como tu hermana mayor.

Jennie analizaba el rostro de aquella mujer, pero simplemente no podía recordarla.

_¡No te quedes allí parado! - su jefe volvía a entrar - ¡Ve a trabajar!

Tomó uno de los chalecos de la paquetería, lanzandolo en el aire para lo atrapar al igual que lo hizo con las llaves de la motocicleta.

Al parecer lo único que no se le había olvidado a Jennie, era como conducir una motocicleta. Cargaba los paquetes en la parte trasera y conducía de manera tranquila. Pero le incomodaba un poco los gritos de emoción de Lisa que estaba de pie atrás de ella, sobre la moto.

_¡Acelera! - Lisa disfrutaba del viento.

_¡Mejor quédate quieta!

_¡Solo conduce! - regañó, Jennie viró los ojos y simplemente obedeció - ¡Gira a la izquierda en el cruce 813-7! - avisó.

Durante la tarde, solo se encargaba de entregar paquetes y Lisa la acompañaba, dándole pequeños detalles sobre su vida.

_Tienes un hábito cuando estás esperando una luz verde - comentaba Lisa ahora que esperaban que el semáforo cambie de color. A Jennie se le hacía muy familiar esa calle - golpeas tu dedo índice en el volante mientras esperas. ¡Oh, mira! - señaló un restaurante - allí siempre comes arroz preparado, es tu favorito.

Cuando llegaron a una tienda, a Jennie no le estaba gustando las cosas que Lisa le decía. Los gustos que se suponía eran de ella, le parecía muy extraños.

_Esta es la tienda donde siempre paras a hacer un descanso - ingresaban.

_¿Soy realmente así? ¿No estás jugando conmigo? - mantenía su celular pegado a su oído.

_Un fantasma tiene mejores cosas que hacer que mentir - se acercó a una de las refrigeradoras.

_Lo que digas - comentó de mal humor.

_Guarda ese teléfono - pidió Lisa.

_No quiero que la gente piense que estoy loca - respondió con voz severa.

_Solías beber esto - señaló Lisa, era una cajita de jugo para niños.

_¿Eso? - señaló incrédula. Lisa asintió - puede que haya perdido la memoria, pero todavía tengo gusto, ¿sabes? Este elegiría yo - señaló una botella sin diseño.

_¡Oh! Estás de vuelta - la empleada llegaba a su lado - hace días que no te veo por aquí - abrió la refrigeradora, tomando el jugo para niños con diseños de dibujos - este como siempre, ¿verdad? ¿no se aburre de tomar lo mismo? - se dirigió al cajero, dejando sin palabras a Jennie por su elección.

_¿Lo ves? - Lisa sonreía divertida.

_¡Oye! - Jennie se mostraba molesta, confundida - ¿Cómo es que sabes tanto sobre mí?

Lisa suspiró, señalando a las espaldas de Jennie. La castaña logró ver una tienda a la cual señalaba, era una tienda de flores.

_Esta es la floristería donde solía trabajar - estaban frente a la tienda, observándolo.

_¿Yo era una cliente habitual aquí? - preguntó Jennie con duda.

_No, venías una vez a la semana a hacer una entrega - giró a verla - ¿No recuerdas nada?

_No...- negó.

Lisa comenzaba a molestarse.

_Sin sentimientos y sin recordar quién soy.

_Según lo que dijiste, eras dueña de la tienda - volvió a mirar a Lisa, ella parecía que la mataba con solo la mirada - ¿Hice...algo mal para que me mires así?

Cuando volvían a transitar con la moto, Jennie había trataba de reducir el enojo de Lisa, ella solo la ignoraba sentada detrás.

_¡No es mi culpa que no pueda recordar! - levantaba la voz por el ruido de la moto.

_¡No es tu culpa que no puedas recordar, pero no intentarlo sí es tu culpa!

_¡No es mi intención hacerte enojar! - giró a verla.

_¡Cuidado!

Jennie tuvo que girar bruscamente para evitar chocar con el auto de enfrente. La moto perdió el equilibrio por un momento, pero la castaña lo supo controlar y pudo frenar a un extremo de la calle.

Jennie se quitó el casco, teniendo el corazón acelerado. Levantó la mirada a la calle y un pequeño flashback llegó a su mente, recordó cuando aquél auto la había tomado por sorpresa.

Bajó de la moto, estando aturdida y confundida, mirando cada extremo de esa calle que confundía su cabeza.

Inconscientemente, observó una subida que guiaba a otra calle. Caminó a ella, dejándose guiar solo por su intuición, era como si su propio cuerpo reconociera las calles.

Recordó que había corrido por aquí, como si algo la persiguiera, se veía asustada.

Llegó al final de la subida, su mirada fue directamente a una casa de paredes celestes. Un recuerdo de ella saliendo torpemente de esa casa llegó a ella. Otro recuerdo, donde bajaba corriendo las escaleras de esa calle, viéndose desesperada, sin dejar de mirar atrás constantemente.

Sin que la policía la vea que se encontraba hablando con uno de los vecinos, se dirigió rápidamente a subir las escaleras que la guiarán a la puerta de esa casa. Sin percatarse, una mujer pelinegra, con gorra y mascarilla, la veía a lo lejos, oculta detrás de uno de los muros para que la policía no la vea.

Cuando Jennie llegó a la puerta, logró notar las cintas policiacas, impidiendo el paso. La castaña comenzaba a asustarse, ¿por qué su intuición la había guiado hasta ese lugar?

Notó nuevamente la presencia de Lisa a su lado, viéndose triste.

_¿Qué es este lugar? - preguntó Jennie, notando nervios en su voz.

_Es...donde vivía...mi casa...

Jennie suspiró, volviendo a sentir tristeza por su muerte. Asintió, entendiendo que era doloroso para Lisa estar allí.

Dudosa y con mano temblorosa, apartó la cinta y se atrevió a abrir la puerta, abriéndola lentamente por los nervios.

Sintió un nudo en la garganta al ver sangre en el piso. Tuvo que cerrar los ojos, tratando de calmarse al llegar un nuevo recuerdo a ella. Era Lisa, estaba tirada en el piso, donde está la sangre.

_Yo...estuve aquí...- recordaba.

_Ese día...era mi cumpleaños...

Aquellas palabras lograron afectar a la castaña. Viendo en sus recuerdos a Lisa sujetando su vientre, donde la sangre escapaba por sus dedo, estaba agonizando de manera lenta. Recordó también una pequeña caja de pastel, tirado cerca de sus pies.

Jennie tuvo que sostenerse de la pared al sentirse débil, aquellos recuerdos la estaban afectando demasiado.

_¿Por qué realmente...viniste a mí? - giró a verla - ¿Qué es lo que tengo que averiguar por mí misma? - sus nervios salían a flote - ¿Qué estaba haciendo aquí?

Lisa tenía los ojos cristalinos, no quitaba la mirada de las cintas que dibujaba su figura en el piso, viendo toda esa sangre.

_Me viste morir...- pronunció por lo bajo.

_¿Qué...?

_Lo que quiero decir...- giró a verla - eres la testigo de mi asesinato - esta vez no fue suficiente sostenerse de la pared, Jennie tuvo que sentarse en el suelo para poder tranquilizarse ante la noticia. Lisa se inclinó a su lado - no te sorprendas por lo que dije, literalmente...acabas de verme morir en tus recuerdos.

_Dime exactamente cómo pasó...

_Yo tampoco lo sé...- negó con tristeza - no puedo recordar lo que pasó - Jennie suspiró pesadamente, cubriendo su rostro - pero ví tu cara, cuando recuperé brevemente la conciencia...te ví. Estabas sorprendida al verme así, estabas asustada.

Un nuevo flashback llegó a Jennie.

En ese recuerdo, alguien atrapó a Lisa por la espalda, cubría la boca para que no gritara y tenía un cuchillo presionando su vientre. Lisa no dejaba de batallar, haciendo enfadar cada vez más a esa mujer.

_¿Estás bien? - preguntó Lisa con preocupación al verla tan pensativa.

_Había alguien más aquí...- ambas cruzaron miradas, reflejando tristeza - creo que es el asesino.

_¿Qué está haciendo aquí? - Jennie levantó la mirada. A los pies de las escaleras, la oficial Mina la veía con extrañeza.