Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Primera clave.


Pasaron 3 días desde entonces...

La escuela era un lugar común, los chicos eran amables con Gian, los maestro eran muy hospitalarios, las chicas muy empalagosas y la vida un tanto monótona.

No había noche en la que pudo quitarse a Reshi de la cabeza.

Pero siempre se distraía...

Nada resaltaba para lo que de seguro sería su semana de adaptación en este lugar, excepto: Que el día anterior a su llegada, un chico se suicidó, ya sabía la historia.

— No puedo creerlo, era el mejor ¿Por qué saltó? — eso era lo que todos se preguntaban.

En particular, la clase en donde estaba Gian era un poco silenciosa. No habían chicos populares desmadrosos, las chicas populares y fresas no llamaban la atención, nadie soltaba un comentario en la mitad de una clase y fuera del salón Gian observó que la mayoría de todos ellos pasaba cerca de la cancha, de un salón, y luego se largaban.

Igual pasaba con otros espacios.

La habilidad observadora de Gian lo llevó a notar que así como se pasaban por la cancha, pasaban por una sala del grupo de música. Sorprendentemente, los únicos instrumentos que habían, eran un solo piano y 16 violines.

16, el número exacto de la clase de Gian.

Esa clase estaba afectada por algo. Ya que solo a ellos les daban la hora de los grupos libre... ninguno iba a un grupo. Gian suponía que era su forma de guardar un luto correcto sin afectar otras actitudes académicas.

Ese mismo día, el tercero de clases de Gian, un maestro guía lo interceptó.

Estaba caminando por el largo pasillo en donde cuyo final, estaba ubicado la sala de los 16 violines, y un único piano.

— Para tener una situación personal delicada, no dejas de lado el trabajo— apuntó su habilidad observadora el mayor.

Gian guardó silencio, no había visto a este hombre en los cuarteles, mejor no llamar la atención o parecer sorprendido.

Lentes de pasta negros, alto, vestía pantalones simples, una camisa blanca y un chaleco simplón, la camisa elegante blanca terminaba un poco bajo sus codos, dejando descubierto parte inferior el brazo y por supuesto sus muñecas, tenía os lunares en el costado de una de ellas. Joven, de seguro. Joven maestro de literatura avanzada.

— El chico que murió, era de tu clase. Una figura muy, muy importante para todos..., se sienten frustrados desde que él se fue— hablaba mientras veía a través del cristal de la ventana el piano y los 16 violines en posición—. Los compañeros de clase no son tan unidos pensarás tú, pero aquí los grupos luego de clase son por secciones, por lo que un solo salón tiene que estar en un mismo grupo. El de tu salón era música. Y nadie más que el joven Hsia sabía de música. A través de ella, el joven Hsia llegó a sus compañeros— sintió al maestro hablar muy conmovido.

Gian se sentía extrañamente tocado. Se sentía conmovido de alguna forma.

Entendiendo el punto: para sentir la música, hay que deshacerse de todo la bulla del mundo. Problemas personales, las voces de la depresión y la presión, de la ansiedad y la atención. Las voces bullosas de los jóvenes... no eran niños, eran casi adultos, y para que estuvieran así de decaídos todos ese chico debió ser un impacto feroz en lo que podía haber sido la monótona vida de un joven.

— Joven Soviak, el señor Hsia enseñó a 16 chicos chuecos de manos y oído musical a tocar el violín. Le enseñó a su clase que el valor de la vida está en un par de notas, que la popularidad es más leal entre cuerdas, que las cosas de los jóvenes mundanos de hoy se escuchan así como tientan. El joven Hsia enseñó a jóvenes inmaduros de 12 y 13 años hasta ahora, a ver la vida con los ojos de la necesidad y conocimiento— sonaba demasiado genial para ser cierto.

Si Gian estaba en lo correcto: las chicas no iban detrás de un chico porque sí, o como si eso fuese lo que les hiciera falta en su vida. Si Gian estaba en lo correcto: Los chicos no pensaban en sexo puro y desenfrenado, o que una novia con el mejor cuerpo los haría más machos...

Otros entonces podrían pensar que la riqueza no está en el dinero, o tenerlo todo. Que en lugar de presumir posesiones materiales, presumían cuanto sabían sobre un tema; y que la única competencia dentro de tal curso, entre tales personas, era la de ver quién era más leal e inteligente en lugar de quién es más millonario y popular.

De seguro, era un salón de nobles compañeros, donde si uno caía, todos iban con él.

— Eso suena demasiado irreal Señor— opinó Gian rompiendo un momento de silencio.

El maestro ajustó sus gafas.

— Exacto... es por eso que la tristeza y la decaída de los chicos de tu salón se ve de igual forma... porque algo como eso, es bastante irreal— sonrió orgulloso. 

-----

Sassán...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro