
Capitulo 9: Los sonidos de la guerra
Elizabeth y Justin comenzaron a separar a todos en diferentes grupos, de Alpha a Omega, pero eso si, todos los grupos tenían que tener magos, brujas, hechiceros y alquimistas por igual. A cada grupo debían asignarles un lugar el cual debían proteger y para ser transportados a los lugares, los alquimistas y hechiceros hicieron sellos en habitaciones diferentes para ser transportados.
Por otro lado, Tobias miraba afuera para saber que tanto soportaría el escudo mientras esperaba su grupo para saber cual sería el lugar que debían proteger. En ese momento, vio que alguien estaba afuera de la mansión, pero tenía intenciones de no retirarse. Luego sintió el mismo dolor en el ojo derecho que le da un mensaje del futuro, aunque sea muy cercano, pudo ver que era lo que tramaba esa persona afuera de la mansión, así que fue de la manera mas discreta antes de que alguien se enterara de que se Tobias se fue.
Llego hasta la entrada, y para evitar de que lo reconocieran, se puso un suéter con capucha y se cubrió la parte inferior de la cara, es decir desde la barbilla, hasta la nariz con una bufanda de tela de algodón y se puso unos guantes hechos igual de la misma manera que la bufanda, y así pudo salir hasta esa parte.
Una vez que salió hasta la entrada del patio principal de la mansión, Tobias tuvo que sujetarse la capucha por el viento que soplaba fuertemente y fue a buscar a esa persona, para detenerla de una vez antes de que derribara el escudo.
Finalmente encontró a quienquiera que sea que se encontraba debajo de esa gabardina, al observar detenidamente sus rasgos mientras se ocultaba detrás de una pared, se dio cuenta de que traía sal y agua bendita guardadas y que era prácticamente un hombre debajo de esa ropa. Se quito uno de los guantes que traía puesto y activo su magia para darle una pequeña sorpresa.
Le lanzo una bola de energía de la mano, pero no lo hizo en dirección hacía el, sino al piso. Sin embargo, Tobias olvido que el viento soplaba violentamente y le dio directamente a el, haciendo que la botella de agua bendita y la sal cayeran a la calle. El individuo se dio vuelta para saber quien lo ataco y se encontró con Tobias; el cual lo miro detenidamente ya que su aspecto le resultaba familiar. Sin embargo, no lo reconoció con la cara cubierta.
-¡¿Que crees que estas haciendo?!- le grita Tobias al que iba a penetrar el escudo que el mismo junto con sus compañeros hizo.
-Voy a destruir uno de los lugares en donde se cree que adoran al diablo.- le dice el señor.
A Tobias se le dibujo una cara de sorpresa debajo de la mascara, ya que reconocía esa voz. Era de su padre, eso lo hizo tener la corazonada de que su madrastra estaba tan enamorada de su padre, que termino por manipularlo, y aunque era una difícil decisión de pelear contra el o no, no podía dejar que se desatara una guerra y que todos murieran.
-¡No dejare que le hagas nada a los quienes queremos!- declara Tobias.
-Entonces, si a quienes quieres, siguen al diablo, sera un placer destruirte a ti y a tus seres queridos.- le dice su padre para sacar una segunda botella de agua bendita para lanzarse-la a Tobias.
Pero con lo que el no contó, es que Tobias se la lanzaría con sus poderes hacia la calle tal y como paso con la anterior. El hombre detrás de la gabardina salió corriendo, tratando de esquivar los rayos que caían; lo cual no paso desapercibido para Tobias, Por lo tanto regreso lo mas pronto a la mansión.
Sin embargo, se encontró con mas gente como su padre a punto de llegar y destruir el escudo. Al ver esto, Tobias uso sus poderes desde donde estaba para evitar de que lo hicieran y así para cuando entrara, le podría advertir a los demás.
O tal vez eso no era necesario, ya que vio a Martin y a Simon salir para buscarlo y luego se dieron cuenta de por que Tobias había salido. Simon lanzó un hechizo de fuego para distraerlos, pero en ese momento cayó un rayo en dirección a donde estaban los tres. Para la suerte de Simon, Tobias reacciono a tiempo y se llevo a ambos a la seguridad de la mansión. Cuando los tres entraron, inmediatamente buscaron a Justin y Elizabeth para avisarles de que iban a destruir el escudo desde tierra.
-Entonces, habrá quienes deberán quedarse aquí.- declara ella.
En ese momento sintieron que algo no estaba bien, las manos de los chicos comenzaron a arder; como si tuvieran picazón, Tobias reviso por la ventana otra vez para saber que estaba pasando, efectivamente el escudo fue rociado con agua bendita y los sacerdotes de la iglesia cristiana ya tenían un ariete para derribar el escudo.
Al descubrir esto, Tobias reunió a su grupo para ponerse de acuerdo y contarles sobre su plan. Todo lo que debían hacer era cubrirse las caras y evitar que los reconocieran.
-Pero Tobias, ¿Porque te preocupa que nos ocultemos las caras, si a nosotros serán a quienes nos lastimaran?- preguntaba Henrik.
-Las mascaras no son por nosotros, son por las personas que nos importan. Si descubren quienes somos, van a matar a nuestros seres queridos.- dice Tobias., -Pero hagamos-lo rápido.-
Todos los chicos se miraban mutuamente para pensar en lo que decía Tobias, y luego se pusieron de acuerdo, se separaron y cada quien fue a tomar la indumentaria que le correspondían por sus vidas pasadas.
Por su parte a Tobias se le ocurrió pintarse la cara como si fuera un esqueleto, tomo maquillaje negro para pintarse los parpados, parte de la nariz, las mejillas, y lo que era el espacio de los dientes, luego tomo la pintura facial blanca y pintarse el resto para hacer su propia pintura de guerra.
Una vez que Tobias termino de preparar su pintura de guerra, se vistió con la túnica que usaba cardenal Copia, es decir el mismo en su vida pasada antes de morir, cuando de pronto, Copia comenzó a materializarse detrás de el.
-¿Piensas salir de esa manera?- le pregunta Copia a Tobias.
-Es la única forma que conozco para que no se extinga este legado.- le dice Tobias decidido a Copia.
-Antes que salgas, quiero advertirte unas cosas Toby. Primero que nada, lo que te va a ayudar en tu batalla, es que estas despertando mis poderes y en la batalla despertaran mas.- le dice Copia.
-Esta bien,si te escucho.- le dice Tobias.
-Segundo que nada, ya tienes un poder que despertó desde hace mucho antes que hicieras el pacto conmigo. El ojo de Astaroth. Con el pudiste prever el futuro.-
Las últimas de Tobias hicieron que su atención total se fijara en Copia, ahora todo lo que paso con su dolor de ojo tenía algo de sentido, y podía ver lo que hubiera pasado sin intervención.
-El ojo de Astaroth te permitirá ver lo que pasará, pero una vez que veas el futuro, solo depende ti y de los demás cambiarlo, como Astaroth vio mas allá de la linea del destino, pero debo advertirte que a veces las cosas pueden pasar aunque las cambien.- le explica Copia a Tobias.
En ese momento, Tobias sintió un ardor mas fuerte en las manos, sentía que lago le paso al escudo, así que fue a fijarse que había pasado. Cada vez se estaba volviendo mas débil y estaban a punto de romperlo.
-Copia, cuando dijiste que hay cosas que inevitablemente pasarían aunque pude intervenir ¿De esto es lo que hablabas?- pregunta Tobias a Copia cuando estuvo en frente al espejo.
-Por desgracia, si. Solo pudieron tu y los demás retrasar la destrucción del escudo, pero aun así lo derribaran.- dice Copia.
Después de esa charla, Tobias cayó al suelo de rodillas, como si lo hubieran empujado y tirado. Cuando se levanto, se dio cuenta de que el escudo que el y sus compañeros habían puesto, estaba completamente destruido. Al darse cuenta de esto, Tobias salió rápidamente de la habitación, para buscar a sus compañeros. Una vez que los encontró, se reunieron para planear como protegerían la mansión y lo mas importante, verificar que otros lugares podían seguir para que sean destruidos.
En ese momento, escucharon la detonación de un explosivo tan cerca de ellos, que parecía que era aquí adentro, así que fueron con el resto para averiguar que fue eso. La iglesia, ya había derribado los muros que rodeaban la mansión, y ya estaban lanzando explosivos para destruir la mansión, pero en ese momento, lanzaron bombas Molovot hacía donde estaban los registros de los Emeritus-Imperator, se estaba incendiando todo, y a menos que se movieran pronto, todo estaría hecho cenizas.
-¡Salven los escritos y las reliquias!- grita la voz de Elizabeth, ya que salió para saber que estaba pasando.
Todos fueron a tomar desde los libros y la vestimenta de los papas, hasta los pergaminos e instrumentos, ya que estos eran de vital importancia para el futuro Papa Emertitus y sus caballeros, los nameless Ghouls.
Gustaf, Simon, Per junto con los hechiceros y magos en entrenamiento fueron hasta adentro para salvar todo lo posible, Ludving también entró para salvar las reliquias, pero de pronto, parte del techo cayó encima de el, dejándolo atrapado debajo del escombro.
-¡AUXILIO,AYÚDENME! ¡ME ATORE!- gritaba Ludving tratando de llamar la atención para saber si había alguien cerca que lo escuchara.
Para su suerte, Tobias logró entrar, por que lo vio a través de su ojo de Astaroth, el había visto que el pedazo de techo que le había caído a Ludving encima, estaba siendo sujetado por un cable y no lo podía retirar tan fácil, por lo que convoco su espada para cortar los cables y quitárselo de encima. De repente Tobias sintió algo realmente extraño al levantar el escombro, en vez de levantar lo con dificultad, lo sintió tan ligero, como una pluma, que no tuvo problemas al hacerlo el solo.
Una vez que quito el escombro encima de Ludving, lo tomo y ambos salieron antes de que el fuego los atrapara y murieran cocinados, y mas le apresuraba a Tobias, ya que la ropa que el traía puesto, no era la ideal para estar en el fuego, a menos que Simon, Gustaf o Per lo hubieran acompañado, y por que se le estaba cayendo el maquillaje por el sudor al exponerse al calor. Por suerte, ambos salieron a tiempo, Martin los estaba esperando para que pudieran salir antes de que todo se viniera abajo, tomo el libro que tenía Ludving y se lo metió a la mochila para poder huir.
El fuego ya estaba consumiendo todo, sin embargo la iglesia no podía dejar que escaparan con vida, así que lanzaron una bomba mas a la casa. Ludving/Earth, Martin/Omega y Tobias/Copia eran los últimos que faltaban en subirse al carruaje satánico; el cual tenía espacio para todos y era impulsado por dos caballos del infierno. Todos ya habían subido, todos estaban guiando a los tres para que llegaran, pero con lo que no contaron, es que la mansión Imperator explotaría por completo detrás de ellos, haciendo que se tiraran hacia el suelo.
Una vez que se incorporaron, Martin miro con ligero enojo a Tobias diciendo.
-¡Claro! Salva a Ludving.-
Lo cual hizo que Tobias le diera un zape a su amigo en la nuca y una vez incorporados, pudieron levantarse para alcanzar la carroza, aunque eso no sería posible, ya que la iglesia les estaba lanzando explosivos hacia ellos. Tobias usando sus poderes detuvo los explosivos y se los devolvió para darles tiempo a el, Martin y Ludving de que alcanzaran el carruaje.
Sin embargo, por emergencia el carruaje, ya se había ido y una vez mas la iglesia les lanzó explosivos para matarlos, pero por suerte Tobias se dio cuenta a tiempo y se las devolvió. Ludving uso sus poderes para crear una especie de escaleras de tierra y de esa manera poder alcanzar el carruaje.
Tobias y Martin comenzaron a escalarlas de una vez y muy rápido, pero con cuidado para llegar a ellos. Estaban subiendo lo mas rápido posible, Tobias estaba ligeramente adelantado que Martin y Ludving, pero en el momento en que este primero piso una de las estalagmitas, esta se rompió debajo de su pie e hizo que se cayera y colgara de ella.
A Tobias le comenzó a molestar el ojo derecho, era una señal de que algo estaba a punto de pasar, miro a su alrededor y vio desde donde estaba que Martin estaba colgando en una de las colinas que creaba la escalera. Al principio estaba dudando si ir por su amigo o alcanzar el carruaje. Al final decidió sacrificar su escape para salvar a Martin, así que se regreso para intentar salvarlo.
Pero con lo que no contaba, es que el monte en donde Martin colgaba, se estaba desmoronando como si fuera un pastel y el no sabía cuanto iba a aguantar. En ese momento vio que Tobias se estaba acercando hacia el. Podría estar feliz, pero no lo estaba, por que si Tobias pisaba el monte, en lugar de ayudar, solo lo iba a empeorar.
-¡TOBIAS, ALÉJATE!- le grito Martin.
Pero desde el ángulo en donde Martin, le era imposible escuchar a Tobias y todavía se estaba acercando.
-¡TOBIAS, NO PUEDES ACERCARTE, NO PUEDES SALVARME O LO EMPEORARAS!- continuaba Martin, pero aun así no lo escuchaba desde donde estaba.
Y si no podía ir de mal en peor, el monte cada vez se estaba haciendo mas frágil y cada vez Martin estabas mas en peligro de caer. Y eso no era todo, otro ataque con granadas se estaba acercando a ellos, con el fin de destruir la escalera y luego el carruaje. Para su suerte una vez mas, Tobias se dio cuenta a tiempo y se las devolvió con sus poderes, y así pudo seguir con su camino.
Pero con lo que nadie contaría, es que desde abajo también los atacarían. Los monjes tomaron mazos para derribar los montes por donde saltaban, comenzaron por la que Tobias ya estaba a punto de llegar, cuando uno de los monjes destruía la montaña con su mazo, se hizo una grieta que iba subiendo hasta la cima. Por desgracia llego en el momento en el que Tobias había aterrizado haciendo de que este también perdiera el equilibrio y quedara colgado como Martin.
Ambos estaban perdidos al estar colgados desde las montañas, pero luego Tobias recordó lo que Copia le había dicho, así que pensó que tal vez pudieran salvarse con sus poderes. No estaba muy seguro si lo podría escuchar su viejo amigo desde donde estaba, pero aun así lo quizo intentar.
-¡MARTIN, TIENES QUE SOLTARTE!- le grita Tobias.
-¡SOLTARME! ¡¿TE HAS VUELTO LOCO?!- le gritaba Martin desde donde estaba. Ambos estaban a dos peldaños de distancia.
-¡CONFÍA EN MI! ¡SUÉLTATE!- le insistía Tobias a su amigo.
-¡PERO...!- le decía Martin.
-¡SOLO, HAZLO!- le gritaba Tobias.
Aunque no era necesario para Martin dudar si soltarse o no, ya que ambos terminaron cayendo casi al mismo tiempo, en cuanto se soltaron las piedras de los montes. Tobias se acerco a Martin para pedir que se sujetara de su mano; lo cual le costó trabajo a Martin, pero aun así lo logró.
-¡AHORA, ¿CUAL ES EL PLAN?- le pregunta Martin a Tobias.
-¡Solo pensemos en no morir!- le decía Tobias.
-¡Ese un buen plan!- le dijo Martin.
Mientras ambos caían hasta el suelo, la mente de Tobias estaba completamente en blanco, y a menos de que Ludving hiciera una plataforma de tierra con sus poderes o pasara algo por el estilo, estaban completamente perdidos.
En ese momento, Tobias sintió una extraña sensación en la espalda, como si le salieran mas huesos de ella. Martin el único testigo de Tobias, se dio cuenta de que le estaban saliendo a este último unas alas de dragón, y una vez que surgieron, ambos se fueron volando. Martin quedo totalmente sorprendido al ver lo que le había pasado a su amigo.
-¿Ahora, cual es el plan?- le preguntaba Martin a Tobias, mientras que este último no dejaba que se cayera.
-Primero, iremos por Ludving. Luego, alcanzaremos a los demás.- decía Tobias esta vez decidido.
https://youtu.be/qPIy9U7T_CE
Tobias tomo a Ludving del cuello del atuendo que este traía y ambos se fueron volando para alcanzar el carruaje, pero con lo que no contarían, es que desde abajo, los sacerdotes, les estaban lanzando misiles, tratando de derribar a todos de una vez. Por desgracia, Tobias no podía hacer nada esta vez, debido a que estaba cargando a Martin y a Ludving, solo le quedaba esquivar los misiles.
Los tres estaban tensos ante esta situación, pero lo único que les quedaba era sobrevivir, aunque sería una misión imposible. En un momento de desesperación para luchar por sobrevivir, uno de los sacerdotes que hacía de francotirador a espaldas de los chicos, le disparo con su bazuca un misil, mientras Tobias estaba de espaldas. Este último sintió la molestia en el ojo derecho que le advertía peligro, pero no pudo hacer nada por llevar a Ludving y Martin con el. Afortunadamente Ludving si se dio cuenta y con sus poderes, hizo un muro para protegerlos.
Sin embargo, ese muro no sirvió de mucho, ya que aun les seguían lanzando misiles y lo único que les quedaba, era esquivarlos, pero era extremadamente difícil con el viento.
-¡ALETEA MAS RÁPIDO!- le gritaba Martin.
-¡ESO HAGO, PERO EL VIENTO NOS RETRASARA!- le decía Tobias mientras intentaba llegar al carruaje.
Mientras tanto dentro del carruaje satánico
Todos estaban dentro del carruaje huyendo de los ataques, aunque el objetivo real, era ir a los lugares que aun perseveraran el linaje Emeritus-Imperator. Estaban completamente nerviosos, ya que se escuchaban las explosiones de los misiles de afuera y también temían que aunque no alcanzaron Tobias, Martin y Ludving a subirse al carruaje, morirían en el intento. El carruaje se veía algo pequeño por fuera, pero el interior era tan grande, que podría considerarse como un tren volador. Bremdam y Phil iban de cocheros, Elizabeth y Justin siempre iban en frente.
En un momento donde todos estaban estresados, Gustaf saco por un instante la cabeza para ver que Tobias y los demás se estaban acercando, pero el viento les dificultaba llegar a su objetivo, así que le pidió a Bremdam que pasara lo que pasara, se acercara un poco a la orilla de su asiento y que extendiera la mano. Su plan era que los chicos llegaran al carruaje.
Sin embargo, por el hecho de que les estaban lanzando municiones desde abajo, sería muy difícil evitar de que llegaran. Al llegar a su objetivo y que alguno de los que llevaba Tobias en las manos para poder tomar la de Bremdam o de Gustaf, el carruaje recibió un disparo de un misil en una de las ruedas traseras.
Todos en el carruaje sintieron el impacto, tanto que todos terminaron desacomodándose de sus asientos. Ahora todos estaban muy nerviosos, tenían demasiado miedo. En ese momento Elizabeth le pregunto a Gustaf; el cual tenía la cabeza afuera del carruaje que estaba pasando.
-Son Tobias, Martin y Ludving, pero a este paso no llegaran a alcanzarnos, a menos que sobrevivamos.- decía Gustaf metiendo la cabeza y luego la volvió a sacar.
-¡TOBIAS ¿TIENES ALGÚN PLAN?!- preguntaba Gustaf desde el carruaje y luego vio el daño que hizo el misil que los alcanzó.
-¡SOLO TENGO UNO, Y ES NO MORIR!- le grita Tobias a Gustaf.
-¡ME GUSTA ESE PLAN!- le decía desde su lugar Gustaf, luego Ludving dijo que a el también.
Martin por su parte estaba pensativo, a pesar de todo el estrés que todos estaban pasando, en ese preciso momento se le ocurrió algo un poco arriesgado, pero que le beneficiaría igualmente a todos.
-¡TOBIAS, TENGO UNA IDEA!- le dice Martin a su amigo.
-¡SOY TODO OÍDOS!- le contesta Tobias.
-¡ACÉRCAME AL CARRUAJE, LUEGO A LUD, PERO TE QUEDAS AQUÍ AFUERA!- le explica Martin a Tobias.
-¡¿ESTAS LOCO, MARTIN?! ¡¿PIENSAS EN QUE ME ASESINEN?!- le exclama Tobias.
-¡CONFÍA EN MI, NECESITAS DEFENDERNOS. ESTAREMOS BIEN!- le dice Martin
Tobias tuvo que creer en las palabras de su viejo amigo, Martin. Lo acerco al carruaje, en donde Bremdam le tomo la mano y luego fue con Gustaf para hacer lo mismo y luego hizo lo mismo con Ludving. Finalmente Tobias era libre para defender el carruaje desde afuera.
Desde adentro Martin y algunos de los presentes tomaron sus instrumentos para tocar la melodía del hechizo que Tobias creo para originalmente proteger los lugares con el legado Emeritus-Imperator, mientras que Tobias canta el hechizo para protegerlos. Después de conjurarlo, hizo aparecer delante de el una barrera mágica de energía de sus manos, justo a tiempo para protegerlos de un misil.
Phil, quien estaba conduciendo el carruaje, vio que ya estaban a punto de llegar al campo en donde estaría uno de los lugares que preservaba el legado Emeritus-Imperator, así que metió la cabeza para avisarles a todos que ya estaban a punto de cruzar las afueras de la ciudad.
-Magnifico Phil, llévanos para allá.- dice Elizabeth.
Pero en ese momento en que ya estaban dando el gran paso, un rayo cayó en el carruaje, dándole esta vez en la rueda delantera izquierda, haciendo que el carruaje perdiera el equilibrio. Todos sintieron cuando el rayo golpeo el carruaje y el miedo que les quito el mensaje de Phil, volvió a ellos, mientras que Martin esperaba ansiosa mente que su plan funcionara si el carruaje llegara a ser destruido.
Uno de los misiles que lanzaban desde tierra, ya tenía en la mira el carruaje y en cuanto hizo impacto, todo fue destruido con la creencia de que todos estaban muertos. Sin embargo no era así, lograron sobrevivir gracias al hechizo que pusieron Martin y Tobias y ahora quedaba una prioridad mas, todo el mundo estaba cayendo, y a menos de que hicieran algo al respecto, estarían muertos.
Entonces todos los alquimistas, se reunieron para juntar algunos pedazos del carruaje, acercar a los caballos y crear un nuevo carruaje, esta vez con un aspecto como los de los gladiadores de la antigua Roma. Mientras que otros creaban hechizos para volar o levitar y las bandas de Tobias usaba sus poderes para volar.
-¿Ahora que haremos?- preguntaba uno de los aprendices a hechicero.
-Creo que no tenemos otra opción mas que luchar.- dice Tobias mientras volaba con Bremdam., -Se que esto nos retrasará, pero no tenemos otra opción. Hay que defendernos.-
Todos estuvieron de acuerdo con lo que dijo Tobias y se pusieron a la carga.
CONTINUARA
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¡He regresado! Perdónenme por tenerlos tan desesperados con esto, es que si tuve un poco mas de trabajo del que esperaba.
En fin, también quiero anunciar que ya esta el piloto del proyecto que tengo. Un crossover de Randy Cunningham Ninja Total y Ghost. Así es, dos de las cosas que mas me gustan en este mundo, y muy pronto saldrá la historia oficial, solo necesito saber como será y que les agradaría mas.
Bueno eso sería todo. No olviden votar y comentar si les gusta esto.
Yo, ya me voy.
Pero recuerden, si tu tienes fantasmas, lo tienes todo.
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