Estaba cansado, mis ojos pesaban más que dos camiones, sin embargo pareciera que recién ahora era capaz de abrirlos. Tras abrirlos completamente y parpadear para aclarar mi vista me asusté, solo veía oscuridad al frente, baje la cabeza, intentando buscar el piso, divisé mis piernas, aparentemente me quedé dormido sentado en el piso, pero el piso no era normal, estaba mojado y gotas caían desde arriba.

Levante la vista y un dolor inhumano recorrió mi cuello, y se expandió hasta mi cabeza, sentía punzadas cada vez más fuertes dentro de mi cerebro.

Quise llevar mi mano hacia mi cuello para masajearlo y alivianar mi dolor, no obstante dicha se detuvo a mitad de camino, mi muñeca estaba rodeada por un trozo de metal sujeto a eslabones que terminaban en la pared.

Estaba encadenado.

En un inútil esfuerzo intente forcejear, con la inocente intención de zafarme de aquellos metales de los cuales era preso.

Mi trabajo fue en vano y sin recompensa alguna, más que la de lograr hacer ruido con la cadena, mismo ruido que aparentemente alertó a quien fuera que se encontrara cerca de mi posición.

Estaba asustado, mareado y adolorido, quería gritar para pedir ayuda, pero mi voz no solo no salía de mi garganta, sino que algo dentro de mí me decía que no sería una buena idea.

Mi miedo aumentó de sobremanera cuando escuche una puerta muy cercana abrirse, provocando un chillido cual agarre sin aceite.

Una vez la puerta parecía estar abierta, oí pasos que se aproximaban a mi ubicación, pisadas no solo pesadas, sino que dejaban el profundo sonido de zapatos pisando agua.

Parece ser que estoy en un calabozo.

No pude pensar ni reflexionar al respecto, pues una incesante luz fulminó mi ya de por sí nula visión, aturdiendome por un momento hasta que dicha cesó su brillo.

—Por lo visto ya has despertado—

Esa voz no me sonaba familiar de ningún lado, era un tono bastante agresivo, ni muy grave ni muy agudo, pero amenazador y lleno de soberbia.

—Has sido desobediente, te dije que no te unieras a ellos... Te dije que intentarían atacarnos... Te lo advertí y no me hiciste caso...—

No sé de qué habla.

—Y-Yo..—

—¡Cállate!—

Gritó mientras golpeaba con fuerza mis brazos, con lo que parecía ser un palo, provocándome un agudo dolor.

—¡Aquí el único que habla soy yo! ¡¿Entendido?¡—

Gritó mientras continuaba asotandome.

—¡Ahg!—

No pude evitar quejarme del dolor.

—¡Cállate mierda, cállate!—

Los golpes no paraban, sentía como mis brazos comenzaban a sangrar.

El dolor era agudo, y consiguió que abriera los ojos por completo, guarde silencio mientras notaba que la linterna que aquel hombre sostenía apuntaba hacia el piso, el piso era de cemento, estaba lleno de agua y pasaban ratas de un lado a otro, sin duda estaba en un calabozo.

—Por tu culpa muchos de mis hombres han muerto...—

¿Sus hombres? No tengo idea de que está hablando, yo no he hecho nada...

Mi cuello dolía, mis hombros no estaban lo suficientemente fuertes como para sostenerlo, lentamente comencé a bajar la vista.

—¡Oye! Espabila, no mueras aún—

Con su mano tomó mi mentón y levanto mi cara, nos miramos a los ojos, la oscuridad no era tanta como para no notar sus facciones, y la luz de la linterna ayudaba a poder distinguir quien me estaba torturando.

Ahí lo noté, ya se quién es...

Ishido Shuuji...

Con la misma mano con la cual sostenía mi mentón, me pegó una fuerte cachetada, y luego otra, y otra...

—Despierta, aún no hemos terminado de hablar...—

Ya no se que me dolía más, si mi cuello, mi cara, mis brazos o mis piernas, las cuales no podía mover.

—Veras... Kyousuke Tsurugi...—

Dijo mientras caminaba alrededor del calabozo.

—Dentro del Sector V existe una regla para todo, estoy seguro de que antes has escuchado la frase... "Ojo por ojo, diente por diente"

"Ojo por ojo, diente por diente..."

—Y por tu culpa muchos de mis hombres han perdido la vida...—

Lentamente se acercó a mí.

—Asi que dime... ¿Con que piensas pagarme? ¿Acaso me pagarás con la vida de tus padres? ¿Será acaso con la tuya propia? ¿Quizás preferirías quedar lisiado de por vida igual que tú hermano?—

Sentí que se arrodilló, y con su mano a acaricio suavemente mis piernas...

Un dolor tremendo se sintió en mi abdomen, parece que me golpeó denuevo con ese palo.

—Pero eso sería demasiado predecible...—

Hizo un corto silencio antes de continuar.

—¡Oh! ¡Ya lo sé! Seguramente tú querido amigo Tenma estará encantado de pagar por tus pecados—

¿Que? ¿Tenma? ¿Como lo conoce? Aún ni siquiera se que he hecho, quisiera hablar pero un líquido espeso quiere salir por mi garganta, es sangre, quiero escupirla pero seguramente me golpeara denuevo.

—No... El tampoco, puede que su partida te duela, pero...—

Este tipo está loco, antes me estaba gritando y ahora actúa como un niño pequeño intentando responder a las preguntas de su madre, pero...

—¡Claro! ¡Por supuesto! ¿Como no se me ocurrió antes! Espérame un poco Tsurugi, ahora vuelvo...—

Ishido Shuuji salió por la puerta y por fin tuve un segundo de tranquilidad, logré escupir la sangre que tenía atorada en mi garganta... Aunque no entiendo, un simple palo, por más fuerte que sea el golpe, no debería ocasionar ese efecto en mi...

Pasaron unos minutos y unas ruedas se escucharon en dirección al calabozo, sonaban como las de una silla de ruedas...

—Bien, hemos llegado—

Guarde silencio, Ishido había llegado al calabozo y la silla de ruedas se escuchaba cada vez más cerca, hasta que finalmente dejo de sonar, parece que ya la ubico.

—Bueno... Te dejare presenciar a mi regalo especial para ti—

Inmediatamente una luz iluminó todo el calabozo, era una antorcha que se encontraba en una esquina, la cual fue prendida por el seitei.

Trate de ubicarme dentro del lugar, mire a la izquierda y a la derecha, en la primera dirección estaba Ishido, mirándome con una extraña sonrisa, a mi derecha había una pared.

Mire hacia al frente, y no pude creerlo.

—¡Yuuichi! ¡Herma—

Mi gritó se vio interrumpido por el horrible dolor de una suela de una bota estampandose contra mi cara.

—¡Cierra la puta boca! ¡No ves que lo vas a despertar!—

Intente seguir mirando hacia el frente, Yuuichi dormía tranquilamente en su silla de ruedas.

—Debe estar soñando algo hermoso, y tu intentando despertarlo, no eres muy buen hermano, Kyousuke—

Este hijo de puta...

—Bueno... ¿Sabes algo? No los pienso molestar más, estoy seguro que como hermanos que son, tienen mucho que platicar...—

Ishido camino lentamente hacia Yuuichi, y acaricio suavemente su rostro. Apenas consiga liberarme de aquí iré a asesinar a este hijo de perra, nadie le hace esto a mi hermano y se queda tan tranquilo...

—¡Puaj! ¡Este lugar huele asqueroso! Deberías tomar un baño Kyousuke, pero no te preocupes, yo te ayudaré...—

El tipo camino hacia una esquina de la habitación, donde había una tubería tapada, con una cadena la destapó y comenzó a salir agua de forma intensa.

—Bien... Buenas noches hermanos Tsurugi...—

Ishido Shuuji camino hacia la puerta y salió del calabozo, no sin antes mirarme a los ojos y decir unas últimas palabras.

—Kyousuke... Te veré en el infierno... ¡JAJAJAJAJAJA!—

Cerró la puerta con fuerza e inmediatamente la habitación comenzó a llenarse de agua, no podía liberarme por más fuerza que hiciera.

Con el pasar de los minutos el agua era tanta que comenzó a llegar a mi cuello.

Prontamente superó el nivel de mi cabeza, aguante la respiración lo suficiente como para ver a Yuuichi despertarse por la sensación del agua.

Cuando Yuuichi se despertó, entro en pánico, comenzó a moverse con fuerza y a gritar, logro verme ahogarme pero por el nivel del agua era incapaz de oír sus gritos.

Comencé a moverme como loco hasta que...
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—¡AAAAH!—

Me desperté lleno de sudor en mi cama, había sido todo una pesadilla...

Suspiré de alivio y rápidamente me levanté de mi cama.

Yuuichi sigue vivo, pero estoy temblando, aún tengo miedo, tengo mucho miedo...

Unas sirenas de policía se comenzaron a escuchar afuera, abrí la ventana y las vi, había mucha gente afuera, parece que algo pasó...

Bueno, ya nada puede ser peor que esa pesadilla que tuve... Porque fue una pesadilla... ¿Cierto?

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Bueno, son las 4 de la mañana, así que la despedida será corta, no esperaba actualizar tan pronto pero estaba muy inspirado...

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