10. Libérate
Nos encontrábamos en la mesa sentados conversando, eran las 5 de la tarde y la felicidad, tanto de Kariya como de sus padres era palpable, habían sido casi 3 semanas en las que dichos no se habían visto, y felizmente hoy se habían vuelto a reunir en una grata sorpresa.
Nos habían contado que estaban cuidando de una vieja amiga suya, Reina Yagami se llamaba, y padecía una enfermedad terrible, por lo que necesitaba cuidados y los padres de Kariya serian los únicos que podrían proporcionarles tales atenciones, pues no tenía a nadie más en su vida.
Las escenas que se provocaban gracias a la interacción entre Kariya y sus padres me enternecían, pero al mismo tiempo me daban nostalgia, sobretodo por la actitud de Midorikawa, me recordaba muchísimo a mi madre, el peliverde era preocupado, amoroso y muy maternal, justo como ella...
Ahora que lo recuerdo, Kariya nunca me contó su pasado, aunque bueno, yo tampoco le he contado el porque llevo el cabello amarrado en 2 coletas.
De momento me había limitado a escuchar todo lo que los demás en la mesa conversaban, en cierta manera me sentía algo excluido, quiero decir, no tengo ninguna relación extensa con nadie de los de aquí, si no fuera por lo sucedido no me encontraría con ellos ahora...
—Kirino—
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no noté que el mismo hombre de cabello verdoso intentaba llamar mi atención...
—¿Ah? Si, dígame—
Sentí algo de vergüenza, sobretodo porque es la primera impresión que le estoy dando a los padres de mi amigo, no lo había mencionado, pero eran 2 hombres, algo que sinceramente no me esperaba, pero tienen tanta química que lo siento completamente natural.
—Supimos lo que ocurrió, de verdad lo lamento...—
Sus palabras se notaban sinceras y junto con su sonrisa cálida consiguieron calmarme.
—Si necesitas algo, lo que sea, puedes contar con nosotros para cualquier cosa ¿Si?—
Esta vez fue su pareja quien habló, aquel hombre bastante más blanco de piel, con una interesante cabellera carmesí, aunque de un color menos intenso que el de Nagumo.
—Yo... No se que decir, muchísimas gracias...—
Respondí con lo primero que pasó por mi cabeza, a pesar de analizar la situación, tengo muchas cosas en mente como para poder percatarme de lo que está ocurriendo ahora mismo, siento que necesito desahogarme de alguna manera.
—Descuida chico, esto debe ser muy difícil para ti—
Respondió con mucha seriedad el señor Hiroto.
—Yo... Creo que no tengo palabras para agradecer todo lo que han hecho por mi... Si no fuera por ustedes, probablemente no tendría la fortaleza para continuar—
Esas palabras las saqué del corazón, siempre se me dio bien decir lo que pensaba, a pesar de encontrarme especialmente abrumado, necesitaba ser sincero con las personas que desde que todo ocurrió, me tendieron su mano para sacarme de este oscuro camino.
—¡Este muchacho es muy simpático!—
Exclamó Nagumo mientras me rodeaba con uno de sus brazos y esbozaba una agresiva sonrisa.
—¡Será un agrado total tenerte viviendo con nosotros de ahora en adelante! ¿No Suzu?—
El pelirrojo miró directamente a su contra parte, quien por su lado solo podía mirarlo con una cara de poker y de desapruebo total, no estoy seguro si era por lo imprudente que aveces era Nagumo, o por lo desatinada que era su reacción. Aunque sinceramente su actitud se me hace bastante divertida.
—Oye Hiroto ¿Al final que haremos? Ustedes llegaron de la nada y no tuvimos tiempo de recoger nuestras cosas y mandarnos a cambiar para desocuparles la casa—
Comentó nuevamente la persona que aún me tenía rodeado con su brazo.
—Oh, la verdad no tengo idea, se suponía que todo esto sería una sorpresa, pero no lo consideramos—
Respondió el más pálido de la sala.
—El lado positivo es que tenemos unos colchones inflables en el armario, eso siempre sirve para cuando vienen visitas... ¡Y hablando de visitas!—
Exclamó el adulto más moreno de la mesa, con un brillo en sus ojos que reflejaba la emoción que sentía al dar la noticia.
—¿Vienen visitas mamá?—
Esta vez fue Kariya quien se encargó de hacer saber las dudas que nos atacaban a todos los presentes.
—Así es Masaki, hoy vendrán a cenar unos viejos amigos nuestros, así que en un rato comenzaremos a cocinar algo rico para que podamos compartir—
Dicho y hecho, apenas pronunciadas aquellas palabras el peliverde se levantó y saco de su maleta unas bolsas con distintos ingredientes para cocinar.
La receta era simple, un platillo de tallarines salteados, pero dentro de su simpleza se imaginaba bastante apetitosa.
Por lo que nos dividimos en parejas para preparar los ingredientes que llevaría la comida.
Kariya y yo nos pusimos a cortar las verduras, cilantro, cebollin, tomate y pimentón eran unos de los ingredientes que el plato llevaba.
Por su parte, Suzuno cortaba en pedazos la carne y el pollo, mientras Nagumo los cocinaba a fuego lento.
Y finalmente, Midorikawa era el encargado de cocinar los tallarines, agregándole de vez en cuando salsa de solla a le mezcla, ayudado por Hiroto, quien preparaba la mesa y ayudaba a la organización.
-
-
-
-
Eran las 7:45 de la tarde y ya empezaba a oscurecer, el timbre sonó, lo que significaba que las visitas habían llegado finalmente.
—¡Yo abro!—
Gritó Kariya, mientras bajaba las escaleras para dirigirse a la puerta, yo lo seguí, pues la curiosidad de saber quienes serían los afortunados de compartir la cena con nosotros me ganaba.
Cuando el ojicobre abrió la puerta y dejo entrar a los invitados no pude creer lo que veía.
Entraron 3 hombres adultos, uno de cabello castaño, sonriente y con una banda naranja en la cabeza, el segundo era igualmente castaño, pero su cabello estaba peinado en unos largos dreadlocks, y portaba unos lentes bastante llamativos.
Quién llamó mi atencion estrepitosamente sin embargo, era el ultimo, de larga cabellera azul, ojos color cobre, siendo uno de estos tapados por su cabello, sumados a una sonrisa bastante amable.
Esa me era familiar, era la misma persona a la que había conocido el otro día, quien se sentó a conversar conmigo y desapareció de la nada.
—¡Chicos, es un agrado tenerlos aquí!—
Dijo con bastante alegría Hiroto, quien se aproximó a la puerta para darle la bienvenida a los invitados quienes asintieron con bastante felicidad.
Dichos pasaron, y saludaron a todos en la casa, aunque me sorprendí al notar que aquel hombre de cabello azul parecía no reconocerme, ni mucho menos recordar aquel encuentro que tuvimos hace unos días, comenzaba a preocuparme y a dudar si esa conversación que ambos tuvimos había sido solo una simple ilusión.
Suzuno y Nagumo también parecían conocer a los invitados, aunque no con tanta confianza como Hiroto y Midorikawa.
Kariya se encontraba en una situación similar a la mía, solo conocía a los invitados por que sus padres les habían comentado sobre ellos en algún momento.
Ya todos nos encontrábamos sentados en la mesa, dando las gracias correspondientes antes de degustar los exquisitos alimentos que otrora habíamos preparado.
—Pss, Kariya...—
Susurré, intentando llamar la atención del chico, el cual se encontraba a mi lado.
—Qu-e Que pasa—
Respondió a mi llamado de la manera más indiscreta posible, con la boca llena de comida y fideos escurriendo por su boca.
—Oye, ¿te acuerdas la conversación que tuvimos el otro día?—
—¿Cu-Cual conversación?—
Respondió finalmente tragando su comida; Al darme cuenta que había entendido que intentaba ser discreto con mis palabras, me acerqué a su oído para hablar.
—La del hombre que se sentó conmigo en la banca y habló conmigo y que desapareció—
—Aaah, si, si me acuerdo ¿Que tiene?—
—Estoy seguro de que ese hombre de pelo azul es el que se acercó a mi aquel día...—
—De-debes estar confundiendolo....mmm... Ni siquiera te ha dirigido la palabra desde que llegó—
Contestó mientras se comía otro bocado-
—No lo sé, estoy seguro de que es el—
—Pues si es el, te está ignorando muy fuerte jaja—
Paré la conversación en seco al mirar al frente y darme cuenta de que el hombre del que estaba hablando me miraba fijamente mientras comía. Sentí una vergüenza tremenda tras notar que mi discreción no había funcionado. Me limité a ignorar al resto de las personas y seguir comiendo.
Tras terminar mi plato, pedí permiso para levantarme de la mesa y salí rápidamente afuera de la casa y me senté en los peldaños de la puerta, ya era de noche y este ambiente, a pesar de lo oscuro y desolado, me agradaba bastante.
Me percaté de que no había puesto atención a nada de la conversación que se había desarrollado en aquella cena, me sentí pésimo por eso, no solo por lo egoísta, sino porque desperdicié un momento bastante agradable con aquellos invitados, los cuales se veían bastante simpáticos...
Sentí como alguien se sentaba a mi lado.
—¿Puedo?—
Era el hombre que me había llenado de dudas durante toda la tarde.
—Ah, si, por supuesto—
—Si no fuera porque hablaste de mi en la cena, juraría que no me habías reconocido...—
Estaba sorprendido, al final si se trataba de el.
—¡Espera! ¿Eras tu?—
—Claro que si ¿Lo dudaste por un momento?—
Me sentí bastante confundido, si es que mi cabeza podía albergar más emociones aún.
—Yo... Pensé que había sido una ilusión... Quiero decir, desapareciste de la nada ese día—
—Ah si, eso jaja, perdóname, recordé que debía comprar pan y que la tienda iba a cerrar temprano ese día, por lo que me apresuré, te pido mil disculpas por eso—
Me quedé sin palabras en ese momento, ahora todo tenía sentido...
—Oye, ¿al final irás al partido mañana? Tengo bastantes ganas de verte jugar—
¡Es cierto! Había olvidado por completo, tantas cosas pasaron por mi cabeza ese día que no recordé el partido que tenía mañana.
—Aún no estoy seguro, no me siento lo suficientemente fuerte como para ir a jugar...—
Dije siendo completamente sincero.
—No te sientes lo suficientemente fuerte... Si, puede que sepa algo sobre eso—
—¿A que se refiere?—
—Me refiero a que he vivido esa misma sensación muchísimas veces—
—¿De verdad?—
El hombre asintió con la cabeza.
—Infinidad de veces, y siendo sincero, creo que es un pensamiento que nunca me ayudó en nada...—
—¿No?—
—Claro que no ¿Pero sabes que? Siempre necesité la ayuda correcta para darme cuenta de ello, solo un pequeño empujón que me permitió seguir luchando...—
—Creo que lo entiendo...—
—Déjame preguntarte algo Kirino—
—¿Si?—
—¿Crees en el destino?—
Esa pregunta me desconcertó totalmente, pensé bastante bien mi respuesta.
—No—
Respondí seguro.
—¿Por qué no?—
Preguntó, pareciera que mi respuesta había sido la correcta.
—Porque no me gusta la idea de que no controlo mi vida...—
—Ya veo... Déjame decirte algo, tú tienes el poder para decidir todo lo que ocurrirá en tu vida de aquí en adelante, pero no puedes hacerlo solo, necesitas compañía, necesitas amistad, y necesitas amor... Sin eso, por más que quieras, no serás capaz de ser el escritor de tu propia vida...—
No sabía que responder, es como si supiera exactamente lo que necesitaba escuchar.
—Creo que es bastante tarde, y tengo que volver a casa, pero escucha... Si decides finalmente ir al partido mañana, ahí estaré para verte ¿Si?—
Me iba a girar para agradecerle por todo, pero nuevamente había desaparecido...
-
-
-
-
"Eran las 12 de la noche, me encuentro sentado en la mesa del comedor escribiendo algo para desahogarme, ya todos están durmiendo, solo Haruya me espera en la cama mientras escribo, las visitas se fueron y extrañamente comenzó a llover hace bastante poco...
Tengo un cuaderno en la mesa y un lápiz en la mano, y te escribo una carta a ti Kyouka Kirino... Tu hijo se encuentra durmiendo en la cama junto con Masaki, han sido días complicados, pero pronto iré a dejar esta carta a tu tumba...
Querida Kyouka, espero puedas escucharme, por más que intento dormir hace rato que no paro de pensarte, el día que yo parta, se que tú vendrás a buscarme, pero debo cuidar a Ranmaru así que no puedo nublarme.
Los recuerdos van guardados en mi gran cosecha, y el hambre en casa hace muchísimo que no asecha. Aún me pregunto que habría sido de nosotros si no fuera por ti, me sacaste de toda la mierda y los sufrimientos que viví.
Y por ello te agradezco en esta carta, fuiste lo mejor en nuestras vidas, y te aseguro que Ranmaru te echa en falta... Creeme que hago lo que puedo, sin Haruya probablemente no podría con este duelo, pero de verdad, si es que estás ahí arriba, espero que puedas guiar nuestro camino.
¿Sabes? Cada noche escucho sollozos, lagrimas que provienen de la habitación de los chicos, creo que te imaginas quien las derrama y el porque de su existencia, te pido de corazón que cuides a Ranmaru cuando yo no esté presente, se que estás ahí arriba mirando y observando paciente.
Creo que jamás entenderé porque el destino actúa de forma tan cruel ¿Quién responde donde estaba Dios en el momento en que tu alma tu cuerpo dejó?. Aunque no pueda verte, yo se que estas presente, y que nada ni la muerte derrumbará nuestro puente.
Nunca tendré palabras suficientes para agradecerte, pero espero que esta carta sirva como un presente, que del mismo surgieron muchas experiencias nuevas, y que tu partida sirva para iluminar el sendero en estas fechas..."
—Suzuno Fuusuke
Lentamente doblé la carta y la introduje en el sobre, y al levantarme escuché algo, una voz, quiero pensar que no estoy loco...
—Suzuno, escucha... Esta guardiana los cuida, desde la entrada hasta la salida, y agradezco que sequen todas las lagrimas de mi partida, gracias por cuidar a mi hijo y darle todo lo que necesita, pero he notado con creces que has dejado de lado tu vida... Tengo poco tiempo, mi querido amigo, por lo que por ahora me despediré, tengo que ir a hablar con Ranmaru, espero me sepas comprender, y recuerda que para iluminar tu sendero aquí estaré...—
Varias lagrimas salieron de mis ojos sin que yo lo quisiera, no sentía pena ni angustia, pero si una pequeña esperanza... Lentamente fui al colchón y me acosté, esperando poder finalmente caer en los brazos de Morfeo...
-
-
-
-
Intento dormir como puedo, pero no lo consigo, mi cuerpo suda y no quiero molestar más a Kariya, quien ya duerme tranquilamente a mi lado... Está lloviendo, lo que logra que mi sueño se vea aún más interrumpido.
Pero lo intentaré, haré lo posible por cerrar los ojos y estar en calma, escucho un trueno caer y de la nada, siento una voz familiar en mi oído...
—Querido hijo, espero que puedas escucharme, me encuentro bien en este lugar descrito como inexplicable, sutil y fiable, lleno de almas amables, siempre estaré contigo aunque no siempre pueda hablarte... Debes curar las heridas, pues tus sueños son la salida, no quiero que por mi ni por nada del mundo tus metas se vean corrompidas. Abraza a tus nuevos padres y diles que el amor no se termina, ellos serán la esperanza que mantendrán tu llama encendida... Estoy tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos, mi intención jamás sera abandonarte, más quiero darte un consejo, yo comprendo que tu camino no será fácil pero si bastante complejo... Hace poco me he reunido con tu querida abuela, ella está contenta y juntos vemos tu camino, seremos los ángeles que te guíen cuando estés perdido, tienes grandes amigos que te cuidan y te acompañan, harán lo que yo no pude desde que me fui de ese lugar... El que yo haya abandonado mi cuerpo, no significa que deje de estar a tu lado, siente el amor puro que Suzuno y Nagumo te brindarán de ahora en adelante... Se que es complicado de entender, menos cuando la vida actúa de forma cruel, ahora que estoy al lado de Dios, más viva que nunca viviré en tu corazón, aunque no puedas verme yo iré siempre contigo. Ni la muerte derrumbará nuestro puente... Te amo hijo"
-
-
-
-
-
Creo que puse el corazón en este capitulo...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro