Su presencia no fue notada en seguida, los pasos de Baekhyun no hicieron sonido alguno que alertara al hombre hasta que un tronco cayó cerca de él y por fin lo miró.

—Buenas noches.

Baekhyun se agachó a recoger el tronco y enseguida entregárselo.

—Buenas noches —respondió.

—¿Se le ofrece algo?

—No, lo siento. Solo quería ver —dijo con torpeza—. ¿Es difícil?

—Para nada, ¿quiere intentarlo?

—¿Podría?

Recibió con emoción el hacha, el empleado le cedió su lugar frente a un tronco más grande que utilizaba como base. Colocó en el centro el objetivo de Baekhyun y le mostró cómo sujetaba el hacha. En su primer intento logró clavarla a la base, rápidamente volteó a mirar al de cabello largo apenado por sus habilidades, él le dijo que lo intentara de nuevo. En el segundo intento sí logró darle al tronco, pero le faltó fuerza.

Fue hasta el sexto que consiguió partirlo. Se sintió orgulloso de su pequeño logro.

—Es cuestión de práctica, pero logró partirlo en menos intentos que yo.

—¿En serio? —no le creyó, concluyó que lo decía por amabilidad.

—Si, créame. Soy muy débil.

—No lo parece.

Regresó el hacha para dejarlo continuar con su labor. Ya había mirado lo suficiente, lo mejor era entrar de una vez por todas, pero cuando estaba listo para darle la espalda y marcharse formuló una pregunta sencilla.

—¿Cómo te llamas?

—Chanyeol, ¿y usted?

—Baekhyun.

—Mucho gusto, señor Baekhyun.

—Solo dime Baekhyun, a menos que tengas problemas por eso.

—De acuerdo. ¿Qué opina de este frío lugar?

—Es más cálido que otros que conozco, me gusta.

—¿Está disfrutando de su estadía?

—Si, creo que al final no querré irme.

—Lo mismo dije yo hace unos años, cinco para ser exacto. Encontré la manera de disfrutar de estos bellos paisajes por más de una semana.

Volvió a levantar el hacha para no retrasarse con su tarea, Baekhyun encontró una roca para sentarse y poder seguir escuchando como fue el comienzo de su nueva vida.

—¿Dejaste atrás a tu familia?

—Si, ellos siguen esperándome en casa. Los he visitado algunas veces, pero Baekhyun, ¿no tiene algo más interesante que hacer que escuchar mi aburrida historia?

—No es aburrida, es impresionante lo valiente que fuiste, comenzaste a escribir tu propia historia sin miedo.

—No me llamaría valiente, me arrepentí muchas veces de haberme dejado llevar por un impulso. Por eso le aconsejo que siempre piense en todas las alternativas que existen antes de precipitarse a tomar una decisión.

Esas palabras tuvieron más peso de lo que Chanyeol imaginó y dejó a Baekhyun pensando nuevamente en su futuro.

“—¿Y si elijo hacer otra cosa? ¿Realmente encontraré una manera de vivir?”

Cuando sintió que no le prestaba demasiada atención a Chanyeol decidió irse a su habitación. Le gustó la pequeña conversación que tuvieron, se sintió a gusto con él. Quizás era porque no se conocían realmente, siempre era más sencillo dirigirse a un desconocido con quien no te volverías a encontrar.

.  .  .

En su cuarto día se preparó para desayunar en la ciudad, quería volver al restaurante de su segundo día, sin embargo, sus planes se vieron frustrados cuando a pocos metros del restaurante lo vio salir del negocio de al lado. No dudó en comenzar a correr para alejarse de ahí, tropezó un par de veces con las personas, pero no se detuvo a disculparse, necesitaba alejarse hasta sentirse a salvo.

Entró a una tienda pequeña oculta en un callejón, se escondió detrás de los anaqueles. Estaba temblando, había comenzado a llorar desde el momento en que lo vio. El señor encargado del mostrador y unos clientes se detuvieron a mirarlo, nadie entendía lo que le pasaba. Solo Baekhyun sabía el miedo que sentía y el dolor que lo mataba.

“—¿Cómo me encontró? ¿Cómo fue tan fácil llegar aquí? ¿Ya sabe donde me hospedo? ¡No! ¡No! ¡No!”

Cuando alguien lo agarró del hombro sintió que era su fin, no se dio cuenta de quién era realmente.

—¡No! —su grito se escuchó hasta fuera de la tienda—. ¡No! Déjame por favor, no me hagas daño. Déjame ir.

—¿Debería llamar a la policía? —escuchó a lo lejos, comenzaba a sentirse lejano a la realidad. Estaba perdiendo el sentido.

—No, yo me encargaré. Disculpe la molestia —desconoció la voz de la persona que estaba sujetando su hombro. Tuvo la esperanza de que todo había sido parte de su imaginación.

Baekhyun abrió los ojos y vio a Chanyeol hincado frente a él. Parecía preocupado y al mismo tiempo confundido, por un momento quiso abrazarse a él y al mismo tiempo salir corriendo.

—¿Le hicieron daño?

Quiso responder que sí, pero esa no era la respuesta correcta en ese momento, se limitó a negar con la cabeza. Su cuerpo seguía temblando.

—Le ayudaré a levantarse, deberíamos salir de aquí.

No puso resistencia, aunque no se sentía cómodo con el tacto. Dejó que lo guiara a la puerta y después hasta un pequeño carro de dos asientos. Baekhyun estaba al pendiente de las personas que transitaban por si lo veía de nuevo.

—¿Se encuentra bien? —la voz de Chanyeol lo distrajo de su tarea.

Balbuceo un poco antes de poder mentir diciendo que sí, sin embargo, Chanyeol no le creyó e insistió preguntando por segunda ocasión.

—No debería cruzar ningún límite pero vi como se puso en esa tienda, claramente no está bien, ¿sucedió algo antes? ¿O necesita algo?

—Quisiera regresar a la cabaña.

—Muy bien, yo también iba para allá —encendió el auto luego de haber abrochado su cinturón de seguridad, Chanyeol condujo hasta su lugar de trabajo y aparcó en su espacio designado del estacionamiento.

Antes de que Baekhyun bajara preguntó nuevamente cómo se sentía. Si había algo que pudiera hacer para ayudarlo lo haría sin dudarlo.

—Me disculpo por lo que viste, es que imaginé ver a alguien en la calle y reaccioné mal. Lo más seguro es que vi mal y todo fue una confusión. Lo siento y gracias por traerme.

—Está bien. Es un alivio saber que no fue atacado o algo. Discúlpeme usted a mi si me estoy entrometiendo.

—No te preocupes.

Planeaba bajar por fin del pequeño vehículo, entonces un auto más entró al estacionamiento a una velocidad tan alta que casi se estrelló con otro. Los dos se detuvieron a mirar, esperaron a que el conductor bajara. Entonces la respiración de Baekhyun volvió a acelerarse. No había visto mal, su esposo realmente estaba ahí.

Se agachó para no ser visto. El temblor nuevamente sacudía su cuerpo.

—¿Esa es la persona que creyó ver? —preguntó Chanyeol.

Baekhyun apenas y pudo asentir.

—No debe encontrarme, ayúdame a salir de aquí —sus palabras se convirtieron en súplicas. Chanyeol no dudó en volver a encender el carro para regresar a la ciudad.

Llevó a Baekhyun a su casa, aunque él dudó demasiado en entrar. Se sentía mal por esa reacción, pero sus miedos siempre podían más que todo. Al final terminó accediendo y conoció el pequeño departamento donde Chanyeol vivía.

Aceptó el vaso de agua que le ofreció, su garganta se había secado y apenas se había dado cuenta.

—De nuevo gracias por ayudarme. Espero no ocasionar problemas con esto.

—No se preocupe y si lo necesita puede quedarse aquí, ahora debo presentarme en la cabaña.

—Gracias, en serio estás haciendo mucho por mí. Estaré para siempre agradecido conmigo.

—Pero, ¿podría saber quién es esa persona? ¿Por qué no quiere verlo? Perdóneme si estoy siendo indiscreto.

—Una explicación es lo menos que mereces por esto, ese hombre es… mi esposo, pero yo ya no quiero estar con él y por eso me escapé de casa. Creí que no me encontraría y ya está aquí.

Chanyeol asintió, aunque tuviera curiosidad no preguntaría más, no le correspondía hacerlo. Le dio indicaciones a Baekhyun sobre la ubicación de objetos básicos en su pequeño hogar y partió a su trabajo, otra vez.