Al papá de Sarah lo iban a detener y sabíamos que los policías iban a su casa. Todos íbamos detrás de los autos policiales.

Llegamos a la casa de Sarah y nos bajamos de la camioneta, nos acercamos a la reja y pudimos ver como los policías corrían hacia el lado.

—Al diablo, vamos a entrar —John B fue el primero en cruzar la reja.

Pope y JJ luego, este me ayudó a cruzar a mi y todos finalmente pasamos. Nos dirigimos hacia donde estaba su yate.

–¡Wheezie!— dijo Sarah al ver a su hermana.

–¿Que hace la policía aquí otra vez?— le pregunto ella a Sarah, las dos se dieron un abrazo.

—Entra, no salgas — le pidió a su hermana, ella se fue para adentro.

Inmediatamente fuimos al muelle, pudimos ver cómo estaba Ward en la punta de su yate. Sarah no estaba bien, sabía que estaba afectada.

—Papá— dijo ella al verlo, los policías nos dejaron pasar.

No entendíamos que estaba haciendo ahí.

—¿Que estás haciendo aquí, Sarah?— le pregunto él a ella.

Avanzamos por el puente.

—¿Papá que estás haciendo?— le pregunto ella.

—Vic, sácala de aquí. No puede estar aquí— pidió Ward.

—Ven aquí y habla con ella — le dijo el policía, todos mirábamos atentos.

—Sarah, lo siento cariño — le dijo él —No puedo.

Vimos cómo encendió el motor, a los lados venían policías marinos en sus barcos. Ward estaba atrapado y no sabía que hacer.

Sarah solo le gritaba que lo amaba y que por favor parara, pero él no lo hizo y fue hacia la parte de adentro del bote. De repente exploto y todos quedamos perplejos por aquella escena.

Se había matado, creyó que entregarse era peor.

No podía creerlo, el hombre que conocía desde pequeña se había matado. Ward pudo haber sido muchas cosas, pero no merecía aquello.

—Sarah—susurre, vi como miraba a John B, pero este no reaccionaba.

Me acerqué y la abracé, su cuerpo cayó al suelo. A mi lado también llego Tooper que la sostuvo por el otro lado.

Nada que dijera la iba a ayudar, así que lo me dedique a abrazarla junto a Topper. Sarah se había quedado sin nadie, Rafe ni siquiera sabía si contaba como su familia.

—Vamos, tienes que ir adentro, por favor — le dije mientras seguía abrazándola.

—Vi tiene razón, vamos — le dijo Topper.

Los dos la ayudamos a ponerse de pie, vi como John B me dio una rápida mirada y yo solo seguí adelante con Sarah y Topper. Llegamos a la entrada de la casa .

—Me gustaría estar sola — dijo mirándonos.

—¿Estas segura Sarah?— le pregunto, ella asintió con la cabeza.

Topper me dio una mirada y los dos asentimos con la cabeza para enseguida marcharnos, llegue hacia la entrada del puente donde seguían los chicos.

—Vi— escuché a Topper, me volteé hacia él—No hay que dejar a Sarah.

—Lo se— me volteé y fui hacia donde los demás.

Al llegar seguían en la misma posición que en un principio, John B seguía mirando el barco que estaba en llamas.

—Vayámonos, Sarah se quedará aquí— le dije a todos —Quizás deberías darle su espacio, John B.

Él asintió con la cabeza, todos salimos de ahí y fuimos hacia el auto que estaba detrás del muro, no fue necesario saltarlo porque salimos por la entrada. Al llegar al auto nadie dijo nada, todos permanecíamos en silencio.

Al llegar a casa cada uno de bajo, pero quedamos entro JJ y yo, él me miro.

—¿Crees que se lo merecía?— me pregunto.

—Hizo cosas malas, pero creo que nadie merece morir así — le dije mirándolo —Y peor que tu hijo te vea. Sarah lo amaba a pesar de todo, ella vio a John B y que no tenía ninguna expresión en su rostro.

—Ward mato a su padre, es comprensible que no sienta algo— dijo JJ.

—Si— dije en un susurro.

JJ bajó de la van y yo también, al hacerlo enseguida me tomo en sus brazos.

—¿Qué haces?— pregunté sonriendo mientras me cargaba.

—Vamos a ir a un lugar especial — me dijo sonriendo.

Comenzó a caminar mientras se adentraba a la casa.

(...)

Solté un gran suspiro mientras tomaba asiento, mire a mi alrededor y todos estaban dormidos. Hoy había examen y teníamos que ir a la escuela.

Me puse de pie y comencé a preparar café, mientras lo hacía vi como JJ seguía durmiendo plácidamente en el sillón. Era para mi el hombre más hermoso que había visto alguna vez, pero creo que ni él podía entender que también era increíble dentro.

—Buenos días Vi— Pope era el segundo en pie.

—¿Quieres un café?— le pregunté a lo que asintió con la cabeza.

Serví la taza de café y la dejé en el mesón, Pope se acercó y se posicionó junto a mi, los dos estábamos bebiendo nuestro café.

—¿Crees que John B y JJ despierten?— me pregunta a lo que suelto una risa.

—Será un trabajo pesado, iré a vestirme — digo dejando la taza a un lado—Tú ve por Kie y luego despertaremos a los demás.

Fui hacia la habitación y me adentré, busqué algo entre toda mi ropa y me vestí. Salí de la habitación y Kie y Pope ya estaban vestido, lo vi a él con unas latas tratando de despertar a JJ.

—Oye, debemos ir a la escuela — le dijo, pero JJ ni siquiera se movió.

Me acerqué y Pope fue ahora a despertar a John B.

—¿Segura que JJ está vivo?— me pregunto Pope.

—Si— dije para enseguida besarlo, lo escuché soltar un suspiro.

—Así me gusta despertar en las mañanas, no con la horrible forma de Pope — dijo a lo que sonreí.

—Hay que ir a la escuela, vamos — bese ahora su mejilla, me sujeto por la cintura —JJ, vamos.

—Los veré más tarde —escuché a Kie.

Me puse de pie y jalé la mano de JJ, este a penas se puso de pie, aprecia un niño.

—No irás con esa ropa, te vas a cambiar — le dije mirándolo, pero ni siquiera sabía si tenía los ojos abiertos.

—Ya la oíste — le dijo Pope.

—Y tú también John B— los apunte a los dos, John B era una persona más obediente.

Los dos se adentraron a los cuartos y salieron con ropa nueva, pero parecían seguir dormidos. JJ tomó sus cosas.

—Quiero pizza — dijo con sus lentes de sol.

—Si, lo que digas — dije mientras lo empujaba fuera de la cabaña

Nos subimos a la van y Pope era el que manejaba, me sentiré atrás con John B y JJ.  En realidad a John B parecían preocuparle otras que estar con resaca.  Quizás no deba dejar que JJ beba tanto, para un bulto en vez de persona.

Al llegar a la escuela Pope estaciona la van, el cuerpo de JJ choca con el asiento delantero.

—¡¡Oh vamos JJ!!— le dije mientras lo ayudaba —No eres un niño y no debiste beber tanto.

Él solo asintió con la cabeza.

Al bajar de la van este se puso sus lentes de sol y me rodeo con sus brazos, caminamos hacia adentro.