— Está es nuestra última oportunidad antes de las nacionales para ver rivales en acción — Elo nos informó.

En unos minutos comenzaría una competencia bastante grande, con equipos que veríamos compitiendo en las nacionales, así que era el momento perfecto para demostrar que éramos buenos en lo que hacíamos frente a nuestros futuros rivales.

— Si, les aviso que son mejores que ustedes — Baxter soltó ese comentario a la ligera, sin reparar en las muecas disgustadas de sus compañeros.

— Y no olvidemos que los patrocinadores están aquí. Cada competencia y ronda es una oportunidad. No las desperdicien — nuestra entrenadora sonrió —. Vamos, hagámoslo.

La competencia dio inicio con la primera ronda varonil menores de dieciocho. Marlon, Griff y Baxter estaban en el agua, junto a concursantes de otros equipos. Esa ronda fue superada únicamente por Baxter y otro competidor.

Me aleje de nuestra carpa en la arena, dispuesta a buscar a Baxter para calmar la tensión que permanecía entre nosotros desde la fiesta. Después de ese acontecimiento, no volví a verlo hasta hace unas horas atrás, y apenas cruzamos miradas.

Lo encontré sentado en un barandal que rodeaba un camino hacia la playa. Me senté a su lado en silencio, dirigiendo mi vista hacia el mar.

— Te note distraído en tu ronda — comente —, aún así lo hiciste bien.

No respondió por un minuto, incrementando mi ansiedad al esperar alguna reacción de su parte.

— ¿Continúas enojada conmigo? — preguntó, tomándome desprevenida.

Voltea a verlo para llevarme la sorpresa de que también me estaba observando, de manera atenta y nerviosa.

— No estaba enojada, Baxter. Simplemente no me agrado encontrarte en esa situación... — me arrepentí de mis palabras y automáticamente intente arreglarlo —. Se que suena extraño, en realidad lo es, pero no lo sé...

Como era usual, cuando me ganaban los nervios hablaba de más, aunque mi mente me rogara callarme.

— Lo siento — musitó, esquivando mis ojos.

Sus últimas palabras me desorientaron, no parecía referirse a lo ocurrido en la fiesta, sino a otra situación que no pude descifrar. ¿A que se debía eso? ¿Porque lo decía de esa forma? Me mantuve estática por unos segundos, analizando la corta frase que salió de sus labios.

Me puse de pie lentamente, dedicándole una mirada de soslayo.

— Mi ronda va a comenzar — murmure y lo deje atrás, regresando con el equipo.

Poppy y Bodhi acababan de terminar sus rondas. Las siguientes en competir éramos Summer, quien reemplazaría a Wren por su tobillo lesionado, y yo, por lo que cuando una voz sonó desde los parlantes tomamos nuestras tablas y nos adentramos al agua.

Las chicas del otro equipo aprovecharon las olas más prometedoras, mientras que Summer y yo no encontrábamos una buena ocasión para sumar puntos. La morena, en un movimiento apresurado, montó una ola peligrosa, desestabilizándose y cayendo al agua de un fuerte golpe. Al recuperarse, revisó rápidamente su tabla y se encontró con que se desprendieron sus aletas. Gracias a eso se vio obligada a salir del mar para arreglarla, con poco tiempo a su favor.

Era mi momento, lo supe cuando una ola perfecta se formó frente a mis ojos. La monte sin problemas y alcance a hacer tres buenos giros antes de sentir como la correa que envolvía mi tobillo se cortaba, separándome de la tabla. A causa de esa distracción de segundos, la ola arrasó conmigo, hundiéndome demasiado profundo. Tuve que luchar contra las olas para salir a la superficie y tomar una bocanada de aire.

Me desespere al no tener mi tabla para sostenerme, mire los alrededores rápidamente, buscándola. Otra ola me hundió, pero esta vez me libere al instante. Con cierto temor dirigí mi mirada a lo más profundo del mar, notando como el color rojo de mi tabla se distinguía a lo lejos.

Nade de regreso a la orilla, dando la tabla por perdida, con una angustia palpable.

— ¿Que sucedió? — Poppy se interpuso en mi camino.

— ¡Perdí la maldita tabla! — la esquive y continué hasta la carpa de nuestro equipo.

Podía oír como la gente alentaba a Summer, quien volvió a ingresar al mar luego de arreglar su tabla. Superó mi puntaje y se adentró a la siguiente ronda, dejándome fuera y a la vez incrementando mi malestar.

— Mer, detente — Wren llegó junto a mi y sostuvo mis hombros —. Esta bien, tranquilízate.

No repare en mi respiración alterada hasta ese momento.

— ¿Como esperas que me tranquilice? — me separe de su toque —. Perdí la tabla, y aunque la encuentren estará destruida, Wren.

— Hay patrocinadores aquí, alguno de ellos te habrá visto en las olas. Conseguirás otra tabla, no te preocupes.

— Con el puntaje que recibí nadie querrá patrocinarme — mi vista se volvió borrosa, el estrés estaba superándome —. Fue un desastre.

— No fue así, hiciste bien tu ronda, Summer te supero por muy poco — Baxter apareció detrás de la rubia.

Summer. Ella logró superar los obstáculos y consiguió pasar a la siguiente ronda sin problemas. ¿Porque yo no pude?

— ¿Y que estás haciendo aquí? Ve a festejar con ella — espete, sin poder contener mis impulsos.

— ¿Porque te comportas así? — torció el gesto, esta vez luciendo enfadado.

— No quiero hablar contigo, Baxter.

— ¿Sigues pensando en lo de ayer o es porque Summer te venció en una competencia sin importancia?

Debía admitir que eso me dolió, porque sino fuera por mi tabla, estaba segura de que podría haber tenido más oportunidades de pasar de ronda. Y que Baxter me lo dijera de esa manera, me decepcionó.

— Lárgate con la ganadora — me encogí de hombros, fingiendo desinterés.

Di media vuelta y huí de la carpa, con Wren siguiéndome el paso.

— Parecen dos niños — se quejó mi amiga —. Cuéntame, ¿qué sucedió entre ustedes en la fiesta?

— ¿Entre nosotros? Nada — negué —. Lo encontré con una chica en una situación comprometedora — expliqué, saltando la parte de que esa chica era Summer, porque Wren iría en ese mismo momento a matar a su hermano.

— Interesante — sonrió.

Detuve mi andar para observarla fijamente.

— ¿Que?

— Tu y Bax.