Georgie la paso mal la noche anterior, Stan había ido a la casa, no solo a cenar, no. ¡Fue a quedarse toda la noche! ¿Pueden creerlo? Estuvo presente en la cena, en el tiempo que todos veían algo en tv antes de la hora de dormir y cuando Georgie se fue a la cama sabía que Stan y Bill se quedaron en la planta baja.

Y ya en esa mañana, Georgie bajó las escaleras, bostezando por seguir adormilado y en cuanto se asomó a la sala, su vista fue la siguiente:

Georgie frunció el ceño al ver al rizado, como si la molestia apareciera de la nada con su mera existencia, pero entonces decidió seguir de largo para acercarse a una cajonera cerca de la sala, tomando algo de uno de los cajones.

Segundos después regresó a la sala, destapó el marcador y sonrió viendo a Stan.

1 hora después:

Bill se despertó y comenzó a sentarse en el sofá, estirando sus brazos y abrió los ojos, ajustándolos a la luz, luego se giró para ver a su novio.

—S-Stan... ¡Oh mierda! —Bill se calló al ver mejor a Stan, quien estaba despertando.

—Buenos días —Dijo el rizado con una sonrisa en sus labios mientras se sentaba y al mirar a Bill ladeó la cabeza—. ¿Pasa algo?

—S-Sí —Bill asintió antes de tomar su celular de la mesa de centro, abrió la cámara frontal y se lo entregó a Stan. El rizado sostuvo el teléfono y lo colocó frente a su cara.

—Pero... —Stan abrió bastante los ojos al ver su rostro lleno de dibujos con marcador negro, incluyendo un enorme pene sobre su frente—. Odio a tu hermano.

Bill frunció el ceño ante eso y se levantó del sofá por completo, caminando hacia las escaleras de la casa.

—¡Georgie ven aquí! —Gritó Bill mientras iba subiendo las escaleras—. ¡Mamá! ¡Papá!

Stan se quedó viendo a Bill irse y la verdad, estaba un poco sorprendido de que Bill fuera directo a acusar a Georgie.

Y bueno, Georgie terminó siendo castigado.