
Capítulo 1 (Dulce Confesión) [GenyaXMuichiro]
Entre los pasillos de la finca mariposa, los primeros rayos del sol se están colando, las tareas diarias ya han comenzado.
Preparar alimentos, mantener el recinto limpio, aplicar los tratamientos y medicamentos para los cazadores que se encuentran heridos, por aquella batalla que se libró en la aldea de los herreros, llevando un buen triunfo a la cofradía, sin embargo, aún se mantienen en alerta todos, pues seguramente el rey de los demonios, está manteniendo suma atención sobre Nezuko.
Todos deben estar preparados, las recuperaciones de los heridos, debe acelerarse lo antes posible, y gracias a la resistencia de los jóvenes, esto ya es una realidad para aquel que lucho ferozmente contra una luna superior y a pesar de tener casi todos sus huesos destrozados, logro sobrevivir y despertar.
Lo cual provoca que su habitación siempre se encuentre llena de personas que van a verlo, hablar con él, llevarle algo de comer o simplemente pasar el tiempo con el chico de cabellos burdeos y aretes largos con un sol en ellos.
Tanjiro, es aquel joven solecito, que inspira y provoca que todos siempre se sientan felicites o a gusto con su presencia... Bueno no siempre es así.
Por la misma razón de que siempre es visitado y es un tanto escandaloso, su compañero de habitación, no logra descansar de forma adecuada, y como no desea pasarse la mañana escuchándolo hablar, con sus interminables palabras de motivación y amabilidad que lo caracteriza.
Decidido entonces, Genya, salir a dar un paso mañanero, respirar la tranquilidad por un segundo, sentarse para ver el amanecer, y que su cuerpo se llene de energía por los primeros rayos de sol.
Aquel joven de apariencia bastante intimidante y algo grosera, aunque en realidad es solo una fachada, una donde esconde mucho más de lo que deja ver a simple vista, pero que aún no está para nada listo en demostrar.
Deja que un suspiro salga de sus labios, su rostro no muestra sonrisa alguna, pero si la calma que necesitaba -Al fin puedo escuchar mis pensamientos- Su malhumorada cara se instala de inmediato, recordando rápidamente como el día de ayer, los escandalosos de Inosuke y Zenitsu, estuvieron toda la tarde y parte de la noche en la habitación que comparte con el Kamado, provocando el típico escándalo de ese trio, que lo termina volviendo loco.
-Si, sigo así... Terminaré empeorando- Frunce el ceño, sonriendo con una mirada aterradora y clavada al suelo, dejando ver las venas de su rostro marcadas.
La verdad se pueden notar las ojeras que pose, una clara muestra que no ha tenido mucho descanso, y el culpable es su buen amigo Tanjiro, que, en las noches, lo mantiene despierto con conversaciones, que en algún punto ya no puede seguir por el enojo que lo termina hartando.
Esto claro que aquello lo hace sentir impotente y fastidiado, pues... ¿Por qué hablaría de temas privados con alguien que no hace mucho era un extraño para él?
-Tanjiro... Sé que no lo hace por molestar, pero...- Suspira, dejando caer sus manos a los laterales internos de las rodillas, para ver el sol nacer del horizonte -No tengo muchas ganas de hablar... En realidad, no quiero pensar mucho en eso...- Los recuerdos de su hermano y él, cuando eran pequeños, carcome su alama.
Pensar en aquello que le dijo, en como... Lo trato, en como él dijo que lo odiaba... Genya simplemente no se lo perdonaba, tomo conciencia de muchas cosas en ese lapso de tiempo en que convivio con el Kamado, pero aun así... No entiende en realidad lo que siente.
-Podría ser, que hablar con mi hermano, sea una buena idea... Tal vez, yo...- Fue sacado rápido de sus pensamientos, cuando sintió como una presencia apareció a un lado suyo, justamente a su flanco derecho.
Lo cual, hace que se alarme y mire hacia dicha dirección.
Y, por ende, logra toparse con unos ojos cual menta refrescante, aunque aún siguen siendo un tanto inexpresivos, aunque un brillo de a poco vuelve a restablecerse.
-¡¡¡AAAAAAAAH!!!- Sin pensarlo, ni detenerlo, da un fuerte grito, a la vez que se pone de pie rápidamente, llevando ambas manos al frente en posición de guardia alta. Claramente, Genya se ha sorprendido por quien llegó sin siquiera ser detectado, ni anunciado, así como la niebla aparece en la penumbra.
No tarda mucho en recuperarse - ¿Pi-Pilar de la niebla? - Se puede decir que es un tanto educado con los de mayor rango, pero no por eso deja de estar sorprendido por encontrarse con uno.
Pues salvo por el pilar del insecto, casi no había visto a ninguno en la finca mariposa lo que lleva en su recuperación.
-Asustarte de esa manera, no es adecuado para un cazador. Deberías estar más alerta- Su voz monótona y seria, lo sigue caracterizando, pero aquel nuevo brillo en sus ojos, lo hace lucir bastante diferente.
Parpadea varias veces, sintiéndose genuinamente avergonzado por aquel regaño que el pilar le ha dado -Me... Me sorprendió... No estaba prestando atención... Lo...-
-Entonces, deberías estar más atento a tu alrededor. Podría atacarte un demonio con gran facilidad y terminarías siendo una carga para los demás- A pesar de lucir un poco diferente, su tono sigue siendo tan mecánico, que cualquiera podría pensar que el más joven no tiene sentimiento alguno.
Para Genya, el ser tratado de esta manera no es algo que le agrade para nada, pero contestarle de mala manera a alguien que lo sorpresa en habilidades, no sería una buena idea, aunque también se le está acabando la paciencia -Si, tratare de no serlo...- Habla ya con un tono más espero y un tanto enojado.
Pero a pesar de sentirse enfadado, se sorprende como el pilar de la niebla Muichiro Tokito, llego a sentarse a su lado sin siquiera a ver alcanzado a sentirlo, nada... Tal vez, porque había estado tan hundido en sus pensamientos, que perdió de vista su alrededor y sí, eso es un gran problema en sí.
Un fallo que podría causarle estragos en la batalla, no debería estar perdiendo el tiempo, ni sumergirse en su miseria, aun no es el tiempo para hacerlo.
En ese momento, aquel pilar se pone también de pie, y deja ver claramente los parches en su rostro, con ese semblante sereno demuestra un aura más calmada y amable a su manera.
Claro que a pesar de ser un poco más joven que Genya, tener una estatura pequeña, incluso pareciendo aun un niño, el cual tuvo que madurar y esforzarse mucho más para desarrollar sus habilidades natas, con las que otros solo pueden sueñan poseer.
Genya, no sabe muy bien que decir o responder, un pilar está a su delante, serio, mirándolo analíticamente a su parecer, y siente que algo malo podría ocurrirle si da un paso en falso, sin embargo, pudo a ver esperado cualquier cosa, otro regaño, un golpe, incluso que lo pusiera a entrenar desde temprano sin siquiera a ver desayunado antes.
Genya, no conoce de mucho al pilar de la niebla, salvo por la reciente batalla en la aldea de los herreros, como también por las incontables conversaciones que Tanjiro ha tenido sobre él. Así que se conozcan o tengan algún tipo de amistad, en realidad no existe. Por ende, internamente se pregunta lo siguiente.
- ¿Qué es lo que quiere? -
- ¿Qué quiere de mí? -
- ¿Por qué me mira así? -
No entiende para nada el comportamiento de este chico, hasta que de repente en las manos del pilar se presenta una cajita chiquita y transparente, dejando ver un pequeño dulce blanco.
Sin duda es algo, que aquellos ojos grises no esperaron ver, y que solo lo termino dejando impresionado al ver esa manita extendiéndose hacia él.
No sabía que decir o hacer, solo... Se queda sorprendido por esto -Ehm...-
-Tómalo, es para ti- Esa voz de nuevo, con un tono bajo, casi tímido, queriendo sonar suave.
Genya, simplemente no podía creer que alguien le esté dando un regalo... No entiende a que viene esto, de parte de este pilar. No se conocen más allá de lo que hicieron para proteger aquella aldea - ¿Para mí? ¿Por qué? - No duda en preguntarle directamente, con la confusión palpable en el rostro.
Sin embargo, la respuesta que el joven de cabellos negros con puntas color menta le dio, no la esperaba para nada.
-Hoy cumples años, así que...- En ese momento un pequeño sonrojo se refleja en sus pálidas mejillas -Es normal que te regalen algo, ¿No? - Alza sus hombros en señal de explicación.
Aquella cara con una cicatriz atravesándola, se sonroja de golpe por aquella enorme sorpresa.
Lo había olvidado por completo, ni siquiera recordaba que día es con exactitud. Tantos sucesos vividos recientemente y para él más importantes, dejaban en segundo plano algo tan pequeño e insignificante para él.
Sin embargo, y, aun así, una pregunta se forma en su cabeza.
- ¿Cómo lo supo? -
No sabía si recibirlo o no, sus manos tiemblan con el simple hecho de que ese presente sea para él.
-Pe-Pero-... ¿Cómo es que lo sabe? - Por un segundo fugaz, pensó... Que posiblemente su hermano lo digiera alguna vez a sus compañeros pilares, y que por mero respeto o cortesía uno le esté dando un regalo.
Con esa idea, comienza a sentirse un poco feliz, que incluso evoca una tenue sonrisa.
-Me lo dijo Tanjiro- Y es allí que sus ilusiones se destruyen, pero no de mala forma... Le dio cierta gracia como enojo, que Kamado estuviera hablando tan fácilmente de cosas que solo le respondió en automático en una noche de insomnio.
Lo cual, provoca que de nuevo Genya, piense como Tanjiro, es capaz de hablar con cualquier persona tan abiertamente, incluso con un pilar tan reservado e inexpresivo como lo es Muichiro Tokito y de temas que posiblemente no le interesen para nada.
-Ya veo... Bueno... Gracias- Al final decide dedicarle una leve sonrisa al pilar, como inclinarse un poco hacia el frente para agradecerle adecuadamente, llevando la mano izquierda a su cabeza en señal de pena, y con la derecha recibir el presente.
Lo cual provoca que Tokito se quede deslumbrado por esta sonrisa que le ha provocado al cazador. Dejando que su boca se abra levemente y su corazón lata sumamente acelerado.
Su mano fue tocada por los dedos del de menor rango, lo cual deja un cosquilleo en su palma.
Puede fijarse bien en que sensaciones está experimentando, y ahora ya tiene una explicación de lo que le ocurre en realidad.
-Aunque... No debía molestarse por eso... Realmente...- No quiere ser grosero, pero no puede impedirse en hablar de lo que siente por este presente -No nos conocemos mucho, así que no está obligado a nada...- Solo es cortes, y por eso trata de ser paciente, aunque no entienda para nada su alrededor
Aun así, aquella voz rápidamente lo hace volver a la confusión.
-Es lo que se hace cuando alguien te gusta- Responde tan serio y certero, que solo el aire se deja sentir en ese preciso momento.
Esto deja por completo estático al pelinegro, con los ojos cerrados y una sonrisa que se vuelve en una mueca de incredulidad.
Sí, lo he escuchado bien, dijo "Cuando alguien te gusta", significa que...
No, simplemente eso es imposible, no es siquiera lógico, ¿Cómo te puede gustar una persona que ni siquiera conoces?
No, es muy seguro que se trate de una broma.
Esos son los pensamientos de Shinazugawa para aquella declaración, pero obviamente al ver a aquel niño, esa posibilidad parece nula.
- ¿Eeeh? – Solo eso puede dejar salir, por la enorme impresión.
El más bajo asiente para proseguir su habla -Según lo que me dijo Kanroji. Cuando alguien te gusta mucho, lo quieres, le prestas atención a todas las cosas que se relacionan con él...- Parecía que la voz del pilar del amor se reproducía en su cabeza -Tanjiro me dijo de tu cumpleaños, así que quise darte algo especial, y ser el primero en decirte...- Su mano en un inicio parece dudar, pero deicidio seguir con la misma convicción que posee al momento de enfrentarse contra los demonios.
Toca el hombro del pelinegro -Feliz cumpleaños- Su rostro está muy levemente teñido de rojo, aunque su mueca inexpresiva no deja mucho que descifrar, su mano tiembla un poco por los nervios de su corazón, el cual conoce cada vez más el significado de lo que Genya ha despertado en él.
Aquellas palabras y concejos que Mitsuri le dio, lo hizo comprender aquellas perturbaciones que sintió al tenerlo cerca. La primera vez que lo vio no supo que nombre darle a lo que su joven corazón y mente presentaban.
Aun es un niño, solo tiene catorce años y experimenta su primer amor, uno que encontró en un momento y en una persona bastante inesperado, pero todo en su vida desde luego es un revuelo de emociones a cada segundo que vive.
Pero a pesar de todo eso, Genya se queda por completo estático en su lugar, siente como los nervios lo invaden, a la vez que su rostro se vuelve rojo, casi como si estuviera teniendo una alta fiebre, hasta parece sacar humo de las orejas por aquella confesión que jamás espero.
Su boca no podía pronunciar palabra alguna...
-Espero que te guste, lo compre pensando en ti- Lo dijo tan tranquilamente y ahora muestra una amplia sonrisa de felicidad, como unos ojos más brillantes -Me iré ahora a reunirme con los pilares, espero verte después...- El corazón de Tokito late con una enorme emoción, acaba de cumplir algo que deseaba hacer, ser el primero en darle una felicitación y regalo a quien le gusta.
Desea tanto ser recodado y notado por Genya y cree que ya lo ha logrado, dejándolo sin palabras, siendo una buena señal lo que su compañera le comento.
Pero el pelinegro en realidad no sabe que decir, no reacciona pues todo paso tan rápido, aunque en si solo fueron unos segundos desde aquella confesión y despedida. Su mano quieta con el pequeño dulce de arroz, relleno de sandía.
Solo alcanzo a ver como el pelinegro de puntas color mentas se va a una velocidad que parecía desaparecer de un momento a otro, dejándolo allí, en medio del pasillo, parado, sin poder decir nada más, su mueca de vergüenza absoluta y nerviosismo lo delata perfectamente, que esto no se lo esperaba en absoluto.
- ¿Qué... Acaba... De pasar...? - Se pregunto en un susurro, mientras siente como su corazón late acelerado, y su tranquilidad se ve afectada, por un adolescente que acaba de declararle sus sentimientos sin siquiera a verlo esperado.
Se queda sin entender nada, pero a la vez algo nuevo empieza a despertar en su ser... Una calidez tan pequeña y extraña. Que creería que solo es el calor de la vergüenza en su rostro... Cuando en realidad es mucho más de lo que en realidad piensa.
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Buenos días, tardes, noches, ¿Qué hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Cómo están terrones de azúcar?
Aquí traigo un pequeño One Shot por el cumpleaños de Genya Shinazugawa, que hoy esta de manteles largos.
Así que le vamos a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Genya, tu cumpleaños si que si.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Genya, tu cumpleaños si que si.
Solo pasaba a dejar esto por aquí. Espero que les gustara mucho.
Me gusta shippear a Genya con Muichiro, no sé, pero en el fandom de Kimetsu No Yaiba, no tengo limites jajaja.
Cuídense mucho terrones, abríguense mucho.
Los quiero mucho.
Ammu se va.
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