ꨄ︎ _____ 𝙽𝚎𝚛𝚟𝚒𝚘𝚜𝚊
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- Nayeon - llamó con su pequeña voz débil por la tristeza que ha sentido esa semana.
- ¡Mina! No te había visto mucho. ¿Qué pasó? - Mina la veía con tristeza. La japonesa también quiso acercarse pero estaba triste, Nayeon la alejaba siempre cuando se acercaba.
O sea, no la apartaba e ignoraba, si no que le hablaba de lejos y cuando pocas veces se acercaba era en clases mientras estaba concentrada en poner las sopas bien pegadas en las líneas que formaban algún objeto o animal.
- ¿Puedo sentarme? Puedo darte de mis frutas - ofreció con esperanza de que esta vez no la alejara.
Nayeon asintió pero rechazó las frutas picadas de la pequeña japonesa, ya se había comido su sándwich y otro más que su madre añadió por protesta de ella. Ahora el duele la barriga por comer mucho para ella.
Mina se sentó más animada pero al sentarse al lado de Nayeon, esta se alejó un poco haciendo que sus ánimos fueran para abajo.
- Nayeon, ¿por qué te alejas de mí? - el tono triste que usó la pelinegra hizo que Nayeon mirara directamente a Mina con atención.
¿Ella? ¿Alejarse? Nah, claro que no... o puede que sí, pero es que la japonésa la tiene inquieta cuando se acerca mucho, no encontró otra solución.
- Me pones nerviosa, Mina - la japonesa frunció el ceño sin entender mucho.
- ¿Nerviosa? ¿Qué es? - lo ha escuchado pero no sabe qué es exactamente, por lo que Nayeon la confundió.
- No lo sé - se encogió de hombros - Mama me lo dijo - recordó cuando le explicó la situación a su madre y esta le dijo que eran nervios los que sentía.
Sólo recuerda que su mamá 'se ponía de nervios' cuando ella de más pequeña tomaba los cuchillos para hacerle unos cambios de estilo a sus muñecas, ahora los hace pero con sus tijeras de punta redonda.
- Es como que me gusta pero no me gusta - medio explicó ocasionando que Mina piense un rato mientras lleva un pedazo de mango a su boca con lentitud.
- Oh. ¿Entonces no te desagrada que me acerque a ti? - ese era su dolor y se alivió por completo al ver la coreana negar con una sonrisa - ¡Que bien, Nayeon! - ya luego el preguntaría a su madre qué significaba para ayudar a su amiga.
- ¡Pero no te acerques! ¡Me pongo nerviosa! - exclamó Nayeon cuando Mina a propósito se acercó - ¡Maestra! ¡Mina me pone nerviosa! - sin saber que significa en sí, corría y gritaba mientras Mina la persiguió por un buen rato - ¡Atrás! - la apuntó con un palito.
Mina rió cuando el palito débil se rompió pero pronto le dió otro cuando Nayeon se desanimó.
A Mina no le gustaba que Nayeon se desanime.
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