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El pequeño Kun corrió hacia el auto de su padre mayor muy emocionado por comunicar a su padre de su nueva amiga.

Nayeon era ahora su amiga, ella se lo confirmó cuando salieron, ¡y se lo prometió! Le prometio que eran amigos, así que lo eran.

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- ¿Entonces somos amigos? - había preguntado Kun, mirando como Nayeon se paralizaba mirando a la nada.

- ... Emm. Está bien, somos amigos - Nayeon había asentido.

- ¿Me lo prometes? - extendió su dedito meñique hacia Nayeon y la pequeña, aunque dudo, lo aceptó.

- Te lo prometo Kuk - sacudió su mano sosteniendo el dedito del niño con el propio.

- Me llamo Kun.

- Te lo prometo Kun - el pequeño sonrió y se fue, agitando su manita en despedida.

. . .

¡Ahora se lo contaría a sus padres! Ellos tienen que saber que tiene una amiga, estarán felices por él sin duda.

- ¡Papá! ¡Papá! - un señor con el rostro sonriente atrapó a su hijo y lo alzó, tomándolo en brazos.

- ¿Qué sucedió? ¿Pasó algo bueno? - el pequeño asintió - Haber déjame adivinar, mmh - puso expresión pensativa por un momento - ¿Amigos? - el pequeño asintió con emocion que desbordaba.

- ¡Una amiga, se llama Nayeon y me prometió que éramos amigos! - su padre le sonrió mientras lo subía al auto y le acomodaba el cinturón de seguridad.

- ¡Eso es muy bueno, Kun! Apuesto que es muy buena contigo - el pequeño asintió.

Claro que era buena, la mayoría lo trataba mal, esa niña fue la única que no lo hizo aunque tiene una mirada de casi asco a todo pero no lo juzga a él. ¡Era muy buena!

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Kun se me hace bien tierno aunque saqué el nombre de Google jskaj.