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¿Por qué rara razón la estupida Im esta con la nueva linda, en el patio, abrazadas?

La pregunta que todo estudiante se hacía cuando pasaba y veía la escena del patio casi desolado y ambas chicas estando en un momento tan privado que no se atrevían a interrumpir, pero sí ver.

Minutos antes, Mina había estado frente a una Nayeon estática, en medio de la cafetería donde no se tardó en silenciarse y que todos esperaran un insulto por parte de Im.

Un grito interrumpió el silencio.

- ¡Beso, beso, beso! - Jihyo tenía la voz tan fuerte que resonó por toda la cafetería. Luego siguieron risas de todo el grupo.

Nayeon enrojeció fulminando a Jihyo con la mirada, mientras que Mina solo rió y tomó la mano de Nayeon, ocasionando que ésta la mirara exaltada.

- Aquí no es lugar para hablar sólo nosotras - había dicho la japonesa para llevársela a un lugar más alejado de curiosos, bueno, de tantos curiosos.

Nayeon sólo se dejó guiar hasta llegar al patio donde una emocionada Mina se colgó de su cuello, abrazandola felizmente entre una risa.

- Me abrazas o me voy, Nayeon - la amenaza juguetona de Myoui la sacó de pensamientos.

Todos esos pensamientos de la llegada de su mejor amiga, de su mayor compañera en la niñez, de una persona especial que marcó su vida y seguía estando tatuandose allí eternamente.

Nayeon ni siquiera podía creer que la persona frente suyo era la misma Mina pequeña que le pedía entrar en su cama y luego besitos. Enrojeció de nuevo y se escondió en el cuello de la menor, pronto escuchándose su pequeño llanto, y también pronto sintiendo las caricias de Mina en su espalda.

- ¿Todo está bien? - Mina cuestionó al escucharla sollozar en su hombro, separándose para quitar sus lágrimas.

- ¿Todo está bien? - repitió Nayeon con un deje de molestia - No, claro que no lo está. Te extrañé tanto y ahora apareces tan fácil que me enojé - frunció el ceño, solo haciendo carcajear a Mina por su comportamiento infantil - Ni sé que digo, no puedo enojarme contigo, Minari - al sólo escuchar las carcajadas de Mina pareció que el enojo desapareció, como si no hubiera existido.

Era lo mejor que había escuchado en mucho tiempo.

- También te extrañé... mi reina Nayeon - la mencionada enrojeció aún más y se quejó escuchando en su oído las suaves carcajadas.

- ¡Por un momento deja de avergonzarme, Mina! - exclamó, incluso sollozando falsamente, logrando las risas de Mina - ¿Cómo ha estado Won? - preguntó de repente.

Mina frunció el ceño.

- ¿Estoy expresándote mi cariño y tú preguntas por el chihuahua que nos dio Jihyo? - fingiendo enojo le reclamó a la mayor, con una cara indignada y molesta, pero la risa le ganó al ver la cara llorosa y feliz de Im.

- ¡No es cualquier chihuahua! ¡Won es nuestro hijo! - reclamó soltando un hipido, causando su vergüenza de nuevo y se escondió de nuevo en el abrazo de Mina.

Mina no le respondió la pregunta, sino que se dejó llevar por el abrazo y ahí se quedó entusiasmada.

- ¿Cuándo llegaste? - Nayeon preguntó.

- Ayer. Quería darte la sorpresa hoy y me contacté con las chicas primero.

- Las voy a matar, ya sé porque se burlaban de mí ayer - recordó las insinuaciones del día anterior y se juró ir a darles un buen golpe después.

- Me contaron que siempre se burlaban de ti - Mina se burló.

- Mentirosas.

- Realmente te extrañé tanto, Nayeon - la repentina interrupción con otro tema causó un entusiasmo en Nayeon, conteniendose de chillar por el afecto que estaba recibiendo.

Hace mucho que no actuaba así, y tampoco recibía mucho contacto físico.

- Yo también te extrañé demasiado... reina Minari - se burló separándose un poco.

- ¿Ahora me vas a besar? - Mina preguntó al verla tan cerca, con una pizca de diversión por la alteración de Nayeon.

- ¡Mina! - reclamó toda roja del rostro.

Al parecer, la historia que creyó acabada, apenas comenzaba.

Todo a su tiempo.

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Ya les llegó el final ;). Sólo faltan extras y esto estaría terminado.

No sé que tipo de reencuentro esperaban pero es lo que pude hacer y lo que me gustó.