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- Otro - murmuró Mina cuando Nayeon se alejó - ¿Puedo tener otro? - preguntó ansiosa.

- ¿Otro helado? No sé, pregúntale a tus padres - Nayeon desvió su mirada manteniéndola en los demás pequeños que estaban jugando con una cuerda. Mina negó efusiva.

- No, otro besito - inocentemente apuntó a su mejilla, quería otro beso de parte de Nayeon. Nayeon la miró incrédula, no quería darle otro besito, la ponía nerviosa y no le gustaba sentirse nerviosa.

- ¿Por qué? - se la haría difícil. Se cruzó de brazos y miró a Mina con una pequeña mueca.

- Me gusto... Me gusto mucho. ¿Me das otro? - pero a Nayeon se le hacia difícil negarse a esos ojitos bonitos que le rogaban por hacerlo de nuevo.

- Solo uno más - alzó su dedito, poniendo el límite. Mina asintió emocionada, así que la mayor de ambas cumplió su promesa dandole un besito en la otra mejilla y separándose casi al instante, pero Mina lo disfrutó mucho - Mmm... Otro más - a Nayeon también le gustó.

Los repitió muchas veces más, tanto porque Mina se lo seguía pidiendo y porque le había gustado dejar besitos en el rostro de su amiga.

Pero llegó la hora de irse.

- ¿Uno de despedida? - Mina seguía queriendo, puso su mejor mueca triste para convencer a Nayeon de darle otro.

- El último - se prometió - Pero uno especial - se acercó, le tenía nervios a Mina pero quería hacerlo como hace un rato vio a los padres de Mina.

Pegó sus labios por un diminuto segundo con los de Mina, uno inocente sin saber que realmente significaba pero que le gustaba.

Nayeon se quedó allí hasta que Mina reaccionó y subió al auto de sus padres para irse.

- Eran en las mejillas, Im Nayeon - su madre le dijo mientras la miraba incrédula, ella sí había visto el besito que compartieron las niñas.

Nayeon se encogió de hombros y subió al auto como podía.

- Me gusto más así. Me gusta - casi desinteresada se esforzaba en subir al asiento del auto pero no podía - ¡Agh, ayúdame! - se cansó y pataleó por ayuda de su madre.

Sus piernas eran muy pequeñas.

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