IX
Si hay comentarios suficientes hago maratón 👩🦲👩🦲
Besitos en la cola
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Ni-ki sufría de insomnio, era por eso que pocas veces dormía antes de las 2 o tres de la madrugada y ese era uno de esos días.
No se disculpó con Sunoo por lo que pasó hace un rato, puesto que el empujón no fue lo único.
Después de que salió del baño, vio una pequeña caja de un juego de vajillas nuevos, antes de que pudiera preguntar, el omega le dijo que era para él, que usaría esas tazas y esos platos porque el gris, negro y blanco eran muy aburridos para él, también que los guardaría en otro lugar para que no lo molestara.
Los platos eran color rosa degradados a blanco y perla, al igual que los vasos, el rosa era un color que Ni-ki odiaba, pero le hacía recuerdo a Sunoo de una u otra manera.
Y entonces dijo "que idiota" refiriéndose a si mismo, pero probablemente Sunoo no lo tomó así, ya que tomó la caja y la llevó a su habitación.
-Ah... otra vez...- Ni-ki caminó hasta la cocina, para prepararse un té de anís, tratando de conciliar el sueño y sacar todas esas emociones tam complicadas.
Se sirvió agua caliente en uno de sus vasos color gris y lo puso en la mesa buscando los sobres de té, pero al colocarlo en la mesa se dio cuenta que había otra taza más ahí, también con un líquido caliente, era chocolatada por el olor que emanaba, vio ambas tazas juntas, una color gris y otra rosa degradada y ese sentimiento volvió a carcomer su interior.
Se quedó viendo ambas tazas por un momento, una al lado de la otra y una boba e inusual sonrisa se posó en sus labios.
-Lo siento- una voz apareció -fui un momento al baño- era Sunoo, quien levantó la taza con chocolatada -perdón por dejarla aquí.
Estaba por irse, debía seguir estudiando, pero no lo hizo.
-Perdón- dijo Ni-ki -Yo... yo no quise decirte tonto... ni idiota ni... no eran para ti esas palabras- sujetaba su muñeca para que no se vaya.
-Está bien, es tu casa, yo soy el que debe acostumbrarse, los tonos monocromáticos me traen algunos recuerdos malos... pero ya arreglaré las cosas en mi habitación, perdón por tomar demasiada confianza- se zafó del suave agarre que Ni-ki tenía -tengo que seguir estudiando.
Ni-ki no supo bien qué hacer en ese momento, nunca le había pasado algo así.
-Mierda.
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-Si, Jungwon, te enviaré el trabajo corregido esta noche- Sunoo estaba en llamada con su mejor amigo mientras entraba a casa -sí, es formato APA 2018 y ya tengo todo citado, cuando-- sus palabras se cortaron al entrar a casa y ver todo tan diferente -te llamo luego.
Colgó la llamada viendo que cuando esa mañana se fue a su universidad no era como ahora.
El mueble que antes era negro se cambió por un café crema, la alfombra gris y cuadrada ahora era redonda y de sandía, el mármol donde cocinaba que era gris y blanco ahora tenía tonalidades rosas suaves, el refrigerados que era blanco ahora era color celeste y cuando abrió las gabetas de los platos, vio varias tonalidades, casi de todos los colores, aún estaban los grises, negros y blancos, pero al lado de estos estaban los platos que el había comprado, aquellos rosas degradados.
-Pensé que era muy aburrido... así que lo cambié un poco- Ni-ki hablaba entrando a la cocina -No quiero que mi casa te haga recuerdo a donde antes vivías... quiero...- sus manos empezaron a sudar -quiero que te sientas feliz aquí.
-¿Cambiaste todo para que yo me sienta más cómodo?- Sunoo sonrió.
-T-tambien... ahm... pasaba por la calle y vi estos tulipanes... no sé si te gusten el color.. pero sé ven bonitos...- le entregó un ramo de cuatro seis tulipanes amarillos.
-Son preciosos...- sus mejillas enrojecieron, sintiendo esas mariposas en el estómago junto a ese nerviosismo acompañado de calor en el rostro -gracias- se aproximó a él, donde se colocó de puntillas y con miedo de la reacción contraria le brindó un abrazo suave y algo rápido, par volver a su habitación junto a las flores.
Ni-ki se quedó quieto después de eso, aún sintiendo el calorcito del cuerpo de Sunoo chocando con el de él.
-Oh... mierda...
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-Sí, Ni-ki dijo que puedes entrar- Sunoo hizo pasar a Jungwon, debían completar una tarea y la casa de Ni-ki tenía mejor conexión.
-Es algo tenebroso ¿No crees?- Jungwon habló entrando.
-¿De qué hablas? Si la alfombra es de sandía ¡Es precioso!
-No hablo de la casa, Sunoo, estoy hablando de Ni-ki- se cruzó de brazos.
-No, el en verdad es tan lindo, mira lo que me dio esta mañana- corrió hasta su habitación para traer las flores que le había dado -mira, son preciosas.
Y cuando Jungwon vio a Sunoo, tan sonriente con esas flores, con sus mejillas teñidas de rosa, hablando tan bien de Ni-ki, supo que este estaba perdido.
Ay... Sunoo....
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-Ahorita vengo, iré al baño- Sunoo corrió dejando su computador encima de su cama, donde estaba con Jungwon.
El omega mayor solo se quedó viendo todo, su amigo estaba un mes y un poco más en esa habitación, con ese trabajo y con esa paga pudo pagar las cosas que ahora tenía, audífonos SONY, tres albums de New Jeans, ropa de marca ¿Cuántas es su paga?
Y entonces alguien entró al cuarto.
-Sunoo, iré un momento al supermercado, traeré tu helado de choco-- Ni-ki, al ver que aquel amigo de Sunoo estaba en su habitación y no Sunoo, se calló -Hola.
-Hola- Jungwon no le tenía miedo, pero si tenía un mal presentimiento por la primera apariencia de él.
-Debes ser su amigo... Jungwon ¿cierto?- se paró derecho.
-Sí, tu eres Ni-ki ¿no?
-Sí... ahm...- Era amigo de Sunoo, debía caerle bien -¿Quieres algo del supermercado? Iré y volveré rápido.
-No, así está bien.
-No me molesta que--
-¿Te gusta Sunoo?- Jungwon fue al grano, no permitiría que cualquier alfa con un poco de dinero trate a su amigo como un chico fácil.
Esa pregunta otra vez, resonando en la cabeza del alfa japonés.
-Acaben rápido- y se fue sin responder la pregunta de Jungwon.
-Por mi que se vaya a la mierda- Jungwon era hater #1 de Ni-ki desde este momento, además de darle dinero a Sunoo, le daba flores como si quisiera algo más, pero era un cobarde y no lo admitía, que perdedor.
Una pérdida de tiempo.
Cami~
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