Vi la imagen y no pudo resistirme ^_^

Espero que les guste~

Imagen de: https://twitter.com/Zephyere/status/1375418669866512389

Bennette se sentía triste y dolido al escuchar a alguien a quien había considerado su compañero de equipo hablar tan mal de él y de su suerte. Sabía que su mala suerte solo hacia enojar a todos a su alrededor, había escuchado quejarse a mucho, pero la forma en la que él hablaba lo hacia sentirse aun peor de lo normal. Bajo la vista, luchando contra las repentinas ganas de llorar y entrelazo sus manos, sin saber que hacer. Podía sentir algo tras suyo, así que se volteo con curiosidad y sudo frio. Kaeya, a quien siempre lo había visto como todo un profesional, tenía una fría mirada en sus ojos que podría congelar a cualquiera sin necesidad de su visión de hielo, acompañado por una tensa sonrisa y con su fiel espada en mano. Diluc se veía absolutamente molesto, con su gran espalda levantada y la hoja de esta en llamas, luciendo como si estuviera totalmente dispuesto a atacar. Nobile (Tartaglia) se veía igual de enojado, ya haciendo aparecer su arco en sus manos y preparando una flecha cargada con su visión, apuntando a la cara ajena. 

-¡Chi-Chicos!- chillo con pánico y se apresuro a pararse frente a ellos, sin saber si realmente eso los detendría. -V-Viajera, ¿podrías...?- miro a Lumine y trago en seco, sabiendo que no recibiría ayuda para evitar una masacre. Su expresión estaba por completo en blanco pero Bennett podía jurar que podía sentir un aura maligna a su alrededor que le daba escalofríos.

-Bennett...- se sobresalto cuando ella lo miro y le sonrío de repente con cariño, ese fue un cambio drástico de expresión. -...vamos~- extendió su mano y él no tuvo más opción que agarrarla, dejando que lo alejara un poco de la situación a pesar de que sentía que no debía. Se sentaron, dándoles la espalda y sin soltarse, sin poder irse muy lejos al estar atrapados. El chico no tuvo que esperar mucho para escuchar quejidos y gritos. Se siente mal por quedarse quieto en su lugar, el agarre en su mano firme pero suave al mismo tiempo, pero también se siente repentinamente querido y protegido. Su equipo, sus amigos, lo están defendiendo y eso lo hace sentir cálido por dentro, opacando por completo la sensación de culpa en su interior.