—¡Mierda! —exclama Eduardo—. Es muy rápido, ya casi estamos llegando a Chile.

Kanan golpea con energía cinética a Felipe y lo empuja hacia la estatua del Cristo redentor partiendola en dos.

La parte de arriba de la estatua partida cae sobre unos civiles que aún no habían evacuado.

—¡No! —grita Felipe al ver a los civiles ser aplastados.

—No puedes salvarlos a todos —dice Kanan mientras trata de golpear a Felipe quien bloquea sus ataques con su espada—. Jamás podrás.

Eduardo alcanza el misil nuclear e intenta desactivarlo quitandole electricidad sin embargo esto no tiene efecto.

—No puedo desactivarlo —dice Eduardo por el comunicador afirmandose del misil.

—Pero puedes traerlo de vuelta —afirma Felipe—. Te pediré algo un poco arriesgado.

Felipe golpea a Kanan lanzandolo lejos y en ese poco tiempo que se separan le comenta a Eduardo su plan.

—Entendido —comprende Eduardo para luego tomar el misil y desviarlo de vuelta a Río de Janeiro.

Felipe trata de enterrarle su espada a Kanan sin embargo este esquiva las estocadas.

—¡Rápido! —exclama Felipe a Eduardo—. No me queda mucho tiempo.

—¡Felipe! —grita la agente Walker por el comunicador—. Tráelo acá.

Felipe obedece y salta hacia el lugar donde están la agente Walker y el coronel Rise.

—¿Qué planea hacer agente? —cuestiona el coronel Rise.

—Tengo una idea desastrosa —responde la agente Walker mientras carga una escopeta y ve que Felipe aterriza cerca de ahí—, pero podría darle tiempo a Eduardo.

Kanan al llegar al lugar choca puños con Felipe y crean una onda expansiva que derrumba edificios y lanza a unos cuantos metros al coronel Rise y a la agente Walker

Felipe combate a Kanan con todas su fuerzas pero este le coloca un dispositivo en el cuello.

—Ahora me obedecerás —afirma Kanan para luego apretar un botón de su traje el cual empieza a darle un dolor irresistible de cabeza a Felipe.

—No llegare a tiempo —dice la agente Walker mientras toma una piedra y se la lanza en la cabeza a Kanan—. ¡Kanan! Por favor detente.

—¿Por qué debería? —pregunta Kanan—. Con el derrotare a Electrick man y a los demás héroes y lograré lo que ni mi padre ni abuelo ni bisabuelo lograron, dominar el mundo.

—¿Pero a que costo? —duda la agente Walker—. Por favor, aun puedes detenerte.

Felipe sigue resistiéndose mientras el dolor de cabeza aumenta cada vez más

—¡Kanan por favor para! —grita la agente Walker.

—Si tanto te molesta esto —dice Kanan mientras activa su cortador de plasma— ¡Puedes perecer con tus héroes!

Kanan se prepara para matar a la agente Walker con su cortador de plasma pero Felipe toma su espada y parte en dos el cortador para luego quitarse el dispositivo.

—Imposible —se sorprende Kanan.

Felipe le da una patada voladora a Kanan lanzandolo a Muchas cuadras de distancia.

—Me estoy aproximando a la ciudad —dice Eduardo por el comunicador—. Logre hacer que esta cosa valla más rápido.

—Perfecto —dice satisfecho Felipe—. Sigue con el plan. Jennifer, gracias por darme algo de tiempo.

Felipe le lanza su espada a Kanan la cual se entierra en el pecho de este, luego la saca y le hace un opercut provocando que este vaya muy alto, luego salta y lo golpea en el abdomen haciendo que se estrelle contra el suelo

—Ya llegue —dice Eduardo.

—Perfecto —se alegra Felipe—. Ya conoces el plan.

Eduardo empieza a elevarse junto al misil mientras Felipe lanza a Kanan al espacio, Eduardo al pasar la atmósfera empieza a quedarse sin aire luego de ver a Kanan pasar a toda velocidad por lo que suelta el misil y este explota al impactar con Kanan.

Eduardo huye lo más rápido posible de la explosión (más bien de la radiación) y aterriza donde están Felipe, el coronel Rise y la agente Walker.

—Supongo que misión cumplida —dice la atente Walker algo apenada por la muerte de Kanan.

—Así es —apoya Eduardo—. ¿Puedo volver a desaparecer coronel?.

—Sólo si puedo volver a mantenerte ubicado la mayoría del tiempo —condiciona el coronel Rise.

—No lo hará —desafía Eduardo—. Me aseguraré de ello.

—¿Es una amenaza? —pregunta indignado el coronel Rise.

—Yo jamás haría eso —responde Eduardo.

Todos ríen hasta que se ve que algo está pasando por la atmósfera.

—Creo que esto aún no termina —dice Felipe para luego atraer su espada a su mano.

—¿Crees que puedas evitar que muera por la caída? —pregunta la agente Walker a Felipe —suponiendo que no esté muerto, claro.

Felipe accede y evita que el cuerpo agonizante de Kanan caiga al suelo, luego usando un escombro como almohada acomoda a este mismo.

—¿En serio creen que ganaron? —dice Kanan entre tos y tartamudeos mientras agoniza—. Solo le dieron una oportunidad a mi padre.

—¿Una oportunidad de que? —cuestiona el coronel Rise.

—Ya lo verán... —dice Kanan antes de morir.