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SEGUNDA PARTE - FINAL

Jeon había llegado al majestuoso palacio, adentrándose específicamente en el sereno jardín trasero, desde donde se podían apreciar los imponentes palacios que embellecían los terrenos de Arán, junto con las exquisitas flores blancas que adornaban el entorno, principalmente lirios, las favoritas del príncipe Taehyung. El tiempo parecía extenderse como una interminable cadena de minutos mientras aguardaba, cada segundo cargado de expectativa y ansiedad. Una hora completa transcurrió, alimentando su incertidumbre y sus pensamientos, sumergiéndose más en la atmósfera inquietante de la noche, donde los susurros del viento y el suave tintineo de las hojas agregaban un misterio palpable al entorno. Justo cuando comenzaba a creer que el tan esperado encuentro con el príncipe era simplemente una cruel burla, una figura conocida se acercó. Era Rosee, una de las omegas más cercanas al príncipe, y también dama de compañía, una presencia reconfortante para Jeon, que lo hacía sentirse como en casa. Jungkook consideraba a Rosse como a una pequeña hermana que nunca tuvo, una amiga entrañable que compartía su lealtad hacia el príncipe y su amistad con él.

"Señorita Rosse, ¿qué hace aquí?" preguntó el alfa.

"Jeon, el príncipe me ha encomendado llevarlo al segundo palacio. Él aguarda su presencia allí y tiene asuntos de suma importancia que tratar con usted en privado. Su alteza, el príncipe Jimin, no está al tanto de su encuentro en este palacio, por lo que le ruego discreción", explicó la Omega con un gesto de seriedad, su voz suave y tranquilizadora resonando en el tranquilo jardín.

Entonces, Jeon asintió con determinación. "Está bien, me dirigiré allí de inmediato..."

Sin embargo, antes de que pudiera partir, Rosse lo detuvo con un grito repentino. "Jungkook, escuché los rumores. ¿Es cierto que irás a la guerra de Arcadia?"

El alfa asintió con solemnidad. "Sí, no encuentro razón para permanecer en este país."

Los ojos de Rosse se llenaron de angustia. "Aunque eres mi amigo, siempre mantuvimos una relación muy formal el uno con el otro, dada tu posición superior a la mía. Jeon, por esta noche olvidaré esas formalidades y te pediré con toda la sinceridad de mi corazón que no te marches y que te quedes en Áran", expresó Rosse con una mezcla de súplica y preocupación, mientras su mirada se clavaba en la de Jeon.

"Eres mi amigo y te tengo un cariño especial, pero... la verdad es que no soportaría escuchar la noticia de que has fallecido. De verdad que no lo soportaría", continuó Rosse con un tono entrecortado por la emoción. "Y no lo digo solo por ti, sino también por el príncipe Taehyung. Estoy segura de que él sufriría profundamente por tu pérdida. No creo que pueda superarlo, y lo mismo pasaría con su lobo. Ambos estarían devastados."

"Rosse... ¿qué quieres decir con eso?" cuestionó Jungkook, con una mezcla de confusión y preocupación en su voz.

"Jeon, eres el alfa más valiente e inteligente que alguna vez he conocido", comenzó Rosse, con una expresión seria en su rostro. "Sin embargo, a pesar de esos atributos, parece que aún no te has dado cuenta del amor que te profesa el príncipe Taehyung. Si algo te sucediera, estoy segura de que él también se desmoronaría. Por favor, te lo ruego, no te vayas."

Un silencio tenso se apoderó del ambiente mientras Jungkook procesaba las palabras de Rosse. Su risa, inicialmente interpretada como una burla, fue percibida por Rosse como una respuesta irónica. Sin embargo, en realidad reflejaba una mezcla de emociones que iban desde la incredulidad hasta la decepción.

"¿Y qué hay de mí, Rosse? ¿Debería quedarme y presenciar cómo mi pareja predestinada se casa con otro alfa que no soy yo? ¿Debería ver desde lejos cómo juran amor eterno, tienen hijos y viven la vida que siempre soñé al lado del príncipe? Dices que él no podría sobrevivir si yo muero en la guerra de Arcadia, pero ¿qué hay de mí? Tal vez podría soportar ver al príncipe Taehyung casándose con otro hombre, pero... sabes que una vez consumado el matrimonio, ambos deberán dejar una marca como prueba. Y tanto mi lobo como yo no estamos listos para eso, Rosse. Preferiría morir en batalla..."-dijo la ultima la frase en un susurro

"Jeon..." musitó Rosse, con lágrimas brotando de sus ojos.

"Cuídate, Rosse. Y cuando me marche, quiero que cuides también de Taehyung. Él podrá vivir... lo sé. Lo hará si el príncipe Min lo marca antes de mi muerte..."

"Jungkook, no hagas esto, por favor..."

"Me dirigiré al segundo palacio. Espero despedirme adecuadamente del príncipe antes de partir", declaró Jeon, mientras se montaba en su caballo y, dando órdenes a este, se encaminaba hacia el mencionado palacio, donde un omega lo aguardaba con gran ansiedad. Cada paso del caballo resonaba en el suelo, marcando el ritmo de los latidos acelerados del corazón de Jeon, mientras pensaba porque la cosas debían suceder así. ¿Porque?

...

Había experimentado una intensa ansiedad, su corazón latiendo con fuerza, y no sin razón. La verdad es que se sentía así debido a las decisiones que planeaba tomar esa noche. Tanto Taehyung como su lobo interior comprendían que lo que iba a ocurrir no sería una simple despedida. El omega había optado por entregar no solo su corazón, sino también algo más profundo, algo que implicaba una entrega total de sí mismo.

Se giró al escuchar el chirrido de la puerta al abrirse, y para su sorpresa, se encontró con Lisa parada en la entrada de la habitación.

"Su alteza, el general Jeon está esperando", anunció ella con voz firme.

"Indícale que entre", respondió el peligris con igual determinación. "Y Lisa, asegúrate de que ningún intruso se acerque al palacio. Sal con los guardias y mantén una vigilancia constante durante toda la noche".

La alfa asintió con seriedad antes de retirarse de la habitación. Con su partida, Taehyung sintió una oleada de emoción crecer dentro de él. Nunca había sido un omega especialmente audaz, y hasta ese momento no había experimentado su primer beso. Desde que se reconoció como omega, le habían inculcado la idea de reservarse para el matrimonio. Recordaba las palabras de su nana, quien le repetía una y otra vez que debía guardar su cuerpo y sus besos para su futuro esposo, ya que solo él tendría la autoridad sobre su ser. Sin embargo, a pesar de estas enseñanzas arraigadas, Taehyung no compartía completamente esos pensamientos. Sus creencias se inclinaban más hacia lo que le había transmitido su abuela."Príncipe, solo entrégate a la persona que amas..."

"Príncipe...", musitó Jungkook, dejando escapar un suspiro de sorpresa al ver a Taehyung.

Taehyung salió de sus pensamientos al escuchar su nombre, y al girarse se dio cuenta de que Jeon estaba dentro del cuarto. El omega se sintió apenado y un tanto avergonzado al notar la mirada de Jungkook recorriéndolo de pies a cabeza.

El príncipe estaba vestido con un elegante y traslúcido vestido blanco que revelaba de manera sugerente algunas partes de su cuerpo. Jungkook luchó por contener un arrebato de deseo que le recorría, mientras admiraba la apariencia de Taehyung. El omega llevaba un sutil maquillaje que realzaba aún más su belleza, sus ojos resaltaban con un toque de misterio, y los labios, con un brillo tentador. Unos elegantes aretes colgaban de sus delicadas orejas, añadiendo un toque deslumbrante a su encanto.

Jungkook no pudo evitar sentirse abrumado por la presencia de Taehyung, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras la intensidad de sus emociones aumentaba con cada segundo que pasaban juntos. La luz de la luna llena iluminaba la escena, creando una atmósfera mágica y envolvente a su alrededor. La tensión en el aire se hacía más palpable a medida que Taehyung y Jungkook se encontraban en ese cuarto.

Taehyung, visiblemente nervioso, rompió el silencio. "Jungkook... ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos", sus palabras eran titubeantes.

Jungkook asintió, su mirada fija en Taehyung, sin poder evitar notar el atuendo especial que el omega lucía. "Sí, ha pasado un tiempo desde que nos vimos", respondió Jungkook, su voz un poco ronca por la mezcla de emociones que lo embargaban. La sorprendente vestimenta de Taehyung lo había dejado un tanto desconcertado, pero al mismo tiempo, su belleza y encanto lo atraían de manera inconfundible. "Fue desde su ceremonia de compromiso"

"Lo sé..." Taehyung susurró con una mezcla de tristeza y anhelo en su voz. Cuando te encontré con esa omega.

Jungkook reflexionó un momento antes de responder. "Hace años, cuando tenía apenas quince, siempre compartía su sueño de casarse con un príncipe. Ahora que su deseo está a punto de hacerse realidad, imagino que debe estar feliz".

"Al igual que tú..." - interrumpió Taehyung, sintiendo la necesidad de romper el incómodo silencio. "-Dijiste que tu sueño era convertirte en un héroe, y ahora... lo harás. Te irás a Arcadia y cumplirás ese sueño".

Tanto Jungkook como Taehyung se quedaron sin palabras, pues aquellos sueños que ahora compartían habían sido los pilares de sus aspiraciones mucho antes de que comenzaran a desarrollar sentimientos el uno por el otro. Para Taehyung, casarse con un príncipe siempre fue un anhelo preciado. Desde temprana edad, había considerado que contraer matrimonio con un miembro de la realeza sería un gran honor; deseaba profundamente enorgullecer a su padre, especialmente después de enterarse de la fuga de su madre del palacio con su amante, quien resultó ser un humilde granjero. Ante las constantes advertencias de su padre de que él seguiría el mismo camino, Taehyung se propuso demostrar lo contrario. Siempre había afirmado a sus seres queridos que su mayor deseo era casarse con un príncipe, con la convicción de que así haría sentirse orgulloso a su padre y a su nación. Sin embargo, todo cambió cuando conoció a Jeon, el hombre del cual se enamoro profundamente.

Por el lado de Jungkook, su infancia estuvo marcada por la adversidad. Aunque sus padres y hermanos lo amaban, el amor nunca fue suficiente para superar las carencias que experimentaron en su hogar. Desde joven, Jungkook comprendió que el mundo en el que vivía era implacable; su familia luchaba por sobrevivir, careciendo muchas veces de lo más básico. Recordaba cómo sus padres se humillaban ante aquellos de mayor estatus social, rogando por comida o trabajo. Esta realidad le llevó a tomar una decisión crucial a los trece años: unirse al ejército.

Durante cinco años, se sometió a un entrenamiento riguroso hasta cumplir los dieciocho, momento en el que enfrentó su primera batalla. Sobrevivió, pero sus heridas físicas y emocionales perdurarían. Las cicatrices en su espalda y brazo eran testigos silenciosos de su sacrificio. Decidió cubrir esas marcas con tatuajes, una manera de ocultar el dolor que llevaba consigo. Sin embargo, lo más doloroso para él fue perder a sus compañeros y amigos en el campo de batalla, una tragedia que nunca dejaría de atormentarlo.

A pesar de las adversidades, su valentía y habilidades lo llevaron a ascender en el rango militar. En su segundo año en combate, lideró un grupo de veinte hombres, pero solo once sobrevivieron. A medida que la guerra continuaba, su liderazgo se volvía más prominente, y su rango, más alto. A medida que el conflicto llegaba a su fin y Jungkook alcanzaba los 28 años, se le asignó la tarea de proteger al príncipe Taehyung, sin imaginar que encontraría el amor y a su pareja destinada en el proceso.

"Ambos cumpliremos nuestros sueños, Príncipe, aunque la verdad no estoy seguro de si podré presenciar cómo usted cumple el suyo. Aunque quizás usted pueda apreciar el mío..." - musitó el pelinegro con una mezcla de determinación y melancolía en su voz.

"No digas eso, por favor" - dijo Taehyung con voz temblorosa, interrumpiendo a Jungkook. "Te suplico que no me hables de tu muerte. Regresarás a Arán con vida. Rezaré todos los días para que regreses a salvo de la guerra..." Su voz se quebró ligeramente, pero su determinación resonaba con fuerza mientras expresaba sus deseos más profundos para el bienestar de Jungkook.

"Príncipe, aunque fuera el hombre más fuerte del mundo, las probabilidades de que yo sobreviva son nulas. No reces, no pidas por mí. Conozco el destino que me espera. De todos modos, sea en esta guerra o no, yo igual moriré", musitó Jungkook con una resignación pesada en su voz.

"Tu no tienes compasión por mí, ¿verdad?" - dijo Taehyung, mientras lágrimas se deslizaban por sus mejillas. "Definitivamente no la tienes, Jeon. ¿Alguna vez no te has detenido a pensar que si tú mueres, yo también lo haría?"

"Y tú no te has puesto a pensar que si te casas con el príncipe Min, yo también lo haría Taehyung." - el peligris lo miró con intensidad al mencionar su nombre. Jeon siempre le llamaba así cuando estaba molesto. "Si regreso con vida de Arcadia, igual moriré. ¿No crees que eres muy cruel conmigo?"

Y fue en ese momento que Taehyung se dio cuenta de algo.

"¿Qué? ¿Así que... ya lo sabías?" - rio Taehyung mientras las lágrimas continuaban brotando de sus ojos. "Ya lo sabías, sabías que yo era tu pareja destinada y aún así no dijiste nada" - dijo la última frase en un grito, dejando al descubierto la mezcla de dolor y frustración que sentía en ese instante.

"Pero ¿qué querías que hiciera, Taehyung? Por Dios, tú eres un príncipe y yo soy solo un simple sirviente, y no solo eso, maldición, Taehyung, soy mucho mayor que tú. Podría ser hasta tu padre, y no solo eso, ¡te comprometiste! ¿Crees que puedo compararme con el príncipe Min? A diferencia de él, yo no soy nadie, Taehyung..." - le dijo, su voz cargada de angustia y frustración.

"¿Acaso eso importa? Jungkook, te amo. Te he amado desde hace muchos años. No sabes lo difícil que fue ver cómo te ibas con cualquier omega, cómo las besabas y cómo les hacías el amor, frente a mis propios ojos, y no te importó que yo fuera tu pareja destinada. Realmente, no te importó..." - Taehyung respondió, su voz temblando con la intensidad de sus emociones.

"Quería olvidarte, Taehyung, de cualquier manera posible. Pero recuerda nuestras posiciones. Esto es imposible", comenzó Jungkook, su voz cargada de dolor y resignación. "Aunque hubo un momento en el que quería todo contigo. Quería llevarte lejos del palacio, lejos del país. Quería que los dos tuviéramos un nuevo comienzo. Quería todo contigo... Iba a hacerlo en su fiesta de cumpleaños. Iba a hacerlo, hasta que vi a mi familia. Si yo me fuera y te llevara conmigo, ¿qué destino les esperaría a ellos?" - musitó Jungkook, el alfa más fuerte, al borde de las lágrimas.

"Yo sí...hubiera aceptado hacer todo eso contigo, Jungkook. Hubiera aceptado irme contigo, muy lejos. Hubiera olvidado todo mi pasado solo para estar contigo. Realmente lo hubiera hecho. Hubiera sido egoísta por primera vez en mi vida..." Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de dolor, el omega se preparaba para marcharse de la habitación, dejando atrás todos los planes que había concebido para esa noche. Sentía que los sentimientos de Jungkook hacia él no eran equiparables a los suyos, que no compartían la misma intensidad.

Estaba a punto de dar el paso decisivo, de retirarse y olvidar todo lo sucedido. Sentía que tenía la fuerza necesaria para casarse con el príncipe, de superar la inevitable pérdida de Jungkook, de enterrar aquellos sentimientos que lo atormentaban. Estaba decidido a dejar todo atrás, a comenzar de nuevo, hasta que sintió unos brazos rodeándolo por la espalda, envolviéndolo en un abrazo reconfortante. Una respiración entrecortada y cálida rozaba su nuca, y las lágrimas del alfa caían sobre su piel. En ese momento, el mundo se desvaneció a su alrededor, y todo lo que importaba era la presencia reconfortante de Jungkook.

"Tae... ¿fui un tonto, verdad?" - susurró Jungkook.

"Lo fuiste, Jungkook. Un tonto que, a pesar de todo, sigo amando" - respondió Taehyung con voz débil.

"¿Podemos comenzar de nuevo?" - musitó el alfa.

"Sí..."

Jungkook volteó a Taehyung, buscando su mirada, y ambos hombres se encontraron con los ojos húmedos por las lágrimas.

"Príncipe, la verdad es que he estado enamorado de usted desde hace muchos años. Desde que cumplió los dieciocho, mis ojos solo estuvieron puestos en usted. No hubo otro omega en toda mi vida que me hiciera sentir todo lo que usted me hace sentir cuando está a mi lado. Sé que soy solo un simple sirviente suyo, que mi deber es protegerlo a usted y también a la nación de Aran. Tengo un pueblo que proteger, tengo hombres a mi disposición que me sirven, y es gracias a ellos que tengo la posición que tengo ahora. Pero... estoy dispuesto a dejarlo todo. Si usted acepta mis sentimientos, estoy dispuesto a dejar mi nación, incluso a mi familia, con tal de estar tan solo unos momentos con usted, de estar a su lado, de poder verlo aunque sea una vez más. Estoy dispuesto a dejar todo por usted, mi príncipe..."

"Quiero todo contigo, Jungkook..." - susurró Taehyung, mientras tomaba suavemente el rostro de Jeon entre sus manos. "No me importa si tú eres un sirviente, no me importa nuestra diferencia de edad. Solo quiero estar contigo, mi alfa. Mi único anhelo es estar contigo, aunque sea solo por unos instantes..."

Jungkook tomó suavemente la cintura de Taehyung y acarició su rostro delicadamente, sintiendo la suavidad de su piel bajo sus dedos. Observó los labios del omega por un momento, y cuando notó que Taehyung también miraba los suyos, se acercó lentamente a su rostro. Sus miradas se encontraron y, al sentir la respiración del omega chocar con la suya, cerraron los ojos al unísono. Finalmente, sus labios se encontraron en un beso tierno y apasionado.

Ambos se dejaron llevar por la intensidad del momento, ansiosos y deseosos de sentir más. Taehyung movió suavemente sus labios mientras Jungkook profundizaba el beso, aumentando la tensión entre ellos. El omega rodeó el cuello del alfa con sus brazos, entregándose completamente al beso. Jungkook, por su parte, apretó con más fuerza la cintura de Taehyung, aferrándolo a él con pasión.

En un momento de deseo desenfrenado, Jungkook mordió el labio inferior de Taehyung, provocando un gemido suave del omega. Esto solo intensificó el beso, haciendo que ambos se perdieran en la ardiente pasión que compartían en ese momento.

"Jungkook..." - susurró el peligris con un tono de deseo y anticipación.

"Déjame tomarte, Taehyung. Déjame hacerte el amor..." - Jungkook respondió con voz ronca, cargada de pasión y anhelo. Con delicadeza, alzó al omega entre sus brazos y se encaminó hacia un cuarto cercano. Una vez dentro, depositó con suavidad a Taehyung sobre la cama, preparado para entregarse mutuamente al amor y la pasión que compartían.

Taehyung jadeó suavemente cuando Jungkook comenzó a desvestirlo, entregándose por completo al deseo y la pasión que los consumía. A lo largo de toda la noche, ambos jóvenes se entregaron el uno al otro sin restricciones. Jungkook tuvo el privilegio de explorar y disfrutar del cuerpo de Taehyung, admirándolo detenidamente, besándolo y acariciándolo con devoción. Nunca antes en su vida había visto a un omega tan hermoso como Taehyung. Cada detalle, desde su piel dorada hasta sus cabellos grises, parecía perfecto a los ojos del alfa. Jungkook adoraba al omega en su totalidad, amando cada aspecto de él: su piel, sus manos, su voz... todo.

Del mismo modo, Taehyung se entregó con pasión a Jungkook, deleitándose con cada caricia y cada beso que recibía. Disfrutó plenamente de los gemidos que escapaban de sus labios mientras Jungkook lo poseía con ternura y deseo. Amaba cómo sus cuerpos encajaban a la perfección, fusionándose en un ardiente y apasionado encuentro. Para ambos, era una experiencia única y memorable, una noche en la que se entregaron por completo el uno al otro, fundiendo sus almas en un amor profundo y sincero.

Jungkook apartó con delicadeza los mechones húmedos del omega mientras depositaba suaves besos en su cuello, cada roce una caricia cargada de pasión y ternura. "Yo pronto terminaré, aguanta un poco más", susurró Jungkook en su oreja, transmitiendo tanto tranquilidad como deseo, sus palabras envueltas en el suave murmullo de la intimidad compartida.

"Nunca creí que el nudo se sentiría de esta forma. Duele un poco, pero ¿sabes? Me gusta cómo me siento, Jungkook", confesó Taehyung entre suspiros de placer y dolor.

Jeon sonrió al escuchar las palabras de Taehyung, su sonrisa reflejando el afecto y la complicidad que compartían. "Son pocas las veces que puedo escuchar mi nombre de tu parte. Normalmente solo me llamas por mi apellido", comentó.

"No sabes cuántas veces aguanté para llamarte por tu nombre. Pero debía aparentar. No quería que los demás se dieran una idea equivocada. Pero créeme, Jungkook, ahora eso no me importa. Quiero estar contigo toda la vida, y ya no me importa la opinión de los demás. Quiero ser tu omega, quiero que mi vida esté unida a la tuya...", expresó Taehyung.

Jungkook besó suavemente a Taehyung, y cuando se separaron con un chasquido, le preguntó con sinceridad: "¿Estás seguro? ¿Deseas tener mi marca ahora?"

"Lo deseo, Jungkook..." respondió Taehyung con determinación y pasión en su voz, revelando su anhelo de sellar su unión de manera definitiva.

Sin más palabras, Jungkook comenzó a besar con devoción el cuello del omega, entregándose por completo al momento compartido. Sus labios recorrieron la piel de Taehyung con delicadeza, dejando pequeñas marcas de afecto en su camino. Cuando encontró el punto exacto, lo mordió con fuerza, marcando a Taehyung como suyo para siempre. En ese instante, ambos se dejaron caer sobre la cama, sintiendo cómo sus vidas se entrelazaban irrevocablemente, y sus corazones latían al unísono en una danza de amor y entrega.

"Puedo sentirlo todo, Jungkook..." jadeó Taehyung, mientras unas lágrimas de felicidad y emoción escapaban de sus ojos. "No sabes cuánto te amo..."

"Yo también, Taehyung. Te amo y siempre lo haré", respondió Jungkook con fervor y ternura, sus palabras cargadas de un profundo amor. "En este momento, no me importa si me llevan a prisión por tenerte como omega. Haría cualquier cosa por tenerte a mi lado..."

Taehyung envolvió a Jungkook en un abrazo, aferrándose a él con fuerza mientras las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas. A pesar de la emoción que lo embargaba, logró articular sus palabras con un tono entrecortado: "No te irás, ¿verdad? Por favor, dime que no lo harás..."

"No lo haré, no me iré", respondió Jungkook con voz firme, su mirada llena de determinación. "Prefiero enfrentar la muerte antes que estar lejos de ti, mi omega", añadió en un susurro cargado de profundo amor y compromiso. "¿Quieres venir conmigo, lejos de este país, Taehyung? ¿Estás dispuesto a construir una vida junto a mí fuera de estos muros del palacio?"

"Si, Jungkook, quiero irme contigo. Como te dije, no me importa nadie más que tú", murmuró Taehyung , sus ojos brillando con la certeza de su elección. Con esas palabras, ambos se perdieron en un beso apasionado, sellando su compromiso mutuo antes de emprender su huida del palacio en la madrugada.

Antes de partir, Taehyung dejó una carta para su hermano Jimin, explicándole la repentina partida y expresando su amor fraternal. De manera similar, Jungkook dejó una carta a su familia y otra a Rosse, despidiéndose de ellos antes de partir hacia lo desconocido.

Atravesaron el pueblo en silencio hasta llegar al mar, donde abordaron un barco que los llevaría a un país lejano, más allá de las fronteras de Arcadia y Aran. Aunque desconocían el destino final, estaban dispuestos a sacrificarlo todo por su amor.

En su nuevo hogar, en un pequeño valle, construyeron una vida juntos. Se casaron y comenzaron a formar una familia, encontrando la felicidad que tanto anhelaban en su amor mutuo y en el hogar que habían creado juntos.

Mientras tanto, en Arcadia, la guerra había llegado a su fin con la ayuda del ahora general Jung Hoseok. Los rumores sobre el prometido del príncipe Min habían causado revuelo, pero gracias a la inesperada unión de Jimin y Min como pareja destinada, se evitó cualquier conflicto político entre Aran y Arcadia.

Jimin, ahora rey junto con Min, nunca guardó rencor hacia su hermano. Solo anhelaba verlo nuevamente y deseaba la máxima felicidad para Taehyung y Jungkook, rezando para que algún día sus caminos se cruzaran de nuevo.

FIN

Buenoo eso sería todo, no soy buena describiendo escenas estas escenas:🌚🌝.... Hice lo mejor que pude 🫡🥹, espero de todo corazón que les haya gustado la historia ❣️

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