🍁4🍁
-Entonces...- empezó Yoongi mientras le daba una cucharada de pastel a su cachorro- Seokjin acaba de aceptar tener una cita contigo.
-No es una cita- aclaró Namjoon-, solo vamos a hablar.
-Claro, van a hablar y luego Seokjin te mandará al demonio.
-Es lo que le dije- acotó Jungkook mientras luchaba por repartir las fresas sin que los mellizos empezaran a pelear.
Ciertamente sus amigos no eran los mejores para animar, de hecho, ahora estaba dudando sobre lo que debería decir al día siguiente. Sabía que iba a cagarla monumentalmente si no organizaba sus prioridades antes de hablar con el omega, debía ser honesto, muy honesto.
-Ustedes no sirven para reconfortar a nadie- se quejó el de pelo morado.
-Somos realistas que es diferente- dijo Yoongi-, sabes que la cagaste monumentalmente y tus posibilidades son cero entre diez, una si Seokjin es lo suficientemente benevolente para volverte a dirigir el saludo.
Y volvió a suspirar, así como lo había estado haciendo esos días.
-Solamente no pierdas la esperanza Nam- le alentó esta vez Jungkook, no es como si fuera el mejor dando palabras de apoyo, pero el hombre se veía tan desastroso, que unas cuantas palabras para animarlo no vendrían mal-. Se que te arrepientes, pero si quieres tener aunque sea una oportunidad con hyung, deberás volver a empezar.
Y claro que sabía a lo que se refería el menor con volver a empezar, el camino que tenía que construir por delante parecía imposible si el omega decidía que era mejor si sus caminos se separaban definitivamente.
Si, estaba seguro que iba a poder hacerlo.
-Además, recuerda que tienes competencia y Seokjin parece bastante interesado- Y así como su confianza subió por unos segundos, bajó e igual manera, gracias al alfa de cabello negro que ahora lo veía socarronamente.
Jodido Yoongi.
-Ohh, es verdad- Dijo Jungkook-, escuché que hace poco tuvieron una cita y Eunwoo le preparó bastante comida; de verdad se está esmerando, es un buen tipo- terminó por acabar con las ilusiones de su mayor.
Jodido Jungkook.
De no ser porque sentía que se lo merecía, hubiera dicho algo más para defenderse, sin embargo, no se sentía ni en las condiciones, ni con la suficiente energía como para debatir o pedir consejos que sabría le serían negados; los conocía y ellos fueron muy puntuales al decirle que no iban a mover un dedo por él, luego de su última cagada la cual hizo que el omega lo odiara por completo.
Fue así como decidió dejar el tema por acabado y se decidió a seguir pasando lo que quedaba del desayuno con sus dos amigos y problemáticos sobrinos, porque bueno, no sabía si era porque no pasaba tanto tiempo con ellos, pero había descubierto que era el blanco perfecto de sus bromas y al parecer Ainara tenía cierto apego con él, Elian y Jihyun eran otra historia.
El día siguiente llegó más rápido de lo que creyó.
Comenzó con su rutina relativamente normal. Arregló el desorden de su cuarto, tomó café, fue hasta su oficina y luego, después de dos horas de revisar atentamente todos los documentos decidió entrar en una crisis existencial.
No era nada nuevo, pero ahora estaba más perdido que nunca. Habían demasiadas interrogantes en su cabeza, muchos ¿Y si...? Estaba tan estresado, ansioso y sumamente perdido con respecto a lo que iba a pasar.
No podía hablarle a su madre, porque sencillamente no se llevaban bien, y su padre... Eran mejores los consejos de sus amigos, además no quería más sermones por ahora, si después de hoy las cosas terminaban mal, entonces primero iría con su padre como un cachorro con el rabo entre las piernas para recibir apoyo y luego se embriagaría. Exacto, eso iba a hacer.
El tiempo pasó significativamente rápido y cuando se dio cuenta ya debía salir si no quería que Seokjin se fuera cambiando de opinión porque llegó tarde. Faltaban exactamente veinte minutos para que cerraran y estaba a cinco, sin embargo, no iba a arriesgarse.
Como pudo se arregló lo mejor que pudo y sacó un pequeño pastel de arándanos del refrigerador. Lo había comprado el día anterior cuando ya volvía a su casa luego de una tarde con sus amigos y los deberes de la manada. Si tenía suerte, de pronto Seokjin se lo comería.
Se dio ánimos internamente y salió de su cabaña con la mente en blanco, fue como si su mente se hubiera dormido por un momento y su cuerpo hubiera hecho el recorrido por si solo, porque cuando volvió en si entonces se dio cuenta que Seokjin caminaba hacia él luego de despedirse de los hermanos Kim. Así mismo, se percató de que la considerable distancia en la que se había detenido, tal vez unos cinco metros del negocio tal y como siempre solía hacer.
La cara de Seokjin no denotaba felicidad pura, de hecho, parecía bastante molesto de solo tener que tenerlo cerca. Sin embargo, el alfa no dejaba de admirar el bonito rostro del contrario, mucho menos el atuendo que ese día llevaba, debe ser porque hacía mucho tiempo que no lo tenía tan cerca que entonces se quedó como bobo observándolo.
-Si vine a perder mi tiempo entonces me voy- hizo el amago de moverse, pero el alfa reaccionó a tiempo y lo agarró del brazo rogando porque su toque haya sido suave, sin embargo eso no evitó que Seokjin se apartara bruscamente-. No vuelvas a tocarme.
-L-Lo siento- se apartó tan rápido como pudo con las manos en alto-. Es solo que no quiero que te vayas, no aún.
Seokjin no dijo nada y simplemente esperó, tratando de ser lo suficientemente paciente con aquél alfa que no merecía una sola gota de su tiempo.
-Tal vez podríamos ir a un lugar más cómodo, si quieres- se apresuró a decir.
-Vinimos a hablar, no hagas parecer de esto una cita, Namjoon- espetó fríamente el omega.
-Yo... yo lo sé- dijo nervioso-. Solo pensaba que así sería más cómodo.
Seokjin suspiró y luego de meditarlo por un momento simplemente asintió.
Sin más, Namjoon decidió guiar al camino con el omega siguiéndolo a unos cuantos pasos de distancia. Debido a que estaba seguro que iba a mandarlo al diablo si iban a un lugar demasiado comprometedor, decidió que el parque sería la mejor opción, de todas formas a esa hora ya no habría tantas personas más que algunos niños.
En cuanto llegaron y el alfa logró localizar una banca, ambos se sentaron en cada extremo para así poder hablar un poco. Namjoon era consciente de la brecha que había, pero verla reflejada en esa banca solo hizo que corazón se estrujara y su lobo rasgara por dentro.
-Entonces...- quiso comenzar el de pelo morado, sin embargo fue interrumpido por Seokjin.
-Vamos a dejar la cosas claras- el omega se veía decidido y en cierta forma le dio escalofríos-. Desde la última vez que nos vimos las cosas ya no son ni volverán a ser iguales, así que deberíamos dejar que todo siga así, tu sigue con tu vida y yo... yo seguiré con la mía... como siempre debió ser.
El alfa apretó la caja del pastel al escuchar aquellas palabras, porque aunque esperaba que el omega dijera algo así, escucharlo lo estaba matando.
-Seamos realistas- continuó hablando el omega-. Yo fui un estúpido por pensar que iba a tener una oportunidad con mi platónico de años, y tú estás siendo un estúpido al querer arreglar las cosas cuando ya no hay marcha atrás.
A Namjoon no le quedó más que agachar la cabeza. Su garganta ardió en aquel nudo que se formó conforme el omega iba hablando. Casi soltó una risa incrédula, el destino era una perra que le estaba cobrando todos su errores.
-Si eso es todo, entonces creo que es momento de que me marche- Seokjin solo observaba el semblante decaído, destruido del alfa y optó por querer dejarlo solo. Sin embargo, su huida se vio interrumpida por la voz del contrario.
-Te entiendo- escuchó con dificultad el rubio-, maldición que si lo hago- dijo esta vez más alto el alfa-, pero no puedo evitar ser un maldito egoísta.
Seokjin quería golpearlo, una inmensa rabia se instaló en su ser. Iba a replicar, sin embargo, Namjoon siguió hablando aun con la cabeza agachada.
-Te he hecho daño de diferente maneras, te he hecho sentir que no lo vales cuando en realidad... ¿Acaso debo enumerar todas las cosas que te hacen ser una persona maravillosa?
Una risa amarga se escapó de los labios del rubio, enserio, Kim Namjoon no tenía límites.
-Decir ese tipo de cosas no te beneficia en nada, Namjoon.
-No lo estoy haciendo por eso- dijo el menor.
-¿Entonces?- preguntó colérico el mayor- ¿Acaso esperas que sienta pena por ti y así te perdone?
-Ya dije que no lo hacía por eso.
-No te creo- casi gritó el omega-. Malditamente no te creo, Namjoon ¿A que mierda estás jugando? Porque si esperas que vuelva a caer como la vez anterior, te advierto que esta vez no voy a responder.
Casi se quedó pasmado ante la respuesta exaltada del omega, todo lo que decía era verdad, no estaba buscando más que ser perdonado, solo quería que el omega, aquél chico que conoció en su infancia y casi destruyó con el tiempo, pudiera mirarlo a los ojos sin ninguna clase de odio.
-P-Por favor cálmate- más patético no se podía ser-. E-Estoy diciendo la verdad Seokjin, no miento.
-Y una mierda, sabía que no debía aceptar- se paró estrepitosamente del asiento y con toda la clase que le quedaba empezó a dar fuertes zancadas fuera del parque.
Sabía que le había hecho daño, demasiado, pero que reaccionara de esa manera cuando estaba siendo sincero solo le dio una respuesta a lo que se venía preguntando por todos los siete meses que estuvo alejado de él.
Sin más corrió a alcanzar al chico que caminaba furiosamente con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo.
-Por favor espera- dijo con la poca entereza que le quedaba, no lo tocó, eso desataría otro problema-. Por favor acepta esto.
Seokjin estaba temblando de la rabia en cuanto se alejó del lugar, sus ojos picaban por derramar lágrimas y maldición, no era justo. En cuanto volvió a escuchar nuevamente la voz de su perdición, se obligó a permanecer firme y no mostrar debilidad ante el alfa que ahora se inclinaba ante él y le tendía la caja que había estado en sus manos desde el momento en el que se encontraron.
-¿Qué es eso?- preguntó con voz grave.
-Es una muestra de mi arrepentimiento- le extendió la caja de pastel-. Se lo mucho que te gusta el pastel de arandanos, entonces quise darte uno así lo deseches luego, aunque, te recomiendo dárselo a alguien más si no lo quieres.
Inspiró profundamente para luego dar una mirada que rozaba la frialdad, Seokjin quería romperse a llorar en ese preciso momento y ese alfa no se lo estaba permitiendo, más bien, su orgullo ya no le permitía mostrarse débil ante el alfa.
-Estás muy equivocado si crees que voy a aceptar algo de tu parte- dijo cruzándose de brazos.
-Bueno, si, tienes razón- se quería maldecir mentalmente mil veces, ¿y ahora Kim Namjoon?
Su respuesta vino segundos después, siendo aquella la que lo dejó pasmado y sintiendo a su lobo gruñir por querer buscar nuevamente al rubio.
-Adiós- escuchó decir al omega, y por una mierda si no se quedó pasmado varios segundos sin saber que hacer, como reaccionar.
-¡Dame una oportunidad!- gritó ante la desesperación que le causaba el momento.
Seokjin ni siquiera se volteó a verlo, simplemente siguió avanzando a pesar de que sus manos estuvieran empuñadas fuertemente en los bolsillos de su abrigo. Una lágrima traicionera rodó por su pómulo izquierdo y así siguieron, una tras otra camuflándose en la oscuridad de la noche mientras caminaba de regreso a su cabaña, donde se hundiría en su cama a llorar.
Por otra parte, aun parado en la salida del parque, el alfa se encontraba observando la caja detenidamente mientras la escena se repetía continuamente y Seokjin se alejaba, pero esta vez definitivamente.
Si este era su destino, estaba bien, se lo merecía. Sin embargo, y a pesar de que estaba preparado para el rechazo, no pensó que fuera a doler tanto; así que eso era tener un corazón roto.
Debería rendirse definitivamente entonces, Seokjin ya mostró sus verdaderos sentimientos y sinceramente no estaba seguro de como podría ganarlo de nuevo. Casi quería burlarse de sí mismo, solo lo intentó una vez y ya se estaba dando por vencido, pero como empezar cuando el muro que se había construido entre ambos parecía tan dificil de romper.
Luchar por una oportunidad, enmendar las cosas, romper, reconstruir. Si tan solo le diera la oportunidad de escuchar lo que tiene por decir entonces las cosas serían más fáciles.
¿A que estaba jugando realmente? Estaba siendo un completo cobarde.
Sin embargo, era egoísta.
Comenzó a correr en la misma dirección en la que el omega se marchó, no le costó alcanzarlo, de hecho, encontró a Seokjin unos metros más a delante tratando de limpiarse el rostro. Quiso tocarlo y pedirle que por favor dejara de llorar, rogarle y tirarse al piso en señal de redención, pero... al final lo dejó marcharse.
Ya había perdido la cuenta de todas las veces en las cuales, las lágrimas de Seokjin habían sido causadas por su culpa.
Se quedó viendo como el rubio se perdía entre las casas y establecimientos de la manada. Cuando lo perdió completamente de vista, entonces casi se dejó caer. Involuntariamente sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón... su corazón parecía haber sido roto con un mazo en miles de pedazos ¿así de insoportable era ese tipo de dolor?
Trató de recomponerse, estaba en la calle y las personas no podían verlo de esa forma tan débil, ya podría luego encerrarse en su casa y beber o llorar, o ambas sin sentirse juzgado.
-No es que me guste ver a la gente así, pero usted se ve como alguien miserable a quien le acaban de arrebatar al amor de su vida- lo que faltaba. El alfa cerró sus ojos con fuerza al escuchar aquella aguda voz.
-Mira niña, no estoy de humor- le respondió de manera tosca el de pelo morado.
-EunHa, Jung EunHa- Extendió la mano.
-Vuelve a casa- ignoró completamente la mano extendida y se dio la vuelta, recogiendo en el proceso la caja del pastel. No le importaba comportarse de esa forma con esa chica, no estaba de humor para aguantar nada, simplemente estaba destruido.
-Ash, pero que grosero- escuchó la aguda voz, seguido a eso, unos ligeros pasos que lo hicieron tensar en sobre manera-. Deje lo ayudo- sintió como la caja fue arrebatada de sus manos.
-Mira niña...
-EunHa- lo interrumpió-. Y no soy una niña, por favor, tengo 22 años.
-Lo que sea- respondió sin importancia-. Te advierto que vuelvas a tu casa si no quieres hacerme enojar de verdad.
-Y yo pensando que siempre estaba enojado- dijo de manera irónica la más bajita-. Se que no iniciamos con el pie derecho, pero... deje que lo ayude un poco.
Namjoon rió sin gracia. No era posible que alguien quisiera venir a ayudarlo justo después de haber dejado que el amor de su vida se fuera. Era ilógico.
-Largo- se limitó a decir.
-Oh, vamos- inició la bajita siguiéndole el paso al de cabello morado-, prometo quedarme callada y no molestar- propuso.
Ya cansado de todo, Namjoon decidió encararla. Su humor estaba por los suelos y tener que aguantar a una chica que se le apareció de la nada no estaba en sus planes. Su lobo en esos momentos quería tomar el control y cometer una estupidez yendo a la casa de Seokjin y terminar creando otro desastre. No gracias, más odio por parte del rubio era lo último que quería.
-¿Qué pretendes?- se plantó frente a la chica de forma amenazante- No estoy para juegos, mucho menos para soportar otra humillación. Así que por última vez señorita, vuelva a su casa, y esta es una orden como su lider.
EunHa a pesar de sentirse un poco intimidada por el aura amenazante del alfa, decidió suspirar y brindarle una bonita sonrisa, y Namjoon no lo entendió en ese momento, pero se sintió un poco intimidado por esa chica.
-No pretendo nada- dijo con tranquilidad-. ¿Quiere ir a tomar una taza de té? Siento que será un desperdicio no comerse esto- señaló la caja.
-No- dijo secamente.
-¿Entonces mañana?- preguntó como si fuera la mejor idea del mundo.
-No- volvió a repetir.
-¡Ya sé!- dijo con emoción, casi asustando al alfa ante el repentino cambio de humor- Desayunemos mañana, si.
-Que no, niña, por favor, ya para- ¿Esto era algún tipo de castigo? ¿Acaso no iba a poder ir hasta su casa y llorar como un desgraciado hasta secarse en paz?
-Entonces nos vemos mañana- dijo emocionada-. Voy a llevarme esto- señaló la caja-, hasta entonces quédese tranquilo que yo me encargaré de todo.
-Pero...
-Me retiro, es un gusto que nos empecemos a llevar bien, alfa- EunHa hizo una reverencia y se marchó a pasos rápidos dejándolo con la palabra en la boca al mayor, quien simplemente quedó desconcertado por la actitud de la chica.
Ya era de noche, por lo tanto lo único que iluminaba las calles de la manada eran algunas luces y nada más. Después de ese encuentro extraño decidió marcharse a su casa. Necesitaba alcohol con urgencia y tal vez, solo tal vez perderse en la inconciencia por algunas horas.
Apenas puso un pie dentro de la casa se dejó caer completamente, sintiendo el peso de sus propias acciones golpeándolo constantemente una tras otra, como si de cachetadas se trataran. Se lo repetía constantemente, trataba de darlo por sentado y darse a la idea de que todo se había acabado oficialmente.
Pero... entonces ¿Porqué era tan difícil dejarlo ir? Todo él, su ser se destrozaba de tan solo empezar a darse una idea. Seokjin necesitaba de alguien que pudiera hacerlo feliz, que lo tratara como el ser valioso que era. Definitivamente no lo merecía, y porque no lo merecía quería hacer las cosas bien en ese momento.
¿Cómo se gana un corazón desde cero, si este ha sido herido incontables veces?
Esa pregunta rondó su mente en todo el transcurso de la noche. Desde que buscó las botellas de licor, hasta que perdió el conocimiento entrada la madrugada la interrogante permaneció intacta y el hermoso rostro de un chico rubio con ojos cafés los cuales brillaban constantemente tampoco abandonó por un segundo su cabeza.
🐺🐺
Hola solecitos, he vuelto con esta historia :3
¿Cómo están?
Bueno, espero que este capítulo les guste, y también que la historia en general lo haga. ¿Qué creen que deba hacer Nam para ganarse nuevamente a Jin? Pregunta seria.
Otra cosa, a mis personajes femeninas, por favor les pido que les den una oportunidad. No soy mucho de hacer cosas como, ah, chica que entra en la historia, chica que será una roba novios, o lo que sea que siempre ponen, me gustaría que se tomen el tiempo de leer y luego juzgarlas por favor.
Sin más, espero que lo disfruten, voy a ver si me pongo más al día con todas mis historias.
Es la primera vez que publico en la tarde :3 por lo general publico en las madrugadas .
Les mando muchos besitos y abrazos, tomen agüita y nos leemos luego.
saludos.💜💜
🐺Any.🐺
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro